Los
núcleos turísticos comenzarán a palpar más crudamente las
consecuencias de la pandemia cuando cierren los establecimientos
alojativos. Ya han sufrido, digamos una primera fase, con la clausura
de restaurantes, cafeterías y bares que ha dejado a nativos y
turistas consumidores sin algo habitual -y necesario- en su quehacer
cotidiano.
No
hay una fecha concreta para que eso se produzca, pese a que el
Foreign Office británico recomendó a los turistas que regresaran
antes del próximo 24 de marzo pues ese era el día que,
supuestamente, se había señalado. No es así, según una rápida
respuesta del Gobierno español que ha señalado, con precisión de
lenguaje diplomático, que no hay una orden de cierre de alojamientos
para esa fecha y que los establecimientos están suspendiendo
actividad progresivamente “para permitir regresar a sus países de
forma ordenada”. En efecto,el
decreto de declaración del estado de alarma incluye un artículo que
suspende la actividad de, entre otros, las actividades de hostelería
y restauración, pero que "las autoridades están facilitando
que este proceso tenga lugar sin causar más perjuicio del
necesario".
En todo caso, la patronal hotelera aguarda una determinación del
órgano competente (se supone que el ministerio de Sanidad) para
asumir el cierre completo de los establecimientos dentro del estado
de alarma. Téngase en cuenta que, desde hace unos cuantos días,
hoteles y alojamientos han ido limitando su actividad y no aceptan
reservas, sin perjuicio, naturalmente, de prestar los servicios
contratados hasta el último momento, hecho que, por supuesto,
facilita una salida cabal y ordenada.
Día
4 de la alarma
Arranca
mal la jornada con la noticia del fallecimiento de una mujer que
padecía patologías graves previas en el Hospital Universitario de
Canarias (HUC). Es el tercero en nuestra Comunidad. Hay una
complicación posterior: la consejería de Sanidad del Gobierno de
Canarias promoverá una investigación interna pues se habla de
filtración y de topo. Como si no fueran suficientes las
complicaciones...
Debate
en el Congreso de los Diputados. Tono elegante y respetuoso, solo lo
rompe, en su réplica, el portavoz de la formación ultraderechista.
Las circunstancias dejan una imagen atípica: casi vacío el
hemiciclo y una ujier, Valentina, que se gana el aprecio y la
simpatía con su limpieza de la tribuna y micrófonos cada vez que
había cambio de orador.
Hay
soldados por fuera del edificio. Están patrullando. Intervención en
COPE Tenerife, antes de que las campanas de la Peña de Francia y San
Francisco resuenen en el mediodía portuense. A esta hora, cuando se
intensifican las quejas de los usuarios de los aeropuertos canarios y
se sabe que Binter cancela todos los vuelos entre Canarias y
Península hasta el 31 de marzo, las cifras son desoladoras: hay
doscientos casos en el archipiélago.La ya célebre curva se está
haciendo esperar: tres fallecidos y solo ocho altas. Eso sí: todos
los pacientes hospitalizados se atienden en la sanidad pública.
Las
horas discurren lentas y los vecinos ya hablamos de balcón a balcón.
Los militares siguen dando vueltas a la plaza y calles adyacentes.
Aunque parezca una idiotez, una señal de disciplina y
responsabilidad social la tenemos en la cinta aislante del parque
infantil: no la han arrancado desde que la colocaron el pasado
domingo. Líquido desinfectante y guantes protectores en la escapada
al supermercado que tiene su propio vigilante de seguridad y controla
los accesos. Después, la cita de las siete, con los aplausos, con
grandes y chicos en los balcones, con buen ánimo, con sonrisas para
desahogar tanta preocupación.
Ojalá
esos ensayos clínicos de las vacunas en China y Estados Unidos sean
positivos. La población necesita rayos de esperanza aunque no se
sepa cuándo alumbrarán del todo. Cuándo, tiempo... nunca antes se
aguardó con tanta expectativa. Y es que las muertes, por decenas, en
residencias de mayores peninsulares, son algo tremendo.
Aparece
el Rey en televisión. Palabras de apoyo y ánimo. Mensaje
institucional puro y austero. Pero los primeros juicios son
decepcionantes. En el telediario de la televisión pública ya ponen
imágenes de la cacerolada de protesta. También el mensaje de Ángela Merkel, quien pide colaboración ciudadana “ante el mayor desafío
desde la Segunda Guerra Mundial”.
La
vida sigue.
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