Aunque
sea lo menos académico del acto: al profesor José Miguel Perera
Santana (Arucas, Gran Canaria, 1978), doctor en Filología Hispánica
por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, le tocó una suerte
de premio Gordo cuando al
acudir a a presentar el primer volumen de la Biblioteca Sebastián
Padrón Acosta (Crítica e Historia Literaria), en el Instituto de
Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) del Puerto de la Cruz, se
encontró con familiares del eminente polígrafo, presbítero,
investigador, crítico y escritor portuense, sin duda uno de sus
hijos insignes de la primera mitad del siglo XX.
Expresó su satisfacción
por tal hecho el filólogo grancanario, estudioso de la obra de
Padrón Acosta (1900-1953), en la que basó su tesis doctoral. Ya
tiene nuevas fuentes, nuevos testimonios con los que profundizar en
sus investigaciones y enriquecer una idea propia que, en su día,
brindó a la institución promotora: rescatar y reeditar la
biblioteca que reúne textos de todo tipo pero que reflejan, sobre
todo, crítica literaria y artística canaria, un material de
obligada consulta para los interesados en las materias que abordó.
El
mismo José Miguel Perera es el autor del estudio introductorio y
edición de este volumen, Las poetisas canarias (Siglos
XVIII, XIX y XX), el primero de
veinte libros clasificados en cinco bloques temáticos: Creación,
Antologías, Crítica e Historia literarias, Historia y Arte. La
coleccón, según se explicó, presente no solo la fundamental
reedición de escritos importantes de Padrón sino, además, la
necesaria recopilación, ordenada y unificada, de sus artículos y
ensayos, hasta ahora dispersos en ediciones de la prensa histórica
canaria.
O
sea, que el Puerto de la Cruz está redescubriendo a Sebastián
Padrón Acosta, autor de una célebre poesía dedicada a la playa de
Martiánez, “negra playa sonora de las riberas mías”. Pero, en
su fecunda obra, destaca el acercamiento a la literatura de mujeres
en Canarias desde el siglo XVIII hasta la consolidación de las
plumas de Mercedes Pinto y Josefina de la Torre. De ello se ocupa el
profesor Perera en su trabajo introductorio, en el que alude a
Siluetas de mujeres canarias, una
recopilación de trabajos publicada desde febrero de 1922 en el
periódico Gaceta de Tenerife, en
los que describe la creación de la intelectualidad femenina de la
época.
Desde
Joaquina Viera y Clavijo pasando por Fernanda Siliuto, Victoria
Ventoso Cullen, Cesarina Bento, Carmen González del Castillo hasta
detenerse en la producción de Leocricia Pestana, Lía Tavío o
Dolores Pérez Martel, José Miguel Perera va engranando el lirismo
de autoras que atesoran una elevada calidad literaria que da lustre a
esta primera entrega de una biblioteca, la de Sebastián Padrón
Acosta, que, sin duda, lucirá mucho más a partir de esta iniciativa
editorial con la que se puso punto final a la actividad anual del
IEHC, agraciada, además, por ese inesperado premio que fue contar
con la presencia de parientes de Padrón Acosta.
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