lunes, 30 de junio de 2014

MEDIO VERSUS PERIODISTA

En España, a diferencia de cualquier otro país, los internautas tienen mayor confianza en los periodistas de los medios digitales en lugar de las marcas. Es una de las conclusiones del estudio ‘Digital News Report 2014’, elaborado por Reuters, partes de cuyo contenido ya hemos analizado.
         El dato es llamativo en una suerte de pugilato: medio versus periodista, ¿quién le merece más credibilidad? Los resultados de la investigación aludida arrojan luz: en Alemania, la confianza en el medio supera en veintinueve puntos a la depositada en el periodista individual; en diez puntos menos en el Reino Unido; en diecisiete puntos en Dinamarca y en dieciséis en Finlandia. En Estados Unidos gana el medio por cuatro puntos y en Francia, por tres.
         El relieve de la marca en España es del 55%, más cercana a la que se tiene en Estados Unidos, Dinamarca y Finlandia (57%), se aleja de la que se registra en Reino Unido y Francia (63%) y en Alemania, que alcanza el 64%. La importancia de la cabecera o marca del medio en Italia (72%) es la más alta de Europa.
         El estudio de Reuters indica que la influencia de la firma del periodista concreto en la confianza que se otorga a las informaciones es similar entre los usuarios españoles y franceses, un 60% en ambos países. De los 2.017 usuarios españoles consultados, el 33% consideró bastante importante el hecho de otorgar su confianza a una fuente de noticias a los periodistas, en tanto que el 31% respondió que a los medios. La contestación ‘muy importante’ a la misma pregunta registró un 27% a favor de los periodistas y tres puntos menos para los medios.
         Las inclinaciones de los encuestados explican estos modos de conceder la confianza mediática. En efecto, el 81% de los consultados dice preferir noticias “en las que el reportero intenta reflejar una variedad de opiniones”, de modo que sea el lector o seguidor quien asuma la decisión de decantarse por alguna de ellas. Por el contrario, hay un 19% que escoge las noticias “en las que el reportero defiende un punto de vista y proporciona pruebas a favor del mismo”.
         En conclusión, un 60% de usuarios estima, en términos de confianza, ‘bastante’ o ‘muy’ importante la firma del autor, cinco puntos porcentuales más que quienes valoran la marca del medio. Un 12% considera la firma poco o nada importante. En el lado opuesto, en el momento de interpretar la confianza que merece una información según la marca o la cabecera del medio que la publica o difunde, el 55% considera que es ‘bastante o muy’ importante, en tanto que el 14% cree que es ‘poco o nada’.
         El debate está servido. En realidad, tampoco es nuevo. Siempre han existido lectores que compraban determinado medio porque en él escribía determinados autores de su gusto o preferencia y quienes lo hacían porque la seriedad y el tratamiento de los contenidos, en general, les inspiraban credibilidad y confianza.

         Ya veremos por dónde discurre este pulso, si se nos permite la expresión.  

sábado, 28 de junio de 2014

EL UNIVERSO PORTILLO

El historiador del arte, Eduardo Zalba, fiel a su estilo, tiró de la madeja para acercarnos al universo Portillo, el gran desconocido. Y así, condensó en los cinco ámbitos de la exposición de la que es comisario, en un Instituto de Estudios Hispánicos de Canarios (IEHC) lleno casi a rebosar, aspectos de la obra de un aparejador tinerfeño que hay que situar en el vértice de la búsqueda de la modernidad arquitectónica para el Puerto de la Cruz.
        Agustín Portillo (1907-1960), nacido en Santa Cruz de Tenerife, estuvo vinculado a la localidad norteña desde 1931, año en que ingresó como aparejador municipal interino, ganando mil pesetas anuales. Tomó posesión ante el alcalde de entonces, Florencio Sosa Acevedo. Dos años después, obtuvo la plaza en propiedad.
Portillo había finalizado sus estudios de aparejador en la ETSAM de Madrid en 1930. Cuando comienza a trabajar en el Puerto de la Cruz, éste aún era ajeno al boom turístico. Casó en la Peña de Francia, con María Luisa González González, vinculada a la propiedad del hotel Marquesa. En 1941 se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria. Tenía 53 años cuando falleció.
Eduardo Zalba glosó algunos perfiles de la obra de Portillo, sus propuestas vanguardistas, su limpieza ornamentativa y el racionalismo aportado por los tracistas. Ese era el universo Portillo, plasmado en proyectos como la pavimentación de la calle Valois y la Calzada de Las Cabezas; la modificación de rasantes de las calles que rodean la plaza del Charco y de la alineación del paseo San Telmo, tan de actualidad a lo largo de los últimos meses.
Agustín Portillo, que fue colaborador del arquitecto José Blasco Robles, se dedicó a las tareas que entonces, con todas las limitaciones y sin muchos recursos, tenían a su cargo los ayuntamientos: trabajos de alineaciones, derribos, protecciones, saneamiento y alcantarillado.
La exposición está dividida en cinco ámbitos: uno, dedicado a proyectos de viviendas domésticas en calles céntricas; otro, con los trabajos que realizó al frente de la oficina técnica municipal; uno tercero centrado en la arquitectura para el ocio; otro con datos biográficos y fotos y el quinto, una vitrina, con documentos, certificaciones e instrumentos de trabajo, donados por la familia al Colegio de Aparejadores de Gran Canaria y cedidos al IEHC para esta exposición.
Era el primer acto público dedicado a la memoria de Portillo. El valor de la exposición es el descubrimiento de un técnico al que se puede considerar un precursor del trazado urbanístico del Puerto de la Cruz. Gracias a la inquietud y a la búsqueda incesante de Eduardo Zalba, los portuenses ya disponemos de otro elemento para el conocimiento de la historia local, tal es así que este primer paso -dado con una dignidad encomiable y autofinanciándose con recursos muy modestos- invita a futuras aportaciones. El propio Zalba envió mensaje a las autoridades locales presentes y ausentes: que tengan presente el nombre de Agustín Portillo cuando se trate de rotular una vía del municipio.
Con el testimonio emocionado de su hijo y otros familiares presentes en el acto, la interpretación musical de Carmen Elena Vera (flauta) y Tomás Estévez (clarinete), profesores de la superviviente Escuela de Música, fue el complemento elegante a un verdadero descubrimiento: el universo Portillo.


viernes, 27 de junio de 2014

LA ESTATURA POLÍTICA DE RUBALCABA

El adiós a la actividad política de Alfredo Pérez Rubalcaba es un hecho significativo en la política de nuestros días y en el propio socialismo español. Su hoja de servicios es impecable, por muchos empeños que hayan puesto los enemigos y los pedrojotas en denigrarle, en denostarle y en mezclarle en asuntos turbios. Su estatura política es la de un hombre de Estado que ha acreditado durante sus tareas gubernamentales y parlamentarias. Se ha ido, además, con la actitud de los humildes, sin estridencias, como hacen las cosas quienes, basándose en la madurez alcanzada, saben dar el paso al costado para que avance otra generación.


Pérez Rubalcaba asumió la dirección federal de su partido en uno de los peores momentos -si no, el peor- de la historia. De la organización y de la propia política, vituperada sin reservas en un país desencantado por tantos motivos subyacentes en la vida pública. Desempeñar la secretaría general en esas condiciones era más que complicado. Sin embargo, Rubalcaba timoneó con cordura y responsabilidad hasta donde pudo, hasta donde los resultados electorales (elecciones europeas) lo permitieron. En el naufragio, fue un capitán sapiente, que no se arrugó, consciente del trance histórico que le tocó vivir. Tan solo con el acuerdo logrado en Granada, sobre el modelo territorial del Estado, es merecedor de reconocimiento. Tratar de enderezar el navío socialista en aguas más calmadas, para retomar fuerzas y tener una guía rigurosa, con la Conferencia Política del pasado otoño, es otra prueba del trabajo serio y comprometido del dirigente orgánico. Todo eso, después de haber ganado un congreso con resultado apretado, la prueba palpable, a posteriori, de una victoria pírrica.

En el haber del político socialista hay que consignar su decisivo e inteligente papel en la desarticulación del terrorismo etarra así como su empeño en impedir que lo de Catalunya -cuya solución es impredecible- haya ido a peor. El hombre de Estado prestó esos y otros importantes servicios que ponen de relieve su estatura política.

Su relación con Canarias, excelente. Aquí también dejo su sello de gestor eficaz, con asuntos de tan variada naturaleza como fueron las dotaciones científicas para las investigaciones astronómicas, los equipamientos educativos, el fenómeno de la inmigración irregular, el tratamiento de la seguridad interior y hasta el mismísimo Plan Canarias. Rubalcaba fue sensible con las islas y durante esta última etapa mantuvo una excelente relación política con el presidente de la Comunidad Autónoma.

Alfredo Pérez Rubalcaba entendió que era el momento de retirarse. Otros escenarios, otras circunstancias, otros apremios. Cuando tras las elecciones europeas, con los resultados en la mano, anunció que asumía la responsabilidad, cuando contrastó que era un lastre para su partido y quería liberarlo, empezó a dar el primer paso fehaciente de su retirada. Interpretó que lo mejor era irse, convocar un congreso extraordinario y empezar a materializar la renovación de la organización a partir de lo concluido en la Conferencia Política, sobre todo con la celebración de elecciones primarias abiertas y la participación directa de militantes. Y para esta tarea, para que no hubiera duda de que lo mejor era estar al margen, cedía los trastos.

Pérez Rubalcaba vuelve a su cátedra universitaria, a los 63 años. Volver a civil. Podrá entonar el “decíamos ayer…”. Ahora, con el Congreso de los Diputados puesto en pie ovacionándole, con la colección de opiniones de admiración procedentes de casi todas las opciones políticas, dice un adiós elegante.

A la altura de su figura política.



miércoles, 25 de junio de 2014

POBREZA INFANTIL

2,2 millones de niños en situación de pobreza en nuestro país. España, Europa siglo XXI. Son muchos niños. En cualquier otro sitio, estarían escandalizados y avergonzados. Aquí, el Gobierno conservador dirá que es herencia del anterior. Y así seguirá el calvario, así continuará al galope la desesperanza.
Claro, porque los datos contrastados por organizaciones nacionales y extranjeras coinciden en que los presupuestos públicos para la infancia en esta España nuestra se han reducido considerablemente en los últimos años. Y lo que es peor: en la actualidad hay casi un millón de hogares con niños en los que todos los miembros adultos están inscritos en las listas de desempleo. Cáritas Europa, recordemos, registró el pasado mes de marzo que al menos un millón y medio de hogares españoles padecen una situación de exclusión social severa (un 70% más que en el año 2007). 
España, esta España de la permanente reforma, cada vez más parecida un Estado de malestar, es el segundo país de la Unión Europea (UE) con el mayor índice de pobreza infantil, solo superado por Rumanía.
Es absolutamente consecuente, con esas cifras, que los socialistas  tomen la iniciativa en las Cortes para lograr un acuerdo político que en el fondo signifique una lucha abierta y decidida contra la pobreza infantil, una lacra de nuestro tiempo ante la que no se puede ser indiferente. Es un problema muy extendido, luego instituciones y administraciones públicas deben hacer un gran esfuerzo de coordinación para dedicar recursos y producir medidas prácticas que permitan, cuando menos, paliar estos datos que abochornan dentro y fuera.
Es un problema de sensibilidad y de conciencia, por lo que se requiere voluntad política, compromiso y eficacia para solventarlo.

martes, 24 de junio de 2014

TITULARES SOLO NO BASTAN

La noticia es que solo leemos los titulares de la noticia. Es una de las conclusiones del estudio Digital News Report, de la agencia Reuters, de las más prestigiosas en el mundo. Al menos en medios de comunicación de diez países diferentes, principalmente de habla inglesa y en español.
         El dato viene a confirmar uno de los hábitos que se ha enquistado entre los consumidores de información. Las prisas, la prontitud, el vértigo de la comunicación, también el que la sociedad de nuestro tiempo ha decidido implementar y asumir, los propios formatos de los medios y los mismos avances tecnológicos hacen que leamos más deprisa y que nos quedemos con lo esencial, con el primer impacto, creyendo que el titular lo dice todo y que con él ya podemos darnos por enterados de todo.
         Pero no es así, no. En la puridad informativa, puede ser muy bueno el título, excelente, puede constituir una formidable síntesis de lo ocurrido, pero no basta, no se puede menospreciar el resto del contenido de la información ni dar por hechas o sabidas una sucesión de factores que conforman el cuerpo de la pieza informativa.
         El caso es que el estudio revela que la lectura de titulares en las principales páginas de los sitios web -la cual facilita el conocimiento de la actualidad del momento de forma superficial- es la actividad más común para el 58% en ocho de los países donde se realizó el trabajo. Por tanto, mucha gente se informa a la ligera, o a galope tendido, por emplear otra expresión que identifique esta manera de acceder al conocimiento de lo que sucede.
Los datos de la investigación de Reuters son ilustrativos: a escala global -señala- un 73% de los usuarios de internet consume información digital en formatos escritos (titulares, noticias o blogs) al menos una vez a la semana. Un tercio exacto, el 33%, escucha audios o visiona videos informativos ‘on line’. Y para completar, un 23% mira fotografías o gráficas.
¿Y qué ocurre en nuestro país? El interés en las portadas de los medios digitales es evidente. Un 40% de la población encuestada lee noticias de sitios informativos y digitales. Y en lo que respecta a formatos audiovisuales, un 17% de usuarios españoles revela haber seguido un video de actualidad en internet en la última semana, ligeramente por encima de Reino Unido, Alemana y Francia, pero por debajo de Finlandia (18%), Italia (20%) y Estados Unidos, donde quienes se informan con videos llegan al 30% del seguimiento de las noticias en internet.
Es curioso, de todos modos, que un 22% de los españoles que respondieron a las preguntas de Reuters sobre los motivos que condicionan visionar videos de noticias ‘on line’, afirmase que “por motivos técnicos”, en tanto que otro alto porcentaje contestó que ello obedecía a razones de preferencia personal, es decir, por el formato (un 38% reveló que su primera opción es leer artículos) o por el dispositivo empleado.
Las galerías fotográficas, por último, gozan de un estimable seguimiento en España (aproximadamente el 19%), entre tres y cinco puntos por encima del que se registra en países del entorno europeo. Otro dato a tener en cuenta para entender los hábitos informativos de los españoles es que somos la nación donde más se escuchan audios en internet, un 22%, el doble de la media en el conjunto de los países estudiados.
         En definitiva, que la lectura de titulares va ganando cada vez más fuerza y más adeptos. Y eso no parece muy positivo que digamos. Cierto que se dispone de otros momentos y hasta influyen otras circunstancias -incluidas las derivadas de los dispositivos que se utilicen- para ampliar información. Pero prontitud, inmediatez, agilidad y capacidad de síntesis no son sinónimos de plenitud informativa.
         Cuidado, pues, con ciertos hábitos. Una sociedad que se informa a base exclusiva de titulares es una sociedad demasiado superficial y, por tanto, también desinformada.


lunes, 23 de junio de 2014

VALOR DE UNA MARCA

Cuando vuelven a sonreír o a ser moderadamente favorables las estadísticas, hay que ponderar nuevamente la marca Puerto de la Cruz en los mercados turísticos a partir de su sello histórico, del prestigio ganado cuando había que incursionar y ganar espacios hasta consolidarlos, de su trayectoria labrada durante décadas, de su capacidad para resistir y tratar de remontar en pleno proceso de decadencia… Es casi como decir que vive de las rentas porque, en efecto, mantener o mejorar índices de afluencia y estancia cuando a duras penas está en condiciones de afrontar las exigencias del concepto competitividad, cuando son contados los reclamos o las innovaciones de los últimos años con que estimular los mercados emisores, resulta muy meritorio. Una primera conclusión es que, con unas dotaciones adecuadas, con unos remozamientos apropiados, con acontecimientos debidamente dimensionados y con una tarea de mantenimiento eficaz y lucida que invite a nativos y visitantes a cuidar los valores de la ciudad, la oferta se revalorizaría de forma considerable.
            Por ello, sería buena una reflexión o un análisis del sector sobre el valor de los registros más recientes, más allá de la coyuntura. Habría que determinar las razones de ciertos crecimientos para poner a prueba la sostenibilidad y los rumbos del futuro. Hay que aprovechar el conjunto de la planificación hecha por el Consorcio de Rehabilitación Turística desde que la gerencia estuvo a cargo de Fernando Senante. Hay que insistir en averiguar grados de satisfacción de clientes. Hay que priorizar mercados. Y hay que insistir en el mensaje de que el turismo lo es todo si es que se quiere cualificar el producto y proyectarlo como un compromiso que afecta a la productividad económica y al progreso social.
            Dormirse en laureles, como ha ocurrido durante tanto tiempo, sería muy negativo. Si en el primer cuatrimestre del año, han venido al Puerto de la Cruz doscientos treinta y seis mil cuatrocientos catorce turistas, es decir, un incremento del 3,9% con respecto al mismo período de 2013; si han aumentado los porcentajes de ocupación y pernoctaciones; si el contingente de alemanes ha subido un 14%; si las cifras de nuevos mercados, como el ruso, o de perdidos como el francés o el suizo, son estimables; y si en la estancia media, el Puerto de la Cruz logra el mejor registro desde 2006, con 8,65 días de promedio, es que hay fundamentos para hacer efectivo el propósito de lograr un destino turístico diferenciado, con sus atractivos naturales y con sus cualidades para hacer que el visitante repita.
            Luego hay que esmerarse en la innovación y la cualificación. Pero también en los detalles: en calles limpias, jardines y pavimentos bien cuidados, ocupación de vía pública racional y no anárquica, funcionamiento de los servicios públicos… Más turistas, de acuerdo; mejores rendimientos, también. Pero hay que contrastar las razones. Y enriquecerlas para no hablar de racha coyuntural, beneficios circunstanciales o dependencia de terceros. Eso equivaldría a seguir viviendo de las rentas.



sábado, 21 de junio de 2014

ADIÓS A LA MANCOMUNIDAD

Hay que entonar el adiós a la Mancomunidad del Valle de La Orotava. Se pierde en la noche de los tiempos políticos. Fenece con una inevitable sombra de ineficacia y fracaso, bien es verdad que en una primera etapa -a mediados de los años sesenta del pasado siglo- pudo dar cobertura, con dignidad y decoro, a los fines para los que fue concebida: prestar servicios -desde el principio de la economía de costes- de atención sanitaria (casa de socorro, la equivalente a centro de salud con urgencias), de extinción de incendios y salvamento y tratamiento de residuos sólidos.
        Pero la evolución de los municipios, la falta de voluntad política, la limitación de recursos y la carencia de una sólida cultura de lo que significaba mancomunar servicios fueron mermando las potencialidades de una entidad supramunicipal que, paradójicamente, en cuanto que se creía que con la nueva etapa democrática podía experimentar una revitalización, atravesó una muy seria crisis en los años ochenta al abandonarla Los Realejos, uno de los ayuntamientos fundadores e integrantes.
        A posteriori, hubo intentos de reflotarla. Volvió Los Realejos y se incorporó Santa Úrsula. Las competencias fueron reasignadas. Había que actualizar estatutos para adaptarse a las modificaciones normativas. Desde el exterior se escucharon algunas voces que reivindicaban un papel más activo de la Mancomunidad. Pero seguía escaseando la voluntad política y faltaba impulso. Ni siquiera cuando los municipios que la componían llegaron a tener un gobierno del mismo color político hubo avances significativos.
        El nuevo enfoque legislativo aplicado a la administración local es aprovechado ahora por los actuales responsables municipales para disolver la Mancomunidad del Valle de La Orotava, la entidad que servía de enganche para alguna aspiración política pero también de opción para afrontar problemas que se avecinaban entre el crecimiento imparable de ciudades y necesidades apremiantes de otras. La liquidan -hay que cumplir con la tramitación de estos casos- para estudiar la creación de un consorcio intermunicipal, se supone que con finalidades parecidas.
        ‘In articulo mortis’, ya se habla de más cobertura y de más posibilidades con arreglo a las competencias que establezca la Ley (aún en el Tribunal Constitucional, por cierto) y las que se decida asumir. “Una fórmula para impulsar proyectos conjuntos”, ha dicho el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, a la sazón el último presidente de la Mancomunidad. Bien: es la misma o parecida letra pero con otra música.
        Decisión y gestión política, implicación clara y proactiva y aportación de recursos económico-financieros son los pilares sobre los que descansar cualquier acción futura. Eso significará enterrar también visiones estrechas y alicortas. Si no, simplemente habrá que registrar un cambio de denominación: Consorcio del Valle de La Orotava, en lugar de Mancomunidad.



viernes, 20 de junio de 2014

PRÉSTAMOS POR BECAS

Quieren sustituir las becas por unos denominados “préstamos universitarios”. El Gobierno, el ministerio de Educación en este caso, sabrá lo que quiere, desde luego, y aspira a materializarlo como sea; pero no parece tener claras las reacciones que tal medida despertará en familias y estudiantes, pese a que el anuncio pilla en plenos exámenes o en vísperas vacacionales. Adiós a las becas, adiós.


Los préstamos equivalen a endeudamiento y si éste se prolonga, a ver cómo pueden resistir quienes no tienen otra opción para realizar estudios superiores. Pero, en el fondo, significan una regresión y una fractura del principio de igualdad de oportunidades. Es como si se quisiera primar al que más recursos tiene, o lo que es igual, hacer todo lo posible para que cursen carrera universitaria lo más pudientes.

Es decir, en vez de procurar un sistema de becas amplio, flexible y justo, que sea compatible, además, con una fórmula de préstamos equilibrada y ecuánime, sin intereses, y vinculada a la renta futura del estudiante en su devolución, tal como sucede con aplicaciones similares en muchos países europeos.

El Consejo de Estado propinó, en su día, otro varapalo al Gobierno a cuenta de esta medida. Interpretó que era un disparo a la línea de flotación de la igualdad de oportunidades. O lo que es igual, que ésta se veía seriamente amenazada. Le dio igual al ejecutivo, ha hecho oídos sordos y sigue adelante con esta fórmula: préstamos universitarios por becas.

Por si eran pocas, otra medida discriminatoria y poco favorecedora de acceder y cursar estudios universitarios. Así seguimos.

jueves, 19 de junio de 2014

NUEVO MONARCA, NUEVO CICLO

Hoy sonará distinto el grito ¡Viva el Rey!


Felipe de Borbón, Felipe VI, entra en la Historia. Nuevo monarca, nuevo ciclo…

Con todas las incógnitas que se abran, hay que acreditar madurez.

Suerte, Majestad.

Suerte, españoles.

miércoles, 18 de junio de 2014

LIBERTAD EN RIESGO

-Si echa la vista atrás a los últimos años, ¿considera que la libertad para ejercer su labor como periodista ha aumentado o ha disminuido?,  le preguntaron a los ciento veinte periodistas consultados para llevar a cabo el II Estudio sobre la profesión periodística que promovía la firma Gas Natural Fenosa junto a la Asociación de Periodistas de Información Económica.
           El resultado es  llamativo comparado con el de la primera edición realizada hace tres años: el porcentaje de quienes piensan que hay menos libertad para ejercer el periodismo ha aumentado en dieciséis puntos. Se ha pasado del 37 al 53%, un salto notable que debe hacernos reflexionar en plena crisis de la profesión, sobre todo, para valorar en qué condiciones se desarrolla el trabajo. Más de la mitad de los consultados cree que la libertad para dedicarse al periodismo es menor.  Si se añade que un 31% entiende que es igual  y el 10% interpreta que ha aumentado, el panorama es preocupante. Hay una percepción muy extendida de que las cosas han cambiado -y no a mejor, precisamente- de forma considerable.
            O sea, que un buen número de profesionales estima que ha decrecido su libertad para informar. Incluso para quienes podemos tener una opinión distinta, en el sentido de que hoy en día, en muchos foros y en muchos medios se puede decir cualquier cosa, además no siendo cierta, porque nada va a pasar o porque quedará impune cualquier opinión por muy insultante o descalificatoria que sea (por lo tanto, casi no hay límites a la libertad de expresarse), incluso para quienes estamos en este lado, decimos, el registro llama la atención.
            Y aunque en el estudio de Gas Natural Fenosa, no se consigan respuestas directas a las causas que merman la libertad para ejercer el periodismo, de las procesadas para otra consulta se desprende que el profesional ha perdido influencia, entre otras razones, por la dependencia económica de los medios, por la precariedad laboral derivada de la crisis del sector, por la evolución de redes sociales, por pérdida de fiabilidad y credibilidad y por la presión de poderes muy influyentes.
            Así las cosas, no es de extrañar que un 66% de los encuestados (trece puntos más que hace tres años) estime que los periodistas influyen bastante menos con respecto del poder político. Las mismas dificultades para informar que se van sucediendo (ruedas de prensa donde no se admiten preguntas o comparecencias públicas en pantallas ubicadas en otras salas; o estampidas por un garaje de una institución pública o negativas, sin más, a responder preguntas; o escasa voluntad de facilitar el acceso a los protagonistas y a la información pública),  van mermando las ganas, van desanimando y anulando, casi, cualquier alarde crítico.
Hay que convenir entonces que la crisis sigue golpeando a la profesión periodística y que la libertad para informar está riesgo.


martes, 17 de junio de 2014

OSMAN, LA TRADICIÓN VIVA

“Propulsor del patrimonio democrático”, le definió el etnógrafo e historiador Manuel Lorenzo Perera en el curso de su intervención en la apertura de la exposición titulada “Tradición viva”, con la que el pintor egipcio Osman acude a la cita anual, en el Liceo Taoro, de las fiestas del Corpus y San Isidro en La Orotava.
            Hay quien prefirió el arte al fútbol y no se equivocó, no ya por el sonrojante resultado sino por la sublime calidad de esta nueva colección de Osman que ha querido inmortalizar, principalmente, en obras de gran tamaño, costumbres ancestrales como el baño de las cabras en el mar, rescatado hace años en el Puerto de la Cruz. Visiones de la geografía urbana, impresiones del tipismo romero e interpretación de estampas rurales, todo con un admirable respeto a raíces, naturalismo y vivencias, completan la exposición, pletórica de maduras sugerencias.
            Lorenzo Perera describió pormenorizadamente el baño de las cabras, el singular ritual purificador de las primeras luces de San Juan, y Osman vivificó la tradición con el cromatismo más perfeccionista que pudo imprimir hasta convertir la serie en una reivindicación misma del costumbrismo. La sombra de Chucho Dorta, el hombre que se desgañitó para que el ritual cobrase pujanza, planeaba mientras tanto sobre el Liceo. Y hasta Amílcar Fariña, el continuador que no cesa con tal de explicar los orígenes y el significado del baño y de otras costumbres sanjuaneras, hizo un alto en su convalecencia para asistir a la apertura de la exposición, abierta, por cierto, hasta el domingo 29, el día de la romería.
            El autor egipcio plasma la concentración de las cabras, los escorzos de éstas en su contacto con el mar, su pelaje y sus collares, los torsos de jóvenes que se esfuerzan en conducirlas al Atlántico, su orilla, sus espumas, las nubes que lo envuelven, la luminosidad adecuada, piedras y riscos como componentes de un escenario natural que encanta cuando sobre él se posan los pinceles de Osman, como siempre, perfeccionista, expresivo de una madurez impulsada por el enamoramiento de la tierra que escogió para vivir.
            De la tierra y de sus paisajes, de la gente y de sus celebraciones, de las costumbres y de sus contrastes. El pintor, fiel a su estilo, hace una sobresaliente contribución a la cultura popular que hay que agradecer, a las reminiscencias ancestrales, al patrimonio natural, arquitectónico y urbano que tanto cuesta conservar. Osman, así, renueva una suerte de compromiso que, con sus dotes de observador pertinaz, ha ido adquiriendo a medida que descubría aspectos insulares a los que proporcionó un sello propio con una pintura seria, reflexiva, equilibrada y llamativa. Esta vez, el artista ha logrado impactar con aquello que no se suele apreciar como se merece. La tradición está viva según la sensibilidad de los pueblos para cultivarlas y renovarlas si es menester. Pero también gracias a aportaciones pictóricas que animan, enriquecen y también perpetúan.

  

lunes, 16 de junio de 2014

RESISTENCIA EN SAN TELMO

Para los promotores de las concentraciones y para los participantes, la suerte del muro de San Telmo no está echada. No les arredran ni las infortunadas declaraciones del alcalde (El Día, domingo 15 de junio) quien demuestra no haber entendido nada de la respuesta ciudadana e, innecesariamente, hace una distinción sobre ciudadanos que no residen en el Puerto que es propicia a ganarse más críticas y un alarde de insensibilidad -parodiando el título de la película de Agustín Díaz Yanes- al afirmar que cuando termine la obra, nadie se acordará del muro que, a este paso (perdón por la exageración) va a terminar siendo más conocido en ámbitos locales que el de Berlín.
Allí estaban, una tarde de domingo más, inaccesibles al desaliento, coreando sus cánticos y consignas por medio de un rudimentario megáfono que recuerda a los utilizados al comienzo de la democracia. Repartiendo entre los viandantes hojas informativas con la última hora del contencioso entablado y la protesta hacia quienes no han respetado ni que el juez, hasta ahora, se haya manifestado sobre la cuestión de fondo. Colocando sobre las vallas protectoras de la zona de obras pancartas y carteles que llaman la atención de los curiosos. Explicando a los desconocedores de la causa el por qué de sus acciones. Aplaudiendo a la pareja de policías locales que transita para verificar que todo se desarrolla sin incidentes. Y recogiendo firmas (Van más de cinco mil, por cierto).
Podría parecer que era el último grito y que, en todo caso, iba a resultar inútil dado que ya han derruido más de la mitad. Pero no: como que aún tienen ganas de decir ¡basta! a la destrucción de un elemento distintivo de un paseo que forma parte del patrimonio. Como que no se dan por vencidos y se empeñan en hacer valer sus razones ante la incomprensión de autoridades y responsables institucionales. La zona de baño sigue cerrada (y así continuará, previsiblemente, todo el verano) y muchos ya han advertido que quienes negaban, técnicamente, la construcción de una rampa por donde pudieran discurrir los discapacitados, ya deberían estar corrigiendo a la vista de la habilitada para el paso de camiones y de la grúa perforadora.
Estas docenas de personas nuclean la resistencia. Algunas siguen sin entender la negativa de quienes debieron mostrarse más receptivos con esta demanda social. Como tampoco entienden que  los criterios y los relatos basados en rigurosos estudios históricos no hayan sido tenidos en cuenta. Algunos confiaban en que el Cabildo iba a acoger, siquiera parcialmente, sus reivindicaciones. Tampoco ha podido ser. Creían que no se atreverían con el sello de César Manrique. Lo cierto es que, pese a todos los imponderables, pese a los silencios y a los incumplimientos, se resisten, en efecto, a dar por perdida la causa del muro, mejor dicho, de la actuación de remodelación y acondicionamiento del paseo de San Telmo.
  Los santelmeros, mientras tanto, se reparten entre el muelle, el lago y otras zonas del litoral portuense. Como otros muchos ciudadanos, sobrellevan con indolencia e indiferencia los primeros efectos de la destrucción. Pero no hay que extrañarse: un pueblo que estuvo dos meses sin agua y siguió pagando los recibos pese a las irregularidades en el servicio, es todo un ejemplo de paciencia y tolerancia. Si eso no dolió, ¿cómo van a ponderar el patrimonio urbano que algunos se han empeñado en arrebatar?

Aquí, desde luego, los más comprometidos no quieren que su grito se deje de escuchar.

viernes, 13 de junio de 2014

UN MURO PARA LA HISTORIA Y EL LAMENTO

Hemos estado en la Punta del Viento. Desde allí pudimos sentir el toctoc  potente de la grúa perforadora. Desde allí seguimos durante unos minutos su acción destructora de un muro que ni siquiera molestaba. No respetaron su historia ni la concepción original. Sin sentimentalismos ni fatuidades, desde aquel mirador privilegiado,  nos dolió la desaparición de un trozo de la ciudad, de un elemento constructivo de un paseo convertido en arteria de tránsito peatonal, en un bulevar en el que César Manrique dejó su sello. Con un defensor del medio ambiente y del patrimonio urbano que por allí pasaba, apenas unas expresiones de desahogo lastimero en la breve coincidencia. Se concatenaban, al rítmico toctoc del punzón rompedor, sensaciones de impotencia, indolencia, manipulación, insensibilidad… Todo lo que se necesita para que ver cómo cae un pueblo... y no pasa nada.
            Se empeñaron en borrarlo y lo han conseguido. Mejor dicho, lo están consiguiendo. Ni un contencioso en los tribunales ha frenado el empecinamiento aniquilador de los promotores y autores de este proyecto que no han sabido explicar el por qué de ese afán destructor. Parte del pueblo y los usuarios habituales, portuenses de bien y ciudadanos que simpatizaron y estamparon sus firmas, decían sí a la remodelación y se negaban a que el patrimonio con el que se han identificado fuese destrozado. Ni la aparición de las cuevas que obligan a hacer un modificado del proyecto y gastar más dinero por no haber hecho los estudios geotécnicos correspondientes y el empecinamiento en no abrir la zona de baño en verano, a pesar de que el Cabildo, hace pocos días, anunció que lo haría.
            Y en hablando de justicia, ¿sabían lo que hacían quienes ordenaron la ejecución del derribo del muro de San Telmo sin que el juez haya resuelto la cuestión de fondo? Supongamos que Su Señoría, la que decidió una suspensión cautelar de los trabajos y fijó el abono de una cantidad de sesenta mil euros a los denunciantes que no pagaron, valora ahora que los estudios y documentos aportados acreditan los valores históricos y socioculturales que aconsejaban su conservación. Y con esa interpretación, determina la reposición del muro destruido. ¿A quién o a quiénes se le piden responsabilidades? ¿En cuánto se incrementaría el importe del proyecto?
            No han faltado ni las exhibiciones de fundamentalismo obtuso ni las provocaciones cada vez más abundantes en la ciudad ni la voluntad de refocilarse en la caída del muro exagerando presencia de insectos y evocando hasta necesidades fisiológicas de juventud. El muro valía mucho más que todo eso. Jamás estuvieron a su altura. Cómo contrastan esos hechos con las manifestaciones cívicas, con el acogimiento a los soportes del Estado de derecho, con la incursión en los vericuetos administrativos, con la constancia de quienes se oponían concentrándose domingos y festivos ya hiciera frío o calor y explicando a transeúntes y a los extranjeros, en su idioma o con signos, cuál era el significado de su protesta y de sus gritos antidestrucción. Queda acaso, el próximo domingo por la tarde, el último. Puede que no sirva de nada pero, al menos, quedará en la historia como símbolo de una resistencia a la destrucción y a la incomprensión. Ni el mejor resultado, fíjense bien, del proyecto que se ejecuta, podrá apagarlo o mitigarlo. Estamos seguros de que en el seno del gobierno local hay dosis de disconformidad y hasta preocupación por las repercusiones venideras.
Porque San Telmo, el bulevar, ya nunca será igual. Guardemos, conservemos las fotos, los recortes y los documentos para que las generaciones futuras sepan cómo era. Y para que comparen.

Aunque ya no sea posible que circule en redes sociales una frase o un pensamiento popular: “Y el muro, siempre el muro”.

jueves, 12 de junio de 2014

LA ALTERNATIVA DE GALERA

En la controversia -dan ganas de llamarla otra cosa- que envuelve la tan traída y llevada actuación de construir un puerto en el Puerto de la Cruz, ha surgido una alternativa. Muy solitaria, si se quiere, pero no menos respetable. Es probable que sea interpretada como un elemento que confundirá aún más a los desconfiados ciudadanos pero, como todo trabajo de creación, debe ser respetado.


El arquitecto Joaquín Galera Gaspar lo dio a conocer anoche en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC). Su propuesta, dicha resumida y llanamente, consiste en separar las dos actuaciones que, supuestamente, están orientadas a completar el tratamiento del litoral portuense dotándolo de dos grandes infraestructuras: el parque marítimo, por un lado; y el puerto deportivo-pesquero-comercial, por otro.

Galera mantiene básicamente el emplazamiento del parque marítimo, sobre la superficie ganada al mar en los años ochenta, casi cien mil metros cuadrados, la única posibilidad de crecer que tiene el municipio y un patrimonio de los portuenses que deben ser conscientes de la importancia que tiene su administración. El parque marítimo es determinante y prioritario en el modelo de desarrollo de la ciudad, enfocado claramente al turismo. Se trata de una actuación decisiva para impulsar la marca y reactivar la economía local.

Joaquín Galera explicó su concepción, imprimiendo un sello muy pragmático: producir un atractivo polivalente a partir del aprovechamiento de la citada franja de terreno. Es decir, diversidad de usos a la que se unirían los acuáticos y la construcción de un auditorio. Toda la zona estaría protegida por la construcción de una escollera en alta mar, abierta por ambos laterales para disponer de una lámina de agua, apreciable, además, desde otro espigón saliente y unido al del actual refugio pesquero. Respetaría su idea el actual campo de fútbol El Peñón.

El autor de la propuesta, insistimos, no incluye aquí la infraestructura marítimo-portuaria. Traslada ésta -he aquí la gran novedad de la alternativa- a Martiánez, donde, según su visión, sería más factible construirla, contando además que, teóricamente, estaría resuelto el problema de la accesibilidad interior por carretera. Por lo tanto, el impacto medio ambiental, sería incluso menor.

Galera se apoya en antecedentes documentales. A principios del siglo XX, los portuenses ya demandaban la construcción de este puerto. Los primeros y elementales planos datan de esa época. El alcalde Melchor Luz y Lima traslada a Su Majestad Alfonso XIII las inquietudes sociales de la época. Y se dan unos primeros pasos. Pero la voluntad y las aspiraciones no cuajaron: en despachos madrileños se evaporaron las intenciones.

El arquitecto aporta una solución consistente en proyectar una bocana lo suficientemente ancha como para que operen y atraquen sin problemas dos ferries. Plantea el aprovechamiento íntegro de la actual escollera de defensa de la playa Martiánez, prolongándola hasta construir el nuevo dique de abrigo. Preservaría la zona de baño. E incluiría paseos, usos marítimo-pesqueros-recreativos y dotacionales.

A grandes rasgos, este es su enfoque que rompe, conceptualmente, con la información y con el actual estado de la cuestión. ¿Hasta dónde le pueden hacer caso o hasta dónde es aprovechable esta propuesta? Difícil la respuesta, máxime cuando el Gobierno de Canarias y el Cabildo ya han proyectado de otra manera, aunque, según opinión cada vez más extendida, de forma insatisfactoria.

El caso es que los vaivenes solo incrementan el escepticismo. A Joaquín Galera, en todo caso, hay que agradecer su buena voluntad, su afán creativo y haber elaborado una alternativa respetable. Al margen de las consideraciones técnicas, él cree que el Puerto de la Cruz precisa de incentivos que enriquezcan los activos que le han permitido ser un destino turístico diferenciado. Y para captar mercados o flujos turísticos, incluidos los insulares, aboga por actuaciones en su litoral, punto más próximo, por cierto, a la isla de La Palma en una hipotética línea marítima que se establezca.

miércoles, 11 de junio de 2014

CANSADOS DE ESPEJISMOS

No parece que hayan despertado especial entusiasmo las determinaciones contenidas en el ‘Plan de medidas para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia”, aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, necesitado, a la vista de que se agota el tiempo, de mejorar la competitividad de la economía y los resultados de los sectores productivos. Entre la sucesión monárquica y el fenómeno Podemos, el alcance de las medidas y las cifras que las sustancian están pasando inadvertidas.
         El ejecutivo pretende movilizar un volumen de casi doce mil millones de euros, desglosados de la siguiente manera: seis mil trescientos, de inversión directa; tres mil doscientos para financiación de pequeñas y medianas empresas y mil doscientos destinados a garantías y avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). No era curarse en salud pero, por si las moscas, la vicepresidenta puntualizó tras el consejo de ministros que “el plan no condiciona el cumplimiento de los objetivos de déficit porque no supondrá un gasto adicional del Estado”, es decir, teóricamente se quiere optimizar los recursos disponibles, o lo que es igual, de algún lado habrá que recortar. Y eso, por ahora, es desconocido.
         Se explica entonces el tono crítico con que los grupos políticos y las centrales sindicales han acogido el aludido Plan. Convergen en que las medidas son poco novedosas o que ya estaban anunciadas, además de que llegan tarde y son insuficientes. Los índices de desempleo, que siguen siendo muy altos, y los niveles de deuda pública, que superan los trescientos mil millones de euros, condicionan los efectos que se persiguen por parte del Gobierno: la inversión anunciada, aparentemente, resulta escasa para dinamizar sectores productivos, necesitados, sin duda, de alguna inyección que les haga afrontar, a corto y medio plazo, intentos de recuperación, diversificación o expansión con elementos básicos de estabilidad.
         Todo dependerá, pues, de la materialización práctica de estas medidas para contrastar los avances hacia las metas de crecimiento y mejora de la competitividad. Se verá entonces si, con las disposiciones que, casi en paralelo, ha adoptado el Banco Central Europeo (BCE), más vale tarde que nunca y que esa apariencia de maquillaje para salir del trance deja paso a un escenario más realista y con creíbles y esperanzadores fundamentos de estar saliendo de la depresión.

         De espejismos está cansado el personal.

martes, 10 de junio de 2014

DEBATIR ES SALUDABLE

Atrás queda el debate televisado entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, en el ecuador de la campaña de las elecciones europeas, que ha pasado a la historia por aquel absurdo dechado de “superioridad intelectual” del candidato popular. La socialista, más diestra y más fresca, fue la ganadora pero no parece haberle servido de mucho si se tienen en cuenta los resultados. Ni siquiera se vio favorecida por toda la reacción posterior, que tuvo mucho de recreo en un desgraciado y reprobable trance dialéctico.
         No fueron altos los índices de audiencia de aquella noche y más bajos aún -apenas alcanzaron los ochocientos mil espectadores- fueron los de un segundo debate con los ‘números dos’ y candidatos de otras opciones políticas. En medio de la desafección, del desconocimiento y del desinterés, ni siquiera las citas televisivas, otrora muy esperadas, ambientaron la sosería y la abulia que caracterizaron el tiempo de campaña y las semanas precedentes.
         Es de esperar que en los estados mayores de las organizaciones partidistas, los estrategas y los expertos en comunicación política hayan tomado buena nota para revisar planteamientos futuros sobre el particular, a la espera de la evolución y de los giros que la política vaya deparando. Los principales canales generalistas también tendrán que poner de su parte. Porque, al margen de la repercusión de las redes sociales como instrumento de campaña (estamos en plena fase de investigación para obtener el mejor manejo y la máxima rentabilidad), debe quedar claro que, por salud política y por el bien de la democracia, debates televisados tiene que haber. Para contrarrestar la indiferencia electoral y para mantener encendidos los timbres del interés general, la comparecencia o el examen ante las cámaras tiene que fomentarse y reactivarse.
         Y lo que es más importante: para dar a conocer, siquiera parcialmente, las ideas y las ofertas programáticas. Los electores tienen todo el derecho del mundo a recabar de los candidatos la información y el parecer sobre aquellas cuestiones que más les puedan interesar, pensando en el futuro cuando menos a corto y medio plazo. Tan reacios, como se ha demostrado, a la lectura o a la interpretación de datos con soportes documentales, si se les priva también de citas televisivas aptas para enterarse de propósitos y voluntades o de fórmulas para ejecutar medidas y, en fin, para confrontar criterios y medir capacidades dialécticas, el clima de desapego y de indolencia puede volverse insostenible.
         Otra cosa es que se acierte con la modalidad escogida. Tanto por el número de intervinientes como por los formatos que previamente hayan sido pactados. Ahí se tiene un campo muy abierto, con multiplicidad de opciones: si se encorseta, el debate perdería de antemano en frescura y agilidad, carecería de gancho.
         Pero debatir, tal como está la política, es saludable. Y además, sale barato, si se compara con soportes de campaña mucho más costosos y de dudoso impacto a estas alturas de la exteriorización política. Por lo tanto, hay que potenciar los debates. No puede ocurrir que si en Estados Unidos, Alemania o Francia -en realidad, en todas las democracias consolidadas- los debates pueden resultar determinantes en la suerte electoral, en España se malgasten tiempo y energías en cómo enfocarlos y cómo materializarlos.

         Se trata, simplemente, de normalizarlos. 

lunes, 9 de junio de 2014

'Q' DE CALIDAD

Hay que empeñarse en la calidad, turísticamente hablando. Está encima la temporada veraniega y para conquistar mercados no basta con los activos ni los voluntarismos, ni siquiera con la experiencia de gestión o la buena fama de una marca o producto: los niveles de exigencia y las  heterogéneas tendencias obligan a mejorar la calidad de la oferta. El sector ha entendido, además, que ese factor es primordial para la competitividad, sobre todo después de haber contrastado que los recursos públicos para las promociones han ido menguando considerablemente en los últimos años.
            Entonces, habrá que estar muy atentos a iniciativas como la anunciada por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) para difundir la ‘Q’ distintiva de ese concepto. Nueve comunidades autónomas -entre las que no figura Canarias, por cierto; a la espera, suponemos, de valoraciones más pormenorizadas- han decidido participar. Se espera que también lo hagan instituciones locales y nuevas empresas para completar o materializar el entendimiento público-privado que ponga en valor una acción que tiene un lema significativo: “Experiencias que dejan marQa”, o sea, jugando también como reclamo, desde el origen, con letras o palabras.
            La iniciativa, a la que también se ha sumado la Secretaría de Estado de Turismo, está orientada al mercado nacional y pretende promocionar la calidad turística en nuestro país así como sensibilizar a los viajeros para que exijan mejores servicios y prestaciones más cualificadas. La marca ‘Q’ identifica ya a más de dos mil empresas, lo que demuestra que el sector privado está dando una buena respuesta, a la espera de que los primeros resultados dinamicen una progresiva incorporación.
            Y es que la pugna por el mercado nacional es ya una prioridad en varios destinos turísticos. Aún resuena aquella frase de muchos profesionales: “El turismo nacional ha salvado la temporada”, dicha cuando las nubes de la recesión en polos emisores empezaban a inquietar sobremanera. Hoy habría que agradecer a los promotores más veteranos la apertura que significaron acciones como la “Ibéricas”, auténticas pioneras de las que hoy se llevan a cabo. Si sirvieron para dar a conocer valores y atractivos, y también para incursionar o explorar mercados que tenían a Canarias como un punto alejado, distante y de difícil accesibilidad, el recorrido hay que darlo por bien empleado.

            Ahora se entra en otra fase en la que, conociendo preferencias de clientes y usuarios, es indispensable ofertar calidad y diferenciación, de modo que el título de esta iniciativa es toda una invitación a procurar la satisfacción de aquéllos. No basta con imagen: hay que hacerlo con hechos palpables que propicien esas experiencias que van a dejar huella. El sector tiene que ser muy consciente: su fortaleza y su madurez son derivados de su capacidad de involucrarse y no depender exclusivamente de lo que hagan o aporten las instituciones públicas.

sábado, 7 de junio de 2014

OSCUROS HORIZONTES FUTBOLÍSTICOS

Entre los reveses deportivos locales recientes, hay que consignar el descenso, de Preferente a Primera categoría, del C.D. Puerto Cruz. Como otras muchas cosas, ha pasado casi inadvertido del todo. Es tan escaso el interés dedicado al fútbol regional y al desarrollo balompédico local que tampoco es cuestión de extrañarse demasiado. El descenso viene agravado porque el filial juvenil, durante muchos años militando en la División de Honor, también perdió la categoría; y porque pocas fechas antes de terminar la competición, el club se quedaba sin dirección al dimitir el presidente y su junta. O sea, una hecatombe deportiva en todos los órdenes, una crisis de  calado en lo deportivo y en lo institucional.
         No es el primer descenso del C.D. Puerto Cruz, cierto. Pero tampoco es cuestión de acostumbrarse. La pena es la historia. Pero de ella, se comprueba una vez más, no se vive. Hablaremos del célebre encuentro con el Juventud Silense, del “Seis de copas”, del “pequeño Real Madrid”, de la Liga Regional, de goles inolvidables, de grandes jugadores, de atinados dirigentes y de entrenadores que dejaron huella, de El Peñón abarrotado, con tierra y con césped, natural y artificial…
         Pero no hablamos del futuro, de un proyecto, de un planteamiento con una mínima seriedad para rescatar aficionados y para forjar un equipo con valores, que se sienta respaldado. Como tantas otras cosas, los portuenses vemos ante nuestros propios ojos cómo se pierden los hechos y las cosas que cultivamos y gozamos durante tantos años. Hechos y cosas con las que nos identificamos y convivimos. No hacemos nada ni para procurar que la suerte deportiva nos sonría. Porque el deporte es así, ganar y perder, subir, crecer o bajar de categoría; pero cuando predomina el abandono, cuando falta la ilusión elemental y cuando no hay elementos para reaccionar, es que el terreno está abonado para un fracaso, para una decepción, para un decremento generalizado…
         El fútbol portuense, otrora admirado, atraviesa su peor etapa, sin duda. Se queda huérfano, sin apoyos. Lástima de tantos jugadores que componen las categorías de base, prolíficas y llenas de futbolistas y equipos dotados de un alto nivel competitivo. Sin exagerar: ¿qué equipo portuense de esas categorías no ha sido campeón?
         Sin embargo, ya ven. Se van a otras latitudes, prosiguen sus trayectorias en otras localidades. Es natural que padres y mentores se alejen de los núcleos donde se forjaron.
         Triste y doloroso, pero el futuro futbolístico local es muy oscuro. Sin dirigentes, sin proyecto, sin estructura sólida es difícil avanzar. Qué pena.


viernes, 6 de junio de 2014

DOMINÓ EN EXPANSIÓN

En el tránsito de los años setenta a los ochenta ya dábamos salida informativa, en Diario de Avisos, a las primeras competiciones del dominó, un juego de mesa que apasionaba y apasiona en las islas. En un breve lapso de tiempo, el impulso a la formalización de estructuras, campeonatos y patrocinios fue notable. Algunos equipos y no pocas parejas, de distintas localidades, cobraron gran popularidad en pocos años. Los campeonatos tuvieron, durante los fines de semana, una suerte de ritual y formalidades que reflejaban el auge del juego. Constituyeron una Federación y todo para que no se dudara de la seriedad y de la necesidad de contar con una organización válida para dar cobertura al crecimiento de la especialidad.


De esos inicios y de los avances tuvimos ocasión de hablar hace pocas fechas, cuando la Federación tributó, en Icod de los Vinos, un reconocimiento a quien fuera su presidente, Pedro Carballo González, quien años después y hasta su fallecimiento asumiría también los destinos de la Federación Española, con sede en el Puerto de la Cruz. En el curso del acto fue posible contrastar el respeto y el afecto que Carballo se ganó a base de templanza y de constancia. Recibió, a título póstumo, la medalla de oro del organismo. Muchos clubes y otras entidades se adhirieron a la iniciativa.

Allí estaban su viuda e hijos, sus familiares y allegados, compartiendo el frío de su ausencia pero también el calor vivo de sus recuerdos y de su dedicación al dominó. Allí estaban el director general de Deportes del Gobierno de Canarias, el presidente de la Federación Española, procedente de Alicante, y el de la Internacional, venido desde Caracas. También acudieron dirigentes de federaciones de otras islas.

Y en medio del ambiente que solo los ‘doministas’ saben crear, escuchamos testimonios interesantísimos sobre la evolución de este juego hasta el reconocimiento de su condición de deporte, empeño en el que se afanaron Carballo y sus más directos colaboradores. También, sobre una meta cada vez más próxima: la constitución de una federación autonómica con la que ampliar horizontes de organización y competiciones. Ello demuestra la sensibilidad de los practicantes, que no se conforman, que quieren compartir espacios y mesas con rivales de todas las latitudes insulares. Y eso es positivo.

El dominó ya no es, por tanto, el juego de aquella simpleza de colocar las fichas según el orden de las dos opciones y si no llevas, pasa. Es ya un deporte que sigue expandiéndose, que cuenta con numerosas licencias y que se estructura para que las competiciones tengan todo el interés que los jugadores pensantes, con todas las variables, saben implementar.





miércoles, 4 de junio de 2014

AYUNTAMIENTOS A LA ESPERA

El Tribunal Constitucional (TC) admitió a trámite, días pasados, nueve recursos contra la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. El procedimiento seguirá con la remisión de tales recursos a Congreso, Senado y Gobierno que disponen de quince días para personarse y presentar alegaciones. El alto tribunal resolverá cuando las conozca.


Habrá que aguardar hasta entonces para saber qué suerte corre esta norma que no gustaba ni a los alcaldes del PP. Será conveniente entonces mantener la cautela pero es significativo que las acciones emprendidas por cuatro gobiernos autonómicos (Andalucía, Asturias, Catalunya y Canarias), tres parlamentos de comunidades y varios partidos de la oposición, hayan superado ese primer corte de una tramitación que se desarrollará durante la recta final de legislatura y mandato, lo que no deja de ser un condicionante. Seguro que hay una cierta convergencia de elementos y razones en los recursos admitidos y eso, a priori, también puede conferir una cierta celeridad en el procedimiento. Pero, insistiendo, no hay que precipitarse.

Ya se verá, por ejemplo, si las tesis esgrimidas en su momento por el Consejo de Estado son asumidas por el TC. El Consejo, en efecto, estuvo muy crítico con algunos aspectos del texto articulado al entender que se vulneraba la autonomía local y no se aportaba una solución estable y equilibrada a la financiación. Los municipalistas, después de ver fracasados sus intentos de negociar y consensuar algunas materias, llegaron a afirmar que la norma constituía uno de los mayores ataques sufridos por la democracia desde su recuperación en nuestro país. Algunos alcaldes del Partido Popular (PP) también se quejaron de determinados enfoques de esta reforma del régimen local.

La ley entró en vigor el último día del pasado año. Ya había prisas en los promotores, conscientes de que la proximidad a fechas electorales (ya se ha cubierto una de ellas) así como las mismas apreciaciones del Consejo de Estado iban a resultar un factor negativo y de que el paso por el Constitucional era inevitable. En los primeros meses de aplicación se ha podido contrastar una especie de caos, como lo prueba que Galicia, gobernada por el PP, llegase a aprobar una ley ¡para interpretar esta reforma! El vacío y la confusión en numerosos ayuntamientos obligaron a otros gobiernos de comunidades autónomas a adoptar medidas transitorias para evitar situaciones de bloqueo a las que no han sido ajenos cuerpos de técnicos y funcionarios.

El daño a la autonomía municipal y al gobierno local, principalmente sustanciado con el recorte de competencias, la práctica desaparición de los servicios sociales y la puerta abierta a la privatización de los servicios básicos son hechos que lesionan la misma capacidad de gestión de las instituciones locales.

El Constitucional, desde luego, tiene trabajo. Y a la espera de su resolución -tiene particular y especial interés qué hará con la disposición que hace descansar en la Comisión de Gobierno la toma decisiones en el ámbito económico-financiero del Ayuntamiento, excluyendo, por tanto al pleno hasta de tareas fiscalizadoras-, seguirán navegando las administraciones locales con un lastre de incertidumbre de aquí te espero.

Ojalá no repercuta ni en el funcionamiento de las mismas ni en los ciudadanos.

martes, 3 de junio de 2014

RESCATAR EL REPORTAJE

Le pregunta Santiago Toste, en Diario de Avisos, al periodista y escritor madrileño, Javier Reverte, presente en la Feria del Libro de la capital tinerfeña, por la crisis del periodismo: ¿Es optimista con respecto al futuro de la profesión de aquí a unos años? La respuesta:


“Soy más bien pesimista. Y por una razón que no tiene que ver ni con las tecnologías ni con las crisis económicas, sino con la visión que poseen hoy los empresarios periodísticos. Se han olvidado del reportaje, que es la madre del periodismo: ir a un sitio, verlo y contarlo. Ya no hay historias en los periódicos, y sí todas las opiniones que queramos, como en las tabernas. Pero a mí no me interesa la opinión, sino que alguien me cuente una historia que desconozca”.

Coinciden algunas de estas apreciaciones con las expresadas en una entrada reciente publicada a raíz del fallecimiento de Gabriel García Márquez y en la que aludíamos a la importancia que el autor colombiano dedicaba al reportaje como género periodístico. El mítico Gabo glosaba esa importancia casi en términos de reivindicación en el curso de una aparición televisiva.

Reverte también echa de menos el reportaje en los periódicos de nuestros días. Editores y responsables de publicación, agobiados por las circunstancias y ante las penurias de las redacciones, como que se han desentendido, como que quieren salir del trance cotidiano sin cultivar y sin estimular ese género. Otrora, era una divisa, una señal indiscutida de la variedad de contenidos y una opción clara para que el autor pusiera a prueba su olfato y sus habilidades. Incluso las literarias.

Entonces, directores como Alfonso García-Ramos y Leopoldo Fernández pedían a los redactores que se esmerasen para elaborarlos a partir de una historia cualquiera, sencilla, o de un hecho más enjundioso. El todo era captar su interés y su sentido periodístico para publicarlos como una alternativa a la rutina de secciones. Fernández insistía mucho en una titulación sugerente para captar el interés del lector. Siguiendo sus enseñanzas, recordamos dos títulos que rubricamos en el decano de la prensa de Canarias y con los que optamos a premios de concursos periodísticos:

El hombre que deglutió noventa huevos, uno; y “Tomé un vaso de vino y me eché a llorar”, otro.

El escritor tinerfeño Rafael Yanes Mesa, doctor en Ciencias de la Información, firmó en Espéculo. Revista de estudios literarios, editada por la Universidad Complutense de Madrid, un interesantísimo trabajo en el que desglosa criterios para su análisis y clasificación y que encabezó de forma significativa: “El reportaje, texto aglutinador de distintos géneros periodísticos”. Así, distingue entre “preferentemente informativos” y “preferentemente interpretativos”; y diferencia entre los “explicativos y los dinámicos”.

Reverte, en su respuesta, quiere historias que desconoce. Bien contadas, con un relato bien secuenciado y estructurado, constituyen una pieza formidable para ganar la atención y la curiosidad de los lectores. Estamos ante un texto informativo que se presta a inclinaciones literarias y que se complementa con fotografías, ilustraciones, opiniones y comentarios.

Lástima que también haya sido víctima de la crisis. Pero aún se puede rescatar.



lunes, 2 de junio de 2014

CATARSIS SIN FIN

Todos los diagnósticos convergen en crisis, así que lo lógico sería concentrarse en terapias o en cirugías extremas casi a vida o muerte, en alternativas que vayan más allá de bálsamos y cataplasmas. En esta catarsis sin fin que es el socialismo español de nuestros días, lo peor, a diferencia de otras situaciones límite, es que hay un final impredecible, nadie sabe a dónde va. Bueno, lo supo Alfredo Pérez Rubalcaba que acreditó su estatura política al convocar un congreso extraordinario, culminando de esa forma la dirección más complicada en la historia del partido. El lastre, si así lo asumían, ya no es tal.
Que el desconcierto sea palpable entre la militancia -cada vez más dada al flagelo- debe aceptarse pues como consecuencia natural, al haberse acostumbrado a esquemas de funcionamiento que, teóricamente, la Conferencia Política del pasado otoño debía renovar. Ahora, con testimonios y tacticismos que obedecen a personalismos y desnaturalizan legítimas aspiraciones de acceder a la dirección de la organización, flota la duda de si sirvió para algo aquella convocatoria. Se buscaba un modelo, de acuerdo, pero también había que dotarse ideológicamente porque la depresión y las políticas conservadoras obligaban y obligan a respuestas que favorecieran, cuando menos, otros horizontes. Si el proceso estaba en marcha -admitamos que es lento y requiere tiempo- lo cierto es que se ha visto interrumpido o ha sufrido el frenazo de unos resultados en las comicios europeos, a partir de los cuales, teóricamente, según el verso serratiano, “solo cabe ir mejorando”.
Pero la buenaventura es harto difícil, además de un auto de fe y esperanza. Enfrascados -y también desconcertados- algunos dirigentes en pugnas intestinas, el PSOE se estanca. Pero ese anquilosamiento, ¿se resuelve solo con otras caras? Las circunstancias de desafección política no le favorecen pero habrá de intentar remontar la situación: un partido centenario, que tiene en su historia episodios muy delicados y que superó con responsabilidad y visión pragmática, ha de demostrar ahora su madurez. No la tuvo, por cierto, para desmontar ese cliché prefabricado y teledirigido que le iguala en modos y quehaceres al actual partido gubernamental. Y ha de tenerla para afrontar un nuevo escenario político, aún en fase embrionaria y con claroscuros pero ya apuntando giros sensibles.

De modo que harían bien en dedicar esfuerzos en debates públicos a no airear tanto las interpretaciones, las diferencias, los recelos y los ventajismos orgánicos. La gente espera soluciones de los socialistas, no empujones ni atajos ni tesis para ver quiénes inspiran y ejecutan sus políticas. Lo recomendaba en la SER días pasados, Angels Barceló: no confundir abrir el partido a la sociedad con hacer partícipe a ésta de los líos internos. La incertidumbre, todas esas incógnitas, duran ya mucho y robustecen los desapegos y las deserciones cuando, en realidad, lo que importan, por el bien de la democracia, de los avances sociales y del propio partido, son otras cosas.