jueves, 25 de agosto de 2022

FALTA PROFESIONALIZACIÓN

 

Las excelentes cifras de ocupación y la dinámica de los mercados hacen que los focos puestos sobre el sector turístico sigan interesando. El verano se agota  y pronto conoceremos los balances. No precipitemos por ahora cifras y porcentajes pero lo cierto es que ni el conflicto bélico en Ucrania ni la subida de la inflación parecen no haber frenado las tendencias de crecimiento ni las preferencias de viajero que querían. Sencillamente, volver a viajar y disfrutar. Allí donde querían o podía.

A la espera de los números, acerquemos los focos, por ejemplo, a un estudio de la firma Caixabank Dualiza, vinculada a la entidad financiera, cuya conclusión es tajante: en hostelería y restauración, faltan profesionalización en las plantillas laborales. Y es que más de la mitad de los trabajadores carecen de un título que se corresponda con el oficio que desempeñan. Es decir, o no tienen estudios, o completaron la ESO o entraron tras terminar el Bachiller, por lo que en ambos se hace clave el reto de la profesionalización. Según el estudio, los técnicos de Formación Profesional (FP) representan un 20% en ambas áreas y los universitarios alcanzan esa cifra en el sector hotelero y solo un 10% en restauración.

 

El sector, uno de los fundamentales en el conjunto de la economía productiva del país, afronta pues el reto de su profesionalización definitiva que afectaría a una gran parte de su actividad en medio de un período amenazado por incertidumbre de distintos tipos. Frente a la escasa adecuación de la titulación en hostelería, en el sector de las agencias y operadores turísticos se observa una progresiva profesionalización que se traduce en una reducción de los trabajadores con nivel Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) o bachiller, y un aumento de quienes poseen FP de Grado Superior o estudios universitarios, que ocupan casi el 85% de los puestos laborales.

 

El estudio de CaixaBank Dualiza, que tiene el objetivo de impulsar la Formación Profesional, indica que la mejora en el dominio de los idiomas, la sensibilidad medioambiental y el manejo de instrumentos digitales pasan a ser elementos fundamentales a incorporar en todos los perfiles profesionales dirigidos al sector.

A estos se suma, la evolución del servicio hacia una mayor personalización basada en el tratamiento de la información, ante una mayor exigencia de los clientes que esperan vivir experiencias atractivas, como hemos apuntado en varias entradas. Una tendencia que influye también en la restauración, que tiende a ampliar su variedad y su capacidad de adaptarse a las mayores necesidades de los clientes.

Esta apreciación anticipa el debate sobre un nuevo modelo. Efectivamente, estas nuevas tendencias se producen en un momento en el que el turismo trata de reconfigurar su actividad para saber si recuperará el modelo que se había establecido antes de la pandemia o tendrá que adecuarse a nuevas dinámicas.

 Los analistas del estudio, no obstante, estiman que pese a los nuevos retos, el sector seguirá en crecimiento y seguirá creando puestos de trabajo. Solo en el sector de la hostelería habrá un aumento de ciento treinta y siete mil novecientos cincuenta y cinco empleos en la década actual, lo que supone un alza de casi un 10 %. La mayor parte de esos puestos de trabajo serán por reemplazo y se generarán hasta 2026, cuando el sector irá registrando un descenso mínimo pero gradual.

 

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