Gas
sí, gas no. Esta es la cuestión. No sabemos hasta dónde alcanzará
la polémica pero igual se convierte en una de las más animadas. El
proceso ya está en marcha: la Dirección General de Industria y
Energía del Gobierno de Canarias ya ha adjudicado las obras de
instalación de canalizaciones de gas natural, al menos en el Puerto
de la Cruz, donde, que sepamos, el Grupo de Asamblea Ciudadana
Portuense (ACP) ha dicho nones con rotundidad. Prácticamente al
mismo tiempo, por un lado, el alcalde de La Laguna, José Alberto
Díaz (CC), se manifestó enérgicamente en contra: “no dejaremos
que se imponga el gas como sistema de consumo energético en el
término municipal”; y por otro, tres grupos políticos del Cabildo
Insular de Tenerife (CC, PSOE y PP) se pusieron de acuerdo para
rechazar una moción presentada por Podemos en la que interesaba la
reconsideración de la introducción del gas en la isla pues esta
industria bloquearía el desarrollo de las energías renovables.
Si
repasan las posiciones de las siglas, se adivinarán de inmediato las
contradicciones.
Parece
faltar información, desde luego -en el Puerto preguntamos a más de
diez personas por el hecho y ¡las diez! respondieron que no sabían
nada-, y que los propios partidos políticos no han fijado posición
o no han podido ni han sabido transmitirla. Las incongruencias saltan
a la vista: mientras en la ciudad turística, la alianza
gubernamental (PP+CC) se desentiende diciendo que las del gas no son
sus competencias, en Aguere, su alcalde, alega que la parcela donde
se va a instalar la zona de depósitos y la distribución
complementaria “está incluida en el ámbito del Plan Especial de
Protección y Rehabilitación de la Vega de La Laguna, en suelo
clasificado rústico y de protección de la agricultura tradicional
de interés estratégico”. La colisión con el planeamiento
urbanístico vigente es, en este caso, flagrante.
Otra
referencia al Puerto de la Cruz, donde ya veremos si la apertura del
expediente a exposición pública sirve para algo, para una o dos
alegaciones, queremos decir, conocida la proverbial resignación de
la población portuense. El caso es que están previstos unos ciento
diecinueve kilómetros de canalizaciones en calles de distintos
núcleos I(no solo casco, también El Durazno, La Vera, Punta
Brava...). De materializarse la actuación, que se armen de
paciencia los vecinos y conductores, amén de que los policías
locales redoblarán sus tareas.
En
el Cabildo Insular, la oposición de Podemos ha sido rebatida por el
director insular de Fomento, Miguel Becerra, quien admite un debate:
si es el gas o el diesel el combustible que va a acompañar a las
energías limpias durante los años necesarios para la implantación.
E introduce un criteruio economicista: el gas representa un ahorro de
cien millones de euros anuales en la generación de energía
eléctrica frente al diesel.
No
se quedó atrás el portavoz del Partido Popular (PP) en la
institución cabildicia: aseguró que el gas es el combustible fósil
más limpio, no produce azufre y reduce hasta un 30 % la emisión de
dióxido de carbono en la isla, algo así como un millón de
toneladas anuales.
La
controversia está servida, al menos en su fase preliminar, a la que
seguirá el fondo económico, es decir, intereses. Ya veremos, por
cierto, el sesgo mediático. Gas sí, gas no.
1 comentario:
Manolo Marrero Morales: gas no. Renovables si. Geotermia, eólica, solar,... el gas se impulsa porque es un negocio en sí mismo el abrir centenares, miles, de kilómetros de calles. Y, si no es negocio, ya lo pagaremos la ciudadanía. ¿Y en ese deshojar la margarita, qué salió, Salvador?
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