En
estas cosas que se repescan durante los últimos días del año, esas
consignadas a beneficio de inventario, aparece en el Puerto de la
Cruz, en medio del sueño inabarcable de las infraestructuras que
goza el gobierno local, forzado a destacar la conexión para la carga
de vehículos eléctricos como válvula de escape, aparece el SATE.
¿Qué
es el SATE? Son las siglas del Servicio de Atención a Turistas
Extranjeros, cuya creación e implantación fue anunciada en el curso
de una Junta Local de Seguridad celebrada el pasado mes de julio,
fruto -decían entonces los responsables- de un convenio entre el
ministerio del Interior y el Ayuntamiento, que ya estaba redactado
-decían más- y solo estaba a la espera de las rúbricas
pertinentes. El Servicio quedaría instalado en dependencias
municipales pero eso sí -seguían diciendo- gestionado por efectivos
del Cuerpo Nacional de Policía. “Establecer un nuevo medio que
ayude a incrementar la experiencia positiva que recibe el turista en el Puerto de la Cruz,
con el objetivo de fidelizar al visitante”, declaraban como
intenciones.
Eso
fue en julio pero del SATE nunca más se supo. Bueno, sí: a finales
de agosto, con la finalidad de estudiar y aplicar las directrices del
ministerio del Interior para llevar a cabo en zonas turísticas
después de las acciones terroristas perpetradas en Catalunya, en el
curso de otra reunión en el Ayuntamiento mantenida por responsables
municipales y policiales, se vuelve a mencionar que el Servicio está
a la espera del mencionado convenio.
Hasta
que en las primeras fechas de octubre se anuncia que es inminente la
apertura del SATE cuya sede sería la antigua oficina de turismo,
ubicada en plaza de Europa que también aspira a acoger -esas al
menos son las intenciones del gobierno municipal- las dependencias de
la policía local. Se hablaba incluso de algunas características de
funcionamiento: dos policías, de lunes a viernes, con servicios de
traducción e intérprete que ofrecería el Ayuntamiento.
Termina
diciembre, termina el año y no se sabe si ha sido necesario revisar
el convenio o de qué depende para su firma, ni si ya ha sido
trasladado y a dónde el departamento de turismo -¿no había también
recursos humanos de otras áreas de la administración local?- ni si
los supuestos preparativos del personal que ha de funcionar en el
Servicio han culminado felizmente, de modo que el SATE esté, desde
su apertura misma, lo que se dice en plenitud de prestaciones, tanto
que se quiere “fidelizar al turista”, especialmente -otro
suponer- a aquel que haya podido sufrir alguna contingencia de esas
que no dan ganas de repetir la visita.
En
definitiva, ¿qué fue del SATE? Habría que ser más cuidadosos y
precavidos con anuncios de este tipo y con las gestiones que se
requieren para poner en marcha nuevos servicios que se desnaturalizan
o son tomados muy poco en serio cuando pasan semanas y meses sin que
se vea un avance, siquiera con la firma de un convenio que parece más
un codiciado objeto de propaganda política antes que un instrumento
indispensable para que las partes expresen y conozcan sus
obligaciones con el fin de materializar el servicio.
Termina
2017 y ni SATE ni sombras de su alumbramiento.
Es
lo que tienen esos inventarios en cuyo ¿haber o debe? se anotan, sin
seguridad alguna, proyectos o propósitos que luego no se cumplen.
Total, el papel aguanta todo lo que le echen, que se decía
antiguamente. Ahora, en algún sitio repiten algo así como 'maldita
hemeroteca'.
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