El pleno del Congreso de los Diputados aprobó
el pasado jueves (con amplia mayoría y sin votos en contra) el Real Decreto-Ley
que regula el nuevo sistema de cotización para los trabajadores autónomos. La
nueva norma conlleva cambios importantes y ha merecido el respaldo de las
principales asociaciones que aglutinan a esta modalidad laboral. Se estima que
más de tres millones de trabajadores por cuenta propia se beneficiarán de la
disposición.
El presidente de la Federación
Nacional de Asociaciones de Empresarios y Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo
Amor, ha señalado que el actual sistema de cotizaciones es "absolutamente
injusto y el nuevo devolverá la justicia contributiva, ya que se cotizará en
función de los ingresos anuales", no rebaja la protección social y mejora
el cese de actividad de forma sustancial.
Sus palabras resumen el giro
importante que percibirán los autónomos pues el nuevo sistema propiciará que el
62 % de los mismos, o sea, seis de cada diez, va a pagar en los próximos tres
años menos que lo que está pagando actualmente; entre un 18 y un 20 % va a
pagar igual y otro 20 % aproximadamente va a pagar un poco más, aunque mucho
menos de lo que se proponía al inicio de las negociaciones, prácticamente la
mitad o incluso una tercera parte de aquel comienzo.
La ATA recuerda que el
rendimiento neto declarado de los autónomos no llega a dieciséis mil euros y
esta reforma ha establecido el tope para pagar más en veinte mil cuatro cientos euros al año para las
personas físicas y en prácticamente veintisiete mil euros al año para los
autónomos societarios.
Según ha destacado Lorenzo Amor,
“es un sistema que mejora las prestaciones de los autónomos, un sistema en el
que el autónomo que tengan un rendimiento neto por debajo de los veinte mil
cuatrocientos euros va a pagar menos o en todo caso va a pagar lo mismo que
ahora".
Tal y como ha puesto de relieve el ministro de Seguridad
Social, José Luis Escrivá, las nuevas cuotas de cotización serán
"notablemente reducidas" para los autónomos con rendimientos netos
por debajo del Salario
Mínimo Interprofesional (SMI) y "similares o menores"
para aquellos entre el SMI y los mil setecientos euros.
El Real-Decreto aprobado, que
entrará en vigor el próximo 1 de enero, establece que a lo largo de los tres
próximos años se irá reduciendo la cuota mínima y elevando la máxima, hasta
situarse en 2025 en doscientos euros la más baja (los autónomos con ingresos
inferiores a seiscientos setenta euros mensuales) y en quinientros noventa
euros la más alta (más de seis mil euros de rendimientos).
De momento, y para los tres
próximos años, los rendimientos netos se calcularán deduciendo de los ingresos
todos los gastos producidos en el ejercicio de la actividad y necesarios para
la obtención de ingresos y, sobre esa cantidad, se aplicará adicionalmente una
deducción por gastos genéricos del 7% (3% para los autónomos societarios).
Además, se establece una cuota
reducida de ochenta euros mensuales para los
nuevos autónomos durante un año, prorrogable por uno más, al tiempo que
se mejora la protección social del colectivo.
Lo importante, en fin, es que la
norma viene a regular un sector que a lo largo de los últimos tiempos demandaba
más protección y un mayor equilibrio con el resto de cotizantes. Con el acuerdo
alcanzado previamente y la aprobación del Real Decreto-Ley se alcanza una
estabilidad muy ansiada y apreciada.
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