martes, 30 de junio de 2015

LOS PARTIDOS, TRAS LOS INCUMPLIMIENTOS

Queda en el paisaje postelectoral y pactista la nebulosa partidista anunciada de los cargos públicos -¿y orgánicos?- a los que será abierto expediente disciplinario a raíz de los incumplimientos de las indicaciones cursadas para orientar el sentido del voto en el momento de elegir al alcalde, siguiendo las directrices políticas de quienes negociaron (CC y PSOE) para sellar una alianza de este color en aquellas instituciones donde consideraban que era precisa.
         La suerte siempre incierta de este tipo de iniciativas se acentúa desde el momento en que dirigentes de ambas formaciones han elevado el listón “con el fin de revertir la situación”, ya plasmada, por cierto, con resultados y decisiones que repercuten directamente en la composición de corporaciones. El Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna siguen a la espera de un acuerdo -hoy habrá una reunión que se antoja decisiva- para despejar las incógnitas que se ciernen sobre tales instituciones.
         Será interesante contrastar la voluntad de los órganos partidistas cuando se trate de manejar la realidad más allá del cortoplacismo que significa la toma de decisiones y su incidencia en aquellos lugares donde realmente se pueda cambiar el escenario para modificar, ni más ni menos, que la gobernabilidad. Hasta ahora, las situaciones de este tipo se han lidiado de forma desigual, entre recelos, conveniencias e intereses, pero, sobre todo, con laxitud y cierta manga ancha: a la dirección de los partidos cuesta adoptar determinaciones basadas en aspectos disciplinarios, no quiere conflictos internos y si sobrevienen, prefieren que el tiempo abone el olvido o haga reconsiderar juicios por la vía natural.
         Pero hay episodios de lo que denominan ‘vieja política’ que colisionan claramente con las exigencias de los nuevos tiempos, cuando hacer que interese la política o que ésta desprenda credibilidad requiere actos y decisiones que no signifiquen un dejar hacer, un dejar pasar que, en el fondo, sea una expresión de irrespeto para todos y en todos los sentidos. Y son los órganos de los partidos los llamados a no mirar hacia otro lado. Han de ir al núcleo de los problemas para su resolución, puede que dolorosa o severa, pero inevitable. Si disponen de estatutos que consignen régimen disciplinario y de códigos éticos que han elevado el nivel de cumplimiento y respeto a las decisiones que tomen los órganos de dirección, están obligados a ser consecuentes. ¿Para qué sirven si no?
         Los militantes, por otro lado, han de entender que no pueden conducirse al libre albedrío cuando ingresan en una organización política que funciona con arreglo a fundamentos democráticos y que está jerarquizada. Si se está, es para participar y con este verbo, aceptar o acatar, no para cultivar un ‘panchovillismo’ o una suerte de anarquismo que confunde, bloquea y merma seriedad. Si ese es su estilo o ese es su fin último, que funden su propio partido y hagan de él lo que les plazca.
         Ha terminado siendo un lugar común la carencia de cultura política o democrática en amplios sectores de la sociedad y aún en el ámbito de los propios partidos. No falta razón a quienes lo esgrimen cuando asistimos a episodios que se alejan de la seriedad, de la sensatez y de la aplicación normal de los mecanismos internos reguladores. Parece llegada la hora de esmerarse, bases y dirigentes, con tal de impedir o prevenir las disfunciones.
             Se juegan mucho, en ese sentido, nacionalistas y socialistas con vistas al futuro. Hasta cuentan con algún soporte legal para hacer valer las medidas que pongan a los incumplidores o indisciplinados contras las cuerdas, que pueden ser también las de la subsistencia económica. En una época en la que la desafección política gana terreno -los registros de abstencionistas en Canarias el pasado 24-M son muy significativos-, obrar con permisividad o inhibirse cuando no debe hacerse es francamente peligroso. 
             Puede que haya que aguardar, incluso a trances como las próximas elecciones legislativas. Pero no mucho más allá pues si los partidos implicados no actúan con coraje y determinación, si no hacen uso de sus códigos y si van a dejar que siga girando la noria de las individualidades en el propio interés o capricho de éstas, flaco favor estarán haciendo a la democracia. Es una de las pocas cartas que les queda para que se contraste su misma capacidad de regeneración política. Si, por el contrario, su desempeño en esta materia es firme y decidido, si se apoyan en convicciones y preceptos éticos y estatutarios, se avanzará en cultura política y en calidad democrática.
         Que buena falta hace.

lunes, 29 de junio de 2015

UNA POSTAL DE PREGUNTAS

La enésima lección de periodismo de Juan Cruz Ruiz, al presentar “Toda una vida preguntando” (Círculo de tiza) en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), flanqueado por los periodistas Carmelo Rivero y Santiago Negrín, se basó en afirmaciones tales como “La base principal de la pregunta es la sencillez de la intención”, “Es noble preguntar” y “La naturaleza de la vida abre el apetito de responder”.
         Así, fue desgranando impresiones y reflexiones no solo basadas en la lúcida experiencia de su obra periodística y literaria sino en las contestaciones a bote pronto urgidas por la curiosidad de espectadores y lectores que querían saber, por ejemplo, si se había sentido alguna vez incómodo y con las que enhebró revelaciones de técnicas y métodos para entrevistar, a fin de cuentas él “preguntaba de chico de manera insaciable”.
         Carmelo Rivero había servido un jugoso aperitivo, “la apoteosis de las entrevistas”, que Cruz sorbió con la pasión de quien sabe que ese largo y denso recorrido comporta la traducción de treinta conversaciones con escritores y pensadores. “La historia de mi vida”, confesó también como otro elemento personalísimo de la lección que impartía sin querer. “La entrevista, el género, ha sido mi universidad”, añadió mientras volvía a recorrer el territorio de su memoria y evocar la vestimenta que compró su madre cuando hubo de interrogar a Caro Baroja, una de las dos entrevistas que aportó al libro (junto a la de Pablo Neruda) mientras le confió la selección restante (veintiocho) al editor Ulises Ramos.
         Juan Cruz se recreó en el interés que toda la vida ha sentido por las personas y que acentuó en las preguntas a partir del descubrimiento que le inspiró una frase del poeta alemán Michael Kruger: “A veces la infancia me manda una postal”. El autor portuense bien que la ha mirado y remirado para establecer las coordenadas donde se desenvuelven entrevistador y entrevistado, el primero en busca de la contestación anhelada; el segundo, quién sabe si sintiendo arrancada alguna confesión o transmitiendo una idea/mensaje. O algo de eso le sucedió con el ex ministro José Bono, quien, a la hora de revisar la transcripción de las respuestas, llegó a modificar las preguntas. Cruz volvió a rescatar aquel ya célebre grafito de Quito (Ecuador), extrapolado por el poeta Jorge Enrique Adoum para Mario Benedetti: “Cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”.
         Carmelo Rivero, antes de interpretar la pared enigmática traspasada por respuestas inteligentes u obstáculo impenetrable que devolvía las preguntas, desmenuzó citas de los personajes que aparecen en “Toda una vida preguntando”. De Pamuk, Neruda, Grass y Saramago, entre otros. Y de Vargas Llosa, que hizo el prólogo. Y Santiago Negrín, por su lado, habló de los valores del periodismo y de la versatilidad del libro “que es para dosificarlo y mimarlo”. Después, Juan Cruz Ruiz aludió al “postre de la entrevista”, ese que se digiere para contrastar la satisfacción o la insatisfacción del trabajo publicado y la personalidad misma del entrevistado.

         Por mucha apoteosis, por mucho mimo, por mucha pared, por muy esmerada que haya sido la selección, Juan se pasará el resto de su vida preguntando. La infancia, en el acto del IEHC, le había enviado otra postal.

sábado, 27 de junio de 2015

INTERPRETACIÓN PICTÓRICA PARA EVOCAR

Así lo vieron, así lo interpretaron aquellos pintores extranjeros que fijaron su residencia en un Puerto de la Cruz lleno de encantos y de atractivos naturalistas que brindaban una paisajística idónea para los lienzos. Es “El Puerto en la colección del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias”, una exposición cuya apertura sirvió de despedida a los dieciocho años de ejercicio presidencial del profesor Nicolás Rodríguez Munzenmaier, a quien el comisario de aquélla, Eduardo Zalba, dedicó unas afectuosas palabras de gratitud y reconocimiento.
            Con una inevitable licencia para la añoranza o la nostalgia, la exposición condensa una visión del jardín botánico del siglo XIX y hasta seis enfoques de San Telmo en cuadros de factura más reciente. Los fondos de arte del IEHC atesoran, en efecto, más de una veintena de paisajes que, realizados sobre distintas técnicas pictóricas y en distintas épocas históricas, se pueden contemplar durante todo el mes de julio. Ya son quinientos, por cierto, los cuadros que alberga esa rica pinacoteca del Instituto, siempre reivindicada hasta que cristalice la idea de que sea la futura remodelación del parque San Francisco el espacio que albergue tan valiosa colección.
            Una fotografía de 1958 titulada “El suizo pintando en la batería de Santa  Bárbara” (que siempre creímos que se trataba del acuarelista tinerfeño Ruano) antecede al recorrido pictórico. Es una fotografía que simboliza el Puerto de antaño, el que se abría al turismo y en el que era frecuente encontrar esa estampa del autor en plena tarea, rodeado de nativos y niños curiosos mientras los extranjeros se lanzaban a la búsqueda de rincones y tipismo que atraían su atención.
            Sea El Suizo sea Ruano, ese Puerto de la Cruz interpretado en las acuarelas de Mario Martín o de Gregorio Ábalos, en sus primeras y elementales entregas, sigue llamando la atención. En la inauguración estaba, por cierto, un autor superviviente, Teófilo Galán Ulla, donante además de un cuadro que está en pleno proceso de reconstrucción supervisado por él mismo. Al lado del sueco Acke Fornander, están los óleos de Luis Ibáñez, dedicado años más tarde a la decoración, solicitado incluso por César Manrique. El bajío contiguo a la marea, hoy terrenos del futuro parque marítimo, quedó plasmado en la acuarela de un excelente profesor de dibujo, Cristóbal Garrido Luceño. Gilbert Kovll nos dejó en 1963 una singularísima visión de la plaza del Charco, ceñida casi a la ñamera y a los laureles de indias. El rostro recio de los hombres de la mar lo captó la belga Anna Vandeputte. El finlandés Stig Akerval también dejó su sello, junto al del austríaco Norbert Klamt cuya paleta, estilo Germinal, prefieren en el Instituto para ilustrar la portada de alguna edición futura.
            Con tinta sobre papel pintó Manuel Sánchez en 1957 y Jesús Ortiz también dejó una preciosa acuarela. El sueco Bo Bergström hizo un óleo sobre tabla en 1970 con el patio del antiguo cuartel de la Guardia Civil . Y original del inglés P.Crock, de 1866, hay una reproducción fotográfica de una acuarela sobre papel del jardín botánico felizmente rescatada y que ha quedado bien resguardada por razones de seguridad.
            Aquellos autores que lograban exponer en el Instituto cedían luego una de sus obras para los fondos. Ahí están las muestras del francés Jacques Montagne, de Francisco Leal Páez y del malogrado artista local José Manuel Hernández Pacheco quien dejó en tinta la iglesia de San Francisco como muy pocos lo han hecho. Entre esos pocos está otro francés, Jacques Guillery, quien en 1964 ‘retrató’ el sin par rincón de la plaza del Doctor Víctor Pérez, antesala ajardinada de aquel templo. Un carboncillo (1971) de gran tamaño del catalán Esteban Frigola, a quien conocimos y tuvimos por vecino, completa esta sugerente y contrastada interpretación pictórica de la ciudad, válida, desde luego, para evocar.


viernes, 26 de junio de 2015

SOMBRAS DE FRAUDE

Escribimos recientemente sobre la denominada economía colaborativa, según los expertos, una suerte de revolución abrazada a las nuevas tecnologías. Su filosofía, ya lo dijimos, se basa en compartir en vez de poseer. Para entendernos: un sistema cuyos fundamentos son intercambiar bienes y servicios por medio de plataformas electrónicas. Un empresario turístico, seguidor de este blog, nos alertó de inmediato: cuidado, porque el asunto se presta a confundir economía colaborativa con economía sumergida.

Y desde el sector turístico, precisamente, llegan las reacciones. Un estudio encargado por Exceltur a una firma especializada constata que la economía colaborativa puede estar generando en nuestro país un fraude de cuatrocientos treinta y dos millones de euros anuales. Y cita el informe del caso concreto de los 2,7 millones de plazas que se comercializan como viviendas de alquiler turístico los cuales superan los 2,4 millones de camas regladas. Precisa que un millón de esas plazas están gestionadas por la diez primeras plataformas P2P, abreviatura de la voz inglesa ‘peer to peer’, que se traduce como ‘red de pares’ o ‘red entre iguales’, es decir, una red digital en la que se funciona de igual a igual, sin clientes ni servidores fijos. Las citadas plataformas propician el intercambio directo de información en los ordenadores interconectados.

Una de las conclusiones del estudio es que la vivienda de uso turístico no genera nueva demanda “ya que el cliente posee un perfil sociedemográfico muy similar al del usuario de la oferta reglada. No es un turista nuevo y no dejaría de visitar un destino si no tuviera esa opción alojativa”. En este mismo contexto, se señala que “su principal motivación a la hora de escoger este tipo de oferta es conseguir un mejor precio, además de disponer de una mayor amplitud de espacio y cocina para disfrutar de sus comidas sin salir de casa. La búsqueda de experiencias es a día de hoy un objetivo marginal para estos turistas en España, mencionado sólo por un 6% de los encuestados. El destino sigue siendo el primer elemento de elección del viaje”.

Saltan entonces las dudas sobre la bondad de la fórmula y los fantasmas del fraude a partir de aspectos del sistema no regulados y de posibles tratamientos fiscales no contributivos, de manera que el informe encargado por Exceltur anticipa un potencial fraude que ronda los cuatrocientos treinta y dos millones de euros anuales (¡qué genios de la lámpara son algunos para enriquecerse de forma tan fácil!) que es el resultado de aplicar un tipo impositivo medio del 21% a los dos mil cincuenta y cuatro millones de euros que, según cálculos, es la cantidad de las rentas anuales de los arrendadores particulares, “en el caso de que ninguno de estos propietarios -señala el informe- estuviera declarandoi esos ingresos.

Con tales incertidumbres, es natural que brote la duda: ¿de verdad estamos ante una economía colaborativa? ¿O será mejor ir hablando de un nuevo método de fraude, del que en Canarias el ‘time-sharing’ fue un amargo aperitivo?

jueves, 25 de junio de 2015

MÁS REGISTROS TURÍSTICOS

Más turistas pero menos gasto, síntesis de nuestra entrada de ayer, tiene en Canarias unos registros muy concretos. Esta vez la fuente es Impactur y su informe de 2014, un estudio promovido por Exceltur, una asociación sin ánimo de lucro integrada por 25 de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística y de los subsectores del transporte aéreo, ferroviario, marítimo y terrestre, alojamiento, agencias de viajes y turoperadores, medios de pago, alquiler de coches, hospitales turísticos y centrales de reservas. Ha sido confeccionado en colaboración con el Gobierno de la Comunidad Autónoma con el objetivo de conocer detalladamente el impacto económico del turismo, tanto directo como indirecto, sobre la principales variables de la economía canaria. El estudio, por cierto, está basado en los métodos generales planteados por la Organización Mundial del Turismo y aplicados por el Instituto Nacional de Estadística para nuestro país.


A lo que vamos, el gasto vinculado a los desplazamientos turísticos de los extranjeros en Canarias. Según el estudio de Impactur, en 2014 dicho gasto experimentó un incremento i9nteanual del 5,5% respecto a los resultados positivos de 2013, elevándose a 8.831 millones de euros, que es el máximo histórico en la serie, tras cinco años consecutivos de crecimiento.

La pormenorización de los datos refleja la evolución positiva del sector. Llegaron casi 11,5 millones de turistas extranjeros en 2014. Se registraron el pasado año más de 109 millones de pernoctaciones en alojamientos turísticos de las islas, con un incremento del 5%. Y el gasto medio diario en el destino canario fue de 78,8 euros, ligeramente por encima de los 78.15 euros de 2013.

Estos registros abundan en la relevancia del sector turístico en la economía productiva de Canarias. Los responsables del estudio que comentamos señalan, en ese sentido, que el incremento de la actividad turística la sitúan en 2014 en el 31,4%, lo que significa 4,2 puntos por encima de los niveles del peor año de la crisis (27,2%), incluso superando los valores previos a la misma (29,2%).

La aportación del consumo turístico extranjero, unida a más altos niveles de inversión privada de las ramas turísticas y de gasto público vinculado al turismo, resultan determinantes para hacer que el Producto Interior Bruto (PIB) turístico haya superado las cifras del período inmediatamente anterior a la crisis.



miércoles, 24 de junio de 2015

GASTO MEDIO POR TURISTA

Hasta las mejores cifras tienen una arista negativa. El Banco de España vuelve a alertar sobre la evolución del sector turístico con datos que revelan que no es oro todo lo que reluce: vienen más turistas, de acuerdo, pero gastan menos. El gasto medio por visitante volvió a disminuir durante 2014: he ahí lo inquietante.


En el boletín “Balanza de pagos y posición de inversión internacional de España”, editado por la institución financiera, se señala que los ingresos por turismo extranjero se elevaron a casi cuarenta y nueve mil millones de euros durante el pasado año, lo que representó un crecimiento del 3,9% según la balanza de pagos. Por otro lado, de acuerdo con los registros de la encuestadora FRONTUR, nuestro país recibió 65 millones de turistas extranjeros, un 7,1% más que en 2013. El gasto medio por turista sería resultante de dividir los 48.928 millones de euros entre los 65 millones de visitantes, es decir 754 euros.

En cuanto a las previsiones hechas para el presente año, el Banco de España estima que "las mejores perspectivas económicas de nuestros principales mercados, junto con la depreciación del euro, que supondrá un atractivo adicional para algunos de ellos, y el menor coste del transporte por el descenso del precio del crudo continuarán apoyando el buen comportamiento de las exportaciones por turismo en el año en curso, en un contexto en el que España se ha posicionado en 2014 en primer lugar en el ranking de competitividad en turismo global".

En cualquier caso, lo preocupante es que el número de turistas no se correspondió con los ingresos. Según el Banco de España, el hecho refleja “el mayor crecimiento relativo del número de turistas con un menor gasto promedio en destino”. Luego, se reitera la tendencia que ya veremos cómo se comporta en verano. Precios, productos, preferencias y capacidad adquisitiva son los elementos que influyen. Veremos.

martes, 23 de junio de 2015

UN PROYECTO DE TDT POSIBLE Y NECESARIO

“¿Es posible una televisión local de base social en el norte de Tenerife?”.  Con esa pregunta, bajo el paraguas de un título muy sugerente, Ciudadanía Digital, se presentaron días pasados, en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), los adjudicatarios de una concesión, transformada en licencia, para la explotación de un canal del servicio de televisión digital terrestre (TDT). Querían llevar a cabo un taller en el que reflexionar colectivamente sobre la televisión local, su uso actual y sus potencialidades para el norte de Tenerife y su población.
            Arrancan, por tanto, de una premisa legal, lo cual no es de menor importancia en un campo dado a los vacíos y a la impunidad y en el que, por tanto, es fácil creerse que todo se puede hacer porque no va a pasar nada. No: parece que esa jungla ya se va despejando, de modo que la ‘alegalidad’ -tan permisiva y tan aprovechable cuando conviene- empieza a ser historia y, en teoría, solo puede y debe funcionar lo que está debidamente autorizado por la administración competente una vez ésta haya cumplimentado o cubierto los exigidos procedimientos legales. Este caso de Ciudadanía Digital, en concreto, dada la dimensión del proyecto y los objetivos que pretende, a la espera de su cristalización, solo puede entenderse desde soportes jurídicos válidos y desde el rigor que han de caracterizar, teóricamente, el funcionamiento de los medios de comunicación.
            ¿Cuáles son esos objetivos? Según se explicó, en primer lugar, articular y consolidar un canal de servicios y comunicación social de las organizaciones y experiencias sociales, ambientales, etnográficas, socioculturales, recreativas y deportivas del norte de la isla.  Y luego, fortalecer la ciudadanía y la participación social y política de la gente mediante contenidos programáticos que fortalezcan valores sociales y vertebren una sociedad más abierta, más participativa y mejor formada.
            Desde este punto de vista, sería positivo, en nuestra opinión, avanzar en las formas organizativas del proyecto antes que entretenerse demasiado en la naturaleza, la conveniencia o la viabilidad de esos contenidos. Además de innovadora, la iniciativa es distinta de un modelo de canal televisivo generalista. No parece que estemos ante una opción más de tertulias, de programas difusos y anodinos, todo lo más con algunas transmisiones y sus correspondientes redifusiones. Si quiere ser competitivo, tiene que empezar a serlo por su propia naturaleza. Y por rigor profesional. Se trata, por lo que informaron en el taller los promotores, de elaborar e impulsar una programación que canalice inquietudes y acciones sociales de las organizaciones cívicas de la isla y, en concreto, del norte tinerfeño.
            Eso posibilitaría desarrollar utilidades para la educación, las empresas, los sindicatos, los trabajadores, las mujeres, el deporte, la cooperación internacional, la discapacidad, la conciliación familiar, la salud, la cultura, el patrimonio, la infancia, los mayores, la ecología… Se quiere una televisión interactiva y que los consumidores abandonen el papel de exhaustos y deprimidos espectadores.
            En la sesión, llegamos a la conclusión de que un medio televisivo así es necesario. El déficit cultural de la sociedad canaria sigue siendo elevado. Cecilia Domínguez Luis, premio Canarias de Literatura 2015, hizo el pasado 30 de mayo toda una reivindicación para salir del marasmo, de los vicios y del espíritu acomodaticio que nos envuelve. No puede ser que los medios, especialmente los audiovisuales de cobertura local, contribuyan a “desaprender”, a la deformación o al embrutecimiento, cuando no a la desinformación o la comunicación sesgada de vulgarismos e intereses perversos. En las pasadas elecciones autonómicas y locales, se registraron índices abstencionistas muy pero que muy preocupantes. Son indicadores de una desafección que ya resulta inquietante desde el punto de vista sociológico. Las carencias ideológicas se suman a una alarmante falta de cultura política. Hay que superar esos quistes.
            Con esos considerandos, insistimos, que aparezca un medio dispuesto a promover valores cívicos, laicos, comprometido con la profundización de los derechos humanos, la solidaridad intergeneracional, las políticas de género y con el amplio abanico de conceptos contenidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía, es, cuando menos, esperanzador.
            Por ello, es primordial ultimar la fórmula jurídico-participativa que sustente el proyecto y que otorgue credibilidad desde que sea dada a conocer. Las potencialidades están: queda el buen uso del talento y de la capacidad de gestión para que esta iniciativa cristalice y sea de indudable utilidad social.

            La pregunta del principio, por consiguiente, tiene una respuesta afirmativa: sí es posible y sí es necesaria.

lunes, 22 de junio de 2015

AY, LA ABSTENCIÓN

Los porcentajes abstencionistas registrados en los últimos comicios autonómicos y locales ponen de relieve, pasada la euforia o el desencanto de los resultados y despejadas las incógnitas de las alianzas políticas para encauzar la gobernabilidad de las instituciones, que el sistema democrático sigue resintiéndose, que ni siquiera la emergencia de nuevas organizaciones ha sido un factor estimulante de la participación, que el desafecto no decrece, por lo que es indispensable que los partidos políticos dediquen más tiempo al estudio de las causas que determinan ese comportamiento electoral y, al menos, exploren las vías para revertir la situación.
            La amenaza se llama abstención. Mucha gente está desencantada y sigue desertando ante las urnas. Esos porcentajes abstencionistas son reveladores del hastío del electorado. Si se siguen amontonando entre amplios sectores de población el descontento, el rechazo, la frustración, la decepción y la protesta es consecuente que crezca el desapego y éste se refleje en el abstencionismo. Al ritmo que lleva, en Canarias al menos, será más noticia su aumento que el triunfo mismo de cualquier opción. Hay que insistir: los órganos de dirección de los partidos, sus comités de estrategia, a todas las escalas, tienen que tomarse esto muy en serio. Han de profundizar en el análisis de las causas y acertar en la búsqueda de las alternativas. Hasta en el municipio menos poblado deben hacer ese ejercicio. Que sean conscientes de que la democracia hay que cultivarla. Si no, para perjuicio de todos y de la sociedad misma, se les va de su control.
            Contrastemos algunos registros del pasado 24-M para reafirmarnos. La abstención en el Estado fue del 35,07%, en tanto que en Canarias subió al 39,76%, más de cuatro puntos y medio. Este porcentaje se desglosó así: el 40,03% en la provincia de Las Palmas y el 39,47% en la de Santa Cruz de Tenerife. Aquí, en esta isla, en el municipio capitalino, casi setenta y tres mil personas no fueron a votar, es decir, el 44,94%, confirmando así la tendencia advertida desde hace varias convocatorias.
            Llaman también la atención algunos datos zonales de Tenerife. En el sur, Adeje como ejemplo, hubo más abstenciones (12.161) que votos contabilizados (10.156). Las primeras, pues, alcanzaron el 53,63%. En Arona, fenómeno similar, con cifras acentuadas: 27.633 abstenciones frente a 19.508 votantes. Las primeras se elevaron nada menos que al 58.64%. En Granadilla de Abona, hubo menos abstencionistas (13.860) frente a los 14.788 votos contabilizados pero aún así, el 48,38% de los primeros es alto. En esta localidad, llama la atención el registro de 211 votos nulos y 250 en blanco. En Guía de Isora, los contabilizados (64,08%) superaron a las abstenciones que se quedaron en el 35,92%. En tres de los municipios citados (Adeje, Arona y Guía) se produjo victoria socialista por mayoría absoluta.
            En otras coordenadas, el valle de la Orotava. Dejaron de ir a votar 9.357 personas en La Orotava, 7.975 en Los Realejos, 2.986 en Santa Úrsula y 8.633 en el Puerto de la Cruz. En total, 28.951. No es para entusiasmarse desde luego. En números relativos, en las tres primeras localidades se supera el 27%, en tanto que la ciudad turística alcanza un preocupante 37,05%. No es la primera vez, por cierto, que los socialistas se quedan sin alcaldías o están al margen de cogobiernos en la comarca.
            En fin, el abstencionismo es un mal de nuestra democracia y golpea muy cerca, en todos los flancos. Frágil cultura política y notoria indolencia ante la realidad sociopolítica derivan de una participación cada vez más menguada. Que los partidos políticos -aunque alguno suprima Educación para la Ciudadanía- sean conscientes de que esto lo tienen que arreglar entre todos.

             

sábado, 20 de junio de 2015

EVITAR EL CONFLICTO EN LA VERA

El Centro de Educación Infantil (CEI) Clara Marrero, localizado en el portuense barrio de La Vera, se debate entre la continuidad y el cierre. Fue inaugurado en 1984, con una primera denominación, Preescolar Las Dehesas. Estuvimos presentes entonces: aún recordamos aquellas incesantes carreras de los niños de cuatro y cinco años que fueron los primeros alumnos y las expresiones risueñas y gozosas de las primeras seis profesoras especialistas, predispuestas para la enseñanza. El centro creció, mejoró, cualificó sus  prestaciones; la comunidad educativa se hizo una piña; los procesos de formación, en una etapa vital fundamental, se fueron completando; proyectos innovadores se desarrollaron con resultados satisfactorios hasta el punto de que una cierta fama labró en la península y en los ámbitos educativos. Varios reconocimientos a sus iniciativas iban completando un quehacer muy apreciado, no solo por las funciones para las que fue concebido sino por las repercusiones positivas que fue despertando en un barrio de notables problemas sociales. El nombre de Clara Marrero, una docente vocacional muy sensible con la educación infantil, que recibió hace unos años, se corresponde con la relevante dimensión cobrada por esta dotación de La Vera y al que hizo honor Severina Pérez, su directora hasta la jubilación en junio de 2011.
            Pero dificultades de distinta consideración se han cebado con el centro, de modo que, si no se produce un cambio sustancial en los planes, cerrará sus puertas a la modalidad de Infantil para acoger a los alumnos del colegio público de Educación Especial Inés Fuentes, situado en Icod de los Vinos, cuyas actuales condiciones son inaceptables para desarrollar funciones educacionales. Los alumnos del Clara Marrero, sesenta y siete para ser exactos, serían trasladados al Colegio Infantil Primaria (CIP) Juan Cruz Ruiz, también en La Vera. Mientras, la lucha para evitar el cierre se ha proyectado, incluso, en las redes sociales y plataformas civiles.
            La noticia de este traslado ha suscitado una controversia en la comunidad educativa. Las asociaciones de madres y padres de alumnos han entrecruzado públicamente algunas apreciaciones sobre las condiciones físicas del colegio que lleva el nombre del ilustre escritor portuense. No es buena, a nuestro juicio, esa polémica que hay que zanjar con soluciones fehacientes y equilibradas por parte de la consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Enrarece el ambiente, propende al de población que intenta sacudirse los sambenitos y los prejuicios que pesan sobre él. Y lo que es más importante: es consciente de que los niños no pueden ni deben verse afectados negativamente por estas circunstancias.
            Ojalá el jueves próximo salgan de dudas, cuando representantes de las asociaciones sean recibidos por la viceconsejera del Gobierno, Manuela de Armas. Se trata, según ha trascendido, de garantizar que si es necesario acometer  obras para acoger en el Juan Cruz Ruiz a los alumnos del Clara Marrero, se haga de forma consecuente. De esa forma, teóricamente, se solventaría la papeleta y no se tendría un conflicto justo en el comienzo del próximo curso escolar.


viernes, 19 de junio de 2015

EL MILLÓN DEL VERANO

Adecco, la compañía de recursos humanos, prevé que la contratación laboral durante loes meses de verano (junio a septiembre) abarcará casi un millón de personas, un 13% más que el mismo período del pasado año. De materializarse, es una cifra importante, sin duda. Otra cosa es valorar la estacionalidad y las condiciones de ese volumen de contratación, principalmente en lo que respecta a la precariedad del empleo.


Claro, porque tratándose de esta época. Es lógico que el turismo y la hostelería sean los sectores productivos que generen más empleo. Y como la gente ya se ha animado a consumir -independientemente de las advertencias, hasta del mismo Papa-, ese aumento del gasto debe notarse también en la contratación laboral. Según Adecco, sectores como el aeroportuario, la logística, la alimentación, el comercio, el transporte, la industria y el denominado ‘contact center’ también tendrán un peso elevado en el mercado laboral. Qué pasará después del verano, es otro cantar. Catalunya, Madrid y Comunidad Valenciana serán las comunidades donde se formalizarán más contratos. En términos relativos, Baleares, Catalunya y Madrid, con respecto a 2014, serás las comunidades que incrementarán el volumen de contratación laboral, la primera con previsible aumento del 20%. No se especifica sobre la incidencia en Canarias en los informes de Adecco pero se deduce que estará por debajo de esas tres comunidades.

Por otro lado, habrá que aguardar impresiones de las administraciones públicas y de las centrales sindicales sobre las características de los empleos y de las relaciones contractuales que se generen. Como suele ocurrir en esta época del año, los profesionales más demandados serán cocineros, camareros, mozos de almacén, carretilleros, dependientes, camareros de piso, teleoperadores y manipuladores de alimentos. Las modalidades de contratos por días y hasta por horas, independientemente de un bajo régimen retributivo, probarían la precariedad del nuevo empleo.

Según la firma Adecco, el perfil del demandante de empleo durante el verano ya no se corresponde únicamente con el de un joven estudiante, pues desde hace unos años los parados de larga duración, los mayores de 45 años y las amas de casa también se esmeran en conseguir empleo durante estas fechas.

“Este verano será mejor que el anterior para el sector turístico” ha dicho José Manuel Soria, ministro del ramo. Por pronósticos triunfalistas, que no quede.

jueves, 18 de junio de 2015

CINCUENTA MIL NUEVOS RICOS

España cuenta con cincuenta mil millonarios más que antes de la crisis. Qué suerte tienen. No es que disguste pero sí confirma que a caudal mermado, ganancia de acaudalados. ¿Qué hicieron los cincuenta mil millonarios nuevos de este país, hijos de la crisis, para enriquecerse mientras las penalidades y las tribulaciones se elevaban exponencialmente hasta hacer reventar la clase media y el Estado del bienestar? Dios bendiga esa listeza, esa capacidad para multiplicar ingresos sin necesidad de formar parte de escuelas de economistas. Tanto hablar de desigualdad, de umbrales de pobreza, de restricciones, de cierres de empresas, de los sin techo… y miren, por donde, millones y millonarios a tutiplén.

No hay quien lo entienda. El Informe Anual de la Riqueza en el Mundo registra estos datos referidos a España en 2014: nuestro país cerró el año con ciento setenta y ocho mil personas con un patrimonio superior al millón de dólares. Son cincuenta mil novecientas personas más que en el inicio de la crisis económica, allá por el no tan lejano 2008. Según el Informe, la población de ricos creció un 40% en estos siete años. Solo en el pasado ejercicio, el aumento fue del 10%, por encima de la medida europea que fue del 4%, a causa de la debilidad de la economía y a la caída de los mercados de renta variable en la mayoría de los países.

Las cifras globales de este Informe, distribuidas por continentes, son un insulto a quienes han padecido los rigores de la crisis. En otras palabras, la crisis no ha sido igual para todos. Lo peor ha sido tener que escuchar a los poderosos qué mal está esto o que tales medidas restrictivas eran inevitables. O sea, mientras desmantelaban el Estado del bienestar, unos cuantos se enriquecían sin rubor. Bendita crisis, aunque no lo dirán, claro. A ver, nada se tiene en contra de quienes amasen fortuna: esa es una habilidad como otra cualquiera. Pero que en la larga travesía de penurias se sepa ahora que hay cincuenta mil millonarios más en el país de los desequilibrios es como para desasosegarse.

Bueno, pues eso, solo queda comprobar los modelos fiscales próximos. No es por nada, solo para saber si los ricos, los cincuenta mil nuevos y los de antes, que no deben ser pocos, van a sentirse más y mejor protegidos, o lo que es igual, no van a verse perjudicados con tributos y gravámenes elevados. Sería una pena.

miércoles, 17 de junio de 2015

POSITIVAS CIFRAS DE CRUCERISTAS

Las cifras también son positivas en Canarias en lo que a turismo de cruceros se refiere: un estudio conjunto de la viceconsejería de Turismo del Gobierno autonómico y las autoridades portuarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife señala que en 2014 llegaron 1,9 millones de pasajeros, lo que supone un incremento de 17,39% con respecto al año anterior.


El viceconsejero Ricardo Fernández de la Puente destacó, en el acto de presentación del estudio, un dato relevante: el gasto medio de los cruceristas en Canarias por turista/día se sitúa en 43,8 euros, superando la media de los turistas en general que es de 37,6 euros. Es evidente que hay que seguir cultivando y mimando el turismo de cruceros: instalaciones adecuadas, confort, ofertas llamativas, excursionismo bien orientado… Que haya un alto porcentaje de repetidores del destino es, igualmente, un registro sobresaliente.

En este sentido, una mejor información turística y una mejor señalización de las ciudades se apuntan como necesidades para que los visitantes completen la impresión que han albergado en el proceso de selección del destino hecha, por cierto, a través de agencias de viajes, familiares y amigos, en tanto que el segmento de población más joven ha optado por Internet a la hora de decidirse.

Los operadores del destino, según se contiene en el estudio, estiman que Canarias atrae por su clima (principalmente en invierno), por la cercanía a los puntos de origen, por la estabilidad sociopolítica derivada de su condición de región europea y por tratarse de un destino competitivo.

De las cifras se desprende que el sector turístico no solo resiste en el marco de la crisis sino que tira de la economía productiva. En el caso concreto de la actividad de cruceros se puede constatar un crecimiento sostenido. La opinión de los viajeros, por lo demás, resulta definitiva para entender las tendencias y las preferencias, así como para insistir en la necesidad de cuidar y mejorar aquellos aspectos que hagan más gratificante su breve estancia en las islas.



martes, 16 de junio de 2015

TURISMO RESPONSABLE

Ha dicho el director del Observatorio de Turismo Responsable de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera ‘Sant Ignasi’ (Barcelona), Jordi Ficapal, que el concepto ‘turismo responsable’, cada vez más manejado, surge del activismo social “preocupado por los impactos negativos del turismo de masas sobre el medio natural y el medio cultural y, en consecuencia, sobre la vida de los residentes de los destinos turísticos y la competitividad del destino como tal”.


Atención a esta idea, pues, a la hora de emprender iniciativas o fijar modelos en aquellos lugares donde haya que revisar modelos o emprender iniciativas que signifiquen armonizar sus activos (naturales, patrimoniales, culturales, comerciales, infraestructuras, ocio/recreativos…) con las innovaciones que entrañen aprovechamiento de recursos y avances sociales, de modo que puedan situarse, en efecto, en los mejores niveles de competitividad sin pérdida de señas de identidad y capacidad de progreso.

Se remite Ficapal a la Declaración de Ciudad del Cabo del año 2002 para recordar que la misión principal del turismo responsable consiste, por un lado, en minimizar los impactos negativos que genera el turismo; y por otro, maximizar los beneficios para la población y el empresariado local de modo que se involucren en la gobernanza turística del destino. Lo señalado coincide con las características de lugares como el Puerto de la Cruz.

Entonces, no solo se trata de procurar una gestión sostenible del destino o de las empresas en los que a consumo de energía y agua se refiere ya que existen más factores para abundar en esa idea de turismo sostenible. Por ejemplo, la calidad de la experiencia del turista puede suponer una ventaja competitiva. Sus prácticas, sus hábitos y sus mismos comportamientos deben fortalecer -si las autoridades y actores sociales son sensibles y hacen un mínimo caso- los reclamos del destino. Jordi Ficapal es tajante al respecto:

“El turismo responsable no solo genera experiencias memorables, también permite darse a conocer en el mercado, concitar la atención de los medios y seducir a los clientes potenciales alimentando las repeticiones y las recomendaciones”.

Quienes ponderen la fidelización ya tienen otra vía apropiada para aplicarse en las tareas de llevarla a la práctica. Porque para ser competitivos, turísticamente hablando, no basta con vivir de las rentas.



lunes, 15 de junio de 2015

ECONOMÍA COLABORATIVA

Hay que irse familiarizando con la letra y música de la denominada economía colaborativa cuya filosofía se basa en compartir en vez de poseer y es el sustrato, según los expertos, de una revolución abrazada a las nuevas tecnologías. Se trata de un sistema cuyos fundamentos son intercambiar bienes y servicios a través de plataformas electrónicas. Las cifras de productividad y beneficios empiezan a ser mareantes, tal es así que, según los expertos, estamos ante una clara respuesta a la desigualdad y la ineficiencia que se dan en el mundo.
            Trueque de comida, alojamientos de viajeros, vehículos compartidos, préstamos económicos, intercambio de ropa… es como si cualquier actividad o cualquier sector productivo fueran susceptibles de ser procesados por este sistema que ha hecho crujir los pilares del capitalismo salvaje y ha merecido la atención de la Unión Europea (UE) que ya fijó posición al respecto: “El consumo colaborativo representa la complementación ventajosa desde el punto de vista innovador, económico y ecológico de la economía de la producción por la economía del consumo. Además, supone una solución a la crisis económica y financiera en la medida que posibilita el intercambio en casos de necesidad”, dice un dictamen de iniciativa de la UE.
            En el sector turístico deben estar muy atentos a la evolución del fenómeno pues ya se habla hasta de un nuevo modelo de negocio como consecuencia de la implantación de los soportes de la economía colaborativa que hacen tambalear los cimientos de las empresas turísticas tradicionales. En foros de expertos, como Pisa, han debatido la cuestión que deja muchas incógnitas con vistas al futuro. Y es que, en efecto, los operadores que van surgiendo en este ámbito -en España alguno ya ha causado rechazos y protestas- acumulan su poderío fundamentado en tres ventajas: por un lado, constituyen firmas con activos limitados (son propietarias de las plataformas de ventas pero no de los recursos); por otro, traspasan responsabilidades legales a proveedores particulares y, en tercer término, operan con costes muy bajos, lo cual abona un cierto afán por reventar los precios del mercado.
            Algunos antecedentes similares podemos encontrar en el negocio del ‘time sharing’ (ocio o vivienda compartidos) que en algunos puntos de Canarias llegó a causar verdaderos estragos hasta que los empresarios se dieron cuenta del perjuicio que ocasionaba y se aquellas prácticas nocivas para el sector servicios.
            El impacto de la economía colaborativa es tan evidente en algunos casos que las empresas turísticas convencionales flaquean o se sienten ya en desventaja. Ya no es un aviso a navegantes sino un crecimiento palpable de plataformas tecnológicas que comercializan bienes o servicios ofrecidos por particulares y a tarifas o precios muy competitivos. En el informe de expectativas para el presente año, la firma Deloitte recoge testimonios de empresarios y expertos que señalan a este tipo de economía como una amenaza para la industria turística y para la cuota de mercado. Hasta un 50% de los encuestados así lo estima. No faltan, por supuesto, los directivos que hablan de una “ampliación del mercado para que todos salgamos ganando” o de “una oportunidad para innovar y diferenciarse”. Sumarían el otro 50%.

            Cuidado, en cualquier caso, porque hay que evitar la tendencia a confundir economía colaborativa con economía sumergida, donde ya saben, imperan la opacidad y el negro a la espera de pingües beneficios. Y todas esas supuestas ventajas, si repercuten negativamente en empleo, fraudes diversos e inseguridad para los consumidores, hay que esclarecerlas y regularlas legalmente.

sábado, 13 de junio de 2015

SENCILLO. PARQUE EN PUNTA BRAVA

Es un hecho sencillo, es una dotación con los elementos justos, pero no por ello menos importante. Y  es que las ciudades, sus barrios, andan tan necesitados de espacios públicos aprovechables y útiles, aptos para disfrutar, que cuando son habilitados, hay que congratularse.
Es el caso de Punta Brava, en el Puerto de la Cruz, donde desde hace unos días cuentan con un parque infantil. Nada, lo convencional: columpios, tobogán y aparatos para el juego y entretenimiento de la ‘grey’ infantil. La iniciativa, fraguada hace dos años, ha sido promovida por el Rotary Club y coordinada por el Ayuntamiento y Loro Parque, tan ligado a la vida del barrio. Ediles de éste también se preocuparon e intervinieron.
Con razón imperaba el contento en Punta Brava, afectada recientemente por otros hechos más preocupantes. La población del lugar siempre reivindicó espacios para el esparcimiento, seguro que para continuar el que albergó la primera de las asociaciones de vecinos portuenses, Guayanfanta, cuando todavía el concepto de participación ciudadana estaba  muy en pañales.
Ahora es un pequeño parque infantil el que luce casi en la misma entrada del barrio. Ya tiene la gente menuda donde entretenerse y sus ascendientes con lo que preocuparse un poquito menos. Ya no es, como en muchos casos, la incertidumbre de la calle, allí donde jugar y transitar porque no hay otros sitios donde hacerlo. ¡Vamos al parque!, será una frase muy repetida a partir de ahora en Punta Brava. Habrá que hacer, por supuesto, las tareas de mantenimiento y cuidado, sobre todo pensando en los usuarios.

Esta contribución del Rotary Club identifica también su sensibilidad y su compromiso con la ciudad. Siempre hemos dicho que esa implicación debiera ser visible y éste es un ejemplo. Que la iniciativa privada entienda las necesidades del municipio, las más apremiantes desde el punto de vista social, y trate de satisfacerlas, es un hecho positivo que merece ser reconocido. La grandeza viene dada por la dimensión de las aportaciones realizadas. En Punta Brava, con ese pequeño pero necesario parque infantil, tenemos un claro ejemplo.

viernes, 12 de junio de 2015

SEIS MESES SIN COBRAR

Casi a la misma hora en que se constituye mañana la nueva corporación municipal, los trabajadores de los servicios de bares, quioscos y restaurantes del complejo turístico ‘Costa Martiánez’ estarán protagonizando en los alrededores del refugio pesquero una concentración de protesta por el impago de sus salarios. No cobran desde el mes de enero. Les adeudan, además, bolsas de vacaciones de dos años y otros complementos.


De modo que el consistorio ya tiene algo en lo que emplearse apenas los ediles tomen posesión de sus cargos. Este no es un problema menor: viene del mandato anterior cuando el gobierno local no supo o no pudo resolverlo. Tuvo a su alcance una excelente oportunidad para hacerlo, cuando desde la oposición le fue ofrecida una comisión de seguimiento de las concesiones administrativas pero la soberbia, la ceguera y la inhibición pudieron más: la rechazaron y se fue al limbo. Hoy, al menos, hubieran podido diagnosticar con fondo, esbozar una solución y quién sabe si hasta lograr una cierta pacificación social.

Los hechos y las circunstancias indican claramente que el asunto pinta feo. Tan solo la versión de Intersindical Canaria (IC), que agrupa a los empleados, es para echarse a temblar. Ya fueron generosos los trabajadores que aceptaron un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), con reducción de jornada y de salario. El Ayuntamiento, según fuentes del sindicato, ha abandonado a los operarios a su suerte. La situación se ha hecho insostenible.

Hay otros procesos no menos conflictivos ni problemáticos para el Ayuntamiento portuense, como son la disolución del Organismo Autónomo Local, sentencias judiciales condenatorias para restituir derechos y cantidades al personal laboral, la suerte del Museo Arqueológico Municipal, la estabilidad jurídica y laboral de los empleados del bar ‘Dinámico’ y qué hacer con la empresa pública Pamarsa con la específica disposición legal.

Como se ve, una ‘buena’ herencia en la que, por inmediatez, sobresale la situación de los trabajadores del complejo ‘Costa Martiánez’ representados por Intersindical Canaria que estarán hartos, seguro, de que nadie se ocupe de ellos. ¿Qué pensarán, inocente pregunta, cuando escuchan y leen que el Fondo Monetario Internacional quiere apretar un poco más el cinturón?

Entre desidia e incapacidad de unos e insensibilidad y abuso de otros, terrible.



jueves, 11 de junio de 2015

EN UN LUGAR DE HONOR

Pedro González Zerolo ocupa un lugar de honor en la historia del Partido Socialista Obrero Español y de la lucha por la igualdad y los derechos. Un activista paradigmático. Su compromiso y su trayectoria serán recordados siempre.

miércoles, 10 de junio de 2015

AYUNTAMIENTOS Y CABILDOS: NUEVAS LEYES (y II)

Los cabildos también estrenan ley en el próximo mandato. Destaquemos algunas ideas centrales manifestadas en la Exposición de motivos para completar este trabajo sobre la normativa que ha de regular el funcionamiento de las instituciones canarias.


Desde el punto de vista territorial, el archipiélago canario es, por definición, un conjunto de islas. Y las islas son porciones de tierra separadas por el mar. Por ello, la unidad física, geográfica, no es el archipiélago sino la isla. Y ello no solo geográficamente, sino también sociológica y económicamente.

Tal como ha reiterado el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias, Francisco Hernández Spínola, desde la perspectiva institucional, la preexistencia de los cabildos como instituciones insulares, y su posterior configuración como instituciones de la Comunidad Autónoma, determinan que el reparto competencial en Canarias haya de prestar atención especial a estas instituciones.

La Ley aprobada por unanimidad en el Parlamento de Canarias significa llevar a cabo la regulación del régimen específico de los cabildos insulares, con la que se trata de dotarlos de un marco normativo ajustado a sus necesidades, contemplando en un solo texto legal las especificidades que les son propias y que las distinguen y separan de las diputaciones provinciales.

La regulación precisaba acometer los siguientes aspectos:

a) La modificación del régimen organizativo de los cabildos insulares, en orden a dotar a los mismos de la organización adecuada para el ejercicio de las funciones que les han sido atribuidas por la legislación autonómica, pue se ha constatado que las previsiones orgánicas que respecto de los mismos se contienen en la legislación básica estatal, se han mostrado inadecuadas para que los cabildos insulares puedan ejercer las amplias responsabilidades que se le han atribuido con eficacia, eficiencia y calidad.

b) La introducción en su régimen de funcionamiento de normas que garanticen el control de las competencias que tienen atribuidas.

c) Las previsiones necesarias para dotar de mayor transparencia la gestión de los cabildos insulares, que se articulan, en el marco que resulta de la reciente Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, mediante, por una parte, el derecho de acceso a la información recogido en la ley y que regirá con carácter general para todas las administraciones públicas; y mediante también el establecimiento de una concreta y detallada relación de la información que debe hacerse pública por los cabildos insulares, sin perjuicio de que por éstos puedan adoptarse medidas complementarias que incrementen el elenco de obligaciones de publicidad.

d) Como corolario de las anteriores, hay que precisar el sistema de relaciones entre la Administración pública de la Comunidad Autónoma y los cabildos insulares, que, en todo caso, debe girar en torno al principio de colaboración y cooperación.



Los cabildos, entidades siempre apreciadas por la población insular, están llamados, pues, a seguir desempeñando un papel relevante en el marco de la institucionalidad canaria. Van a disponer de un amplio margen de decisión política.

martes, 9 de junio de 2015

AYUNTAMIENTOS Y CABILDOS: NUEVAS LEYES (I)

Se inicia el próximo sábado, con la constitución de las corporaciones y la elección de alcaldes, el décimo mandato de los ayuntamientos democráticos. Un nuevo ciclo, seguro que con viejos problemas -el nivel de deuda de algunos ayuntamientos es preocupante-, pero también con expectativas de impulso a proyectos y de querer completar modelos de ciudad y de desarrollo. Claro que con una prestación de mantenimiento de servicios, hasta ahora débil o insuficiente, cuando no inexistente, y con una congelación fehaciente de tasas y tributos, bastarían para que muchos vecinos se sintieran medianamente satisfechos.
            En Canarias, por cierto, y a la espera de que se formalicen las alianzas que, teóricamente, han de proporcionar estabilidad a las instituciones, todo el trabajo que se haga debe estar ajustado a dos nuevas leyes, aprobadas por unanimidad en la pasada legislatura: la de municipios canarios y la de cabildos insulares. Se espera que su aplicación signifique un salto cualitativo importante en aspectos organizativos y de funcionamiento de las administraciones locales pues se trata de reducir incertidumbres jurídicas, de asumir competencias una vez reasignadas éstas, de acercar servicios y prestaciones, de mejorar los mecanismos de cooperación y coordinación interinstitucional, de aumentar fehacientemente la transparencia y de homogeneizar el estatus de los cabildos insulares.
            A la hora de destacar algunas de las innovaciones de estos dos textos normativos, se debe partir, en el caso del municipal, de que pretende abrir a todas las personas el sector público municipal de Canarias. Para ello dedica su Título II, a su vez dividido en dos capítulos, a la participación ciudadana y a la transparencia, respectivamente. En el primero de estos capítulos se desarrollan los órganos de participación y los instrumentos para hacer efectiva la misma; y en el segundo, se  esboza el derecho de acceso a los ciudadanos a la información pública y la transparencia y se posibilita la creación de un boletín informativo municipal.
            El legislador ha considerado oportuno regular el estatuto de los miembros electos y algunos aspectos de la organización municipal que completen y, a veces, adapten las normas generales. La ley regula el procedimiento para hacer efectivo el derecho de acceso a la información así como los grupos políticos, con cierto detalle sobre la consideración de los concejales no adscritos.
            Los nuevos ayuntamientos, a partir del sábado próximo, podrán contar, bien por confección de reglamentos orgánicos o por decisión de los plenos consistoriales, con la Junta de portavoces como órgano auxiliar del pleno y del titular de la alcaldía en tanto ostente la presidencia de aquél.  La creación de dicha Junta propende a la mayor participación de los grupos políticos en las tareas corporativas.
            En lo concerniente al funcionamiento, la Ley de Municipios Canarios dispone un conjunto de preceptos agrupados en disposiciones comunes para todos los órganos de gobierno municipales y específicas para algunos de ellos. Entre las disposiciones comunes destacan: la que pretende evitar el abuso del derecho a solicitar sesiones extraordinarias mediante la reiteración de asuntos ya votados de idéntico objetos; la ordenación sistemática y pormenorizada de los órdenes del día distinguiendo tres partes de las sesiones (resolutiva, declarativa y de control y fiscalización); la mayor difusión posible  de las convocatorias; el respeto del principio de unidad del acto  y la creación del diario de sesiones del pleno y de las públicas de la Junta de Gobierno local.
            Interesante previsión (tomada de la más reciente jurisprudencia del Tribunal Constitucional al respecto) es la que recoge la Ley para dar carácter público a las sesiones de la Junta de Gobierno Local cuando actúa por delegación del pleno.
            Éstas son, en fin, tan solo algunas características, determinados perfiles de la Ley de Municipios de Canarias en la que se han dispuesto algunas normas de procedimiento completivas de las generales básicas, allí donde se perciben lagunas del sistema que se piensa deben ser llenadas en beneficio de la seguridad jurídica que demanda el cauce de gestión de los actos y acuerdos municipales.
            En la próxima entrega, nos referiremos a la Ley de Cabildos Insulares. (Continuará).


lunes, 8 de junio de 2015

DE LA CONCHA

Se arrancó Carlos De la Concha Bergillos por “tunerías”, rememorando viejos tiempos en los que echó un poco de sal y pimienta bullanguero y divertido al proceso de formación universitaria, para gozar con sana alegría de su acceso a la jubilación. Allí estaban compañeros, amigos y quienes habían sido sus alumnos, muchos de ellos hoy convertidos en técnicos de administración general, funcionarios, jefes de servicio, auxiliares, laborales y subordinados que conocieron de su bonhomía y de su seriedad. De él aprendieron, seguro, el sentido de la responsabilidad, ese que se cultiva a lo largo de la trayectoria existencial y profesional para resultar plenamente asumible cuando se tiene a alguien que enseña y que inculca valores los cuales terminan identificando y cualificando a la persona misma.
            Es lo que ha hecho el profesor De la Concha, el hombre capaz de penetrar por todos los vericuetos del Derecho Administrativo y por todos los pliegues de la Administración. A la canaria, por cierto, acaba de realizar su última gran contribución como ha sido participar activamente en el proceso de elaboración, en la pasada legislatura, de las leyes de municipios canarios y de los cabildos insulares. Claro que antes, hace ya más de treinta años, participó de forma destacada en el tránsito de instituciones insulares y en la génesis de la administración autonómica. Desde entonces, ha seguido desde dentro y desde cerca la evolución de ese mundo complejo a menudo y, a su pesar, elevado a gigantismo burocrático y demandante -como un tópico enquistado desde dentro y desde fuera- de la simplificación de procedimientos.
            Carlos de la Concha, doctor en Derecho, profesor (ahora emérito) de Administrativo en la universidad lagunera y miembro del Instituto de Estudios Canarios, vivió con satisfacción y emoción la celebración de su ingreso en las clases pasivas, puestos a respetar formalidades o a hacer un uso apropiado del lenguaje, tanto que le gustaba, por cierto, para identificarse con la semántica, la exactitud de los términos y los giros sintácticos apropiados. Sin exageraciones, ha sido un virtuoso.  Atrás quedaban oposiciones, informes, dictámenes, clases, conferencias, publicaciones y tribunales, amén de ese trabajo silencioso y eficiente en las largas jornadas laborales de despacho. En esa sucesión de trances y deberes hay un sello personal que respetan sus colegas, sus más próximos y quienes han ejercido o ejercen en otras administraciones públicas.
            Ha dicho adiós sin estridencias, como le gusta a quien ha sido atento, observador, metódico y probo servidor público. La prudencia del profesor De la Concha sería otra de las virtudes a ponderar en su personalidad. Las circunstancias del destino quisieron que su último jefe, el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias, Francisco Hernández Spínola, haya sido el mismo con quien éste se iniciara en su ya prolija trayectoria profesional y política, allá en los albores de la autonomía. Le despidió, recordando las leyes aprobadas por unanimidad, con palabras de especial afecto y gratitud que condensaban el reconocimiento hacia quien supo ganárselo con las debidas cualidades. Carlos De la Concha respondió con sencillez y mesura, con la exactitud anteriormente destacada.

            Después empezó a disfrutar de su jubilación y se arrancó por “tunerías”.

sábado, 6 de junio de 2015

LA LONA DE MARRAS

El Cabildo Insular de Tenerife incluyó la actuación en un plan de embellecimiento orientado a una mejora paisajística, principalmente en aquellas zonas más transitadas y deterioradas. Es una positiva intención, aunque resulta inevitable relativizarla porque, como ya dejamos escrito (el 22 de mayo pasado), la instalación significa, en sí misma, que se demora o prolonga  la solución definitiva.
            Entonces, la lona de marras sigue generando controversias, la última durante la mismísima campaña electoral, cuando los candidatos de Coalición Canaria y Partido Popular discutieron a propósito del último (?) trámite sobre la titularidad del suelo para poder acometer el proyecto de reconstrucción. Se trata de una gran serigrafía que envuelve la edificación de la antigua e inservible, por ruinosa, estación de guaguas, cerrada desde 2010. El presupuesto de su elaboración e instalación se elevó a treinta y seis mil euros, cantidad que, presumiblemente, será ampliada como consecuencia de la necesidad de una instalación suplementaria. El tendido serigráfico está confeccionado con doscientas treinta y cinco fotografías extraídas de un concurso público convocado por ‘Turismo de Tenerife’ y la marca ‘Puerto de la Cruz Experience’.
            Los responsables tienen que estar al tanto del rechazo que la lona de marras está generando entre los portuenses y en las redes sociales. Es curioso, porque quienes en principio aceptaban el mal menor (“para lo que se veía y como estaba, al menos así” (sic), han terminado viéndose desbordados por los más intransigentes (“ya está bien, eso solo sirve para camuflar las  vergüenzas y la desidia” (sic), con lo que las buenas intenciones de la iniciativa saltan hechas añicos. Basta leer comentarios en ediciones digitales y redes de ciudadanía para entenderlo. Hasta los ciudadanos son quienes han aportado las fotografías, dice una de las quejas.
            Total, que entre el impacto visual y la cada vez más extendida creencia de que estamos ante otro parche que anticipa una prolongación de la solución estructural para la estación de guaguas, puerta de entrada y salida al municipio, lo que se genera es un creciente malestar. El Puerto de la Cruz necesita con urgencia esa infraestructura, como necesita también una sacudida general en el mantenimiento y conservación de sus espacios públicos, de sus vías, plazas y zonas ajardinadas.
            ¿Para qué hablar de gozosos anuncios hechos hace años sobre la inminencia de la ejecución de proyectos, entre ellos el de la misma estación? Solo serviría para decir que sus presupuestos están desfasados y hay que actualizarlos.

            ¡Cuánta frustración! 

viernes, 5 de junio de 2015

LOS DATOS DE CARITAS

Caritas Diocesana de Tenerife, en su memoria Anual, vuelve a poner el dedo en las llagas de la exclusión social y del umbral de la pobreza, advirtiendo de paso que, con este modelo socieconómico, no se avanza. Inquietante.
Según sus datos, unas quinientas ochenta mil personas, que son, más o menos, una cuarta parte de la población de las islas, se encuentran bajo ese umbral. La organización atiende a más de veinte mil ciudadanos, un 16,6% más que en 2013. El director tinerfeño de la entidad,Leonardo Ruiz del Castillo, señala que solo un 23,6% de los canarios está plenamente integrado, pues se revela que detrás de esas cifras hay, sobre todo, una notable desigualdad.
Es el mismo Ruiz del Castillo quien habla de vulnerabilidad, de precariedad extrema y de empobrecimiento que afectan a familias enteras.
En ese sentido, debe preocupar sobremanera la situación de la población infantil, es decir, las familias con menores a su cargo. Las repercusiones de las condiciones de vida son directas: hay casos de malnutrición y tensión creciente en el seno de esas mismas familias, como consecuencia de tales circunstancias.
Caritas Diocesana interpreta que hay que diferenciar el modelo del aumento de la desigualdad de la coyuntura que significa la crisis padecida en las islas durante los últimos años. Eso explica que ya no es válida la idea de que el desarrollo social y de las personas esté vinculado al crecimiento económico. En ello basan su razonamiento los dirigentes de la entidad: el modelo exalta los beneficios económicos a costa incluso de la dignidad de las personas.
Las soluciones, desde luego, no son sencillas. Con la pobreza y sus voluminosas cargas hemos topado.
Canarias pasó de ser la Comunidad Autónoma con mayor índice de pobreza a ocupar el quinto lugar, situándose por delante de otras comunidades mucho mejor financiadas en lo que se refiere al mantenimiento de los servicios públicos esenciales. Pero no parece suficiente, o lo que es igual, hay que estimular y renovar en lo que sea menester todas las acciones estratégicas que se diseñen para afrontar las consecuencias de la pobreza y de la exclusión social.




jueves, 4 de junio de 2015

CARLOS PINTO GROTE, MÉDICO Y LITERATO

Nos obsequió con su conversación siempre amable y seductora muchas tardes, cuando venía al Puerto, con Delia,  su compañera indispensable. Se sentaba allí, en La Fragata, embutido en su vestimenta británica, en las cercanías del muelle, frente al mar, a verlo y olerlo, a dejar reposar su fertilidad de ideas, a inspirar salitre y maresía para nuevas estrofas y nuevos relatos.
            Allí estaba el gentleman, siempre elegante, observador y atento, fumando en pipa, preguntando por los proyectos, por las innovaciones. Y conservando en la memoria los antecedentes de la presencia británica en la ciudad. Siempre, la suya, una expresión racional y sosegada, con licencia para la nostalgia y con apertura a horizontes prósperos en todos los órdenes.
            Carlos, Carlos Pinto Grote, era psiquiatra. Impenitente lector. Y un creador literario de postín. Fue Premio Canarias de Literatura en 1991. Frente al mar portuense, con su ale negra, saboreada con sosiego, la mirada atenta del intelectual que no alardeaba. Y en su casa lagunera, donde también nos encontramos, la sabiduría y la visión crítica del autor que vivió como quiso en defensa de las libertades.
Tolerante, respetuoso, inquieto… Sobre su inconfundible barba blanca, alisada con esa flema británica, descansaba la mesura sutil de quien dice adiós despacio y en silencio.

Carlos Pinto Grote, médico y literato. Una figura inolvidable.

miércoles, 3 de junio de 2015

MENOS PARADOS EN CANARIAS

Canarias ha vuelto a registrar un descenso mensual en el número de desempleados. Ya son catorce meses consecutivos. Como siempre decimos cada vez que hay datos positivos en la materia: hay que congratularse, aunque el descenso vaya a un ritmo menor del deseado. Pero treinta mil afiliados más de Canarias en la Seguridad Social y veintidós mil quinientas personas en las listas del paro que hace un año son registros interesantes que se unen a otros indicadores de mejoría.
Así, por ejemplo, en la evolución interanual, el desempleo disminuye en las islas un 8,19%, registrándose veintidós mil cuatrocientas setenta y una personas menos. La media nacional señala una bajada algo inferior, del 7,82%. El total de parados en Canarias, en cualquier caso, se eleva a doscientas cincuenta y una mil novecientas cuarenta y una personas. Son muchas, muchísimas todavía.
Nuestra comunidad tiene unos índices de desempleo similares a los de septiembre de 2011. Desde luego, no es para lanzar cohetes pero la tendencia continuada durante esos catorce meses, la reducción del paro en todos los segmentos de edad, incluido el de 45 años, y que se aprecia entre quienes llevan más de doce meses sin trabajo, hacen que brote una esperanza.
Ojalá siga mejorando.

martes, 2 de junio de 2015

CAMPAÑA: REVISAR PRÁCTICAS VICIADAS

La pasada campaña electoral era una excelente oportunidad para que los partidos políticos redujeran gastos, hicieran gala de austeridad y correspondieran, en definitiva, a las circunstancias de crisis que estudios de investigación sociológica, públicos y privados, se encargan de poner en tela de juicio aquella afirmación de Mariano Rajoy relativa a que las tribulaciones económicas y sociales ya eran historia.
            Pero, aunque se optó en muchos casos por recursos y soportes menos costosos, lo cierto es que pudo verse tal cantidad de vallas, tan prolija cartelería y tal suerte de propaganda mediática que dejaron pasar la ocasión. Algunos exhibieron ese poderío con el que intentaron impactar visualmente para generar un estado de opinión favorable que contribuyese a inclinar la balanza y las preferencias. Otros rivalizaron y otros se desenvolvieron con más modestia. Y no faltarían, seguro, quienes se movieron entre recursos artesanales o casi mendigando un espacio donde dar a conocer sus candidaturas. Eso sí: parecieron ponerse de acuerdo en no distribuir programas electorales impresos, pensando acaso que es un gasto inútil pues casi nadie lee o atiende en campaña ofertas programáticas.
            Y así, las organizaciones políticas han empleado presupuestos que son elevados, sin duda. La gente ya no se pregunta por qué y para qué tantos carteles o inserciones publicitarias sino de dónde sale tanto dinero para sufragar el capítulo de gastos.
            En ese sentido, llama la atención que algunos medios estableciesen poco menos que una tarifa para que una entrevista de una hora con un candidato, por ejemplo, costase mil quinientos euros y una serie de cinco, otros tantos miles de euros, incluyendo tres o cuatro redifusiones. Es verdad que en algunos de estos medios aparecían títulos de créditos advirtiendo de la circunstancia.
            Partiendo del principio de que cada empresa o cabecera puede establecer libremente su política de campaña, los tratamientos que puede dispensar al período electoral previo a los comicios y los precios que debe aplicar, no es menos cierto que el hecho de ingresar por entrevistar es discutible. O sea, que el interés informativo está mediatizado. No es ya lo que pueda decirse de un candidato o del programa que presente una opción y que tiene, lo dicho, interés informativo, sino que aparecen si pagan. No parece modélico el método.
            Claro que a esa práctica se prestan los mismos candidatos o las mismas organizaciones políticas: son quienes, aceptándola, contribuyen a fines poco claros, cuando menos, turbios. ¿Bajo qué condiciones se hacen esas entrevistas? Habría que saber si se pactan los contenidos y si se admiten las alusiones a terceros que luego no se sabe si podrán replicar o dar su versión. Los implicados, un suponer, valorarán riesgos y rentabilidad, aunque la aceptación puede formar parte de esa compleja relación, más o menos amistosa, que une a periodistas y políticos y en la que suele haber mucho de compromiso.
            Lo peor, en cualquier caso, es la doble moral de quienes ejerciendo la profesión, esto es, leña a los políticos, descalificaciones, insultos, ligerezas, falsedades, insinuaciones e infundios, luego se aprovechan de su ego, de sus debilidades y de sus aspiraciones para producir unas ganancias.
            Otro hecho, denunciado en algún digital antes de que finalizara la campaña: los influjos para sesgar primeras páginas de periódicos o tiempos preferentes de programas audiovisuales. De ser cierto, ¿tendrá que ver el volumen de inserción publicitaria? Porque depender exclusivamente de criterios periodísticos, aunque estén bien manejados por gabinetes y departamentos de comunicación de candidatos, es bastante discutible.
            Este hecho, por cierto, está precedido de una práctica que, fuera de campaña, no es menos discutible, aunque haya que reiterar el respeto al principio de libertad de tratamiento que antes referimos: parece ser que fragua la costumbre de enviar a los medios entrevistas ya confeccionadas con candidatos o cargos relevantes con la particularidad de que no aparezcan como publicidad remitida (PR), que así se decía antes de que llegaran otras fórmulas. De ser cierto, ¿a quién favorece esa cuestionable modalidad? O  más crudo: ¿cabe seguir confiando en el producto informativo?

            Sería bueno que la autocrítica sirviera para revisar esquemas, vicios y prácticas de trabajo. No vale solo con desvirtuar la política y a quienes la ejercen. También el periodismo y la comunicación exigen rigor y transparencia. Con razón se insiste en la autorregulación.