jueves, 30 de junio de 2016

EVOCACIÓN DE ALBIAZUL



En Tenerife llevan tirando hace algún tiempo de los años gloriosos del Club Deportivo, de dirigentes, técnicos y profesionales. Y ahora, en plena Eurocopa, eliminada la campeona, la evocación futbolística vuelve a tener su espacio, esta vez, bajo la iniciativa de la Asociación Cultural TuSantaCruz, presidida por el infatigable Jesús Pedreira, que quiso rendir tributo a cinco jugadores que vistieron en distintas épocas el uniforme albiazul.
            Allí estaban, en la sede capitalina de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), escuchando atentamente el alarde memorístico de Teobaldo Pérez Arnay, quien recitaba las alineaciones a la vieja usanza, se diría que hasta con una cierta cadencia sonora. Cierto que, a última hora, no pudieron estar presentes Julio Santaella Benítez (Colo) y Martín Marrero, pero se habló de ellos igual, de su trayectoria, de su aportación al equipo tinerfeño. En primera fila, Ñito, Alberto Molina y Jorge Fernández, tres figuras sobresalientes que recordaron momentos felices y sinsabores, que de todo hubo en sus respectivas carreras, una buena parte de las cuales cursaron en el Tenerife.
            Fue la tarde de anécdotas, de episodios contados por ellos mismos, ya con la perspectiva del tiempo pero se diría que prolongando su carácter y su desenvolvimiento en la cancha. De Cipriano Rodríguez Rivero, Ñito, por ejemplo, se citó una célebre fotografía defendiendo los colores del Granada, en la que aparece despejando -mejor decir volando- ante la mirada de defensores y adversarios. La foto sirvió para ilustrar todos los actos conmemorativos del ochenta aniversario del club andaluz. Ñito debió ser de los primeros porteros que trazaba sobre las canchas de tierra una raya divisoria del área trazada a ojo desde el punto de penalti. Compartió su paso por el Valencia con otro tinerfeño, Nolito Sánchez.
            Iniciándonos en la información deportiva en el vespertino La Tarde, recordamos que su director de entonces, el inolvidable Alfonso García Ramos, nos llamó la atención por escribir en cierta ocasión que “Molina siempre juega bien”. Teobaldo estuvo atento cuando relatamos el episodio (“Alguna vez jugará mal”, señaló Alfonso), y dijo que eso era lo cierto, que Molina durante tantos años fue el más regular del equipo y su rendimiento individual se hacía notar. Alberto ahora oficia de comentarista en la COPE.
            El fútbol se hacía arte cuando Jorge Fernández tenía el balón en sus pies. Su clarividencia en el juego, su búsqueda de espacios sin esférico y su dotación técnica hicieron de él un futbolista excepcional. Se sabía desde aquel inolvidable Juvenil Victoria que le discutió al Real Madrid un campeonato de España. Empezó jugando con el 9, como falso delantero centro, pero luego, ya con el 10, fue el centrocampista sobresaliente, el constructor que cuando tenía el día inspirado hacía jugar a todo el equipo. Su paso por la Unión Deportiva Las Palmas, junto a Manolo medina, fue también muy comentado.
            Y así, en un marco de lo que se ahora se conoce por interactividad, con preguntas y precisiones de los asistentes, fueron desgranándose momentos memorables de albiazul y de la proyección de estos baluartes, de estas figuras nunca mejor dicho legendarias. Otra tarde para evocar, para vibrar con el pasado.

martes, 28 de junio de 2016

ENCUESTAS EN ENTREDICHO

En cualquier análisis que se precie de las pasadas elecciones legislativas, hay que incluir una referencia dedicada a las encuestas, tan socorridas para alguna decisión estratégica, declaración rimbombante o titular conveniente como denostadas después de contrastar sus resultados con los que depararon las urnas.

Ha habido de todo. Tal es así que hasta se ha llegado a pedir responsabilidades a las firmas que las han confeccionado. Nada se dice sobre los medios que las han publicado pero seguro que, a la vista de los contrastes entre previsiones y realidad numérica, estarán haciéndoselo mirar, pese a que pocos lectores, oyentes o televidentes quienes se entretengan haciendo un ejercicio comparativo o formulando algún tipo de demanda crítica.

De las encuestas se suele hablar en plural, aunque solo sea una la que se haya encargado o realizado. De ese modo, las utilizan a conveniencia. Los estudios demoscópicos han llegado a ser mercancía: algunos partidos políticos con responsabilidades en administraciones públicas los encargan bajo fórmulas complementarias de prestaciones contratadas en concesiones o servicios, una forma más o menos legal de verificar rendimientos y de pulsar, a la vez, el estado de opinión que anida en sectores ciudadanos sobre gestión, popularidad impacto de medidas y otros factores. Otros partidos los promueven con sus propios recursos, aún a sabiendas de las limitaciones posteriores para su credibilidad cuando sean dados a conocer, si es que lo hacen. Luego están los organismos, las corporaciones o los institutos que cíclicamente elaboran y presentan el denominado 'sociobarómetro' que, para evitar suspicacias, ponen a disposición de organizaciones políticas y cívicas para que, al menos la versión 'A', sea difundida de modo políticamente correcto.

Conocidos los resultados electorales del pasado domingo, es como si las encuestadoras hubiera entrado en crisis. Seguro que bajo criterios de rigurosidad profesional, se darán explicaciones para justificar los desajustes más allá del inevitable margen de error. Un recurso muy al alcance es el de la mentira o falsa respuesta del encuestado: ¿qué culpa tiene la encuestadora si un votante del PP dice que esta vez lo hará por el PSOE y luego, por la razón que sea, sigue confiando en la primera opción?

Frente a las expectativas de voto adelantadas como consecuencia de ese trabajo de consulta, está el otro caso de las denominadas encuestas a pie de urna, hechas cuando el votante sale de su colegio y es interrogado sobre el sentido de su sufragio. Hay quien dirá la verdad porque no le importa hacerlo; pero otras personas falsearán o se reservarán su contestación. Así resultó el trabajo encargado por las televisiones públicas el pasado domingo, divulgado apenas minutos después del cierre de los colegios (peninsulares, precisemos, aunque ello sea materia de otra entrada), que se dio de bruces con el escrutinio final y con el que se iba conociendo y comentando en los medios. La euforia y la decepción se dieron un abrazo en un breve lapso de tiempo. Ni era aquel número de diputados ni se consumaban algunas predicciones. Como estrambote, las diatribas sobre el costo del trabajo y hasta su financiación.

Pero bueno: se dirá que, pese a todo, las encuestas son tendencias sociológicas y se van a mantener. Pero, claro, tal afirmación implica que son administradas muy subjetivamente y muy supeditadas a intereses concretos o aspiraciones más o menos sentidas. Ejemplo concreto: el adelanto, nunca producido, de la opción Unidos Podemos (UP), al cosechar menos votos y menos diputados. Los sondeos, incluido el de las televisiones públicas ya citado, fallaron de manera ostensible. Ahora, habrá de discurrir un tiempo y tendrán que registrarse decisiones en el seno de las organizaciones políticas para que, sobre ese mismo asunto aunque sea con otros perfiles, se sigan haciendo más encuestas.

Falta saber si después de todo esto, y con el hastío que la política sigue gestando, la sociedad termina creyéndoselas. Aunque la mayoría no las relativice, que es lo que hay que hacer.


'TROLL', IGNORANTE, INCULTO (Y A LA VEZ, DAÑINO)

Tenga un ‘troll’ en su red social. Y mucho cuidado con su doble o triple personalidad y con su juego dañino. A estas alturas, los usuarios -y hasta quienes no lo son- saben que se trata de “seres” que pululan en grupos y conversaciones predestinados a causar daño, a incordiar o molestar. Un profesor de la Universidad de Chicago, Timothy Campbell, llegó a definir a esta “figura” como alguien que siente placer al sembrar discordias en la red. Y un periodista peruano, Álvaro Reyes, considera que “un ‘troll’ es el usuario que participa en una discusión on line, con mensajes deliberadamente provocadores con la intención de interrumpir o desviar el curso del debate”.
         Su proliferación se ve favorecida por el relativo anonimato de la red. Es fácil su creación -una identidad supuesta- como también lo es que se preste a manipulaciones o ‘teledirecciones’.  Al carecer de ética y de principios digamos escrupulosos, esperen por su parte cualquier reacción, incluso la menos atemperada pues consideran que no están sujetos a regla alguna de cortesía o a prejuicios de responsabilidad social. O sea, que pueden hacer, poco menos, lo que les venga en gana. A medida que madure el papel del ‘troll’, y hasta que se resuelva o decida en algún sitio qué hacer con él, estamos ante un provocador nato. Hay especialistas que se han apresurado a considerar que es un mal inevitable y que es un riesgo con el que hay que convivir.

         Cuando se detectó detectada la concurrencia indiscriminada de ‘trolls’, fue la fundadora del Huffington Post, Arianna Huffington, la que promovió una campaña contra el ataque impune de los mismos.  Quería evitar el hostigamiento y las amenazas hacia los periodistas por parte de usuarios de redes que se esconden tras el anonimato. Los resultados no deben haber sido muy exitosos, a la vista de que el fenómeno se expande. Una medida inmediata del digital, por cierto, fue impedir la publicación de comentarios anónimos en sus foros, obligando por tanto a identificarse debidamente a toda persona que quisiera participar en un debate o una discusión.
        
         Según Álvaro Reyes, los que se dedican a esto, a título individual o formando parte de tramas interesadas en amedrentar o desprestigiar a quienes participan limpiamente en debates o meros intercambios de puntos de vista, tratan de confundir a la opinión pública. Por eso, el mismo autor considera que combatir a los ‘trolls’ no beneficiará solo a los periodistas sino que la audiencia también saldrá ganando.

Cabe aplicar aquel principio de que ni el delincuente ni el enemigo dormitan. Por consiguiente, el ‘troll’, si se empeña en fastidiar, lo tiene todo a su favor, prácticamente. Celia Blanco, directora del programa “Contigo dentro” (Cadena Ser), columnista de El Español,  después de defender como criterio básico que “el respeto debe imperar y todos deberíamos respetar al de enfrente”, lo dijo con claridad recientemente: “Los ‘trolls’ están sirviendo para desarrollar una paciencia infinita”. Su percepción de la personalidad de quienes encarnan este papel nos invita a ser más cautelosos todavía: “El ‘troll’ que va a hacer daño normalmente suele ser bastante ignorante o inculto”.

Pero hace daño, eso es lo malo. Y por tanto que hay que desenmascarar o extirpar.






lunes, 27 de junio de 2016

GUERRA SUCIA EN LAS CLOACAS

Haya ganado quien haya ganado, pacten quienes pacten, gobierne quien gobierne, no puede ocurrir que hechos como los sucedidos con la grabación de las conversaciones entre el ministro del Interior, señor Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifraude de la Generalitat de Catalunya, Daniel de Alfonso, se evaporen sin más o se disuelvan entre la proliferación de análisis de resultados electorales y el fragor de la fiebre pactista que todo lo invadirá y con la que se querrá evitar una tercera convocatoria electoral.
         Independientemente de los resultados de las investigaciones puestas en marcha -¡en la casa de quienes teóricamente, autorizadas por vía judicial, tienen que efectuar las grabaciones!-, algunas responsabilidades políticas habrá que depurar. La democracia está plagada de impurezas e imperfecciones pero no es de recibo que gobernantes o cargos públicos institucionales abusen de los recursos del Estado hasta extremos inauditos, como parece que ha ocurrido en el caso que nos ocupa. España ya tiene su ‘Watergate’. Si éste costó lo que costó, hagámonos a la idea de que no puede ser un caso más de los múltiples en que se ve inmerso el Gobierno del Partido Popular (PP), por muchas jeremíadas del ministro, por muchas ignorancias ridículas del presidente en funciones Mariano Rajoy, por muchas trapisondas que se amontonen con las grabaciones y el medio que las difundió… y por muchas treguas que se hayan firmado tácitamente a la espera del escrutinio electoral.
Ya no hay casualidades en las que creer. Por las cloacas del Estado fluye la guerra más sucia que imaginarse pueda. Aunque ahora callen los santones mediáticos y les parezca normal este episodio a quienes crucificaron de manera inmisericorde a otro ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Es grave la grabación y es grave la filtración. Pero el contenido de las conversaciones -la finalidad que se persigue en las mismas- es espeluznante. Y es en lo que hay que centrarse. No puede irse al limbo político tanta inquina, máxime cuando han dado alas a quienes preconizan la independencia y a quienes (Podemos), en uno de sus insólitos arranques, reclamaron los ministerios de Interior y Defensa y el mismísimo Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La nueva política no será nueva mientras se reediten episodios oscuros y tramas peliculescas que ambientan un aire mafioso, perverso, y hacen que nos preguntemos ¿en qué manos estamos los ciudadanos?, ¿en quién podemos confiar? De la nueva política tienen que desaparecer todas aquellas prácticas corruptas y todos los manejos derivados del abuso y la utilización fullera de los recursos públicos. Los ciudadanos dicen basta de chapuzas y reclaman decencia, máxime en las relaciones entre administraciones.
Sabe Dios a quién se habrá encomendado el ministro Fernández Díaz cuando, en plena vorágine de su caso, cuarenta y ocho horas finales de campaña, se apareció la Virgen del ‘brexit’. Qué suerte. Pero eso no borró la huella de aquella inaudita reunión en su despacho con el ex vicepresidente Rodrigo Rato o el escandaloso y putrefacto “Caso Ático” del ex presidente de la Comunidad de Madrid, con altos cargos policiales involucrados, del que nunca hubo, por cierto, una explicación creíble.

No es sembrar más dudas pero… ¿se han parado a pensar que el mismo ministro ha sido el responsable del proceso electoral del primer domingo de verano? Sí, claro: la vieja política.

sábado, 25 de junio de 2016

GALINDO, PREGONERO

El profesor universitario Antonio Galindo Brito será el pregonero de las Fiestas de Julio 2016. Solo hay que congratularse de que este portuense catedrático de Ciencias Químicas glose el significado de los festejos locales. Estudioso como pocos del hecho histórico local, Galindo siempre encontró hueco entre sus aulas, clases e investigaciones -y sus ocupaciones familiares- para dedicarlo a investigar los orígenes del Puerto de la Cruz, qué pasó, cómo evolucionó, sus hitos, sus familias, sus personajes relevantes, sus conciudadanos populares…
         Es decir, siempre conservó sus raíces, las que cultivó en San Telmo y las que también brotaron en Mequinez y Puerto Viejo. Antonio Galindo Brito estuvo allí, aunque desarrollara su actividad profesional en La Laguna. Fue de los que prolongó aquellos partidos de juventud con pelota de papel o trapo en El Penitente, precursores del fútbol-sala. Y de los que siguió bañándose en El Boquete y nadando hasta La Cebada hasta terminar con los agradables y desenfadados almuerzos en la terraza.
         Galindo lleva el Puerto en sus adentros. Durante años, en julio, acudía puntualmente al Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) para impartir las conferencias resultantes de sus constantes indagaciones sobre el municipio. Presidió esa entidad, por cierto, durante varios años, aportando el sello propio de su seriedad y de la solvencia en la gestión que aún se recuerda.
         Ahora vuelve el profesor Galindo a la tribuna del pregonero. Lo hará con las ganas de siempre y con el rigor de siempre, con el afán de ir dando a conocer nuevos descubrimientos y nuevas interpretaciones de sus incesantes lecturas de textos que sustancian lo portuense. Para eso, además, viene ejercitándose en una red social donde escribe unas crónicas interesantísimas en las que vuelca todo lo relacionado con la génesis de la ciudad y aspectos etnográficos y culturales que la distinguen.

         Hay que alegrarse de la designación de Galindo como pregonero. Como hay que estar expectantes ante su nuevo testimonio que seguro reunirá todos los reclamos de un contenido que llenará, seguro, el caudal creativo de las fiestas de la localidad.   

viernes, 24 de junio de 2016

BOTÁNICO PARALIZADO

Andaban muy contentos días pasados en el gobierno local del Puerto de la Cruz con el acabado de un remozamiento en una curva de la variante de la carretera del Este, contigua a la ampliación -eterna ampliación- del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popularmente conocido por Jardín Botánico. De acuerdo en que anda necesitado de ofrecer algo que proyecte de alguna manera la gestión, mas la obra -aunque haya sido ejecutada por el Cabildo Insular- no tiene mayor entidad que la de ver mejorado un entorno que llevaba abandonado muchos años, es verdad, y ahora luce un aspecto más decente.
Pero desde el distribuidor de la autovía, próximo al reactivado empaquetado, la visión del espacio ampliado es desoladora. Lo hemos dicho en reiteradas ocasiones: quienes circulan a diario -hablamos de una de las carreteras más transitadas de la isla- ya se han familiarizado: es una prolongada estampa de desidia, acentuada por los muros de piedra exteriores, ya concluidos. Turistas que hayan repetido visita durante los últimos años, impresión negativa que habrán almacenado. Ciudadanos que pasan, ven, mueven la cabeza o se preguntan qué pasa con esto o cuándo lo terminarán, descontento y crítica servida en bandeja. Escombros amontonados, muros inconclusos, desechos entremezclados, maleza, residuos…

Porque es demasiado tiempo, en efecto, el de las obras inacabadas de ampliación del Botánico, el segundo en antigüedad de toda España cuyos orígenes hay que situar en el reinado de Carlos III. El Jardín es resultante de las actividades desarrolladas durante la Ilustración o el Siglo de las luces. En un interesantísimo trabajo, el que fuera jefe de la Unidad de Botánica del recinto, Arnoldo Santos Guerra, revela que la Real Orden para el establecimiento fue firmada en el palacio de La Granja (Segovia), fruto de las gestiones hechas por Alonso de Nava y Grimón, apoyadas por el ministro de Justicia, Porlier Sopranis. Al fallecimiento de Carlos III, la memoria y los planos de que se disponía fueron remitidos por Nava a la Corte para el emplazamiento definitivo y la construcción del Jardín, hasta que fueron aprobados por el sucesor, el Rey Carlos IV.
            En la historia más reciente hay que consignar el uso deportivo transitorio, la utilización como helisuperficie, la preservación en los respectivos planeamientos de los terrenos para la concreta finalidad de ampliación y la realización discontinua del proyecto mediante consignaciones plurianuales en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma y de otras instituciones públicas. Pero tal realización ha quedado incompleta. Ya es hora de un empujón: que alguien con capacidad de gestión se ocupe de este asunto con tal de desbloquear las obras paralizadas que consistirían en la dotación de vegetación a la zona circundante al área de agua y en la habilitación de la conexión de acceso desde el recinto original. Quedan también los equipamientos del centro de visitantes y de los servicios interiores complementarios para los que se ha pensado en una gestión externa.


            Ojalá fructifiquen los propósitos. Se trata de no extender la estampa de parálisis y abandono y de una asombrosa resignación derivada- tan visible desde la autovía hasta lograr que algún día sea recurso científico-turístico de primer nivel.

jueves, 23 de junio de 2016

CONSULTA BRITÁNICA: ¿DENTRO O FUERA?



Día clave para el Reino Unido y para la Unión Europea. Deciden los británicos en las urnas si permanecer o no en una estructura fundamental para los equilibrios continentales y universales. No es una decisión cualquiera: su repercusión, en todos los ámbitos, será determinante para el futuro.
Que haya tensión es bastante consecuente a la vista de las incertidumbres que la consulta en sí misma ha desatado. Los mercados bursátiles han venido atravesando horas dramáticas: hasta se habla de una caída del 23% en las bolsas en caso de que triunfe la opción de salirse de la Unión.
Inquietud también en Canarias. Primero, para el negocio turístico. Los operadores necesitan horizontes despejados y estabilidad para la planificación y promoción. Y después, para los propios británicos residentes en las islas, a quienes quedarse fuera del territorio de la Unión les puede causar unos trastornos considerables.
Cuarenta y seis millones de personas decidirán. Esta es la pregunta que deben contestar: “¿Debe el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea o debe abandonar la Unión Europea?”. Bastará la mayoría simple, entre permanecer y abandonar, para validar el resultado.
A eso de las cinco de la próxima madrugada ya se sabrá lo que han decidido los británicos. De ellos mismos depende.

miércoles, 22 de junio de 2016

¿CÓMO TERMINARÁ TODO ESTO?



Media España se estremecía con la derrota futbolística ante Croacia -una vez más se demuestra que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo- y apenas se reparaba en un gravísimo hecho que ni siquiera mereció un huequito en las portadas de un montón de periódicos: la grabación de unas conversaciones entre el ministro del Interior y el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, en las que se planteaba, ni más ni menos, la búsqueda de casos de corrupción que presumiblemente afectasen a dos partidos catalanes, Convergencia (CDC) y Esquerra (ERC).
            Un escándalo: a tres días de finalizar la campaña electoral, el asunto huele de la peor manera imaginable. Como si fueran pocos los asuntos destapados, las denuncias y los juicios, salta ahora esta grabación que ya se está investigando. España ya tiene su ‘watergate’. Si éste costó lo que costó, vayámonos haciendo a la idea de lo que puede ocurrir aquí. Y como ya no hay casualidades en las que creer, preparémonos para un final de campaña de lo más convulso.
            Horrible. Para colmo, el presidente del Gobierno en funciones haciendo el ridículo con sus ignorancias. Por las cloacas del Estado fluye la guerra más sucia que imaginarse pueda. Mientras se van conociendo los contenidos de las conversaciones, ya circula el carrusel de las peticiones de dimisión. Solo es el principio.
            ¿Cómo terminará todo esto?

lunes, 20 de junio de 2016

... Y AHORA, ROBOTS REDACTORES

Nos habíamos quedado hace poco, en  la búsqueda constante de cómo será el periodismo del futuro, con una definición del catedrático de Opinión Pública, Víctor Sampedro: “El periodista tiene que ser una combinación de ‘hacker’ (persona que sabe todo sobre cuestiones informáticas y se las arregla para mejorarlas)  y disyóquey”; pero han llegado los franceses y se nos plantan con los periodistas robots, la creación de una empresa, Syllabs, que ofrece unos servicios consistentes en redactores robotizados que transforman los datos en textos. El prestigioso Le Monde ya los ha asumido y de la experiencia se deduce que esa modalidad va ganando espacio y aceptación.
         Dice Elena Blancafort, una de las fundadoras de Syllabs, que estos robots redactores permiten publicar, de manera rápida, un gran volumen de textos, de modo que ello facilita aumentar la audiencia del sitio en Internet y posicionar mejor la web en los buscadores.
         O sea, que entre la mezcla de Sampedro y las aplicaciones de Blancafort, el porvenir del periodista se vaticina cuando menos, exigente. La acepción ‘todoterreno’ sigue cobrando fuerza, lleva camino de imponerse, a la vista de los planteamientos que se van conociendo.
         Explica Blancafort que estamos ante una “solución para los medios de comunicación y editores de contenido para detectar, recuperar, analizar y enlazar artículos en línea… Ello permitirá ofrecer una nueva lectura de la actualidad a sus lectores. Nuestra soluciones también son una herramienta muy útil para preparar revistas de prensa”.
La experiencia de Le Monde, como decimos, es significativa: desde Syllabs, Blancafort calcula haber escrito unos treinta y seis mil artículos, todos firmados de la misma manera. Y hay más: en las elecciones departamentales francesas de marzo del pasado año, el periódico utilizó los ‘robots redactores’ para elaborar textos a partir de los resultados de cada ciudad. Para las dos vueltas de esos comicios, estos “periodistas” -y no hay más remedio que entrecomillar el término- crearon artículos para treinta y cuatro mil municipios y dos mil cantones, un hecho que, según Syllabs, habría sido imposible realizar de forma manual. Los contenidos determinaron que el sitio web del diario fuera el más visitado tras esa segunda ronda electoral.

A la modalidad se han sumado otros medios galos, entre ellos Radio France o Le Parisien. Por si acaso, Elena Blancafort se apresura a puntualizar que los ‘robots redactores’ no reemplazan a periodistas: “Estos programas no roban el trabajo de nadie porque, al final, un robot es un programa bastante simple que solo hace contenidos a partir de datos”, señala la filóloga española, quien razona la contratación de los servicios en función de nuevos contenidos, pensando principalmente en los sitios web, “donde si quieres existir y tener visibilidad -precisa- tienes que producir constantemente nuevos contenidos. El interés está en crear el texto pues si no, para Google vales menos”.

sábado, 18 de junio de 2016

EL ESPEJO DEL TIGAIGA

El hotel Tigaiga, en el parque Taoro del Puerto de la Cruz, vuelve a ser noticia, esta vez con motivo de la finalización de sus obras de renovación integral, incluidas en el Plan de Modernización y Mejora del Municipio (PMM), iniciativa del Consorcio para la Rehabilitación Turística, donde deben estar contentos, por cierto, cuando ven estos frutos.
         El establecimiento ya conoce de mejoras. Sus actuales propietarios, los hermanos Talg, han prolongado la vena sensible de de su padre y abuelo, quienes ya se esmeraron a fondo para que el Tigaiga estuviera siempre de punto en blanco. Cada año, en efecto, antes de comenzar el verano, afrontaban los trabajos de remozamiento: reparar, pulir, abrillantar… para que el hotel reabriera sus puertas y pareciera nuevo a estrenar. Eso que llamamos los detalles.
         Y así ha ido el Tigaiga ganándose la fama. Y los premios y las distinciones que colecciona no solo para enriquecer la oferta sino para acreditar que un clásico está en un proceso constante de renovación sin dejar de ser un clásico. Las tres generaciones de Talg, además, inculcaron al personal los valores que complementaban sus reclamos: atención, servicio, amabilidad, cercanía… Los clientes eran los primeros en agradecerlo. Cuando cruzaban las puertas y dejaban las maletas en recepción, la escena se repetía:
         -Bienvenidos, señores Leary-, decía el recepcionista, sonriente, desde el mostrador y con las llaves en la mano.
         -¡Oh!, gracias Luis, otra vez en casa-, respondía chapurreando español míster Leary, que repetía visita, claro, y ya se conocía los nombres de los profesionales.
         Ese ha sido otro secreto del Tigaiga. El trato dispensado a sus clientes, algunos de ellos muy famosos, como Gerhard Schroëder, quien disfrutara de sus navidades antes de asumir como canciller de la República Federal de Alemania.

         Lo demás, ya es conocido: quietud, sosiego, restaurante de nivel, jardines, cuidado medio ambiente… todo lo que se precisa para disfrutar en un entorno inigualable. El Tigaiga, desde luego, es un espejo en el que mirarse para cualquier renovación que se precie.

viernes, 17 de junio de 2016

TAPIZ OLVIDADO

Apenas unos balbuceos: es muy incipiente aún la respuesta que el Puerto de la Cruz quiere dar al cuidado y a la rehabilitación de su patrimonio. Agentes sociales han tomado la iniciativa; las redes no solo se pueblan de denuncias sino también de testimonios reivindicativos y sugerencias; en tanto que el Ayuntamiento también ha dado un paso aprobando la creación de un consejo municipal que atenderá la defensa y promoción… Lo dicho, parece que despierta otra sensibilidad, por lo que es bueno perseverar en el asunto con tal de agitar conciencias y estimular la inquietud sobrevenida en estas materias después del letargo vivido.
         El patrimonio urbano, arquitectónico, histórico, social y cultural son sustantivos en el acervo y en la personalidad de una ciudad. Hoy en día, aún se lamenta la pérdida de edificaciones con una tipología muy singular que cedieron ante el empuje incontenible del desarrollismo que, ciertamente, alumbró otra era y consolidó un modelo productivo que sufre a lo largo de los últimos tiempos duras prueba de decadencia. Valga el ejercicio de nostalgia pero los tiempos de vino y rosas no volverán: ahora se trata de salvar lo que queda, los vestigios que caracterizaron una época y que se ven amenazados por la desidia y sus derivados. Es en ese pasado donde los portuenses, casi siempre muy despreocupados con sus propios recursos, pueden encontrar fuentes interesantes para recuperarlo y  ofertarlo a las futuras generaciones como ejemplo modélico de iniciativa y afán popular que impidió el desastre progresivamente registrado.
         Entre esos vestigios, hay una auténtica reliquia. Se han cumplido noventa y cinco años del descubrimiento, en el antiguo convento de las monjas catalinas, en la plaza de la Iglesia, del extraordinario tapiz que recrea la fundación de la ciudad, obra de la insigne portuense Lía Tavío. Su boceto se debe al historiador y cronista oficial de la ciudad, Francisco Pedro Montes de Oca. En febrero de 1925, un incendio destruyó el tapiz que adornaba las paredes. No hay copias ni fotos del mismo. Queda una referencia publicada en La Gaceta de Tenerife que describe la belleza de la obra. El bisnieto de Montes de Oca, Alejandro Carracedo Hernández, ha encontrado en el Fondo del mismo nombre, depositado en la Universidad de La Laguna, el dibujo que, conceptualmente, coincide con la aludida descripción de La Gaceta.

         El afloramiento de esa sensibilidad por lo patrimonial en el Puerto parece el momento adecuado para la recuperación de tal dibujo que está llamado, desde luego, dado su valor, a lucir en lugar destacado y visible de la sede consistorial. Es un excelente móvil para dejarse llevar, con una prueba, por los teóricos vientos favorables a un mejor conocimiento de la historia local. Hay que gestionar, sencillamente.

jueves, 16 de junio de 2016

CENTENARIO CULMINADO

El Real Unión de Tenerife culminó la conmemoración de su centenario con la presentación del libro Real Unión de Tenerife, un siglo de vida a través de la prensa (Ayuntamiento  de Santa Cruz de Tenerife), original de Enrique A. Perera García, doctor por la Universidad de La Laguna. Lo ha prologado Francisco Tovar Santos que, aunque no lo parezca ni se sepa en gran medida, ha sido editor, librero e impresor. Fue, entre otros cometidos, edil del ayuntamiento capitalino y adjunto al Diputado del Común.
         El volumen, que está a la altura de la efeméride, fue presentado en la sede de la Federación Tinerfeña de Fútbol (FTF), donde se respiró unionismo por todos lados, entre abrazos -e identificaciones- de antiguos jugadores, directivos y aficionados. Claro que había licencia para la nostalgia en aquel reencuentro granate, más allá de El Cabo, el barrio primigenio con el que se identificó durante décadas al club capitalino.
Las distintas épocas defendieron “los colores del Unión, [que] ni se compran ni se venden”, como cantaban sus enardecidos seguidores dando vueltas en guagua a la plaza del Charco, allá a principios de los 60. Allí estaban, acordándose de Luis Guiance, de Umpiérrez, de Rodrigo Couto, de Álvaro Castañeda (el cronista puntual) o de Ramón Mesa, algunos prohombres del histórico, siempre ligado al Fomento. En efecto, se juntaron José Juan, Santi González, Juan Arocha, Javier Acevedo, Hilario, Socas, Álvaro Figueroa, Diego Mendoza, Gonzalo, Quico,   Gerásimo… y varios más (perdón por las omisiones) que recordaban sus goles, sus paradas, sus títulos, sus fichajes ‘in extremis’ y hasta su doble concurrencia en otros equipos, el Tenerife incluido. Distintas etapas, distintas generaciones, distintas procedencias pero todos, seguro que con un sentimiento muy arraigado: jugar en el Real Unión era una suerte de súmmum que marcaba para toda la vida. Por eso estaban allí, en el campo del centenario que cerraba sus esplendorosas puertas con testimonios nostálgicos y con un libro con el que seguir la evolución de cien años en los testimonios periodísticos bien seleccionados por el profesor Perera quien tuvo tiempo de hurgar hasta encontrar una insólita crónica de Domingo Pérez Hernández, Minik, firmada en 1925, después de un Iberia,1-Fomento,1. “Es que presenciamos un encuentro de Carnaval”, escribe don Domingo que, ante el aburrimiento que inspiraba el juego presenciado, plasmó un delicioso y surrealista párrafo en aquel texto: “Y todos, pensando que lo mejor es que la vida siga su curso y no contradecirla, han puesto sobre sus faces una pintarrojada y grotesca careta que oculta su personalidad. Es inútil que te disfraces, te conocemos, ya te conocemos”.
         “¡Pobre don Domingo, vaya trago!”, enfatiza Paco Tovar en su prólogo que sirve para introducir un “material de primera mano para el estudio de la vida asociativa en la ciudad en la primera parte del siglo XX”. Y lo que es más: datos, ideas y actitudes de la Europa modernista, así como la expansión de un léxico específico que, con el paso del tiempo, ha adquirido rango universal.
         Forma parte del idioma del fútbol. Cuando uno de sus actores cumple cien años, aunque sea en un ámbito limitado, sin importar la categoría presente, acentúa el respeto y las simpatías que, con sus altibajos, se ha granjeado.

         El histórico Real Unión de Tenerife ya puede presumir de centenario. Con un dignísimo colofón.