Pues
sí, el Cabildo Insular va en serio. El quiosco de la terraza de San
Telmo, una de las zonas naturales de baño más populares de la
ciudad, era una asignatura pendiente. Desde que cerraran el anterior,
que tuvo gran aceptación y que fue sustituido -tras unas obras de
remodelación del paseo y del entorno- por una empresa de servicios
de restauración y hasta por un furgón de aspecto antiestético cuya
estancia allí siempre fue un misterio y causaba un evidente impacto
negativo, el espacio estaba como huérfano. Los santelmeros
habituales y quienes pasaban por allí echaban de menos una mínima
dotación, un rincón de sombra, el ambiente adecuado para una
cerveza llevadera, un refresco o unas tapas si las hubiera.
(San
Telmo, hace décadas, tuvo en las proximidades, donde había un
pasillo con unos vestuarios rudimentarios, un minúsculo espacio
donde Manuel Rodríguez 'el Ratón' despachaba cervezas, chochos y
cacahuetes para ambientar los juegos de pelota y las partidas de
cartas. Después, cuando la construcción de una terraza en la zona
aledaña al Charco de los perros y al Laguito, antes de lanzarse y
nadar hacia el acantilado, aprovechando los accidentes naturales de
los riscos, quedó un espacio donde Benjamín (Min) Carballo instaló
un chiringuito familiar, con sus camareros y todo. Las cañas
reconfortaban, claro; los almuerzos, entre paellas, pescado fresco y
marisco, en bañador y bikini, eran la delicia de una jornada de
playa. Y de merienda, cuando el sol se ponía, un remate para
completarla).
Se
fueron alejando los santelmeros, sobre todo, las generaciones más
antiguas. Los hijos de ellas, más jóvenes, ya con menudos,
prefirieron otros ambientes. Y aquellos recursos sustitutorios no
convencieron. La orfandad de San Telmo que, por otro lado, siguió
conservando unos indiscutibles atractivos para el baño.
Pero
bueno, como decimos, el Cabildo va en serio. Y su Consejo de Gobierno
ya ha aprobado el comienzo de la tramitación del expediente de
contratación de las obras de remodelación del quiosco que, se
supone, vendrá a revitalizar el emblemático espacio. Hace falta. En
el acuerdo del órgano cabildicio, se señala que entre los objetivos
de la actuación figura adaptar la imagen estética exterior a la ya
realizada en el propio paseo, que tuvo, recordemos, una amplia
contestación popular pues se entendía que dañaba el patrimonio
histórico. El diseño, según parece, es más contemporáneo,
siempre bajo los factores condicionantes de encontrarse,
precisamente, en un conjunto histórico declarado Bien de Interés
Cultural (BIC). Será necesario adaptar la actuación a la normativa
vigente de accesibilidad y a los consignado en la Ley de Costas para
garantizar las prestaciones propias de la instalación.
La
obra tendrá un plazo máximo de ejecución de cuatro meses. Si no
hay temporales que frenen el ritmo de los trabajos y estos se
desarrollan con normalidad, en la próxima primavera habrá quiosco y
San Telmo dispondrá de una nueva fisonomía complementaria. La
actuación, incluida en el Marco Estratégico de Desarrollo Insular
(MEDI), tiene un presupuesto máximo de noventa mil euros, financiado
por la Secretaría de Estado de Turismo.
A
ver si hay más suerte y no sufre lo que otras obras públicas en el
municipio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario