martes, 31 de enero de 2012

PRÓRROGA DE TASAS

Señala el ministro de Industria, Energía y Turismo que nones, que los registros de la afluencia turística en Canarias durante el pasado año nada tienen que ver con la aplicación de bonificaciones en las tasas aeroportuarias. La mejoría de la economía alemana, la evolución favorable del cambio monetario para los británicos y, por supuesto, la inestabilidad sociopolítica en países ribereños del Mediterráneo (Soria dixit) son los factores de la bonanza, algo disminuida, por cierto, si tenemos en cuenta que no crece el empleo, al menos de forma estable. Por tanto…
Y afirma el portavoz del Gobierno de Canarias que Soria no es interlocutor, que no es él con quien supuestamente hay que negociar (en todo caso, con la ministra de Fomento) sino que hay que pasar a los hechos, que no deberían ser otros que la materialización del anuncio de prórroga que el propio Soria le había manifestado al presidente del ejecutivo autonómico, “cuando la realidad no es así”, versión Martín Marrero. Por tanto…
Total, que estamos ante el primer desencuentro sustantivo entre Madrid y Canarias en el nuevo ciclo político abierto tras las elecciones del pasado 20 de noviembre. En una materia tan sensible como la turística, el asunto debe preocupar pues no es cuestión de estirar recelos y malas relaciones políticas entremezclándolos con el sector productivo que más aporta al PIB canario y que está salvando no pocos muebles.
Algún empresario (no del sector, es verdad) se apresuró en su día con un alegre juicio sobre la lotería que significaba Soria como ministro para esta tierra. Si el asunto de las bonificaciones en las tasas de transporte aéreo era un banco de pruebas, incluso involuntario, no ha tocado la pedrea. Seguro que el ministro, si fuera vicepresidente o consejero autonómico y en Madrid gobernaran los socialistas, estaría esmerándose en una de sus proclamas reivindicativas: la coyuntura da la función.
Pero lo que hay son respetables conclusiones de informes técnicos en los que apoyarse para frenarel mantenimiento de las tasas, cuyo coste se elevó a diecinueve millones de euros durante el pasado año.
Por este balón dividido, como ahora se escucha en las transmisiones de encuentros futbolísticos, pujan también, por un lado, los grupos parlamentarios que en Canarias sustentan a su gobierno con una iniciativa en la que persiguen la continuidad de las bonificaciones para compañías aéreas que abran nuevas rutas con las islas o incrementen el número de pasajeros; y por otro, los cabildos insulares, cuya federación política habla de la aplicación de las tasas como “una necesidad”. Independientemente de la suerte que corran la proposición parlamentaria y la petición cabildicia, lo cierto es que constituyen otros elementos que pueden alimentar el desencuentro.
Lo inquietante: que se produce una situación de incertidumbre entre las compañías áreas, alguna de las cuales, por cierto, ya ven cómo se las ventila desde el pasado fin de semana.
El Gobierno de la nación, en cualquier caso, empuje Soria más o menos, tendrá que ser sensible a una demanda muy extendida entre instituciones, agentes sociales y operadores turísticos pues tal como están las cosas la prórroga de las tasas bonificadas se considera primordial para la economía de las islas, para el sector y hasta para el mantenimiento de los niveles de empleo.

lunes, 30 de enero de 2012

TEMPLO RADIOFÓNICO

En los años de infancia y juventud, cuando brotó la vocación, siempre estaba Radio Nacional de España. Hasta en alguna travesía del Atlántico apareció Radio Nacional de España que, días pasados, ha cumplido setenta y cinco años, tres cuartos de siglo en el aire, que se dice fácil, un auténtico templo radiofónico cuya cobertura, su expansión, sus voces, sus nombres fueron determinantes en muchos de nuestros hábitos, en los usos sociales de tantos y españoles. Sus señales horarias, las del Observatorio Astronómico de Madrid, eran una guía hasta para entrar a clase o comenzar las misas, cuando el reloj de la iglesia anda averiado. Y la exactitud en el comienzo de los programas, como Radiogaceta de los deportes, ocho y media de la tarde/noche hora canaria, para estar al corriente de la actualidad, o el Diario hablado, con su peculiar sintonía que memorizábamos en silbidos alargados, al mediodía o por la noche, para señalar el almuerzo o recogerse tras cerrar la puerta del zaguán. Lo llamaban, lo llamábamos “el parte”. Era la hora en que no se escuchaba otra cosa. En el vetusto Philips de la sala o en el transistor venido de América o comprado en los indios, daba igual, allí, a esas horas, estaba Radio Nacional de España.


Tiempos de incertidumbre, de ataduras, corsés y lenta evolución social, de ignorancia de tantas cosas, de rigideces y de comedidas aperturas. Tiempos de radio, fiel compañera para entretener, amenizar y compartir horas de tarea y estudio. Hasta que llegó la televisión y parecía que aquella magia que no entendía de distancias se evaporaba. No sucedió así porque baluartes como el de Radio Nacional y la imparable expansión tecnológica -la frecuencia modulada significó un salto extraordinario- así como las progresivas conquistas de la radiodifusión privada contrastaron las capacidades de un medio cuyo valor era enormemente apreciado en gestas deportivas o sucesos como el terremoto venezolano de los años sesenta del pasado siglo.


Nació en Salamanca, en el fragor de la metralla y las bombas de la guerra incivil, con tecnología alemana prestada o donada. Se convirtió entonces en otro recurso bélico y luego, como no podía ser de otra manera, en un instrumento propagandístico del régimen preconstitucional. Radio Nacional fue, durante décadas, la conexión con el mundo. Fue, en una oferta muy limitada en el dial, sencillamente, la radio. Así la identificamos miles de españoles muchos, muchos años.


En las plazas, o cerca de algún vehículo, seguimos transmisiones célebres, como las confrontaciones de Real Madrid y Barcelona en las primeras copas de Europa. O aquella final de Copa Davis en Australia, madrugada en España. Nos fuimos amoldando a programas como España a las 8, conducido por Victoriano Fernandez Asís; nos entusiasmábamos, junto a la abuela, con Teatro invisible y nos fuimos haciendo con nombres que se unían al del maestro Matías Prats: Enrique Mariñas, Martín Navas, Elena Francis y Jesús Alvarez. Después se añadirían los de Juan María Mantilla, con sus Novedades musicales Marinieves Romero, Herminio Verdú y Eduardo Sotillos, que hacían Para vosotros, jóvenes; Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo que popularizó De costa a costa y Protagonistas; Alejo García, el hombre que anunció la legalización del Partido Comunista de España en aquel sábado santo al que, por tal motivo, adjetivaron rojo; Carlos Tena y Manolo Ferreras. En la memoria también se almacenan otros títulos de programas, auténticas celebridades radiofónicas, El loco de la colina, Tardes de verano, La barraca, Tiempos modernos y Clásicos populares.


Hemos seguido de cerca sus procesos de expansión, sus nuevas instalaciones y sus avances tecnológicos. Hemos vivido la absorción de RadioCadena Española. Y cómo fueron cambiando los indicativos: del Centro Emisor del Atlántico a Radio Nacional de España-Radio 1. Hoy, al cabo de setenta y cinco años en el aire, con su plataforma multimedia, su vocación de servicio público, su pluralismo probado y con profesionales de postín, sigue siendo un templo radiofónico.

sábado, 28 de enero de 2012

MUJERES MUNICIPALISTAS

La recordamos dando instrucciones a los trabajadores, en el perímetro interior de la plaza del Charco, donde se sentaban las parejas a enamorar. La política, entonces, no interesaba mucho pero era llamativo que una mujer desplegara tareas de concejal. Por eso, en los primeros años de la década de los setenta del pasado siglo, cuando supimos que Conchita, Concepción Rodríguez García, era responsable municipal del área de parques y jardines, empezamos a tratarla con mucho respeto y consideración, factores acentuados progresivamente, a medida que trazábamos el recorrido profesional y coincidíamos a menudo en convocatorias institucionales, especialmente aquellas galas en el parque San Francisco que nos tocó presentar y dirigir durante un largo período de tiempo.
Luis Febles, en Diario de Avisos, rescata su figura, los “recuerdos de una mujer comprometida”, en realidad la primera concejala en la historia del Puerto de la Cruz (1973-79). El compromiso lo extendió, durante muchos años después, a su quehacer social en la Asociación de Amas de Casa y a su fe religiosa en la Hermandad de la Virgen del Carmen. Por si fuera poco, también ejerció como Juez de Paz -ni concejala ni jueza se empleaban entonces; hoy se las cita como edilas-, antes de que la Ley de Planta y Demarcación, ya en tiempos democráticos, propiciara la dotación de juzgados de instrucción en el término municipal.
Es entrañable la licencia nostálgica de Conchita Rodríguez en las páginas del decano. Rememora a personas, recuerda hechos que, sin duda, incidieron en el desarrollo de una ciudad que afirmaba, año tras año, su indeclinable vocación turística. Estaba esa nota pendiente, Luis, sí señor.
En unos momentos singulares de la política, como fueron los correspondientes a los últimos años del régimen preconstitucional y los de la Transición, Rodríguez estuvo a la altura. Ella fue pionera en labores edilicias. Abrió el camino a las mujeres que, ya en la democracia, se incorporaron al Ayuntamiento en representación de distintas formaciones políticas, con diferentes responsabilidades y con otras funciones que, de alguna manera, iban marcando el paso de las aspiraciones de igualdad que en buena medida se han ido materializando en el transcurso de los nueve mandatos municipalistas.
Conchita Rodríguez, en una época en la que no se hacían o importaban muy poco las estadísticas, fue la primera. Hoy, por fortuna, las cosas han variado muchísimo hasta el punto de que puede afirmarse que los ayuntamientos ya no son solo cosa “de ellos”. En efecto, casi el 41 por ciento de los representantes consistoriales canarios corresponde a mujeres, según datos procesados por el instituto Canario de Estadística (Istac) tras los comicios municipales del pasado año.
El incremento, por cierto, ha sido notable: en 1995, quinto mandato, había un 18,30 por ciento de mujeres entre los ediles. En 2007 ya se había elevado al 38,27 por ciento. Pero no sólo han aumentado las concejalas. También hemos pasado del 2,5 por ciento de alcaldesas canarias en 1995, al 19,32 por ciento en el año 2011. Puerto de la Cruz, por cierto, también tuvo su primera regidora: en 2007 fue elegida Dolores Padrón Rodríguez.
La pionera y sus continuadoras, en el Puerto y en las ciudades y los pueblos de las islas, han acreditado su vocación y su compromiso político. Desde las últimas décadas del pasado siglo a los primeros años del presente se han incorporado a la vida pública con ánimo emprendedor y con ganas de aportar el sello que tanta falta hace.
Prosiguen en su afán de conquista. Dicen que la igualdad aún queda lejos.

viernes, 27 de enero de 2012

INVOLUCIÓN

Circula en una red social un rótulo en el que puede leerse: "Los alemanes juzgaron a los nazis. Los argentinos juzgaron a los militares. Los islandeses juzgaron a los banqueros". En España, donde los vaivenes de la justicia acentúan el pesimismo derivado de la crisis y elevan el desconcierto del personal hasta niveles de escepticismo absoluto, juzgan al juez que investiga a los presuntos -y no culpables- corruptos y trata de saber dónde éstán, qué pasó con las víctimas del régimen preconstitucional. Así, observadores de organizaciones visitan el país y verifican sobre el terreno el estado de cosas y no salen de su asombro.

España y sus circunstancias. La España de charanga y pandereta.

Vaya racha: desde los jueces que emplean términos inapropiados para referirse no a justiciables sino a ciudadanos de carne y hueso a inculpados que reiteran insultos públicamente, totalizando, a los magistrados. Desde veredictos bajo ineluctable sospecha a anuncios ministeriales de reforma que son, en verdad, la contrarreforma. Y encima, algunos corifeos que hablan de revolución.

No, no: modificar la composición del Consejo General del Poder Judicial, el gobierno de los jueces, a base de mermar la soberanía popular residenciada en las Cortes, en el legislativo, es un retroceso cuyo lado más inquietante, desde luego, es consagrar el gremialismo, el corporativismo y, si nos apuran, hasta una casta.

Los mentores de la medida no se conforman con el respaldo popular, quieren más. Y así, lo que fue un pacto de respeto y de equilibrio, con sus defectos pero también con sus virtudes, salta hecho añicos. No es un retorno al futuro ni mucho menos. Es una involución.

Con razón anda la gente tan descolocada y tan escéptica, dándose cuenta, además, de que estas cosas se emplean para desviar la atención de otras más preocupantes y perentorias.

Claro, para eso se esfuerzan los corifeos en blanquear lo que hasta hace poco más de un mes eran el caos y las tinieblas.

jueves, 26 de enero de 2012

LÁGRIMAS NEGRAS

Primero que nada, el respeto.

Y luego, serenidad y ecuanimidad máximas para valorar una decisión que, en sí misma, invita al dilema: "No culpable" que no es lo mismo que "inocente".

Es lógico que el país ande confundido y desconcertado con la justicia, con algunas de sus decisiones.

Pero ya se sabe: abstracción de sentimientos, la Ley, sus reglas, sus exigencias, sus requisitos... Y también sus interpretaciones.

El caso de Camps y Costa tiene ya un punto de inflexión con la decisión del jurado popular. Un voto -otra vez la historia de un solo voto para decidir- ha servido para que Camps y Costa sean considerados como no culpables. Alguien se ha apresurado a reivindicar su honorabilidad: si es el contenido en las conversaciones grabadas y reveladas, se lo regalo.

Ahora queda conocer la sentencia, a ver qué dice el juez. Pero da igual: aunque se presuma un error judicial descomunal y queden abiertas las puertas para un recurso ante un tribunal profesional, ya nada podrá anular esta impresión que queda, de pruebas evidentes que no lo han sido tanto para unos miembros de un jurado. Casual y cruel paradoja (¿o no tan casual?): otros encausados se declararon culpables por los mismos hechos y han sido condenados.

Se respeta la decisión, vale. Pero permitan también una respetuosa discrepancia, una respetuosa disencia.

A fin de cuentas, la justicia será muy ciega y todo lo que se quiera, pero, con permiso de Miguel Matamoros, también derrama lágrimas negras.

miércoles, 25 de enero de 2012

UNA CASILLA PARA LA CIENCIA

El mismo dice que la casilla ni es jauja ni es la solución. "Es una propuesta desesperada para tiempos desesperados", afirma un joven profesor universitario, Francisco Javier Hernández, mentor de esta inicativa: que la ciencia tenga una casilla en la declaración del IRPF. Aclara que no va contra la Iglesia ni quiere que le quiten nada a nadie. Lo que quiere es que la ciencia, y en ella, la investigación, tenga una financiación estable en este país; que si ya está bien de derroches para otras cosas, la ciencia no puede quedar desamparada.


Esa financiación sólo puede provenir del Estado, de ahí que Hernández lo plantee en su blog con toda naturalidad y franqueza: "Se trata de que el estado asuma que la ciencia es importante. Al fin y al cabo, la ciencia no es un gasto, es una inversión", dice con rotundidad. Los datos abonan su planteamiento: actualmente, somos unos de los últimos países de la Unión Europea (UE) en volumen científico presupuestario, apenas el 1,36% del Producto Interior Bruto (PIB), en tanto la media europea supera el 2%.


La iniciativa sobresale en el maremágnum de la crisis. Una casilla para que los contribuyentes, voluntariamente, dediquen una parte de sus impuestos a investigación científica. En los tiempos que corren, es tan llamativa como viable. Es probable que agentes políticos la hagan suya y la conviertan en proposición normativa o siquiera en resolución congresual. Pero el mérito de Francisco Javier Hernández, que investiga la eficiencia energética de las neuronas, a la espera de que cuaje la idea, es indiscutible desde cualquier ángulo: desde la precariedad a la suficiencia, pasando por la necesidad.


Sin dinero estable no hay investigación. Sin investigación científica no hay avances. Sin avances no hay soluciones para la sociedad que las demanda.


Una casilla para la ciencia, tal como la promueven y tal es la realidad presente, tiene un significado relevante.


¡Gracias, profesor!

lunes, 23 de enero de 2012

ALGO MÁS QUE UN JUICIO

Se ha hablado de revancha. Y de episodio ignominioso. El juez que investiga a los presuntos corruptos se sienta en el banquillo mientras éstos aguardan su suerte, al calor de las vueltas que la resolución proporcione. ¡Cómo va a ser eso! Pues sí: cosas más difíciles cuesta ver pero todo es posible.

El juicio a Baltasar Garzón, desde luego, es la prueba del nueve de la politización de la justicia. Se van a cumplir tres años de aquel anuncio hecho por el actual presidente del Gobierno: “Vamos a recusar a Garzón”, dijo cuando a éste la cayó por reparto el caso Gürtel, una trama de corrupción política supuestamente vinculada a la financiación irregular del partido gubernamental. Más que una declaración de intenciones, era todo un posicionamiento político: Garzón, a quien en otro momento habían jaleado dirigentes del Partido Popular, dejaba de ser magistrado de su devoción. Era mucho, es mucho lo que está en juego.

Y como tal hay que significar el desenlace. Es un juicio de claro simbolismo político. ¡Cuidado! Hay una gruesa línea roja -gruesa, porque fina igual se hace imperceptible- y no se puede traspasar. Atención, jueces y fiscales: con ciertos hechos, no hay valentías ni saltos sin red. Este es el aviso a navegantes. Es, pues, algo más que un juicio.

Le imputan prevaricación a Garzón después de haber ordenado interceptar las conversaciones que en prisión mantenían dos de los acusados y sus abogados. Intentaba asegurar que una cantidad manejada por la trama estaba oculta en una cuenta bancaria en Suiza. ¡Acabáramos! Eso, en interpretación de los afectados, suponía desvirtuar o condicionar las estrategias de defensa. Entonces, llegó el Tribunal Supremo y mandó a parar.

Desde entonces, Baltasar Garzón, con notable apoyo popular pero también con numerosos detractores que le reprochan, sobre todo, algunos afanes protagónicos o estelares, ha vivido un particular calvario que tuvo en el juicio de la semana pasada su escenario más llamativo. Téngase presente que la actuación del magistrado tuvo continuidad en quien le sustituyó. Y que el ministerio fiscal y algún otro testimonio también la han respaldado. Ahora todo ha quedado pendiente de la sentencia.

Sea la que sea y al margen de los sentimientos y las preferencias que el caso suscite, no ha trascendido la mejor imagen de la justicia. La carga de politización y el simbolismo son innegables. Y todavía quedan otras dos causas.

sábado, 21 de enero de 2012

NO HAY CLIENTES PARA TANTO JUEGO

Una información periodística aparecida en el periódico ‘El Día’, sustentada en informes técnicos de la Intervención General del Cabildo Insular de Tenerife, alerta de la delicada situación que atraviesa la sociedad pública Casino Taoro S.A., hasta el punto de advertir los evidentes riesgos de disolución, hasta ahora contenidos por un denominado ‘préstamo participativo’ que permite engrosar el patrimonio de la entidad. Según la misma información, es previsible el cierre del ejercicio 2011 con pérdidas que superan ligeramente el millón de euros que dejarían el déficit acumulado en 6,7 millones al final del presente año.
En el fondo de los datos contables, late la desaparición del casino, actualmente emplazado en el complejo turístico ‘Costa Martiánez’ desde que fue decidido su traslado, hace unos años, desde el inmueble que albergaba el antiguo hotel, como consecuencia de sus malos y nada rentables resultados económicos.
Nos tocó desde la alcaldía afrontar aquella decisión, pactada con el Cabildo Insular, la única posible si se quería salvar el establecimiento cuyas pérdidas venían siendo apreciables, no sólo por el auge turístico del sur sino por la apertura de otro casino en Santa Cruz de Tenerife. Este hecho determinó que muchos jugadores habituales, residentes en la capital o área metropolitana, prefirieran ahorrarse el desplazamiento al Puerto de la Cruz, pese a seguir reconociendo la calidad del servicio y el distinguido ambiente que reunían el establecimiento portuense.
Aquella fue una operación (mandato 1999-2003) que se materializó en ventajosas condiciones para el Ayuntamiento portuense. Se pensó en un revulsivo que tendría el valor añadido de parte de las instalaciones de ocio del complejo ‘Costa Martiánez’, cerradas desde hacía años y en abierto proceso de deterioro. Su utilización nocturna era un nuevo aliciente. Se creía que situar la sala de máquinas en el antiguo Lido San Telmo, con acceso directo desde la avenida Colón y abierta al público desde media mañana, podría reportar ingresos que favorecieran la recuperación de la sociedad.
Por lo que se desprende de los balances económicos, la fórmula no ha resultado. Y las pérdidas acumuladas hacen temblar los cimientos de la sociedad pública, participada íntegramente por el Cabildo Insular tinerfeño. La citada información periodística alude a los informes de la Intervención de la institución en los que, si bien se señala que aún no se está en las coordenadas de las causas legales de disolución, poco falta pues el debilitamiento del patrimonio condiciona la capacidad de la empresa para recuperar sus activos y hacer frente a los pasivos, basándose en el apoyo financiero y patrimonial de los accionistas.
En definitiva, que el casino del Puerto de la Cruz puede cerrar. Esto es lo inquietante. Eso significaría la pérdida de otro elemento de la oferta turística de la ciudad, llamado precisamente a cualificarla. Tres casinos en una isla suponen un hecho difícilmente sostenible. No hay clientes para tanto juego. Porque la crisis general también afecta al sector, según ha podido constatarse.
Pero el debate no es ahora dilucidar si la decisión del traslado fue acertada o no. Ni siquiera pensar en otro. Se trata, más bien, de estudiar la viabilidad del establecimiento con los incentivos que proceda acometer. Que los hay, seguro. La inversión pública que sustanció la mudanza al Lago no es cuestión de tirarla, sin más. Pero sí hay una obligación de frenar las pérdidas mediante los reclamos que se imaginen.
La ciudad no está para perder más atractivos. Procede, por tanto, aunar criterios, ideas y energías para impedir que desaparezcan elementos llamados a cualificar el destino turístico diferenciado. Ese es el debate.

viernes, 20 de enero de 2012

EL DISCRETO BRILLO DE VICENTE OLIVA

Vicente Oliva pone punto final a su carrera funcionarial. Coincidimos hace años, mediados los noventa, en el ministerio para las Administraciones Públicas (MAP), cuando fue designado por el ministro Saavedra director general de Servicios. Oliva procedía de la Seguridad Social, donde ya había dejado huella de eficiente y diligente técnico de administración.

En Madrid hubo que hacer frente a la dureza de las circunstancias: la soledad personal y la controversia del ocaso de los gobiernos de Felipe González. A pesar de ello, Oliva sobrellevó el trance con buen talante: siempre predispuesto para el trabajo y la búsqueda de soluciones, siempre con una mano tendida a la ‘canariedad’ sin perder la perspectiva glotal de la dimensión ministerial de sus competencias.

Lo sobrellevó menos en un aspecto: no resistió los tremendos ataques de cierto periodismo que se cebó sin misericordia en el personal canario del MAP para acentuar el desgaste del ejecutivo.

(Era curiosa la estampa: salíamos del ministerio muy tarde y aguardábamos hasta la medianoche en los establecimientos donde vendían la primera edición de los periódicos del día siguiente para leer las novedades que nos afectaban. Hubo un período en que se alteró el sueño hasta que desistimos de ese hábito. Oliva trataba de calmar telefónicamente a su familia pues no quería verse envuelto en situaciones irregulares, muchas veces deformadas y exageradas. Por mucho que le expliqué las miserias de ese cierto periodismo, su empeño en algunas causas sin reparar en daños colaterales, no hubo manera de disuadirle: decidió retornar a Canarias para proseguir su carrera profesional).

Casi una década después, volvimos a coincidir, esta vez en la Delegación del Gobierno en Canarias, donde él ejercía como secretario general. Fue un reencuentro positivo para ambos: prestó un asesoramiento técnico impecable al gabinete que entonces nos tocó dirigir, especialmente en un fenómeno como el de la inmigración irregular que desbordó a menudo la propia capacidad de gestión.

Vicente Oliva fue el leal y eficaz secretario, siempre con la discreción y la prudencia como divisas de su actuación, estrechamente vinculada no sólo a José Segura sino también a la subdelegada del Gobierno en la provincia de Las Palmas, Carolina Darias; y a su sucesora, Laura Martín, que nos acompañó en aquella breve estancia de cien días al frente de la Delegación. Ya entonces deslizaba sus intenciones de jubilarse. Hubimos de disuadirle. Le podían los nietos y la vida hogareña, el fútbol televisado y las lecturas de novelas de éxito. “Con todo lo que tienes que hacer aquí y pensando en marcharte. Conmigo, no; desde luego”, le dijimos en cierta ocasión. Nunca sabré cómo se las ingenió, sin advertirlo, para reunir a todo el personal el día de nuestra despedida en la que fue una extraordinaria e inolvidable prueba de afecto.

Oliva fue un eficiente colaborador. Sugirió y asesoró. Le dio soporte jurídico a no pocas decisiones y encontró alternativas a los problemas que iban surgiendo. Un consejero de verdad. El hombre que nunca perdió la compostura pues la apariencia de una personalidad con debilidades jamás cedió ante el cumplimiento de las obligaciones y las responsabilidades.

Su trayectoria tuvo, probablemente, una culminación inesperada: terminó siendo designado subdelegado del Gobierno en la provincia oriental. No le gustaba mucho la política activa; la aceptaba, sí, pero sin gran entusiasmo. Lo suyo era la Administración, los recursos humanos. En cualquier caso, ejerció ese cargo con la misma responsabilidad y con la misma entereza, con el mismo alto sentido del deber que caracterizó su carrera profesional.

Ahora pasa a engrosar las clases pasivas, como él hubiera gustado decir. Vicente Oliva pone ese punto final con el brillo de la modestia y la discreción.

Menudas cualidades.

jueves, 19 de enero de 2012

¡SEÑORÍA!

No es que a estas alturas se vaya uno a asombrar de palabras soeces, de tacos, insultos y exabruptos que circulan en medios y foros casi a galope tendido. Eso no es lenguaje de la calle, desde luego, pero que termine residenciado casi como tal en el curso de entrevistas, comentarios, soliloquios y peroratas, da idea del nivel con que se está empleando el lenguaje, precisamente en los lugares menos apropiados.
No, no: ni escándalo ni pasmo pero admitamos que, dichos por un juez, algunos vocablos y determinadas expresiones son, cuando menos, malsonantes. Pero, en el fondo, absolutamente reprobables. Bueno, absolutamente tampoco: a Su Señoría, al autor de tan “edificante” verbalización -y no queda más remedio que entrecomillar el adjetivo-, le han impuesto una sanción de tres mil euros, que ya sabemos es el precio que hay que pagar por llamar putas a las madres solteras, gentuza a los inmigrantes, vagas a las secretarias de su juzgado y maricones a los cónyuges de los matrimonios de homosexuales.
¡Cómo serán esas sentencias si ésta es la terminología que usa! Porque un magistrado no es una persona cualquiera, por muy díscolo, por valentón y por muy extravagante que sea o quiera ser. De un profesional que ha de ser en todo momento imparcial y ecuánime, que ha de administrar justicia, se tiene que esperar otra cosa. Qué esperar: se tiene que exigir otra cosa, nada que ver con los epítetos utilizados por un inefable juez de Murcia a quien la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial ha aplicado esa sanción pecuniaria para despachar el asunto, aquí paz y en el cielo gloria.
Con todos los respetos: es que la multa no es nada ejemplarizante. Al contrario, mucho hay que temer que sea el clásico banderín de enganche de nuevas hazañas o tropelías dialécticas. Es de lo que presumen algunos que, sin ser jueces sino simples mortales que tienen la fortuna de manifestarse en algún sitio público, sueltan denuestos y venablos en la más absoluta impunidad. Total, si por este adjetivo me condenan a ínfima cantidad, puedo seguir insultando y diciendo groserías.
Y eso que la determinación del Consejo significaba que el magistrado de marras (perdón, Señoría) había cometido una falta grave. Desde luego, no parece que la gravedad se corresponda con la sanción aplicada. Emplear los términos antedichos para referirse a madres solteras, inmigrantes, funcionarias y homosexuales revela, cuando menos, ciertos prejuicios que son impropios para ejercer la judicatura.
Es muy probable que el juez sancionado (¿levemente?) no tenga familiares ni parientes lejanos pertenecientes a los colectivos que ha intentado -sin lograrlo- denigrar y continúe, maza en mano, velando por la pureza de la raza, sin importarle los métodos. Y seguro que, henchido de dialéctica vil y tabernaria, seguirá, presuntuoso, ufanándose de haber llamado a las cosas por su nombre.
Si leyera a Ortega, lo entendería fácilmente: “No es esto, no es esto”.


(Publicado en Tangentes, número 42, enero 2012)

miércoles, 18 de enero de 2012

COTO A LOS ESPECULADORES

Poco duró la alegría vocinglera de quienes jalearon, con entusiasmo digno de mejor causa, la supuestamente formidable operación de la compraventa de deuda pública española, en cantidad y en calidad de precio. De la noche a la mañana, los mercados se hicieron buenos y se rindieron a Rajoy, poco menos, según su teoría, que convertido en un rey Midas.

Llegó una agencia y mandó a parar. Entonces, la prima de riesgo volvió a subir y el gozo, al pozo. Uno, sin ser versado en estas materias, ya ha aprendido que suele ocurrir: cada vez que hay operaciones de deuda pública, fruto de venta indiscriminada en mercados secundarios para hundir los precios y luego comprar a otros más altos, la dichosa prima, que debe coquetear con cualquier avispado, se dispara.

Es decir, los especuladores siguen a lo suyo. Se dan todas las condiciones para que sigan haciendo el agosto, el enero y lo que se tercie. En la inocencia y en la ignorancia, cabe preguntarse si no hay un Código Penal que frene estos comportamientos, de los que alguien se beneficia, desde luego. Ya está bien de especulación financiera, ya está bien de esa falta de escrúpulos que, además de reprobación moral, sólo merece condena penal. A ver si cortan, los muy esquilmadores.

Pues el Código existe pero no creemos que se aplique. Hay penas de prisión para quienes alteran precios de títulos o valores financieros, obtengan pingües beneficios y, lo que es más, causen daños graves a los intereses generales.

No ha pasado nada, que se sepa. Los especuladores, a continuar con lo suyo. Y los corifeos, a repartir incienso mediático. Y el pueblo, a jorobarse, que las reglas del capitalismo ya se conocen. Alguien tendrá que poner coto a estas situaciones. ¿Acaso la Fiscalía?

Buena pregunta. Si se estrenara su titular con una investigación sobre el particular, ya estará justificado su nombramiento.

Y es que ciertos tipos delictivos no van a estar en el Código como meros adornos, ¿verdad?

lunes, 16 de enero de 2012

LA ENTREVISTA CON MILJANIC

Fue la noche del 9 de marzo de 1976. En el estadio Heliodoro Rodríguez López, unos veinte mil espectadores: casi ocho millones de pesetas de recaudación. Cuartos de final de la Copa de España, primer partido. El Tenerife recibía la visita del todopoderoso Real Madrid, entrenado entonces por Miljan Miljanic, un serbio revolucionario del fútbol fichado por Santiago Bernabéu. En el foso de transmisiones de Radio Popular de Tenerife nos esmeramos César Fernández Trujillo y un servidor. Ganan los tinerfeños (2-0), goles de García Murcia e Illán. El tinerfeñismo vibra y goza. La ventaja abría las puertas de la esperanza. Esa noche, cuando terminó el encuentro, Miljanic se acercó al foso, donde le entrevistamos.


Después, 'Jornada Deportiva' se hizo eco de aquella conversación a pie de cancha. A cuatro columnas, insertando una foto de Dialto, tituló:


Tras el choque del martes PIROPOS DE MILJANIC (a la afición inerfeña)


"Lo que no sea así, es público de teatro"


La entrevista comenzaba así:


"-Miljanic, ¿no se siente un poco defraudado con el rendimiento de sus jugadores?


Advertí cómo don Miljan fruncía ligeramente el ceño y me echaba una sonrisa entre las prisas por marchar a su vestuario.


-Bueno, no... Es que estos jugadores no llevan un ritmo normal de partidos y eso siempre se nota. No, decepcionado, no...


Así respondía el montenegrino minutos después del choque del martes, cuando se acercó hasta nuestro foso de transmisiones, accediendo gentilmente a ser interrogado. Por supuesto que no nos convenció su justificación y como en la mañana del miércoles, para otros menesteres informativos, ya estábamos citados con el entrenador madridista, era cuestión de insistir".


En efecto, la segunda parte del texto es una continuación de aquellas respuestas al término del encuentro copero. En el hotel Mencey, Miljan Miljanic, prudente, mantuvo la misma compostura. Valoró, en cualquier caso, la actitud y los méritos del Tenerife. Seguía así la publicación:


"Reconoce que los dos tantos del Tenerife quieren decir algo: -No, sus goles no los hizo por casualidad. El tenerife jugó con fuerza y ganó bien.

Y deja entrever su confianza para resolver la eliminatoria:

-Lo más normal es que el Madrid siga adelante, aunque nunca se sabe. También depende del contrario. Ya veremos cómo se desenvuelve allá el Tenerife.


Después de aludir al buen momento de su equipo en la la competición liguera, el técnico admitía las dificultades que el Madrid encontraría en los enfrentamientos europeos pendientes con el Borussia Moenchengladbach y destacaba el estilo del juego del Tenerife.


-Para acabar Miljanic, ¿confirmó la impresión que traía de la afición tinerfeña?
-Sí, completamente. Me llevo la mejor impresión. Me he dado cuenta de que es una verdadera afición, una afición de y con corazón. La afición que no sea así, es público de teatro.


Por si alguien lo ha olvidado, en el encuentro de vuelta el Madrid ganó (1-0), gol de Santillana, pero quedó eliminado. La transmisión emocionante de César Fernández Trujillo fue seguida por miles de tinerfeños.


Miljan Miljanic falleció el pasado jueves, a los 81 años. Entrenó al club madridista entre 1974 y 1977. Sus métodos eran revolucionarios como reconocen los jugadores de entonces. En la primera temporada ganaron Liga y Copa. Hoy rememoran el estilo espartano del entrenador serbio quien, curiosamente, tras perder en Salamanca en la primera jornada de su tercer ejercicio liguero, llegó a un acuerdo con Bernabéu para rescindir el contrato.


Casi treinta y seis años después, el testimonio periodístico tiene el valor de haberlo elaborado con un grande del fútbol mundial.




(Para acceder al original de la publicación, se puede pinchar en el siguiente en el siguiente enlace y hacer clic en el archivo adjunto)








http://co110w.col110.mail.live.com/default.aspx#!/mail/InboxLight.aspx?n=1448767571!n=244571855&view=1&cmid=64e64751-3fc6-11e1-b725-002264c16116&csem=galarza%40telefonica.net&cdid=&cfid=2&cau=1&cmad=2154%7C0%7C8CEA1EA5027E670%7C%7C0%7C1%7C0%7C0%7C1%7C5%2C11%2C65%2C73&cacc=3


































VICIOS E IDEAS

Haría bien el socialismo canario en no confundir los planos por anticipación, esto es, adelantar ahora posiciones y expectativas regionales e insulares aprovechando el 38 Congreso Federal que es el paso inmediato, lo que verdaderamente importa, después de los reveses electorales del pasado año, para recuperar espacios políticos y para robustecer el carácter de alternativa de gobierno que mucho necesita este país después del enorme desequilibrio de poder político que los ciudadanos ante las urnas han determinado.

Si tales afanes y tacticismos obedecieran a un proyecto político sólido y bien fraguado, todavía se entenderían y tendrían su razón de ser, siquiera en clave orgánica.

Pero mucho cabe temer que el proyecto es una carencia y que dentro de ésta se va desde los escarceos y los amagos hasta los castigos y los frenos, a veces hasta de convergencias militantes inimaginables por un quítame allá aspiraciones truncadas, cada quien con sus razones y sinrazones.

A tenor de cómo discurren las cosas, instalados algunos dirigentes en una contagiosa cultura real de ambiciones y personalismos preñados de revanchismo, en un proceso de destrucción recíproca, con muy escasa voluntad de integrar y menos de ser generosos, a ver si entienden que se trata ahora de evitar una guerra fratricida.

Es legítimo interpretar la renovación del proyecto socialista. Ya hablamos del trance, recién estrenado el año: producir un cambio inteligente.

Y eso requiere un nuevo modelo de partido que esté a la altura de una ciudadanía informada y cada vez más desencantada con la política. Una ciudadanía que se indigna y que, a diferencia de otros tiempos, tiene cauces para expresar las razones de su desapego.

Son tantas las respuestas que hay que dar, a la defensa del Estado del Bienestar, por ejemplo; a la creación de empleo; a la mejora eficiente de los servicios públicos; a la búsqueda de un modelo productivo basado en el conocimiento; a la fiscalidad progresiva; a los incentivos para el crecimiento económico; a la igualdad que corre riesgos de verse amenazada…, son tantas las tareas que hay que realizar en la oposición, que entretenerse en batallitas asamblearias e instrumentalizar a conveniencia sus resultados para hacer valer supuestas fortalezas (en todo caso, numéricas) no es más que un mero y engañoso ejercicio de autocomplacencia que dificultará, en todos los casos, la necesidad de revitalizar la organización y proyectarla al exterior conforme exigen las circunstancias del momento y del futuro inmediato. Eso es lo que se dilucida ahora.

Haría bien el socialismo canario en tratar cada cosa a su tiempo, desterrando resentimientos y cainismos, teniendo en cuenta la confianza que siguen depositando miles de ciudadanos y las responsabilidades institucionales contraídas, absolutamente básicas, por cierto, para cualquier proyecto futuro.

Más transar y más dialogar. Sacudirse los vicios, ya circulares, y que afloren las ideas.

Lo contrario sería conducirse a un debilitamiento peligroso que sólo impedirá cualquier objetivo que se trace, por fácil que aparente.

sábado, 14 de enero de 2012

UNA PERCEPCIÓN TRAS UNA CONSULTA

Al menos, los mismos que se han visto otras veces en convocatorias similares, escuchando las mismas cosas, haciendo variaciones sobre un mismo tema, habrán respirado un aire de cierto modernismo: la interactividad, plasmada en el uso de un dispositivo tecnológico (Powervote), les habrá servido para mitigar la sensación de pérdida de tiempo que, en otras circunstancias y en otro ambiente, seguro les hubiera embargado.

Ciento veintiocho personas acudieron al centro de congresos del otrora esplendoroso Taoro convocadas por el Consorcio de Rehabilitación Turística del Puerto de la Cruz, la última oportunidad, según hemos reiterado, que tiene la ciudad para intentar despegar y sacudirse la modorra que la atenaza como destino turístico.

Era, según definieron, una sesión de consulta, la primera de las que quiere hacerse para tomar el pulso al sector y a los agentes sociales. Ya dijimos en su día que el Consorcio, para ser operativo y ganar credibilidad, debía tener el máximo dinamismo posible y éste debía contrastarse no sólo en la trascendencia pública de su actividad sino en la posible participación de quienes se sienten más involucrados por su toma de decisiones.

La consulta se hizo así, mediante votación electrónica, a base de conocer in situ un ‘powerpoint’ e ir respondiendo, utilizando el artilugio, a las preguntas que, en forma de distintas opciones, iban apareciendo en pantalla referidas a situaciones o circunstancias de la realidad presente del Puerto de la Cruz y a perspectivas de futuro.

Por lo tanto, seguro que para muchos no fue un rollo al uso. Un suponer: si se hubiera explicado, exclusivamente desde el plano teórico, que los dos instrumentos con los que cuenta el Consorcio0 para realizar su cometido, el Plan de Rehabilitación de las Infraestructuras Turísticas y el Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad, hay que dar por hecho que el personal se hubiera aburrido.

Lo dicho: los habituales se habrán dado cuenta de que hablar de innovación significa ir acostumbrándose a estas cosas.
A la espera de conocer en detalle el procesamiento de los resultados, que fueron ofrecidos ‘on line’, pero sin tiempo para valorarlos adecuadamente para hacer un análisis más sosegado, hay algunos anticipos significativos que sobresalen.

Por ejemplo: que hay un elevado porcentaje que no está nada conforme con las políticas específicas que se hacen desde el consistorio. Reveladora insatisfacción. Y otro dato porcentual, no menos elevado, que considera prioritaria y urgente una actuación en la cerrada desde hace meses estación de guaguas, donde a raíz de cierto artículo que se transformó en denuncia en las redes sociales, han llevado a cabo una tarea de adecentamiento.

Por cierto, no obtuvo una buena clasificación la opción del proyecto del puerto del Puerto de la Cruz. Seguramente, primará la incredulidad después de tanto tiempo de espera, de tantas trabas político-administrativas y de tanto bloqueo.

En cambio, apareció mejor valorada la previsión del parque marítimo, pese a que los posibles contenidos en la consulta eran bastante inconcretos y difusos. Pero la percepción de que ese desarrollo del litoral es más relevante y rentable para la ciudad que otras infraestructuras va aumentando razonablemente. Y eso es bueno, sobre todo para que la gente se identifique con la actuación y, en cierto sentido, la haga suya.

Más ejemplos: lo cultural y lo deportivo parecen importar poco como factores que incidan en el modelo que de desarrollo que, al final, se den los propios portuenses -ya veremos lo que dicen y hacen otros poderes que estarán atentos a la pisada. El comercio, por cierto, tampoco salió bien parado. Que tomen nota los afectados: desde hace algún tiempo se viene incidiendo en ello.

Aguardemos, para mejor proveer, el procesamiento de los resultados. A fin de hacer un adecuado seguimiento y una mínima fiscalización. Que estas cosas, por muchos adelantos tecnológicos, suelen también echarse en olvido.


El número, los ciento veintiocho asistentes, tiene su valor porque seguro que fue superior al esperado y porque será inevitable que en el futuro se asocie a quienes tuvieron en sus manos el pulso y el futuro desarrollo de la ciudad.

A ver si hay efectos estimulantes.

viernes, 13 de enero de 2012

ENSALZA, QUE ALGO QUEDA

Pero ¿quién ha salido ganando con esa operación del Tesoro Público español, dónde y para quién la rentabiludad? ¿Es que ya empieza a circular crédito para empresas y familias? ¿Y es que ya los mercados son buenos?

Y así podrían sucederse las preguntas, especialmente entre los profanos como uno, nada asombrado, por cierto, de que ciertos medios hayan ensalzado la decisión relacionándola, habráse visto, con las medidas de ajuste adoptadas por el gobierno que preside Mariano Rajoy. Nada asombrado porque el sesgo se demuestra con portadas y titulares que reflejen menciones positivas -que así se va fraguando el triunfalismo- para el jefe del ejecutivo. Y menos estupor, desde luego, cuando fácilmente se adivina que se trata de invertir lo que ya no es una impresión ni una apreciación: el descomunal y masivo engaño electoral de quienes predicaron no incrementar impuestos y ya ven el desaguisado posterior. Dentro de nada, asistiremos a otro milagro. Ya lo verán.

Las entretelas de éste, de los diez mil millones de duda -el doble de lo esperado- colocados a buen precio, tienen mucho que ver, según los entendidos, con un grifo abierto para la banca del Banco Central Europeo (BCE) que, a efectos de paliar liquidez y demás, presta quinientos mil millones de euros a las entidades que piden dinero pagando al 1% mientras compran bonos con rendimientos superiores al 3%.

Para entendernos, dinero llama a dinero. Y alguien debería explicar la supuesta rentabilidad. Porque no parece que sea un aval de las medidas de Rajoy. Pero, claro, hay que ensalzar, hay que ensalzar...

jueves, 12 de enero de 2012

JULIO, SONRISA APAGADA

Le han definido en una red social como “el niño grande del Puerto”. Julio, Julio González García, ¡en una red social! Un adiós a la altura de su ingenuidad, de su bondad retratada en aquel rostro que delataba algo más que un síndrome de Down. Porque revelaba frescura, una curiosa predisposición a ser bueno con todo el mundo. Y porque expresaba, a su manera, una atención en cuanto le rodeaba que a la vez entrañaba un sentido de la intuición fuera de lo común.

Sólo así podía explicarse que fuera de los primeros, si no el primero, cada vez que había un fallecimiento y él aparecía en el cuarto mortuorio o en el domicilio. ¿Cómo se enteraba?

Julio ya no está entre nosotros, en nuestras calles y en nuestras plazas donde su aspecto bonachón y su saludo alegraban la convivencia cotidiana. Ya no recibiremos su espontáneo y efusivo abrazo, su gesto de cariño reposando suavemente la cabeza sobre el pecho. Ya no mostrará sus monedas coleccionadas para un helado o una golosina que degustaba celosamente en un banco, en una esquina, sin querer ser molestado. Ya no enseñará las fotos de cualquier folleto que él quería mostrar como si de un gran descubrimiento se tratara. Ya no estará pendiente de su hermana, permanentemente preocupada, al límite, siempre atenta para rescatarle y hacer que siguiera siendo él mismo.

Julio, ese niño grande al que los portuenses respetaron y amaron con todas las circunstancias, ha apagado su sonrisa angelical. Éramos muchos quienes la echamos de menos últimamente. Seremos muchos quienes le evocaremos: nadie le irrespetó y nadie abusó de su condición.

En realidad, fue él, con su modo de de ser y su comportamiento, quien se ganó el afecto de todos.

Otro abrazo, ‘ñiño’.

martes, 10 de enero de 2012

DIEZ AÑOS SIN TELESFORO

Diez años se cumplen estos días de la muerte de Telesforo Bravo Expósito, eminente geólogo portuense, un naturalista excepcional, un sabio en toda la extensión de la palabra. Un estudioso del medio físico, el profesor al que todo importaba: las aves, los peces, los musgos, las rocas, las aguas, los árboles, las especies…
Diez años sin él, sin el hombre tranquilo que se opuso sin estridencias a la metamorfosis de la playa de Martiánez; el primer analista del erupción del Teneguía en 1971; quien transmitió a través de las ondas radiofónicas todo el sosiego que hacía falta en la madrugada de aquel 9 de mayo de 1989, la noche del seísmo en el norte tinerfeño; el experto en aguas subterráneas que puso a disposición de quien quisiera escucharle toda la experiencia acumulada en esa materia y en esas galerías; el excursionista que conocía su tierra palmo a palmo; el estudioso de los deslizamientos gravitacionales; el investigador de fósiles y restos arqueológicos; el intelectual humilde que dio lustre al Instituto de Estudios Canarios y al Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, donde contribuyó decisivamente a la consolidación del Curso de Español para Extranjeros; el científico admirado y respetado, distinguido y galardonado.
Diez años sin él, sin sus sabios consejos. Uno de ellos, en pleno ejercicio de la alcaldía: “No se te ocurra -vino a decir- nada del teleférico sobre el acantilado de Martiánez. Dudo que la geomorfología de la zona resista anclajes y movimientos regulares de presiones humanas y mecánicas”. No fueron necesarias más explicaciones.
Diez años sin sus pasos firmes y serenos, sin su mirada socarrona, sin su palabra pausada y sin sus doctas apreciaciones. Quedan su memoria, el reflejo de su quehacer en artículos y publicaciones, su obra y sus descubrimientos… Y, sobre todo, sus miles y miles de fotos y diapositivas, todas las que plasmó -a veces con gran riesgo, según contó- en sus viajes y en sus vivencias.
Fue un sabio.
Y hace diez años que no le tenemos.
En el Mar de las Calmas, desde luego, le echan de menos.

lunes, 9 de enero de 2012

PULSO

A la espera de que aparezca la que se denominaría una ‘tercera vía’ -el caso es que cada vez queda menos tiempo-, y de la resolución a esa solicitud firmada por unos centenares de militantes de aplazar a junio la convocatoria del Congreso Federal -¿no querían flagelo?; toma otra dosis-, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón ya echan el pulso por la secretaría general del PSOE, tarea prioritaria que, por cierto, no debe desdibujar ni difuminar la fiscalización de la acción del Gobierno pues aunque andemos en ese período cada vez más etéreo de los cien días de gracia, algunas decisiones de calado obligan a fijar posición política.

Pero hay otro pulso que los aspirantes conocen bien: el pulso orgánico, entendido como el latido de la propia organización, la que se asienta en las agrupaciones locales y ramifica una estructura cuyo funcionamiento debe tener otro carácter y otra dinámica sea quien sea el ganador de la cita congresual de febrero. El objetivo, entonces, sería que el partido recobrase el pulso, el que se ha ido apagando progresivamente no por causa directa de los notables reveses electorales del pasado año sino por la actividad interna que, por factores de distinta naturaleza, fue menguando de forma incesante hasta darla por inexistente en algunos casos. Después de haber experimentado en la década de los ochenta y en los primeros años de la siguiente aquella efervescencia que, en el fondo, entrañaba una motivación que, a su vez, servía para proyectarla al exterior -base primordial de cualquier trabajo político-, de unos años a esta parte apenas unas burbujas y la acción del poder institucional allí donde lo ocupen adveran la huella del socialismo.

Difícilmente se puede hacer política, en toda la extensión de la palabra, si hay agrupaciones cerradas durante meses o si los órganos de dirección no se reúnen o lo hacen de uvas a brevas. Si falta el debate, falta todo: cristalizan los recelos, la incomunicación, la desgana, la apatía, la exclusión, el aburrimiento y la retirada. En esas condiciones, si es difícil tener discurso y transmitir mensaje, no digamos emprender cualquier iniciativa orientada a recabar el respaldo de la población.

Por poner ejemplos: cuando tanto se habla de rearme ideológico o de democratización de la estructuras y del funcionamiento de la organización, habrá que enseñar desde la base nociones y fundamentos. Enseñar y practicar, hacerlo sin miedo, explorando si es necesario, con métodos y programas, sin fomentar cainismos ni estigmatizaciones por un quítame allá esas discrepancias o esas críticas.

Habrá que formar, en definitiva, para aprovechar las experiencias que se acumulan a lo largo de la historia democrática. Por fortuna, hay instrumentos de sobra para hacerlo en todos los niveles, combinando los recursos elementales con las técnicas al alcance más modernas.

Formación, pletórico tesoro, para integrar y cohesionar, para darle sentido al activismo político, para ganar espíritu crítico y para fortalecer la organización. Lo contrario sería una esclerotización de mucho cuidado.

viernes, 6 de enero de 2012

LA INSÓLITA PARADOJA DE PAMARSA

Al calor de las controversias suscitadas (reclamaciones judiciales incluidas) y de los resultados cosechados, la experiencia de los procesos de concesión administrativa, fraguados y decididos en el mandato 2003-07, del servicio municipal de recogida de basuras y de la empresa pública Parque Marítimo S.A. (Pamarsa) -para entendernos: privatización- son la crónica de un fracaso anunciado.
En medio de la crisis a la que recurrir para justificarse, varias causas de distinta naturaleza, como la mala gestión, la carencia de seguimiento, una dejación de funciones para hacer cumplir los contratos respectivos y una respuesta inapropiada por parte de los adjudicatarios han determinado un fiasco descomunal como fórmula escogida para resolver el problema que el servicio y la sociedad representaban y al que, sin duda, había que hacer frente. Esas son las razones visibles: cabe deducir que hay otras que no han trascendido, desde la falta de entendimiento y buena relación entre las partes a los vicios ocultos, exigencias e imposiciones de diverso tipo que los adjudicatarios alegarán en su defensa.
El fiasco, cuyo costo total al pueblo portuense (político, social y económico) aún está por calcular, se plasma en una de las paradojas más insólitas que se recuerdan en la vida política del pueblo y, si nos apuran, del país: los mismos que denostaron y desmantelaron Pamarsa (el mismo alcalde, los mismos grupos políticos, CC y PP) son quienes ahora, en una cabriola inextricable, quieren devolver o traspasar a la empresa pública las prestaciones que, en su día, formaron parte de la concesión.
El intringulis jurídico es de aúpa pues a la declaración de desierto resultante del concurso público convocado, aún con un contrato pendiente de resolución, hay que unir la liquidación de deudas pendientes, la conminación de los órganos municipales para que el adjudicatario devuelva las instalaciones el próximo lunes y la incertidumbre que entraña la restitución de la posesión. Es previsible que durante este fin de semana se intensifique el trabajo de funcionarios y asesores para saber cuáles son los escenarios que se registren en esa fecha. Y cómo hay que actuar entonces.
Todo empezó así

Es interesante volver a los orígenes de este dislate. En el ejercicio de oposición corporativa y como miembro del consejo de administración de la sociedad en el mandato citado, nos opusimos a la privatización y aportamos una alternativa que el gobierno local de entonces, obsesionado por aligerar cargas sin reparar en las consecuencias que, a medio plazo (apenas seis años ha durado la concesión) y a la larga, se podrían generar, ni siquiera intentó considerar.
Todo empezó en el pleno del 20 de octubre de 2003, cuando se planteó la modificación del objeto social y los estatutos sociales de Pamarsa: “La difícil situación económica que atraviesa, en la actualidad, la empresa municipal hace necesario adoptar una serie de medidas de choque que ayuden a paliar la misma y que, en definitiva, contribuyan a seguir haciendo viable la empresa municipal con unos márgenes de beneficios lógicos para este tipo de sociedades. Dentro de tales medidas, es conveniente recuperar la explotación del Complejo Turístico Municipal “Costa Martiánez” para que sea este Ayuntamiento el que gestione, por sí mismo y también directamente, dicha instalación, excluida la Isla Central del Lago y demás instalaciones y locales que, por convenio de fecha 31 de julio de 2003, se han cedido al Casino Taoro, así como los servicios de restaurante, self-service, bares y kioscos que explota, mediante concesión administrativa, la Cooperativa “Costa Martiánez” (COSMAR). Por lo demás, el próximo inicio de las obras de reforma del Complejo, que habrán de realizarse en ejecución del citado Convenio, puede incidir negativamente en los rendimientos de la explotación”, se decía en la propuesta de acuerdo a modo de justificación. Fue aprobada con los votos de CC y PP. La representación del PSOE se abstuvo. La posición del Grupo fue expresada por el portavoz en aquella sesión, Antonio González Pérez. La síntesis de la misma está contenida en el acta. Dice:
· “Con respecto al retorno al Ayuntamiento de los trabajadores del Complejo Turístico Municipal “Costa de Martiánez”, era algo que ya estaba previsto. Si esa es la voluntad de los trabajadores, aceptan, sin ningún reparo el que retornen.
· “Están de acuerdo en que, como consecuencia de las obras de rehabilitación que se van a ejecutar, por fases, próximamente en el Complejo, es muy posible que se produzca una disminución en la recaudación dándose una situación parecida a la que ocurrió en el año 2002 por razones climatológicas.
· “Sobre el uso que se le quiere dar a El Polvorín (turístico-cultural), nada que objetar. Tan válida es la opción en la que había pensado el grupo de gobierno anterior como la que quiere desarrollar el actual.
· “Con respecto al Servicio de Parques y Jardines, están de acuerdo en que lo asuma el ayuntamiento, recordando que, en el mandato anterior, se previó una vía de colaboración a través de un plan para tratar de amortiguar los efectos negativos para la liquidez de la empresa por aquello que a aquel le correspondía.
· “Sobre las cafeterías de Martiánez, recuerdan que en el anterior pleno habían sometido a la consideración de la Corporación Municipal una iniciativa pidiendo se hiciera la ordenación de la franja marítimo-costera; proceso largo en el que, dijeron, había que encontrar, a medio plazo, una solución que no les fue aceptada. Hoy en una propuesta de la alcaldía se introduce como medida correctora a través de la privatización de las cafeterías y les preocupa que algo que es importante, que es vital, como la planificación urbanística, se venga a obviar a través de una concesión administrativa. Rechazan de plano esa vía indirecta. No están de acuerdo en que la ordenación venga a través de la realización de una concesión administrativa. Y no lo están porque respetan las competencias dadas en el actual organigrama municipal al Area de Urbanismo y Medio Ambiente.
· “Sobre este mismo asunto, a pesar de que les parezca legítimo el que por parte de las dos formaciones que conforman el gobierno municipal (CC y PP) se tengan diferentes criterios para afrontar la situación deficitaria de ingresos de las dos cafeterías, no están de acuerdo en que “se empiece a privatizar”. No comparten ese criterio. Eso, a su juicio, sería “abrir la puerta”. Recuerdan que en su día, en una sesión plenaria, todos los grupos expresaron su voluntad de no privatizar nada de lo gestionado por PAMARSA”.
Hasta que se consumó
Las portavoces de los grupos gobernantes, en el pleno citado, negaron intenciones de privatización pero el proceso había empezado su curso que cristalizó en el pleno ordinario de 19 de noviembre de 2005 con la aprobación de la “modificación de la forma de prestación de los servicios de restauración y servicios de temporada, así como del objeto social de la entidad mercantil “Parque Marítimo S.A. (Pamarsa)”. Los concejales de CC, PP y el no adscrito integrado en el grupo de gobierno votaron a favor. Antes, en el consejo de administración de la sociedad del 31 de octubre, habíamos emitido personalmente nuestro voto negativo.
Del acta de la sesión plenaria, extraemos el siguiente clarificador
“RESULTANDO: Que la difícil situación económica que atraviesa en la actualidad PAMARSA, ha motivado que se contrate con una consultora – CORPORACIÓN CINCO, S.L – la realización de un estudio de viabilidad de la empresa municipal (resoluciones de la Alcaldía de fechas 9 de diciembre de 2004 y 8 de agosto de 2005). Redactado el estudio, el mismo aconseja a esta Corporación la adopción de una serie de medidas urgentes para, por un lado, superar la actual situación de quiebra técnica y, por otro, hacer viable la empresa, zanjando definitivamente la dinámica de pérdidas acumuladas a la que le ha llevado la actual forma de gestión así como la naturaleza de los servicios gestionados por la misma, las cuales en caso de mantenerse, no harían sino empeorar tal situación.

En concreto, dentro del segundo grupo de medidas, el aludido informe de la consultora aconseja la modificación de la forma de gestión de los servicios de restauración y servicios de temporada de playas, encargando su explotación a profesionales del sector. Para ello, como trámite previo, se hace preciso que el Ayuntamiento modifique el objeto social de PAMARSA, adoptando el oportuno acuerdo plenario de modificación de los estatutos”.
El acuerdo significaba Transformar el modo de gestión directa –por sociedad mercantil de capital íntegramente municipal- para que los servicios que a continuación se detallan y que actualmente se prestan por PAMARSA, sean gestionados, a través de concesión administrativa.
Los servicios son los siguientes:

Bar Cafetería- Restaurante de la Plaza del Charco.
Zona de Restauración (restaurantes, Self-service, Bares, Cafeterías y Kioscos y Bar Restaurante El Charcón), vestuarios y Servicios de Temporadas en Playa Jardín.
Bar Cafetería El Taoro

Ello suponía “modificar el objeto social de la entidad mercantil Parque Marítimo S. A. excluyendo del mismo los servicios detallados en el punto primero así como el apartado primero del artículo 2º de los estatutos referido a la construcción, explotación económica, prestación de servicios y mantenimiento, en su caso, de las instalaciones del Parque Marítimo Municipal, de forma que el artículo 2º quedará redactado en los siguientes términos:

“Artículo 2.- OBJETO.
1.- La Sociedad tendrá por objeto la explotación económica, prestación de servicios y mantenimiento de las instalaciones siguientes:
Aparcamientos de la Plaza de Europa y dependencias anexas.
Aparcamientos de San Felipe – El Tejar“ (Bajos de la Iglesia Nuestra Sra. de Los Dolores)
Aparcamientos de la Estación de Guaguas
Aparcamientos del Centro Comercial San Felipe- El Tejar (Mercado municipal).
Otros aparcamientos que pueda encomendarle la Corporación Municipal.
Servicios de Temporada en layas del municipio”.
Razones de una oposición
En aquel pleno, en nombre del Grupo Municipal Socialista, expresamos algunas consideraciones que comenzaban en el reconocimiento a los promotores de la sociedad mercantil, una idea no sólo factible sino que se consolidaba en el tiempo.:
La aparición de Pamarsa, en efecto, es un hecho determinante en la economía municipal y en importantes sectores de la sociedad portuense en los años noventa. Fue una auténtica innovación: era la primera gran apuesta que se hacía para fortalecer el sector público local después de aquellas experiencias que significaron las fórmulas de trabajo de cooperativas asociadas, las cuales, por cierto, posibilitaron soluciones a problemas que afectaban a numerosas familias y a la propia institución.
Explicábamos la concepción y la finalidad de la empresa, modificada, dadas las heterogéneas dificultades concurrentes, para desplegar actividades turísticas y de gestión de plazas de aparcamientos. Ello permitió generar empleo, resolver muchas incertidumbres familiares y contribuir, razonablemente bien, a canalizar aspiraciones de conductores y propietarios de vehículos.
Y así fue avanzando hasta aquellos días en que sus responsables de entonces decidieron ponerla en manos privadas. Como miembro del consejo de administración en representación del grupo político al que pertenecíamos, voté en contra de tal decisión: por coherencia, por sentido de la responsabilidad, por seguir defendiendo lo público, por perseverar en la seguridad jurídica de la estabilidad laboral, por consecuencia ideológica, en definitiva.
La postura, como dijimos en el pleno seguía siendo la misma. Pero la voluntad del consejo y del gobierno local era que determinadas prestaciones de la empresa se hicieran desde el sector privado. Discrepábamos de la medida, evidentemente. Nos preguntábamos, en claro plannteamiento premonitorio, si alguien podía asegurar que la gestión privada propiciaría más calidad y mejores condiciones que las ofertadas desde el sector público. Y aludíamos a la inseguridad de los puestos de trabajo, muchos de los cuales desaparecieron a pocos meses de iniciarse la andadura.
Otro vaticinio de aquella intervención: Futuras actuaciones en materia de infraestructuras en el municipio inciden en los restos de “Pamarsa”. Precisamente ahora, en que hay unos avances en la cristalización de tan importantes y anhelados proyectos, la criatura concebida para su desarrollo entra en fase de descomposición. Una lástima: de haber tenido fe –en la empresa, en sus recursos, en sus potencialidades– y de haber acreditado otra capacidad de gestión, podían haber enderezado el rumbo.
Empleábamos ya el término 'fracaso', tal como puede leerse en el enlace: cuando se opta por desembarazarse del problema y pasarlo a manos privadas –que otros resuelvan–, cabe hablar de fracaso. No vale decir que era el único remedio, el clavo ardiente, el único recurso al alcance. Había que demostrar que lo que se decía en otros tiempos, que la crítica acerba de entonces, debía contrastarse ahora con medidas ajustadas y consecuentes. Lo dicho: un fiasco.
A esta discrepancia, leal y sin insultos, y a aquella negativa de entonces unimos la alternativa: la creación de una empresa mixta que permita salvaguardar activos patrimoniales, proporcionar estabilidad a los trabajadores, cualificar la profesionalización y acometer actuaciones futuras con indudable interés general.
Las siguientes son las últimas frases de aquella intervención plenaria:

“Reconvertir “Pamarsa” en una empresa mixta es un objetivo al alcance. Aún se está a tiempo, independientemente de los apremios: si se ha obrado casi en tiempo récord para materializar las decisiones, se puede emplear la misma diligencia y sin excesivos gastos añadidos. Sólo se requiere humildad y voluntad política.”
El tiempo ha venido a darnos la razón. La cosa no ha funcionado bien; demasiados tumbos, muchas alteraciones, recelos crecientes, insatisfacción permanente, calidad de las prestaciones cuestionada, dotaciones y servicios infraexplotados... Y en estos días, los mismos -el mismo alcalde, los mismos grupos políticos- que entonces denostaban a la empresa, los que creían a pies juntillas en la privatización y presumían de haber resuelto un problema al Ayuntamiento “pues éste pasará de pagar e inyectar dinero a ingresar, que buena falta le hace”, los mismos que se la quitaban de encima y la condenaban, sumiéndola en una angustiosa incertidumbre, quieren resucitarla, no importa los costos que quizá nunca se conocerán con exactitud.
¡Qué paradoja, qué insólita paradoja!

Salvador García Llanos

P.S.- Pinchando en el siguiente vínculo (Ctrl+clic), para ampliar información, se puede acceder a un extracto del acta del pleno del 19 de noviembre de 2005.



https://sites.google.com/site/seriepamarsa/p/ARTÍCULOPAMARSA.doc?attredirects=0&d=1






jueves, 5 de enero de 2012

PATIO REVUELTO

Aunque parezca redundante, en épocas de déficit toica hablar de deuda. Ahora toca hacerlo de la deuda autonómica: los reajustes, de aquí, de allá y de todas partes, están haciendo que afloren todas las cuentas en rojo y todas las obligaciones que hay que asumir.
Valencia es el último caso. Las cifras que se van conociendo revelan, cuando menos, una gestión desastrosa. Eso sí que es derrochar o, si se prefiere, no administrar adecuadamente los recursos públicos. Claro, llega un momento en que la situación es insostenible y no hay para la nómina de los funcionarios o para cumplir con las farmacias, por poner un ejemplo.
Durante años se ha llamado histórica a la deuda autonómica. Y servía como arma política recurrente: si algo fallaba en territorio propio, la culpa era del Estado, que no paga o se ha retrasado. Ahora, cuando ha sido necesario conjugar el verbo recortar en todos sus modos y en todos sus tiempos, hay que encararla de otra manera. Hay que volver a replantearse el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas y establecer un apropiado mecanismo de control y fiscalización del gasto presupuestario, válido para todas las comunidades.
Valencia, según se ha sabido, es la comunidad más endeudada de España, casi el 20 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB). Todas, modulaciones políticas al margen, empiezan a sentirse asfixiadas pues faltan estímulos económicos para el crecimiento.
Patio revuelto, desde luego.

miércoles, 4 de enero de 2012

ABUSADORES

El colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha destacado días pasados que más del 71% de la evasión fiscal anual la cometen las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas de España.
O sea, la vida sigue igual. Evasores, defraudadores, abusadores, aprovechados... Incorregibles que son algunos, los más poderosos, pese a los estudios técnicos, los informes periodísticos y las investigaciones que contra sus prácticas se hagan. No basta con decir que va en los genes. Hay que decir que no hay derecho. Con lo que está sufriendo el personal, no hay derecho.
Algunas cifras para entender el alcance del problema: las medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal por parte de la Agencia Tributaria permitirán recuperar un total de 10.400 millones de euros durante 2011, un 3,6% sobre los 10.043 millones del ejercicio 2010, lo que representa cerca del 1% del PIB.
O sea, que no es para tirar voladores: los diez mil millones que se espera recaudar suponen dejar impune al 88,4% de la evasión fiscal anual. Como diría alguien: se siguen hinchando.
Esa impunidad en la evasión fiscal consolida, está claro, los comportamientos defraudatorios, tal es así que los índices de economía sumergida de nuestro país se han cuadruplicado entre 1980 y 2008, período en el que, según datos oficiales, el Producto Interior Bruto (PIB) se duplicó.
Con esos datos, fruto de prácticas consolidadas y resultantes de las más alambicadas ingenierías financieras, las autoridades competentes deben ser más ambiciosas en la lucha contra le evasión y el fraude fiscal. Lo dicen los técnicos: grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas son las que manejan ingentes volúmenes de capital que tratan de poner a buen recaudo y engrosar el poder de los mercados.
Igual se quejan de que haya un incremento de tributos o se les obligue a transparentar sus declaraciones.
Abusadores.

martes, 3 de enero de 2012

CREDIBILIDAD MENGUADA

Ahora se recuerda aquel debate de la campaña electoral entre los principales aspirantes. Sostuvimos entonces, en una red social 'on line' y en comentarios posteriores que Alfredo Pérez Rubalcaba había salido airoso, que había sobresalido en algunas fases y que había sido especialmente incisivo para tratar de arrancar al actual presidente del Gobierno algunas respuestas que realmente dieran a entender sus verdaderas intenciones en materias económico-financieras muy concretas. En su habitual estilo, Mariano Rajoy prefirió el ni si ni no sino todo lo contrario, de modo que se pudo percibir con claridad que o algo oculto había o no sabía realmente qué hacer ante aquel torbellino de dudas. Quienes vieron entonces en Rubalcaba a un periodista que interrogaba para intentar averigüar lo que realmente importaba, hoy tendrían que reconocer que, en todo caso, ofició con acierto.
El caso es que ni en programa ni en campaña electoral, y lo que es peor, tampoco en el discurso de investidura, el presidente Rajoy habló de las medidas que directamente afectan al bolsillo de los ciudadanos. Como la memoria es flaca, está muy bien que se tire de archivo para evidenciar cómo se está obrando en el sentido contrario del anunciado. El presidente reprochó a su antecesor que subiera impuestos en plena crisis y que no era justo que recayera sobre los mismos el grueso de las que ahora son calificadas por su ministro de Economía como "desagradables". El presidente añadiría meses después que no tenía intenciones de incrementar los tributos. Y el presidente -por cierto, ¿dónde sigue el presidente?- nada ha dicho de comparecer en sede parlamentaria -sí que lo hizo Rodríguez Zapatero- para explicar el alcance de las determinaciones de su Gobierno tomadas en las últimas horas del pasado año.
Total, que cabe preguntarse cómo llamarán a esto ahora quienes en su día se rasgaron las vestiduras porque el segundo de los presidentes socialistas de la democracia no empleara la palabra 'crisis' cuando ésta ya era un hecho constatable. ¿Lo llamarán engaño electoral o les parecerá muy fuerte y se quedarán en fraude? ¿O lo justificarán diciendo que era inevitable?
Gobierno que se estrena decidiendo lo contrario de lo que sus componentes predicaban tan sólo unas pocas semanas antes, Gobierno que empieza menguando su credibilidad.

lunes, 2 de enero de 2012

TRANCE SOCIALISTA

Es llamativo que el partido “estrepitosamente” derrotado en las urnas, afectado por una “significativa” debilidad política, siga ocupando la centralidad semanas después de aquel revés vaticinado por activa y por pasiva. El que en estos días se ponga en marcha su proceso interno con vistas al trigesimooctavo Congreso Federal del primer fin de semana de febrero; el que sean previsibles nuevas candidaturas a la secretaría general tras la anunciada por Alfredo Pérez Rubalcaba; el que circulen documentos que sirven para referenciar filosofías y posiciones; que se visualicen muy atinadas sus acciones iniciales de oposición y hasta que el nuevo gobierno -por cierto, ¿dónde está el presidente?- empiece a probar el impopular acíbar de sus primeras decisiones tan cargadas de contradicción con respecto a lo que se había anunciado hace pocas fechas -la tendenciosa capacidad de desmemoria de algunos del derechío es inagotable- sitúan al PSOE en una posición que, coyuntura electoral andaluza al margen, fortalece su responsabilidad futura y lo que ésta entraña de compromiso con la sociedad.

Cierto que los socialistas afrontaron históricamente trances delicados tras los que salieron airosos para superar relevos generacionales y hasta travesías del desierto; pero no desde la endeblez política derivada de las dos últimas convocatorias electorales, fruto de la corriente incontenible de la recesión, del castigo que inevitablemente propinan quienes directamente la padecen y de los errores propios. De ahí que más importancia tenga ahora la necesidad de acreditar la madurez que se le supone a una organización centenaria y a la que ha correspondido buena parte de la responsabilidad gubernamental en la España constitucional.

Sin perder de vista las cifras del pasado 20 de noviembre -con Rodríguez Zapatero en 2008 obtuvo cuatrocientos cincuenta y ocho mil votos más que los sumados por el PP en la última cita electoral; pero con cuatro millones trescientos quince mil menos que su propio registro de hace cuatro años, se ha quedado con la representación institucional en las cámaras más exigua-, la recuperación de espacios políticos y apoyos sociales para el PSOE pasa por un ejercicio, el de su Congreso Federal, que poco o nada tenga que ver con la transitoriedad o la provisionalidad. Al contrario, debe sentar bases para contrastar que da un salto en orden a una revisión de su rearme ideológico, de su funcionamiento, de sus ofertas programáticas y de las estrategias que sea capaz de elaborar para mantenrse en esa centralidad política tras su última derrota electoral.

O sea, que cualquier cosa menos inmovilismo o producir un debate público descabalado. Nada que temer al pluralismo de enfoques, a la diversidad de criterios, a la renovación ideológica. Las cosas no son imutables: la realidad obliga a una organización política a dar pasos que empiecen por robustecer sus propios fundamentos democráticos en un marco de respeto y tolerancia. Sabiendo que hay gente expectante, que hay una sociedad que aguarda decisiones que inspiren confianza. La pregunta ¿qué hacen o qué dicen los socialistas sobre tal cuestión?, en cualquier ámbito de este país, no es baladí.

Por eso, con un funcionamiento interno muy diferente al de los últimos tiempos, las premisas de renovación e integración son primordiales en este trance histórico del PSOE cuya reconquista del poder político es muy legítima pero siendo consciente de lo que significa para la sociedad y para la democracia española la realidad presente, necesitadas de algo más que afanes y mensajes electorales.

Por eso, esta vez, el día después, el día después del Congreso Federal tiene más importancia que nunca. Esa fecha, en la que hay que saber administrar la victoria, vertebrar la organización y cohesionarla, con generosidad y sin planteamientos excluyentes, tiene que ser la demostración palmaria de que el PSOE sigue siendo una sólida referencia social y política para un sistema que precisa de estímulos y de credibilidad. En fin, otro trance histórico.