lunes, 30 de noviembre de 2015

EL PRESIDENTE DEL FENÓMENO SOCIAL

Contagiaba su serenidad en las vísperas de aquel encuentro trascendental para conservar la categoría. Fuera, en el exterior del hotel, los seguidores del Deportivo de La Coruña hacían sonar sus claxons, sus pitos y sus tambores con tal de distorsionar la concentración de los jugadores del Tenerife e impedir el necesario descanso. En la expedición tinerfeña los rostros delataban preocupación, sin angustias, de modo que alguien aún se permitía bromear en la cena y en el almuerzo temprano del propio día del partido.
        Y allí estaba Javier Pérez, presidente del club, rumiando en su interior la importancia que tenía seguir en Primera división. Gesto adusto, mirada escrutadora, expresión afable, el respeto a la seriedad que inspira la figura del médico… El Tenerife se predisponía a librar el segundo partido de la promoción en Riazor después de un mal encuentro y de un empate inquietante en la ida. Hasta la capital gallega acudimos para acompañar como comentaristas a José Manuel Pitti en la transmisión de Televisión Española. Pepe Segura era el único político de las islas que estaba presente en la convocatoria. En la tribuna, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne. Ambiente de gala desde la Torre de Hércules, con el paso de los años declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La transmisión no comenzó bien: problemas en la línea/sonido de retorno. Pero un gol de Eduardo Ramos, de cabeza, pareció balsámico en todos los sentidos: en la recuperación de la señal de audio y en el control de juego por parte del Tenerife, en medio de una notable pobreza creativa y de escasas ocasiones. El gol sería determinante en la suerte promocional. Cuando termina la incertidumbre y Fraga abandona el estadio, vemos desde la tribuna los gestos de contento de Azkargorta y de Justo Gilberto. A Pérez también se le percibe dichoso. Pitti bromea, por vía interior, con Paco Álvarez junior y Cristina Alcaine: hacen sonidos bucales que emulan el himno del Tenerife. La alegría se desbordaba por minutos. El gozo albiazul (por los colores tinerfeños) era una especie de liberación. Seguían en el primer estrato del fútbol nacional.
        El doctor Javier Pérez Pérez, natural de La Palma, médico especialista, profesor de la facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna, había accedido a la presidencia del Club Deportivo en junio de 1986. Sucede a José López Gómez, sin necesidad de elecciones pues la que encabezaba era la única candidatura presentada. El equipo se desesperaba en Segunda ‘B’ y con una situación económica muy delicada pues la deuda rondaba los trescientos cincuenta millones de pesetas. El ascenso a Segunda división llega un año más tarde. Dos después, tras una memorable promoción con el Real Betis Balompié, sube a lo más alto al cabo de veintiocho años. El presidente ya es talismán: era una meteórica trayectoria la suya como dirigente deportivo. Es la etapa dorada del club albiazul, coronada con su participación en competiciones europeas.
        A Pérez le conocimos en el tramo final de nuestra andadura en Radio Popular de Tenerife (COPE), donde -entre otras cosas- hicimos ‘Radio Deportes’ durante siete años ininterrumpidos. Pérez llegó a los estudios, antes de entrar al locutorio, con ganas de explicar que tenía ganas de producir un cambio en el Tenerife. Guardaba las mejores intenciones. “Soy un palmero que ama sin reservas este club que merece estar más arriba”, fue su definición, a la que correspondió con creces ulteriormente. Se rodeó de gente con ganas. Sabía que, para crecer, era indispensable. Y fue amasando un mensaje de unidad, en otras palabras, una idea que hacer propia, con la que se identificaran los tinerfeños. Lo logró, vaya que sí, aunque terminó quemándose como tantos dirigentes de acá y de acullá, porque sin goles no hay correspondencia ni gratitud. El fenómeno social -como nunca antes se había experimentado en el fútbol insular- se fue desmoronando. Los críticos de Pérez, con su obra y gestión, acaso esgriman ese argumento: no supo retirarse en el momento apropiado, aunque si lo hubiera hecho -la oportunidad es siempre una apreciación muy subjetiva-, es probable que esos mismos se lo hubieran reprochado. A fin de cuentas, de la gloria a lo contrario, hay muy pocos pasos.
Claro que en la historia siempre quedarán las dos Ligas arrebatadas al Real Madrid en la última jornada; los dos quintos lugares en la clasificación que posibilitaron participar en la Copa de la UEFA, de la que fue semifinalista en una ocasión; igual condición en una Copa del Rey. Hasta culminar en 1997, cuando el Tenerife llegó a ocupar la decimoquinta plaza del ‘ranking’ FIFA. Algunas veces, cuando coincidíamos en aeropuertos o en el estadio, además de desearnos suerte en los respectivos cometidos, nos preguntaba por qué había abandonado el ejercicio del periodismo deportivo cuando estaba probado que era bastante menos ingrato que la política. “Es sangre que corre por las venas”, dijimos en una de aquéllas. “Como la tuya que has dedicado al Tenerife”, añadimos.
Después de casi diecisiete años al frente de la entidad, Javier Pérez dejó de ser presidente. Fue en diciembre de 2002. Víctor Pérez Ascanio -a la postre, presidente- y Francisco Cabrera unieron sus candidaturas en el proceso electoral convocado. Pérez resultó derrotado y abandonó el consejo. Era ya el decimonoveno presidente en la historia del club.
Este rinde ahora tributo a su memoria, una iniciativa que no solo propicia un reconocimiento a su tarea sino que salda algo que parecía pendiente. Pérez llegó al Tenerife para engrandecerlo. Quienes conocimos de aquellos inicios, ahora, con el paso del tiempo, hemos comprobado que el presidente doctor, su afán emprendedor, no se detuvo ni en los momentos más adversos, de ahí que este homenaje, cuando el equipo, deportivamente, se debate en la actualidad en la zona inquietante, resulte todo un estímulo para reivindicar el sentimiento y aquella iniciativa suya de unirse y hacer propio el sueño de progresar hasta donde se pueda llegar.

Con realismo, eso sí, que el fútbol no está para aventuras.

domingo, 29 de noviembre de 2015

LEALTAD Y RESISTENCIA DE JUAN SÁNCHEZ 'QUINTANA'

La noticia del fallecimiento de Juan Antonio Sánchez Henríquez (a quien todos conocíamos por Juan Quintana) sacudió el desayuno del domingo. Es curioso, suele ocurrir: sabíamos de su enfermedad (él tampoco la ocultaba en sus confesiones, siempre tan reflexivas) y de la evolución del proceso; pero nos cuesta aceptar que va a llegar un final inevitable, sobre todo para personas que entrañan la bonhomía de Juan. Cuando se recibe la noticia, se produce en el interior algo más que un rasguño: es un dolor desgarrado, que se extiende, sí, silenciosamente. Y con pena, con profunda pena.
         Desde el cumplimiento del servicio militar, a mediados de los años setenta del pasado siglo, ya nos relacionábamos con quien encontraba tiempo para todo: a sus deberes con el Ejército unía la dedicación a tareas directivas en el San Luis, de Taco, el equipo de sus amores, junto al Club Deportivo Tenerife. Juan, siempre discreto y sin afán de notoriedad, se sumó activamente luego a la causa del cambio que impulsamos para el fútbol regional y sus estructuras federativas. Siempre recordábamos ese episodio del “grupo de Tacoronte”, un conjunto de directivos de equipos de todas las categorías que se reunía habitualmente en esta localidad con el noble propósito de acabar con el inmovilismo y otros vicios, así como de lograr que la importancia de ese fútbol se correspondiera activamente con la dimensión social que entonces había cobrado en el ámbito territorial.
         Una tarde, víspera de un pleno federativo en el que habían sido incluidas unas cuantas propuestas, Sánchez llegó con un mensaje lacónico, entre resignación y entereza:
         -¡A este grupo le van a dar más leña! Pero no hay que rendirse ahora. Lo que se haga ahora será sembrar para el futuro…
          Mucha razón le asistía. Luego, hizo algo más que coquetear con el periodismo deportivo. Escribía bien, tenía criterio. Y se hizo con un espacio propio en esta parcela de la profesión que, entonces, a duras penas, se vertebraba con el fin de que fuera reconocido el trabajo de tantas personas que se esmeraban en buscar resultados, encontrar fotos y cubrir disciplinas minoritarias. Mediados los ochenta, cuando ejercíamos en nuestra primera etapa municipal, nos reunimos para traspasar formalmente los trastos de aquella extinta Unión de Periodistas Deportivos de España (UPDE). La delegación provincial que presidíamos pasó a ser ocupada, sin traumas de ningún tipo, por Juan Sánchez Henríquez y un equipo de entusiastas profesionales que habría de fraguar el salto a la Asociación de Prensa Deportiva de Tenerife (APDT) que se consolidó en pocos años con un sello imborrable: la preparación y ejecución de la Gala de Elección de los Mejores Deportistas tinerfeños, primero en el antiguo Casino Taoro y luego en otros escenarios.
         Fue también directivo del Club Deportivo Tenerife. Ejerció como delegado del club en numerosos desplazamientos. Pero Sánchez ya sentía la llamada para dedicarse de lleno al periodismo deportivo. Se incorporó a El Día, sin perder para nada la conexión con su Jornada del alma. Y en sus páginas se notaba el enfoque serio y riguroso que imprimía celosamente sin renunciar al espíritu crítico que le caracterizaba. Vivió de cerca la época dorada de la entidad, como un tinerfeño más, pero con un criterio profesional por encima de todo.

         Ni las redes sociales se le resistieron cuando, ya jubilado, empezó a seguir los acontecimientos a cierta distancia. Dotado de cierta ironía, lanzaba mensajes desde su muro y relataba episodios que no necesariamente tenían relación con el deporte. Mantuvo la entereza, aún consciente de su enfermedad. En ese sentido, fue admirable su capacidad para sobrellevarla. No se apagaron ni su espíritu ni sus ganas. Hasta el último momento, Quintana hizo gala de sus cualidades. Entre ellas, la lealtad y la resistencia.

viernes, 27 de noviembre de 2015

SENSIBILIDAD CON LOMO NIEVES

Lomo Nieves, el último -¿el último?- baluarte del patrimonio portuense por el que luchar y sensibilizarse. En las redes sociales ya circulan peticiones de adhesión a su defensa y restauración… antes de que se derrumbe. Además, el presidente de la asociación Wolfgang Köhler, Melchor Hernández Castilla, siempre atento, ya ha hecho llegar al área de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife su mensaje: adoptar medidas antes de que sea demasiado tarde y se pierda este símbolo de la ciudad.
         El templete de Lomo Nieves domina, en efecto, un sector de la parte alta de la ciudad. Su construcción data del siglo XIX. Su deterioro, como consecuencia del palpable abandono, es significativo como puede comprobarse desde cualquier ángulo que sea fotografiado. El problema estriba -al menos esa fue la causa que frenó la iniciativa de propiciar una solución cuando ocupábamos la alcaldía (1999-2003)- en que el templete se encuentra en propiedad privada que, a su vez, entonces, se hallaba dispersa y en contencioso interno. Es probable que prevalezcan tales circunstancias. La edificación está incluida en el catálogo del denominado Conjunto Histórico del Puerto de la Cruz.
         La erosión ha hecho estragos en los pilares del templete así como en la plataforma sobre la que está erigido. El paso del tiempo y los agentes meteorológicos han desgastado al máximo la estructura enladrillada hasta el punto de haber dañado seriamente el grosor original, de modo que ello entraña los riesgos de desplome en cualquier momento. La pérdida, por supuesto, sería difícilmente reparable.
         El caso es que ya está dada la voz de alarma. Otra cosa será la respuesta de las instituciones y la sensibilidad popular. Está relativamente reciente el caso de la remodelación del paseo San Telmo, una de las pocas cosas del patrimonio local por la que se movilizó una parte de la sociedad portuense que se oponía a su realización en los términos proyectados. Sirvió de poco pero no puede negarse que al menos hubo una reacción al trágala y a la imposición.
         Veremos  hasta dónde suena la alarma. Hernández Castilla, en su petición al Cabildo, es tajante: "Como no se prevé ninguna actuación por parte del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ni de los actuales propietarios, solicitamos a Patrimonio Histórico del Cabildo que aplique los artículos 48.1 y 53.3 de la ley 4/1999 de Patrimonio Histórico de Canarias -detalla-, que establecen que los cabildos insulares deberán adoptar medidas cautelares en caso de urgencia, a efectos de evitar la destrucción o deterioro de los bienes integrantes del patrimonio histórico, y que la administración competente también podrá realizar de modo directo las obras necesarias, si así lo requiere la más eficaz conservación de los bienes".
         Lo esencial es, en definitiva, que los portuenses defiendan lo suyo, sus señas de identidad, sus monumentos, sus símbolos. Ahora tienen otra excelente ocasión para hacerlo y demostrarlo.

jueves, 26 de noviembre de 2015

REIVINDICACIÓN EN MARCHA



Bien, pues ya tenemos otra reivindicación en marcha: la segunda pista del aeropuerto Sur-Reina Sofía. El asunto va en serio tras verse contrastada la necesidad con un incidente registrado días pasados, cuando un reventón en el tren de aterrizaje de un avión obligó a cerrar el aeropuerto durante unas cuatro horas, tiempo en el que menudearon los desvíos y los consiguientes trastornos.
Los alcaldes del sur tinerfeño se han posicionado de forma clara y unánime: es la hora de exigir la segunda pista, han condensado en un mensaje que ya debe estar sonando en administraciones competentes y en los partidos políticos que esperan estar representados en el Congreso y en el Senado tras el próximo 20 de diciembre. A ver cómo se las ingenian porque no creemos que estuviera en el guión programático de forma concreta.
Quieren los ediles un calendario de inversiones y una cronología temporal y argumentan, como podía esperarse, que la infraestructura es vital para la comarca y para la isla. La reivindicación no es nueva: casi -o sin casi- desde la inauguración ya se hablaba de lo importante que sería contar con esa segunda pista para superar contingencias. El crecimiento y el desarrollo imparable de la zona, así como la conectividad internacional asegurada sin ni siquiera límites horarios, hicieron que la demanda no cobrase virulencia. Estaba ahí, cierto, como aparcada, a la espera de ser aireada.
Ahora es AENA la receptora de la demanda. Seguro que tendrá en cuenta que la nueva pista no dependerá de si es más o menos álgida la demanda sino de la operatividad y de la seguridad. Largo camino se avecina, entre prioridades y disponibilidades presupuestarias. Antes, los acuerdos institucionales y las adhesiones de agentes sociales para certificar que se trata de un hecho apremiante. No faltarán los debates internos sobre preferencias, apetencias y demás factores. Pero sobre los perjuicios, no resta razón a los alcaldes -en sintonía al margen de signos políticos- cuando convergen en que pueden ser notorios.
Lo dicho: reivindicación en marcha.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

CONSECUENCIAS PREOCUPANTES



Hay que empezar a estar atentos a las consecuencias de los sucesos de París y Bruselas -sin olvidarnos de los golpes terroristas en otros países, como Mali, o en ciudades de Oriente medio- en las tendencias y la evolución de los mercados turísticos. Van sucediéndose las informaciones sobre repercusiones inmediatas y previsiones a corto plazo.
Hay razones para la preocupación, a primera vista de los primeros datos. Una empresa de estudios de mercado, Forward Keys, ha dado a conocer que tras los atentados del pasado viernes 13, todas las reservas con destino a la capital francesa reflejan una caída interanual del 27%. Antes de los sucesos -según las mismas fuentes- las reservas para viajar hasta París en fechas navideñas sólo registraban un descenso del 2%.
El impacto, por tanto, es considerable. Tanto, que algún titular periodístico es significativo: “El miedo no viaja”. En efecto, la demanda para visitar la capital francesa disminuyó notoriamente durante la semana siguiente. Y atención también a estos otros datos que confirmarían el titular citado: los países donde más cayeron las reservas, tras los atentados, fueron España (-113%), China (-131%), Italia (-115%) y Brasil, con el mismo porcentaje que el país trasalpino.
El análisis de los datos aportado por la citada empresa muestra que las cancelaciones, tras los sucesos, fueron “de último minuto respecto a planes de viaje inmediatos, sobre todo entre viajeros de negocios”. La evolución de las tendencias de reservas, por ahora, no se recupera. Esto es lo inquietante. Como también lo es el descenso de un 50% en la clientela de restauración y de un 22% en la ocupación hotelera.
Lo dicho: las consecuencias de esa guerra, que tiene indicios de prolongarse o abrirse en cualquier punto, repercuten en un sector fundamental de la economía productiva. Preocupante.

martes, 24 de noviembre de 2015

FASCINACIÓN INAPROPIADA

Había que estar allí, "en el lugar de los hechos", y hasta allí se apresuraron, pareciera tonto el que no llegue. Noticias de alcance -aunque luego no eran tales-, pluriconexiones de vértigo, recapitulaciones, titulares -siquiera apresurados y con algún error ortográfico-, testimonios temblorosos e impactados y mensajes o faldones a pie de pantalla… Siempre tendremos París, con sus imágenes reales y realistas, con su balance de horror… y con su espectáculo mediático. Que haberlo, hubo.
         ¿Cómo, si no, calificar el selfie de Carlos Herrera, con gesto incluido, ante los ramos de flores amontonados en las cercanías de Bataclán? ¿Cómo, si no, criticar el empecinamiento narrativo de Ana Rosa Quintana interrumpiendo un minuto de silencio? ¿Cómo, si no, describir el atuendo de Antonio García Ferreras para trasladar los impactos de los proyectiles y los restos, aún apreciables, de la sangre derramada? Ciertamente, no faltaba nada "desde el lugar de los hechos". Cuando se enseñaba que el periodista o el informador no era noticia, que lo relevante eran los acontecimientos de los que había que informar, aquella gráfica se hubiera conservado -todo lo más- para un reportaje de aniversario o un libro de memorias; aquella interrupción hubiera merecido la reprimenda sin paliativos de un jefe mientras que el relato, pese al soporte audiovisual y la vestimenta ‘ad hoc’, habría de correr suerte parecida.
         Se dirá que andaban en la carrera por la audiencia y hasta habrá quien hable de la competencia en la vorágine del realismo natural, del riguroso directo y de los adelantos tecnológicos. Sin elevar más el listón crítico: fueron corresponsales de guerra por un día. Mejor: por unas horas. A fin de cuentas, el presidente Hollande iba a proclamar ese estado con la solemnidad política que exigía lo ocurrido. Estaban allí, querían contarlo, era su deber. Pero no pudieron contener sus afanes de visualización, por decirlo de forma benevolente, y cedieron al sensacionalismo. Queriendo -o sin querer- montaron el ‘show’, cultivaron el morbo sacrificando la información y contribuyeron al espectáculo que debieron haber evitado.
         El periodista y escritor mexicano Diego Petersen Farah les hubiera dado la bienvenida hace cinco años, cuando escribió que “lo importante no es la veracidad de los hechos sino la capacidad de sorprendernos más veces en menos tiempo”. Es como si banalizar la información fuera moneda corriente, incluso irrespetando los instantes de silencio en memoria de las víctimas, porque lo importante es aparecer junto a las flores o los charcos de sangre. Con razón decía Petersen que el periodismo está siendo víctima de sus propios medios. Una cosa es que haya que estar donde se produce la noticia -para una información más completa y más directa, se supone- y otra muy distinta convertirse en un elemento del espectáculo que se va forjando -incluso con una difícilmente eludible carga emocional y hasta riesgosa- con tal de salir antes o hacerlo de forma tal que vale cualquier recurso, incluida la audacia, para acreditar la competitividad, que no la profesionalidad.

         “A los periodistas de hoy nos está aniquilando la fascinación por la imagen propia”, concluyó el autor mexicano. Cuánta razón.   

lunes, 23 de noviembre de 2015

RENTABILIDAD CRECIENTE, PERO...

La patronal turística Exceltur  ha publicitado datos relativos a la pasada temporada veraniega que reflejan, en el caso de Canarias, índices de crecimiento de rentabilidad superiores al diez por ciento en cuatro de sus principales destinos turísticos: Adeje y Puerto de la Cruz, en Tenerife; San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) y Tías (Lanzarote). El informe de Exceltur  acaso pone de relieve que la temporada fue inmejorable: en su análisis de una centena de destinos urbanos y vacacionales, se refleja que  el incremento de ingresos trae causa de la recuperación del mercado nacional, de los nuevos episodios de incertidumbre e inestabilidad geopolítica en algunos países competidores y del impulso en algunos mercados derivado de la depreciación del euro frente a la libra y el dólar.
         La patronal turística señala que los citados crecimientos de rentabilidad, calculados a partir del indicador de ingresos medios por habitación (lo que se conoce como RevPar), ha propiciado incluso la creación de empleo, quizás no en la proporción esperada, según las centrales sindicales con implantación en el sector. En cualquier caso, la recuperación de tarifas ha sido determinante de ese hecho positivo. Sorprende gratamente, en cierto modo, el comportamiento del Puerto de la Cruz que, pese a registrar algunos indicadores muy desfavorables en la relación oferta/precio, ha visto crecer su RevPar en un 15,4 por ciento, exactamente lo mismo que Adeje. Para Exceltur, por cierto, las iniciativas en rehabilitación de instalaciones hoteleras y las inversiones en la regeneración del destino, han influido decisivamente en esos buenos números portuenses.
         En lo que concierne al empleo, los datos del informe empresarial revelan que la afluencia turística veraniega hizo que las plantillas de San Bartolomé de Tirajana tuvieran una subida media del 6,2 por ciento, seguida de Teguise (Lanzarote), con una décima menos. Adeje se queda en un 3,2 y el Puerto de la Cruz no supera el 1 por ciento. En total, en los cincuenta y un destinos procesados, el informe habla de diez mil ciento cincuenta y cinco nuevos puestos de trabajo a cierre de septiembre respecto al mismo período de 2014.
         Llama también la atención el caso de Santa Cruz de Tenerife, la capital de provincia costera que mayor rentabilidad hotelera experimentó el pasado verano, con un aumento del 36,7 por ciento, por delante de Santander, Valencia y Barcelona. En la capital tinerfeña, las plantillas medias de establecimientos alojativos crecieron un 3,8 por ciento. Ambos registros invitan a una reflexión, sin triunfalismos, sobre las potencialidades santacruceras como destino turístico.
         El tirón del mercado español durante los fines de semana vacacionales, el buen comportamiento del viajero de negocios y el recobrado auge de la actividad de congresos, incentivos y convenciones son factores apreciados por Exceltur  a la hora de explicar estos datos tan positivos pero que deben ser contabilizados e interpretados con cautela, a la vista de coyunturas internacionales, teñidas, como antes dijimos, de incertidumbres. Ni siquiera el alza de las tarifas -un promedio del 9,2 por ciento, según la misma fuente-, inducido por el reposicionamiento de algunos establecimientos y la aludida inestabilidad de los competidores, debe deslumbrar, pese a que, en términos globales, en el verano de 2015, los precios de los hoteles de costa se han situado un 25,1% por encima de los registrados en los mismos meses de 2008.
         En todo caso, es en tiempos de bonanza cuando procede hacer los análisis correspondientes para interpretar adecuadamente los porcentajes de mejora y rentabilidad. Porque hay que seguir trayendo clientes…

viernes, 20 de noviembre de 2015

EVITAR LA CIUDAD DORMITORIO

Según el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Cristóbal de la Rosa, los turistas que se alojan en el Puerto de la Cruz son los que más recorren la isla. En 2014, el destino recibió más de setecientos mil turistas.  Los datos, en efecto, son llamativos: más del setenta por ciento de quienes fijan su estancia vacacional en la ciudad visitan otros puntos de la geografía insular. Y un cincuenta y dos por ciento se acerca a la capital. Añade el viceconsejero que el Puerto es el origen del mayor número de excursionistas. Y completa su repaso significando que es la tercera excursión preferida por los turistas que visitan Tenerife, la segunda en el caso de alemanes y británicos.
         Los porcentajes confirman, en el fondo, un antiguo problema de vez en cuando debatido: ¿cómo lograr que los visitantes permanezcan más tiempo en la ciudad? No se trata de acaparar en exclusiva pero organizaciones empresariales y agentes sociales se han quejado en el pasado de que en el Puerto se queda un margen de rentabilidad casi mínimo; en otras palabras, el turista gasta más en excursiones y atracciones fuera de la ciudad, donde duerme y desayuna, preferentemente. Restauración, comercio y ocio, en sus variables, son los sectores que pugnan para captar clientela y contribuir al crecimiento de la economía productiva. Teniendo en cuenta la reducción de la oferta alojativa de los últimos años (más de diez camas, dato no desmentido), el esfuerzo ha sido y es considerable.
         No está probado científicamente pero quizá por ello se ha acentuado la demanda de una parte de la sociedad portuense para atraer los contingentes del mercado turístico de cruceros y ferries y así dar un sentido -pedestre o simple, si se quiere- a la reivindicación de una infraestructura marítimo-portuaria en condiciones. Pero no hay que fraguar ilusiones vanas: el grueso de los clientes seguirá llegando en avión, luego hay que procurar que los aeropuertos -especialmente, el más cercano- estén en las mejores condiciones y que la conectividad aérea, mediante la operabilidad de las compañías, se enriquezca de forma sostenida.
         El caso es que, respetando los modos de hacer turismo de quienes escogen el Puerto de la Cruz, por consiguiente sin mermar la libertad de movimientos, el objetivo es que la ciudad brinde y cualifique su oferta interior, en todos los órdenes, para que los clientes se sientan a gusto, encuentren lo que buscan y disfruten con lo que está a su alcance. De los datos registrados, se desprende una tendencia que los responsables de los sectores público y privado en el ámbito local deben tener muy en cuenta: desplazarse y descubrir opciones en otras coordenadas, aunque estén próximas y el desplazamiento resulte más o menos cómodo, es accesible y a poco que estén bien promocionadas, hasta casi resulta tan atractivo como quedarse en el destino que se ha preferido para alojarse mientras se esté en la isla.
         No es una invitación a la endogamia, a creer que la oferta turística empieza y acaba en el Puerto. No. Sí es un emplazamiento a mejorarla, a potenciarla, a innovarla, a cuidarla, a hacerla sostenible. Lo mejor es que hay elementos propios para hacerlo. Solo faltan voluntad, imaginación y aplicación eficaz (con planes e instrumentos al alcance) para lograrlo.
         Si no, será una ciudad de paso. Como que alguien la denominó en el pasado ‘ciudad dormitorio’. 


jueves, 19 de noviembre de 2015

LAS PERDICES SON PARA ESCAPAR

No se sabe si habrán comido perdices pero aún quedan, en cálculos del candidato socialista al Congreso por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Francisco Hernández Spínola, siete mil setenta y tres millones de euros que el Estado debe abonar a la Comunidad Autónoma. Las perdices, para entendernos, a cuenta del acuerdo alcanzado esta misma semana entre los Gobiernos de la nación y autonómico para suprimir la compensación que el segundo debe abonar referida al montante del Impuesto General de Tráfico de Empresas (IGTE). En total, ciento noventa y tres millones de euros.
         Por eso, el final feliz del cuento es relativo, sobre todo, si se da por bueno el montante de ese cálculo que hace el dirigente socialista que tiene por norma ser certero y riguroso. Esos más de siete mil millones de euros son muchos, claro; tantos como para indicar lo insatisfactorio del citado acuerdo como para barruntar una ardua negociación entre el Estado y Canarias a lo largo de los próximos años hasta que las demandas autonómicas se vean plenamente atendidas. Largo lo fiáis…
         El caso es que si el acuerdo logrado se presenta como una prueba de que las cosas han cambiado en la relación Madrid-Canarias, no es menos cierto que los incumplimientos de lo reflejado en previsiones y acuerdos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en el período 2012-16; de lo previsible en inversiones como ingresos estatales en la interpretación de lo dispuesto en la Ley de Régimen Económico Fiscal (REF) de 1991; de lo establecido en esta norma revisada en 1994 para financiar un Plan de infraestructuras con el cincuenta por ciento de la recaudación líquida del propio IGTE y del volumen de déficit anual de financiación autonómica, no es menos cierto, decíamos, que el acuerdo no es para lanzar voladores. Está bien: las arcas autonómicas necesitan el ingreso (a razón de casi treinta  y cuatro millones de euros mensuales a partir del 1 de enero de 2017, como liquidación del período 1993-2007) y quienes encontraron la fórmula para aliviar tensiones y avanzar un nuevo modo de relacionarse políticamente, dan pábulo a un contento que les viene de perlas en proximidades electorales.
         Pero todo da a entender que se sigue lejos de la plenitud (de ahí que Hernández Spínola hable de “maltrato, desconsideración y agravio”, en la praxis gubernamental de los últimos años) y que todavía existe mucho que convenir y transar. Lo suficiente, vamos, como para seguir entretenidos, con socorridos lamentos y recurrentes reivindicaciones, sea cual el escenario que surja de la cita con las urnas del próximo 20 de diciembre,  justo dentro de un mes.

         Está claro, además, que las perdices no llenan. Son para escapar.

martes, 17 de noviembre de 2015

EL SILENCIO COMO REGALO

Alejandro Togores Sosa (Santa Cruz de Tenerife, 1945) agradeció públicamente a Martín Chirino el silencio que le ha obsequiado cada vez que le fotografiaba en su taller, en plena faena. Tuvo que ser un silencio elocuente, de los que se graba para siempre, de los que jamás se olvidan. Lo dijo Togores en el curso del acto de apertura, en el Parlamento de Canarias, de una exposición fotográfica sobre un artista canario universal, Martín Chirino. Y en el silencio brotó la fábula, que descubrió a lo largo de casi dos décadas de seguimiento constante, plasmado en la colección de instantáneas que forma parte del programa de la decimotercera edición de Fotonoviembre, promovida por el Cabildo tinerfeño y su Centro de Fotografía Isla de Tenerife-Tenerife Espacio de las Artes (TEA). Si antes, en un excelente documental, Togores recorrió los pliegues del “escultor del hierro”, ahora deja sello fotográfico de un lúcido y brillante quehacer artístico. Un recorrido iniciado en 1971 y que llega hasta nuestros días. Alejandro Togores, periodista, artista plástico, director de documentales y miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias de Televisión, trabajó muchos años en Televisión Española, donde vivió los avances y las transformaciones tecnológicas, siempre con ganas de aprender y de aportar un acento diferente, una visión crítica y esmerada de cualquier acontecimiento que habría de cubrir. Heredó esos afanes de su padre, a quien conocimos y tratamos en alguno de sus saltos atlánticos, cuando nos dedicó 7 vertientes para el discurrir filosófico, uno de sus libros publicado en Venezuela. Siempre explorando, incursionando más allá de los convencionalismos y de los corsés del medio, queriendo hacer cosas nuevas y originales, creó ALOE, el Aula Libre de Orientalismo y Ecología, una asociación cultural sin fines lucrativos en la que incluye su gran sueño de una suerte de museo de la imagen y de la Comunicación Audiovisual. Togores, interesado desde comienzos de su trayectoria en el lenguaje visual, alcanza en esta colección lo que se propuso: crear un clima emocional y de pensamiento apto para adentrarse en las interioridades del hierro que fluye por las manos de Chirino hasta materializar las ideas que quiso realizar. De modo que el silencio regalado por el artista ha sido el mejor aliado que -en este caso- el fotógrafo encontró para inmortalizar su paciente y creativa interpretación. No se detuvo a escribir cuentos en verso, como en la rumba, sino que inspiró el grito callado de la manifestación escultórica, haciendo buenas las palabras de Octavio Paz: “Desembocamos al silencio, en donde los silencios enmudecen”. Es todo un tributo a quien considera que “en el arte lo que importa es el no yo”, sabia definición del propio Chirino.

sábado, 14 de noviembre de 2015

EL CONSORCIO Y SUS CUITAS

No debe haber muchos antecedentes en la política española. Que un ministro visite una localidad para afear la conducta de responsables públicos de instituciones y advierta que con las cuentas de un Consorcio no se juega y si hubiera que restituir cantidades ya gastadas pues habrá que atenerse a las consecuencias, es bastante infrecuente. Estamos acostumbrados a que los ministros, cuando menos, vengan a entregar alguna distinción, a pregonar una fiesta o hacer a algún anuncio beneficioso, de modo que en la reciente estancia del  ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, lo que ha quedado es la impresión de que en su departamento andan mosqueados y suspicaces con las cuentas del Consorcio de Rehabilitación Turística del Puerto de la Cruz, en el que participan, además del ministerio, el Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz.
            Sería bueno precisar que, antes de la devolución de cantidades ya invertidas, se debe hablar de acreditación o justificación de las actuaciones ejecutadas, especialmente las referidas a facturas de los años 2012 y 2013, que desde entonces anda el Consorcio en funcionamiento, alterado y discontinuo si se quiere, pero desde entonces, de aquel Horizonte 2020, si la memoria no es infiel. Fuentes del organismo aseguran que se han mantenido reuniones al respecto y que el pasado 29 de octubre fue remitida al ministerio la documentación complementaria requerida.
            Entonces, cabe pensar que el ministro Soria, siempre bien informado, debía desconocer algunos extremos de lo que se ha venido tratando al respecto. En caso contrario, y para corroborar que anda siempre bien informado, ha lanzado un nuevo aviso a navegantes no solo para esclarecer contabilidades sino para determinar responsabilidades o poner en evidencia que una cosa es pedir al Estado o a Madrid y otra no estar a la altura de exigencias cuando de fondos públicos se trata.
            Por si acaso, el consejero de Turismo del Cabildo Insular, Alberto Bernabé, ya ha esgrimido argumentos de defensa -la documentación requerida ya está en poder de la Administración General del Estado- y ha expresado su rechazo a que el ministro insinúe la pretensión del Consorcio de encontrar un trato de favor para justificar la aportación prevista.  Llega más lejos  Bernabé: escasa voluntad ministerial de apoyar al Consorcio, pese a lo cual, el Cabildo seguirá apoyando a éste.
            El caso es que tantos contratiempos, propiciados o indirectos, empiezan a mermar la confianza en esta fórmula que, dotada con recursos financieros, era, o es, la última gran oportunidad para la revitalización del Puerto de la Cruz como destino turístico. Cómo se empieza a acusar los efectos de la ausencia temporal de su gerente, Fernando Senante, un profesional celoso con su trabajo y comprometido en ese objetivo principal de sacar al destino de su decadencia. Quienes no creían en el Consorcio y en el mismo gerente, estarán comprobando que hay cosas en las que es necesario invertir dedicación, habilidad y seguimiento, mucho seguimiento. Ya resultó difícil persuadir a empresarios inmovilistas y escépticos que empezaron a creerse que esto iba en serio, hasta que se olvidaron y relegaron el asunto a una discordia más de políticos de distinto signo, del mismo o aliados. A ver cómo recuperan la fe.
            Porque, salvo milagro de conjunción y cuadratura de cuentas, las dudas van a seguir. Tendrá que saberse, por ejemplo, las obras imposibilitadas de ejecutarse. O cuál fue el alcance -ya lo escribimos- de aquellas otras para las que el Consorcio no fue concebido.

            El caso es que, con estos considerandos, ni siquiera luce lo ya realizado. O lo que es igual, modernización y mejora, y otros planes, continúan como asignaturas pendientes.

martes, 10 de noviembre de 2015

MELECIO, MEMORIALISTA

Convenimos, eso parece, que hay que superar la amenaza del olvido inevitable, tan latente en cualquier manifestación de la experiencia humana.  Cuando la gestora cultural y escritora madrileña, Bárbara Palomares Sánchez, señala que “el espacio de la memoria permanece atrapado en los rincones de nuestro silencio, de nuestra soledad, sin que el olvido pueda desdibujar para siempre los recuerdos que, de manera inexplicable, perduran aferrados en sus calles, en sus casas, en sus aromas, en sus escondites, en sus miradas, en sus vacíos… y, en ocasiones, en la nada…”, está dando a entender la importancia de cultivarla: la memoria, la capacidad para recordar, almacenar y construir. La historia, la iconografía, las voces y los sonidos, las imágenes fotografiadas o filmadas, e incluso la tradición oral -tan valiosa entre los canarios para conocer y entender muchas cosas- alimentan un cierto sabor inconfundible de la memoria.
         Hay que agradecer a las personas que la conservan esa facultad, su retentiva, especialmente cuando, por razones fáciles de colegir, la memoria fue condenada o relegada o cuando, sencillamente, no se quería que existiera; o cuando, a diferencias de los tiempos actuales, no había recursos ni medios técnicos para ponderarla como es menester. “Somos un pueblo sin memoria”, hemos dicho en numerosas ocasiones para reprochar alguna omisión o alguna falta de reconocimiento. “Un pueblo sin memoria es un país sin futuro”, escribió en uno de los accesos al Estadio Nacional de Santiago de Chile una corporación de ex presos políticos que padeció allí mismo los horrores de la dictadura derivada del golpe de Estado de Pinochet. Para que nadie olvidara.
         Pues bien, la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias va a distinguir esta noche, en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), a Melecio Hernández Pérez como ‘Memorialista’, que viene a ser, según el diccionario, aquella persona que por oficio escribe memoriales o cualesquiera otros documentos que se le pidan. Se trata de un justo reconocimiento a un quehacer sensible y constante, indisolublemente ligado a la preocupación por los valores autóctonos que ha sabido defender, sin estridencias y con certeza, en su infatigable dedicación a la lectura, en sus observaciones minuciosas y en sus investigaciones al servicio de la comunidad, plasmadas en artículos y libros que plasman ya el rico y sin igual anecdotario portuense ya los orígenes, las etapas y los episodios sobresalientes de la historia del turismo en su ciudad natal, Puerto de la Cruz.

         Melecio Hernández Pérez, espléndidamente octogenario, llegó a ser librero y es, por derecho propio, un vigía del legado que distingue y enorgullece a un pueblo. Su ejercicio memorístico bien vale este reconocimiento de los cronistas oficiales canarios que saben de su compromiso y desempeño hasta encontrar en él una fuente fiable y autorizada, sobre todo, para mantener viva la memoria colectiva. Si todos somos depositarios de lo que ha pasado, alguno, como Melecio, tiene el privilegio de saber testimoniar.

lunes, 9 de noviembre de 2015

ALGO MÁS QUE UNAS RECOMENDACIONES DEL IPI

“El próximo Gobierno español debería derogar la controvertida Ley de Seguridad Ciudadana y recuperar la independencia de la RTVE”, concluye el informe del Instituto Internacional de Prensa (IPI), titulado “España: La libertad de prensa en un momento de cambio” y suscrito también por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), la Federación Europea de Periodistas (FEP) y la Plataforma en Defensa de la Libertad de Expresión (PDLI).
         Ahora que el Gobierno, en vísperas electorales, pasea triunfalista y presuntuoso el bagaje de sus logros, la citada conclusión invita a reflexionar, primero que nadie al propio ejecutivo. Que en pleno siglo XXI -se supone que una democracia ya madura-, organizaciones como las señaladas hayan manifestado públicamente tales peticiones sobre materias tan fundamentales, es para hacérselo pensar. De todo lo que se viene hablando y se habla, empezando por el desafío soberanista y terminando por la reforma de la Constitución, convenimos en su importancia. Pero que a estas alturas, desde tales instancias, se cuestione el contenido de una norma relevante y se recomiende una revisión sustancial de la radiotelevisión pública a partir de la menor supeditación o del menor intervencionismo del poder político, son hechos que no pueden pasar inadvertidos.
         Para el IPI y las otras organizaciones, la Ley de Seguridad Ciudadana puede afectar al derecho a la información sobre temas de interés público en nuestro país. Dice más el informe: “Alberga peligros evidentes para el libre flujo de información”. Y reprueba las vagas y desproporcionadas disposiciones de la norma en cuanto pueden tener efectos disuasorios en los medios de comunicación e incidan negativamente en el derecho a la información.
         El diario ABC se ha mostrado crítico con estas apreciaciones del informe como también lo hiciera el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Hernando, quien sostuvo ante una misión periodística específica que el Gobierno no ha adoptado ninguna medida restrictiva en materia de libertad de expresión. Sin embargo, el informe del IPI recoge que la Ley ha sido criticada por agentes sociales, organizaciones civiles y profesionales así como por el Comité de Derechos Humanos de la ONU. La inseguridad y el limbo jurídico en que quedan los periodistas, a la vista de la ambigüedad y de la vaguedad de una parte del texto articulado, es lo más preocupante.
         En lo concerniente a la evolución de RTVE, las conclusiones del informe son indicadoras de que las cosas no se están haciendo bien. Y en la casa lo saben. A lo largo de la legislatura son varios episodios los que reflejan un notable intervencionismo político que, en la práctica, abona el terreno de la pérdida de credibilidad y de audiencia. El tratamiento de las noches electorales, sin ir más lejos. O aquella posición de un grupo de profesionales expresada ante el Parlamento Europeo el pasado mes de abril denunciando la parcialidad del medio.
         Las recomendaciones del IPI y de las organizaciones que se adhieren para recuperar la independencia de la corporación pública son claras: volver a la fórmula de nombramiento de los integrantes del consejo de administración, basada en la aprobación de dos tercios del Parlamento; la creación de un órgano regulador independiente y específico del sector medios audiovisuales y mejorar la transparencia en el ámbito de la publicidad institucional.

         En definitiva, que son algo más que unas recomendaciones para dos asignaturas de peso a tener en cuenta si es que se quiere palpar eso que llaman calidad democrática. Y porque los peligros para una parte de la columna vertebral del sistema, si no se corrige a tiempo, son evidentes.

sábado, 7 de noviembre de 2015

AGATHA SIGUE CAUTIVANDO

El 23 de mayo de 2009 publicamos la siguiente entrada:
“Es una iniciativa plausible, digna de respaldo.
El nombre de Agatha Christie, la escritora británica, va a quedar definitivamente vinculado al Puerto de la Cruz. Ya está en marcha la segunda edición de un festival que es un tributo a su obra y que viene a rememorar la estancia de la novelista en la ciudad, allá por los años veinte del pasado siglo, cuando se alojó en el hotel “Taoro”, cuando practicó natación en Martiánez y cuando tuvo tiempo para escribir parte de uno de sus títulos más célebres, “El hombre del mar”, parte de cuya trama se desarrolla en lo que se conoce por La Paz, entre la casa Cólogan y el paseo “Los cipreses”.
La primera se desarrolló entre curiosidad y expectativa. A muchos, los más jóvenes, a los menos atraídos por la literatura de misterio y policíaca, sirvió para descubrir la identidad de esta Dama del Imperio Británico que había vivido muy desde dentro los horrores de la primera guerra mundial y se sintió atraída por las islas tras el conflicto bélico y su primera ruptura matrimonial.
Allí, en las apacibles vías de la urbanización, al borde del acantilado, en presencia de su único nieto, Mathew Prichard, y del documentalista de su obra, John Curran, la sombra de Agatha alargó el interés por su obra y por su personalidad.
Allí, en aquel ambiente que entonces le pudo sugerir elementos adecuados para una de sus novelas, quedó también un busto en el que algo tuvimos que ver, cuando ocupando la alcaldía, impulsamos, junto a la creativa concejala de Educación y Cultura, Angeles Marrero, su elaboración y su emplazamiento.
Ese debió ser el germen de esta convocatoria que en esta segunda edición tiene la sana ambición de ampliar su dimensión y no agotarse en formalidades protocolarias. El festival, entre el 5 y el 14 de junio próximos, engloba proyecciones de películas, representaciones teatrales, una exposición permanente de objetos y pertenencias, una colección de imágenes, una exhibición de coches de época, actividades para escolares y un “Tea Dance” al más puro estilo británico.
El Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de la localidad se ha volcado y hay que congratularse de que la entidad asuma hechos como éste en orden a cumplir con su papel de proyectar de forma imaginativa y original el destino turístico.
En ese sentido, lo esencial es que la gente haga suyo, se identifique con el festival. Lo quiera desde el principio, lo cultive, se integre y termine, cuando se consolide, enorgulleciéndose de él. Ahí está ya el ejemplo de La Pandilla”, un grupo de amigos portuenses que desde el año 2004 anda paseando sus remembranzas y sus dotes artísticas, buena parte de las cuales, por cierto, no pudieron desarrollar cuando andaban en plena juventud. Ahora viven esta segunda etapa con entusiástica madurez, como lo acreditan con su contribución a este festival, y de eso hay que congratularse.
Una sugerencia, antes de expresar el deseo de éxito para los promotores y para cuantos intervengan: a ver si es posible cambiar el nombre de la convocatoria. No es que ‘festival’ sea un término rechazable o inapropiado pero, tratándose de la universalidad de la escritora y de su propia condición literaria, como que conviene encontrar otro sustantivo.
¿Qué tal “Memorial Agatha Christie”?
Ahí queda”.

Seis años después, a punto de comenzar la quinta edición de la iniciativa, entre el 9 y el 15 próximos, reproducimos los planteamientos de entonces porque siguen siendo válidos, hasta la pregunta final. Repiten visita Prichard y Curran, a los que se une el productor Julius Green. Habrá un encuentro con escritores del género. Otra representación de La Pandilla, en un escenario tan atrayente como es la Casa Iriarte, el antiguo colegio de los Agustinos y la sala Timanfaya. Conferencias, exposiciones, teatro, conciertos y proyecciones. Para sumarse a la ambientación, se espera la llegada de cruceristas procedentes de Southampton.
En fin, la quinta edición, coincidente con el ciento veinticinco aniversario del natalicio de la escritora, debe significar la consolidación de esta convocatoria que ensalza la figura de una autora universal. Por cierto, su contenido, muy enriquecido en relación con las anteriores, llena de fundamento la propuesta de memorial.


http://citpuerto.com/descargas/es/Programa_Agatha_Christie_2015_WEB.pdf