lunes, 7 de febrero de 2022

El papel (creen) será redescubierto

 

Ya casi se ha apagado el debate sobre los medios impresos. El predominio de lo digital y lo audiovisual es patente. Lo impreso, entre escasez de papel, cierre de cabeceras y la facilidad de acceso a la red, empieza a ser casi residual. Quedan alguna clase teórica, algún estudio técnico-económico y algún debate en el que es inevitable utilitarismo nostálgico.

Hay quien todavía entiende que queda alguna oportunidad para los medios impresos, como se puso de relieve en una reciente entrega de PrintPower, una organización paneuropea dedicada a promoverlos y a valorar su papel, por ejemplo, en campañas publicitarias o políticas y programas de ‘marketing’ multicanal. El contenido de dicha entrega dedica un apartado a las previsiones para el presente año.

¿Oportunidad, dice? Pues sí, el presidente y director ejecutivo del prestigioso sitio web fipp.com, James Hewes, cree que aún tienen algo que decir los que entienden el universo de los medios impresos, “porque la pandemia ha hecho que se incrementen las suscripciones al papel y se vuelva a mirar hacia ellos por la fiablidad”. Admite Hewes que las suscripciones digitales y el comercio electrónico dominarán la forma de pensar, “pero la fuerza motriz es la gama de oportunidades para interactuar con los lectores, incluido una negocio de impresión rentable y quizás incluso en crecimiento. Los que lo dominen –apunta Hewes- continuarán construyendo una cartera de diversas fuentes ingresos”.

Otros editores apuntan un problema de cansancio digital, en tanto que los medios impresos siguen gozando, en amplios círculos sociales, de un aprecio por los hábitos, la comodidad, la relevancia y el modo pasivo, especialmente en lo que respecta a la privacidad de los datos. Aunque parezca paradójico, interpretan que la peor debilidad de la impresión (sin interacción, lectura pasiva, sin salida digital y hasta sin espionaje) es su mejor fortaleza. Con estas premisas, la conclusión es que el papel será redescubierto.

Pero, claro, téngase en cuenta que las cifras de circulación y venta siguen en picado, escenario de un declive apreciable hasta en los quioscos o puntos de venta y son pocos lo datos nuevo para la esperanza. Para plasmar un resurgimiento de los periódicos impresos –para el que no hay mucho papel en las apuestas- habrá que estar atentos a profundas reflexiones públicas sobre cuál puede ser su papel complementario. Habrá que pulsar también el recorrido de otras experiencias ya en práctica, como las ediciones de los fines de semana: ver si en ese ámbito se genera un mercado, por ejemplo, y se establece algún tipo de competencia.

El presidente de la firma consultora Innovation Media, Juan Señor, ha hecho sobre este particular una declaración significativa: “La migración de lo digital a lo impreso ha sido universal e irreversible, pero para la experiencia impresa diaria, la impresión de fin de semana está creciendo a nivel mundial. Las personas asocian la impresión con una experiencia cognitiva definida con un principio y un final».

Sus previsiones para 2022 van también en esa línea: «Crecimiento continuo de los ingresos de los lectores y un enfoque en las ediciones impresas de fin de semana con más y más suplementos impresos».

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