martes, 20 de marzo de 2018

AUTONOMÍA PERSONAL Y DEPENDENCIA

Deben quedar pocas dudas sobre la importancia que tiene la dependencia en las prestaciones sociales de nuestros días. Desde que fue aprobada en 2006, siendo presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, la denominada Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, configuraba un conjunto de servicios y prestaciones destinados a la promoción de dicha autonomía, así como a la protección y atención a las personas, a través de servicios públicos y privados concertados y debidamente acreditados.

Aprovechemos, por cierto, para recordar que la Ley define la autonomía personal como “la capacidad de controlar, adoptar y tomar por propia iniciativa decisiones personales, así como desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”. En cuanto a la dependencia, se conceptúa como “el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.

Como en tantos otros supuestos, una cosa es la teoría y otra, la práctica. Desde su vigencia, la norma ha topado con dificultades para su aplicación, sobre todo la escasez de recursos técnicos o materiales y también de personal suficiente para atender la casuística. En efecto, una investigación de 2016 concebida para evaluar el estado de funcionamiento y aplicación de la Ley determinó que era “necesario mejorar las fuentes de financiación, la calidad del sistema de gestión, la coordinación entre los sistemas sociales y sanitarios, la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y el sistema de evaluación global continua”. Con esta conclusión, se convenía en que la norma iba en serio y que entrañaba la suficiente aspiración como para tomarse muy en serio su desarrollo y sus propósitos de cobertura.

Bien. Pues ciñéndonos a Canarias, el Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, en la que debe ser una de sus últimas comparecencias públicas, al dar a conocer rasgos relevantes de su informe de 2017, reveló que tramitó entonces trescientas diez nuevas quejas referidas a la situación de personas discapacitadas y/o dependientes, un 67 % más respecto al año anterior. De ellas, doscientas veinticuatro eran de personas dependientes, un 164 % más que en 2016. Una parte de este porcentaje (51 %) contaba con la condición de gran dependencia, el máximo grado.

Además, la mayoría de las quejas que recibió el Diputado del Común creció entre las personas dependientes. En concreto, del total de las mil setecientas noventa y cinco de las nuevas denuncias presentadas, trescientas diez de ellas están relacionadas con el área de personas dependientes y de personas con discapacidad, un 67 % más que en 2016. Las quejas tramitadas corresponden en su más amplio porcentaje a personas mayores con una media de eedad de 77 años, un 86 % frente al 14 % de personas menores de 65 años.

Pero no es problema de cantidades, si bien, en el propio informe del Diputado del Común se señala como factor positivo “la disminución de los tiempos de respuesta, por parte de la consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, lo que permitió archivar por solución un número importante de las iniciadas en 2016, hasta un 40 %”. Claro que “la falta de medidas efectivas para tramitar y resolver, sin demora justificada, los procedimientos de valoración y calificación del grado de discpacidad de las personas”, pone de relieve que siguen existiendo elementos condicionantes o deficitarios para que la Ley se desarrolle como los necesitados esperan.

Las administraciones, pues, tendrán que seguir esmerándose para aumentar sus presupuestos específicos. La Autonomía personal y la Dependencia, en los tiempos que corren, bien lo merecen.

1 comentario:

Manuel dijo...

Enhorabuena por tan excelente exposición de "algo" que conozco, desafortunada y sobradamente.