Declina
el año, son momentos de balances. Se apura el cierre de ejercicios y
crecen las expectativas para comparar y constrastar, sobre todo,
después de algunos acontecimientos que, de alguna manera, incidieron
en la evolución del sector turístico en nuestra Comunidad y en
España.
La
asociación empresarial Exceltur
ha
publicitado ya su Estudio de Impacto Económico del Turismo, Impactur
Canarias 2018, en
el que se destacan algunas cifras y cantidades, como por ejemplo el
volumen de la actividad turística, directa e indirecta, generado que
se situó cerca de los dieciséis mil millones de euros, lo que elevó
al 35 % la contribución del turismo al total de la economía del
archipiélago. Según Impactur,
eso
supuso la creación de trescientos cuarenta y tres mil ochocientos
noventa y nueve puestos de trabajo, el 40,4 % del empleo total
regional.
Los
registros indican que se nota el conocido como 'efecto arrastre' del
sector en el resto de las actividades económicas de las islas. Con
ellos se constata la frase, “vivimos del turismo”. Con ellos se
entiende la explicación de vicepresidente ejecutivo de Exceltur,
José Luis Zoreda, al exponer el que considera gran reto del turismo
español: “No es crecer más en volumen de gente. Se trata de
hacerlo en gente que nos deje el mayor valor, que genere la mayor
rentabilidad social, que permita el mejor empleo y, sobre todo, genere
la mayor empatía ciudadana, algo que todavía en Canarias no
ocurre”.
El
empresariado turístico sigue con mucha atención la evolución del
sector durante el año que termina. Y es que, por ejemplo, el gasto
público turístico corriente en Canarias, casi un 11 % del total,
colisiona con este otro dato: el turismo es responsable del 40 % de
los empleos de la Comunidad Autónoma. Los sindicatos deberían
analizar este hecho, primero para contrastar su certeza y luego para
explicar si es un fenómeno positivo o perjudicial para el empleo
que se produce, su calidad y su sostenibilidad.
Y
es que mientras la consejera de Turismo del ejecutivo autónomo,
Yaiza Castilla, afirma que “a pesar de la desaceleración que se
viene observando desde 2018, la inversión del empresariado turístico
ha aumentado en un 9 %, con mil cien millones de euros”, Zoreda
destaca que por cada cien puestos de trabajo generados de forma
directa, se abren otros 38,7 en otros sectores que dependen de forma
exclusiva del turismo.
Otra
de las claves para interpretar la evolución del sector, la aporta el
propio vicepresidente de Exceltur quien destaca el peso de los viajes
que los canarios realizan entre islas, el cual supone un montante de
dos mil ciento ochenta y dos millones de euros en 2018, frente a los
mil doscientos trece acumulados por los peninsulares que viajan a las
islas.
Pero
Zoreda advierte: “Competir por precios con otros países con
estructuras de costes mucho más bajas es caer en un crecimiento muy
poco sostenible si, de forma previa, no se han hecho los deberes de
inversión, tanto pública como privada”.
De
momento, Exceltur parece no lanzar campanas al vuelo. Desde luego, es
preferible la cautela pues la repercusión del brexit
en
el principal mercado emisor puede ser determinante. Y ya se ha dicho:
se trata de obtener, turísticamente hablando, más valor y más
rentabilidad social.
Aguardemos,
pues, los balances de otras fuentes y otras perspectivas.
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