La
red social facebook
publicaba hace unas fechas una suerte de decálogo con consejos para
identificar noticias falsas. No es un asunto que solo incumbe a los
periodistas y profesionales de la comunicación: interesa también a
los usuarios de redes que van en aumento y a menudo se ven
sorprendidos en su buena fe, dando por cierta una información cuando
no es así o con la publicación adrede de otra a sabiendas de que se
quiere sembrar la confusión o, simplemente, causar daño. O sea,
desinformar.
El
objetivo es claro: frenar la difusión de noticias falsas, tarea que
puede desbordar a los responsables de la propia red, de ahí que
traten de involucrar a la membresía y a los usuarios, de modo que,
entre todos, se acabe con la que ya, en algunos sectores, se
considera una auténtica lacra en la sociedad de nuestros días.
Veamos
las diez recomendaciones del catálogo:
-No
confiar en los titulares,
por muy llamativos que resulten.
-Examinar
de cerca la URL, siglas
en inglés que responden a Uniform Resource Locator, en
español Localizador Uniforme de Recursos, que
consiste en la secuencia de caracteres que sigue un estándar y que
permite denominar recursos dentro del entorno de Internet para que
puedan ser localizados. Se ha comprobado que muchos de los sitios web
de noticias falsas imitan fuentes de noticias auténticas haciendo
ligeros cambios en la URL.
-Investigar
la fuente, básico
para creer o para dudar.
-Fijarse
en el formato, un
paso obligado que permite descubrir diseños raros o poco apropiados
y hasta errores ortográficos.
-Prestar
atención a las fotos, pues
las imágenes o videos manipulados son materiales sensibles que
llegan a desconcertar, al menos en una primera visualización. En
Canarias se dio un caso muy notorio hace algún tiempo, cuando se
informó de un accidente aéreo con la foto de un avión sobre la
cubierta de un barco que navegaba en aguas próximas a Gran Canaria.
No era real. Con frecuencia, la foto es auténtica pero puede haber
sido sacada de contexto.
-Revisar
las fechas, fundamental
para darnos cuenta de la falsedad. Es una trampa cada vez más
fecuente: dar por actual un hecho que ocurrió hace meses o años.
-Verificar
los hechos supone
contrastar las fuentes del autor para confirmar que son exactas.
-Consultar
otras noticias equivale
a que si ninguna otra fuente noticias informa de la misma historia,
es más que probable que sea falsa.
-¿La
información es una broma? Cada
vez resulta más difícil diferenciar las noticias falsas del
tratamiento humorístico, irónico o satírico. Hay que comprobar
entonces si la fuente de la noticia es conocida por sus parodias; y
si los detalles o el tono de la información sugieren que ha sido
escrita en clave de humor.
-Algunas
historias son falsas de manera intencional. Entonces,
hay que mantener una actitud crítica. Y en consecuencia, compartir
solo las informaciones que subjetivamente se piense que son creíbles.
El
caso es que un estudio de la Universidad de Yale (USA) cuestiona el
éxito de este decálogo de facebook
para acabar con las
noticias falsas en su plataforma. El uso de etiquetas por parte de
los verificadores o comprobadores de hechos no aporta muchos
resultados positivos que digamos entre los lectores. Solo un 3,7 % de
usuarios fue más propenso a enjuiciar correctamente los titulares
como falsos.
Un
portavoz de la red social se apresuró a restar importancia a esta
apreciación, poniendo en tela de juicio la metodología de la
investigación, hecha a través de una encuesta en Internet y no en
la plataforma de facebook.
Entiende el mismo
portavoz que la verificación es solo un apartado de la compañía
para seguir combatiendo las informaciones falsas.
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