Prestemos
atención al acuerdo suscrito por el Ayuntamiento del Puerto de la
Cruz con la Secretaría de Estado de Turismo, a través de la
Sociedad Mercantil Estatal para la gestión de la Innovación y las
Tecnologías Turísticas (Segittur), mediante el cual se adhiere al
proyecto Destinos Turísticos Inteligentes.
Desde
hace años venimos abogando por la cualificación y la innovación en
el producto turístico. Esta parece ser una buena ocasión que debe
ser aprovechada para acreditar con hechos que el municipio tiene
futuro, que es factible hacerlo competitivo con planes de actuación
y con aplicaciones que permitan contrastar las características de
destino inteligente, en inglés Smart Destination.
Diagnosticar
la situación de partida no parece difícil. Si a partir de los
resultados se configuran los planes de acción en ámbitos tales como
la innovación, la tecnología, la sostenibilidad y la accesibilidad,
estaremos acercándonos a la mejora de la oferta, a su
diferenciación, que es, en definitiva, lo que realmente hay que
cultivar.
En
el convenio suscrito, el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz se
compromete a impulsar la transformación del destino hacia un modelo
de desarrollo turístico inteligente. Eso se logra, teóricamente,
con la participación efectiva de todas las áreas competenciales de
la administración local y la concurrencia del Consorcio para la
Rehabilitación Urbanística (Turística) del municipio. Se da por
hecha la concurrencia del sector privado y de la población local
para garantizar la implicación integral en el proceso.
Y
es que convertirse en un destino inteligente significa disponer de
una actuación integral de revalorización del destino turístico,
concentrada en los cuatro soportes estratégicos anteriormente
mencionados y que deben implementarse en la totalidad de marcos de
gestión y desarrollo de una marca turística ya tan acreditada como
la portuense que debe competir, ahora con este distintivo, Smart
destination, para seguir
captando mercados emisores y nuevas tendencias turísticas.
Las
informaciones apuntan que tal distintivo se está consolidando y
generando cada vez más expectación tanto dentro como fuera de
España. Que se estén sumando municipios repartidos por todo el país
revela que es una alternativa a la que cabe sumarse, no como como un
intento desesperado para justificar estancamientos de diverso tipo,
sino, como en el caso del Puerto de la Cruz, para cualificar su
oferta y poner a prueba su propia capacidad de renovación y
superación.
Así
que debemos estar atentos, en primer lugar, a los resultados de esa
auditoría del destino. Y luego, a las acciones y prioridades que se
establezcan para avanzar con propiedad hacia la competitividad
palpable y esa oferta cualificada que contribuyan a la diferenciación
antedicha.
Que
todo no quede, en fin, en el mero acto de la firma del convenio y su
proyección mediática. A ver si el sector se anima y aporta también
lo que de él puede esperarse después de muchos años en una actitud
de a verlas venir.
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