Ahora
que arboledas, jardines y agricultura, en general, disfrutan de la
mejor Epifanía que podían imaginar, habrá que plantearse -por
enésima vez- qué sucede con el Jardín de Aclimatación, popular
Jardín Botánico, que lleva la tira de años aguardando a que se
materialice su ampliación, un proyecto que ha tenido hasta
dotaciones presupuestarias, pero que, salvo unas primeras obras de
acondicionamiento, no ha culminado.
Allí
está el espacio, abandonado o semi, con su conexión interior
preparada, con las bases del centro de visitantes dispuestas, con un
promontorio de desechos, con su portalón de hierro hacia la
carretera, cerca de donde se supone que va una rotonda y con su
muralla petrificada. Allí sobreviven también, maltrechos y
despintados, los carteles que supuestamente anuncian algo.
Alguna
voz reivindicativa debería tener el Jardín Botánico. Una voz que
implore -y no es exagerar- la reanudación y la conclusión de las
obras. Alguna respuesta debería existir en la consejería de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias. Y
algún movimiento podría intentar el gobierno municipal del Puerto
de la Cruz si es que quiere que no acumular más críticas de
inacción o de reducidísima capacidad de gestión. Consejería y
Ayuntamiento, administraciones con competencias, pero con escasamente
probada eficiencia en esta actuación.
A
escaso año y medio de la próxima cita electoral, la ampliación del
Jardín Botánico languidece, está en clara situación de abandono.
Igual esa fecha termina impulsando la realización si es que los
políticos no quieren exponerse a más denuestos. El Botánico es un
recurso insuficientemente valorado, tanto desde el punto de vista
científico como desde el ángulo de proyección turística. Algunas
meritorias iniciativas anteriores en ese sentido han ido quedando
relegadas. Al Jardín le ha faltado un adalid, alguien con
sensibilidad que diera la tabarra en los medios y en las propias
instituciones hasta que la persistencia causara algún tipo de
sonrojo e hiciera brotar alguna respuesta positiva que sacara del
marasmo una actuación que, para colmo, ha contado con recursos
presupuestarios.
Hagan
algo por el Botánico. Que ya estamos en 2018. Y los turistas van a
seguir viniendo. Y los portuenses aspiran a tener algo de lo que
enorgullecerse.
Hagan
algo...
2 comentarios:
Buenísima idea!!
Buen artículo. Creo que están en ello amigo... Ya sabes ese mantra
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