jueves, 31 de agosto de 2017

LIMITAR PARA REGENERAR

Llegaba la primavera del presente año y tanto el Partido Popular como Ciudadanos la saludaron haciendo públicas sus voluntades comunes de regenerar las instituciones y poner freno a la corrupción política. En medio de un clima de escepticismo, la iniciativa servía para acercar posiciones políticas y anticipar la convergencia de ambas formaciones en asuntos que, en cualquier caso, requerían del consenso con otras organizaciones políticas.
Meses después, se acaba el verano, y hubo de ser en un debate, otro más, sobre el estado de la corrupción, donde Ciudadanos toma la delantera para anunciar que el próximo lunes propondrá en el Congreso la limitación de mandatos del presidente del Gobierno, una de las medidas pensadas en aquel paquete primaveral.
Más allá de las manifestaciones de los portavoces parlamentarios, el anuncio hecho por el presidente de la formación 'ciudadana', Albert Rivera, ha sido de las pocas noticias surgidas en el debate. Limitar a ocho años o a dos mandatos el ejercicio de presidente gubernamental es, en caso de materializarse, un avance para que la democracia gane en calidad. Habrá que despejar algunas dudas desde el punto de vista constitucional pero, curiosamente, es una de las cosas que concentra mayor identificación en los sectores sociales, da igual su extracción. Hay, en efecto, una opinión muy extendida de que ocho años es un período más que suficiente para que un presidente cumpla con sus propósitos y sus proyectos, reválida del cargo mediante. La relatividad, ya saben: mayoría absoluta o alianza con otros partidos.
Hecho el anuncio -que igual suena a desmarque de Rivera y los suyos- ahora hay que dar el paso. El lunes se sabrá el alcance de la iniciativa de Ciudadanos. Y se verá si otras formaciones, como PSOE y Podemos, apoyan o dan largas alegando lo que sea. España precisa de reformas democráticas: este es un elemento común de los discursos de los partidos. Parece que ha llegado el momento de acreditarlo si es que, de paso, quieren poner blanco sobre negro alguna prueba de motivación para que la desafección política empiece a menguar. Será difícil.
Pero bueno, hay que intentarlo y el primer paso está dado. Habrá que contrastar la firmeza de los siguientes pues se dilucida si la medida afecta o no al mismo Mariano Rajoy. Además de la duda constitucional, se suscita otra relativa a la modificación de la Ley del Gobierno. Y ya puestos, pensando en un más amplio espectro de regeneración, hasta en la reforma de la ley electoral. ¿Qué dirán socialistas y podemistas? ¿Y los partidos minoritarios? ¿Serán capaces de mantener una cierta coherencia para luego actuar en comunidades e instituciones donde gobiernan?
Ciudadanos ha dado el paso. El debate está abierto. Miren que se trata de regeneración democrática: el envite es serio. A ver si están a la altura.

miércoles, 30 de agosto de 2017

EL PANORAMA SE ENNEGRECE

Un misil ha sobrevolado Japón porque el presidente norcoreano, Kim Jong-un, quería satisfacer su capricho. Claro, allí como que no hay que gobernar, se pueden pemitir esos lujos y hacer alardes de poderío. “Una amenaza muy grave que no tiene precedentes”, ha dicho el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
En la otra orilla, acaso demasiado ocupado con los estragos de Harvey en la cuarta ciudad más poblada del país, afectada incluso la producción petrolífera, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, replica diciendo que “todas las opciones [de respuesta] están sobre la mesa”.
No hay noticias de que se vaya a reunir, con carácter de urgencia, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). ¿Total? Para lo que va a servir...
Ustedes perdonen, pero estas cosas, a finales de agosto, escaman. ¿Está el mundo al borde de la guerra, de la catástrofe? ¿O se trata de los juguetes de dos incontrolados que se entretienen? Cualquier pregunta, ninguna respuesta. ¿Cómo terminará todo esto? Lo ven: nadie dice, porque acertar, ¿lo hará alguien?
Para colmo, en algún lado hay que leer que es cuestión de dólares, acompañados de prebendas económicas y hasta políticas. No se entiende, no. Hasta que la asfixia, si es la fórmula para operar, produzca resultados.
China, Rusia, Corea del Sur, la Unión Europea... aguardan. El mundo aún no contiene el aliento pero ve pasar proyectiles por encima de cabezas muy localizadas. Como si hubiera ganas de extremar los riesgos y las amenazas. Como si no importaran el terrorismo, la desertificación, la plusmarca del euro, el Brexit, los efectos de Odebrecht, las desigualdades, el bienestar y los gastos públicos del maquillaje del presidente Macron, por introducir un elemento de distensión -y menos relevante, desde luego- en medio de este panorama sombrío, inquietante y desalentador que dejará el verano de 2017 para títulos literarios o cinematográficos. La paz vuelve a ser un asunto recurrente cuando se antoja la acreditación de su fragilidad. Y siguen sin darle una oportunidad, pobre Lennon. Antes, el otoño era tópicamente caliente pensando en alguna reivindicación pendiente o en alguna declaración política que azuzase. Ahora, la inquietud se enseñorea.
No es pesimismo del bloguero. Es realismo y deseo a la vez de que los escenarios se queden en hipótesis. Es imaginar cómo buena parte del globo saltará por los aires porque no han bastado los estallidos anteriores ni las aplicaciones de soldadura, algunas con respiración asistida: rising damp (esto se hunde). Tanto, que desde cualquier puente el panorama se ennegrece.

martes, 29 de agosto de 2017

BRECHA SALARIAL

La brecha salarial es un hecho. Los más recientes datos aportados por la Unión General de Trabajadores (UGT) referidos a sectores como hostelería y comercio así lo ponen de manifiesto. En la primera, por ejemplo, las mujeres constituyen algo más de la mitad del empleo (el 53,68 % de las personas que trabajan en el sector) y cobran, de media, 12.563,08 euros, lo que significa un 25.01 % de media menos que los hombres y un 45,63 % menos del salario medio anual. En el ámbito comercial, la brecha salarial se sitúa en torno al 28,67 % respecto a los hombres.

Hay otro sector productivo, transportes, donde los porcentajes son llamativos. Téngase en cuenta que aquí los sueldos son más altos y la brecha salarial, menor: un 10,4 % respecto a los hombres. Hay bastantes menos mujeres que hombres trabajando (representan el 19,21 % del total de personas empleadas) pero sufren más despidos: el 92 % del empleo destruido en el sector en 2016 afectó a mujeres.

Los datos estadísticos de UGT reafirman la visión del sindicato sobre tales aspectos de la realidad laboral del país en un sector clave como es el turismo. Por eso insiste en que “las actividades vinculadas al turismo son fiel reflejo del modelo avalado por la reforma laboral del Gobierno, de precariedad y bajos salarios, y también una muestra de injustificable y alarmante brecha de género que sufre nuestro país”.

Hay otros registros con los que contrastar esta brecha. Por ejemplo: 1.018.400 de los trabajadores vinculados a la hostelería, el comercio y el transporte, lo hacen con una jornada a tiempo parcial. El 70,36% de esas jornadas son desempeñadas por mujeres. De todas las personas que están ocupadas en los tres sectores mencionados, medio millón llevan trabajando menos de tres meses, siendo la mitad mujeres. Y la mitad de las personas ocupadas, 2.764.300 llevan trabajando más de seis años (el 43,72% de ellas, son mujeres). Los salarios medios para el conjunto de los tres ámbitos laborales, en el caso de los hombres alcanzan los 21.050 euros anuales de media, en tanto que las mujeres no superan los 17.028,05 euros, un 19,11 % menos que los hombres. Para ambos sexos el mayor volumen de trabajo por tramos de edad se concentra entre los 30 y los 50 años.

Conviene tener presente para entender el alcance de la brecha salarial que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la riqueza generada por el turismo representa el 11,1% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que las actividades vinculadas al sector servicios (hostelería, comercio y transportes, como hemos dicho) dan ocupación a cinco millones quinientas setenta y ocho mil personas, o sea, el 30 % de las personas con empleo en nuestro país. Casi la mitad de ellas, unas dos millones quinientas sesenta y seis mil quinientas, son mujeres.
La cuestión es si la brecha es reducible. Tendrán que seguir luchando las mismas trabajadoras y las centrales sindicales para lograrlo. Lo que ocurra en los sectores hostelería y comercio es, desde ese punto de vista, importantísimo.

lunes, 28 de agosto de 2017

LIBERTAD DE PRENSA ASFIXIADA

No extraña en absoluto. Un régimen político totalitario, como es el de Venezuela, no admite la libertad de expresión. Al contrario, la cercena. Por eso, persigue y silencia a medios de comunicación. En esa catarata de desastres que cae incesantemente sobre el país sudamericano, van acabando con los espacios donde poder ver y escuchar las informaciones que el propio régimen deforma o, simplemente, no quiere que sean conocidas.

No extraña, por tanto, que al menos cuarenta y nueve medios de comunicación venezolanos hayan sido clausurados en lo que va de año, según un registro del Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa. De esa cantidad, cuarenta y seis son emisoras de radio y tres canales de televisión. El caso más reciente es haber impedido que las emisoras colombianas Caracol Televisión y RCN Televisión siguieran en el aire por decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL). Hace unos meses, recordemos, este mismo organismo suprimió la señal de CNN en español, NTN 24, Todo Noticias e Infobae. El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Venezuela, al hacer su manifestación de repulsa, habla de medida arbitraria, ilegal y violatoria de los derechos humanos.

Maduro y su régimen se están condenando solos. Si para eso era la “revolución bonita” (Chávez dixit), mejor no haberla emprendido. Si ese era el socialismo del siglo XXI, mejor la democracia convencional, con todas sus imperfecciones. Imponer a base de miedos, oscurantismo, violencia y otros métodos bien conocidos en la historia; mermar hasta límites indecibles el desarrollo de un pueblo; acabar con sus opciones de expresarse o de acceder al pluralismo informativo; ahondar en la fractura social sin trazar siquiera unos elementales horizontes de recuperación económica y productiva... todo eso supone un retroceso y un empobrecimiento de las condiciones de vida que acarrean la desesperanza de miles de venezolanos. El daño de todos aquellos que quieren perpetuarse en el poder, forzando los límites constitucionales (es como ha maniobrado el presidente Nicolás Maduro), es tan grande, que es imposible encontrar un resquicio de salida a la crisis,

El totalitarismo asfixia, también por esta vía del veto o cierre de medios.El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, fue tajante en su cuenta de Twitter: “Dictadura golpea medios. La salida de Caracol TV y RCN es un paso a la sistemática violación de la libertad de prensa”. Quienes manejan los alicates del totalitarismo venezolano saben que apretarlos cuesta poco con tal de apagar las imágenes y las voces de quienes, simplemente, quieren informar y no se pliegan a los caprichos del régimen.

Por eso, cuando alguien resiste, como ese gran periódico que siempre lo fue, El Nacional, que ayer, precisamente, cumplió setenta y cuatro años, hay que ponderar su ejemplo y pensar que todavía queda esperanza. Es un “milagro” su supervivencia, como editorializaba en su entrega de ayer. Baste este fragmento:

Frente a la realidad de un país que protesta a diario y sin descanso, el periodismo ha realizado su tarea de forma admirable; ha mostrado a Venezuela y al mundo lo que ha ocurrido, salvando los peligros reales, la persecución de los funcionarios, el hostigamiento físico y verbal en las calles. Ha estado en los lugares donde los desalmados han disparado balas y bombas lacrimógenas en contra de personas indefensas.
El admirable ejemplo de El Nacional, cuando la libertad de expresión sigue siendo estrangulada y ha dejado de habitar en Venezuela, es un camino a seguir y una valiente referencia para entender que ciertos valores, por mucho que se empeñen en lo contrario, merecen respeto y tenacidad. Pese a que Maduro y los herederos del chavismo, los socorridos protagonistas de la revolución fracasada, sigan cerrando medios o apagando señales.

sábado, 26 de agosto de 2017

EL BETUNERO


-¿Limpia?

Esa era la pregunta que le distinguía.

Ha reaparecido un limpiabotas en la plaza del Charco. Se coloca, enfundado en una original bata azul, en un extremo del costado este, casi al término de la calle Blanco.

La estampa rememora la cotidianeidad de ese espacio urbano portuense desde los años cincuenta, cuando nativos y turistas circulaban desde tempranas horas y reservaban unos minutos para la limpieza y el lustre del calzado. Uno les recuerda allí, en ese paseo, junto a las mesas y sillas del 'Dinámico' y el buzón de correos. Agustín y Paco Pacheco, que eran hermanos, y otro señor de mayor edad que los anteriores y respondía al nombre de Patricio. Había épocas en las que estaban muy activos y puede que tuvieran algún refuerzo.

Fieles amigos de la red social en que nos desenvolvemos cuentan de la actividad que también ejercieron dos personas de las que solo recordamos sus apodos y que los citamos, por supuesto, sin ningún ánimo ofensivo: el cojo Mandarria y el cojo Monojondo. Muchos años después, oficiaría Valeriano Sanz, un peninsular que terminó haciéndose empresario de hostelería y tuvo a su cargo el hotel 'Cariver', en San Telmlo.

El limpiabotas, sentado a la espera de su cliente, usaba betún, algún tipo de grasa y hasta alguna sustancia para teñir u oscurecer los zapatos. Luego estaban los paños y los cepillos. Bueno, y los 'salvacalcetines', dos franjas plásticas o similares que se colocaban para no manchar. Esa era toda la herramienta guardada en una caja de madera que culminaba con un soporte donde apoyar la pierna y el calzado. La guardaban en algún establecimiento cercano.

El limpiabotas, o el betunero, que así también era reconocido, atendía a todo el mundo. Incluso recibía encargos domiciliarios y hasta hacía algunos de esos arreglos que alargaban la vida de los zapatos. Se convirtieron en personajes populares. Hasta que el oficio empezó a declinar: se impuso la autolimpieza en casa, se salía de ella ahorrándose las pesetas reservadas para el betunero, se hicieron mayores las personas que con toda dignidad lo ejercían.

De aquella estampa de niñez y adolescencia, ahora resurgida, se viene a la memoria el papel reflejado en el cine, en la literatura y en el género biográfico de muchas personas que antes de triunfar o saborear el éxito en distintas actividades, incluidas los negocios o las finanzas, pasaron largas temporadas haciendo la pregunta del principio y limpiando calzado de todo tipo. Ese papel, por cierto, es desaprobado en diversas latitudes del mundo, bien es verdad que constituye para muchas familias de condición precaria un auténtico medio de vida.

Recordemos aquella película dirigida por el italiano Vittorio de Sica, El limpiabotas (1946), ambientada en la Roma de postguerra, donde predominaban la miseria y el desempleo y en la que dos jóvenes que se ganaban así la vida, escondiéndose de los mayores y de la policía, querían comprarse un caballo. Nominada al Oscar en el mejor guión original, está considerada como obra emblemática del neorrealismo italiano.

Mario Moreno, Cantinflas, también interpretó este papel en alguna de sus numerosas películas cómicas o moralistas.

Deben quedar muy pocos limpiabotas en España. Es un oficio en trance de desaparecer. En el Campeonato Mundial de Fútbol de 1982, en Barcelona había unos quince mil, según el testimonio de uno que aún lo ejerce. Hoy son bastante menos.

En Las Palmas de Gran Canaria, el Ayuntamiento reservó un espacio en las inmediaciones del parque Santa Catalina para instalar una escultura del autor Chano Navarro Betancor, titulada El betunero, que rememora el ejercicio de esta actividad en el lugar durante décadas. En Santa Cruz de Tenerife aún debe hacer su habitual recorrido por el bar 'Atlántico' y las cercanías del Casino de Tenerife, otro popular personaje capitalino.

Ernesto Cardenal, teólogo, escritor y político nicaragüense, reflejó en alguna de sus obras que trabajó como limpiabotas en el aeropuerto internacional de La Habana.

En otros países, como El Salvador, su Asamblea Legislativa promulgó en 1994 una resolución en la que se aprueba conmemorar cada 9 de mayo el Día Nacional del Limpiabotas, con el fin de reconocer y dignificar el desempeño de quienes se dedican a esta tarea.

Es un estímulo sencillo, de modo que los artesanos del calzado no se sientan olvidados y puedan enriquecer su oficio. Ese que, curiosamente, en casi todos lados, allí donde todavía son vistos, comienza con una pregunta al paso:

-¿Limpia?

En la plaza se ha vuelto a escuchar.







Hermanos Paco y Agustín Pacheco, los últimos betuneros.

viernes, 25 de agosto de 2017

FRÍAS ESTADÍSTICAS

Las percepciones van por un lado y las estadísticas, por otro. Vemos que sigue aumentando el parque automovilístico, que el sector inmobiliario se reactiva, que hay más demanda para viajar en avión o en barco, que las compras en supermercados o superficies de todo tipo adquieren ritmo y volumen aumentativos y que en algunos restaurantes o guachinches hacen cola y esperan para comer... Vamos, cualquiera diría que la crisis ya es un ciclo superado y que, en verdad, no se nota.
Pero el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) viene a decirnos lo contrario con su última Encuesta de Condiciones de Vida cuyos porcentajes más significativos concluyen que esa recuperación económica, indicadora de un tiempo de bonanza, está aún lejos de englobar amplios sectores de población de las islas. Si tres de cada cuatro canarios (75,65 %) tienen dificultades para llegar a fin de mes con sus ingresos y tres de cada diez (35,68 %) pasan verdaderos aprietos para lograrlo, es que todavía queda crisis para mucha gente. Y eso que la situación mejoró ligeramente entre 2015 y 2016, pero sigue siendo peor que la de 2013. La comparación, en cifras: en este último año, había un 73,23 % de población con problemas para cubrir sus gastos mensuales, en tanto que en 2016 -año al que se refieren los resultados del estudio estadístico- alcanzó el 75,65 %. Esto quiere decir que se incrementó el número de personas cuyo nivel de recursos es insuficiente para tener un nivel de vida digno.
Del análisis de la Encuesta se desprende que también entre los años señalados hubo un cambio sustancial en el porcentaje de ciudadanos que no manifestaban tener problemas económicos. Se interpreta que los que peor lo estaban pasando siguieron sobreviviendo a duras penas, en tanto que quienes disfrutaban de una posición más favorable o desahogada, pudieron mejorarla.
Por lo tanto, la brecha de desigualdad permanece y no se reduce. Si no se acepta eso de que vivimos por encima de las posibilidades, habrá que convenir en que los mayores índices de consumo envuelven una apreciable artificialidad. Por ejemplo, ni siquiera tener trabajo equivale a garantía de estabilidad, por lo menos como proyecto o medio de vida. Los registros del ISTAC, en ese sentido, son ilustrativos: en 2016, el sueldo no alcanzaba para vivir en condiciones a un 70,4 % de los ocupados en las islas, mientras que un 25,66 % tenía dificultades. Y no digamos de los desempleados: si hace tres años, el 83 % de los mismos se las veía y deseaba para afrontar los gastos del mes, en 2016 el porcentaje subió 3,5 puntos.
Ello repercute en salud, hábitos y calidad de vida. Se deduce que hay privaciones en la alimentación y que las opciones de disfrutar de una semana de vacaciones, una vez al año, disminuyen notablemente. Suben también los porcentajes de personas para las que adquirir un coche o un ordenador es una posibilidad cada vez más difícil de alcanzar.
En fin, que tras el confort y el consumo desaforado, las estadísticas -frías, pero estadísticas- reflejan que una amplia capa de la población canaria sigue moviéndose en coordenadas de escasez. Cuestión, por tanto, de moderarse cuando florezcan los discursos trunfalistas y la tarjeta o el talonario siguen circulando.

jueves, 24 de agosto de 2017

ABISMO VENEZOLANO

Al final, el fiasco de la revolución bolivariana derivó hacia un golpe de Estado y un régimen totalitario en el que no hay división de poderes. Y para colmo, se enredan en un galimatías sobre el cuándo de los próximos procesos electorales y el por qué, sí o no, de la participación de las organizaciones opuestas al hegemónico Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV). La política venezolana es un esperpento prolongado, a la espera de que organismos y tribunales internacionales pongan en evidencia la infracción sistemática de las más elementales normas democráticas y jurídicas. Pero ni quizás eso haga sonrojar a quienes nada les importa la Constitución que ellos mismos aprobaron -para alumbrar otra en que se consagra el pensamiento único, el régimen comunista y la perpetuidad en el poder- y ahora la han retorcido hasta hacerla añicos y liquidar de una tacada la expresión de la soberanía popular.
La salida de Venezuela del callejón en que metieron al país los herederos de Chávez es una opción desesperanzada, plagada de hechos inconsútiles, un viaje a ninguna parte (mejor dicho, sí: al abismo), con una inflación que avanza al galope tendido, con una fractura social que es una abertura en canal, con una institucionalidad hipercontralada desde el punto de vista político y con una hipoteca ante potencias como Rusia o China que es el fruto de golpes de tango. La recuperación es una asignatura imposible de aprobar durante décadas. Los herederos han dado el golpe para quedarse, para acapararlo todo, para pertrecharse incluso ante las imputaciones de narcotráfico que pesan sobre algunos prebostes y ante las que Estados Unidos -acordémonos del panameño Noriega- anda al acecho. No les importa haber aislado al país, haberlo hecho ganar un desprestigio internacional como no se recuerda en procesos históricos.
Las consecuencias que se viven ahora mismo son hambre, penurias, tribulaciones, desasosiego, carencias sanitarias, inseguridad... Los testimonios de personas mayores en las colas que anteceden a los establecimientos de alimentación son sobrecogedores. Ahí contrastamos el sufrimiento de un pueblo que no tiene horizontes y que ya está harto de palabrería y de incumplimientos, que se ha cansado de todo y de todos, mientras su poder adquisitivo se evapora y los recursos del país se dilapidan sin orden ni concierto ni proyección económica alguna.
Venezuela se apaga sin remisión. No hay necesidad de dramatizar cuando las informaciones van reflejando el caos. Unos gobernantes no pueden serlo pensando en el ellos y nosotros, amenazando en perseguir a unos, en hacer apelaciones a la paz y a la unidad para luego lucir todo lo contrario, da igual si es con mentiras y manipulaciones. La revolución fracasó: esta es la gran verdad que los herederos del chavismo no quieren reconocer. No han tenido estatura de gobernantes, de hombres de Estado, hundieron la democracia, desmoralizaron al pueblo, le obligaron a emigrar y a privarse de tantas cosas.
Y todavía quieren convencer de sus afanes justicieros: hablan de una Comisión de la Verdad, como si el Gobierno no hubiera tenido que ver con una crisis de orden público que costó más de cien vidas, miles de heridos, pérdidas millonarias y hasta presos políticos, procesados, por cierto, por la vía militar. Como hablan -con rencor y afán de venganza- de una digna Fiscal, Luisa Ortega Díaz, que se dio cuenta de lo que se avecinaba y no se prestó a las componendas para derribar la arquitectura constitucional y poner en solfa ni más ni menos que el poder judicial. Como hablaron de armas, si fueran necesarias para alcanzar sus objetivos.
La Fiscal, por cierto, tras una abrupta salida del país, dice tener pruebas -de corrupción desmedida, ha precisado- que implican al presidente de la República y otros altos cargos en el tristemente célebre caso Odebrecht, la mayor red de corrupción político-administrativa que se conoce en el ámbito sudamericano.
Cualquiera sabe si podrá esgrimirlas -esperemos que su integridad física no corra peligro- y con ellas tratar de poner fuera de la ley a quienes, además de malos gobernantes, han demostrado, en esto de la cosa pública, no tener escrúpulos.

miércoles, 23 de agosto de 2017

FRENO A LA TURISMOFOBIA

Parece que declina el sentimiento de rechazo al turismo, desatado en pleno verano, al menos en algunas zonas, con evidente preocupación porque estos fenómenos se sabe cómo arrancan pero no cómo terminan. Si la evolución no es bien tratada o gestionada, si no se atajan las orígenes, podríamos estar ante un problema muy complejo de imprevisibles consecuencias. Ojalá se imponga la cordura y se intente paliar el efecto negativo del turismo desde la racionalidad y no desde la agresividad o la violencia.
El turismo tiene algunos impactos negativos. Pero no puede negarse que es un sostén muy importante de la productividad económica. En España, números relativos, significa el 11 % del Producto Interior Bruto (PIB) y proporciona empleo a un 10 % de la población. El año pasado, nuestro país cerró el ejercicio con un registro de llegada de turistas de 75,3 millones y un gasto que rondó los setenta y siete mil millones de euros. Está claro que España, en el plano internacional, ocupa un lugar destacadísimo, turísticamente hablando.
En efecto, la evolución de la actividad turística se traduce en beneficios para el país y para el sector. Ha sido determinante para ir saliendo de la crisis y ha sabido aprovechar distintas coyunturas internacionales.
Pero, como es natural, se ido gestando un cierto rechazo en determinados destinos, sentimiento cuya capacidad de contagio es verdaderamente inquietante. Claro que hay que distinguir entre dos situaciones: una, cuando se constata un cierto equilibrio entre las comunidades nativa y visitante, casi hasta producir una cierta fusión o una convivencia natural tendente a la integración. Entonces, se da una clara apreciación de los beneficios por parte de los residentes que termina ignorando o sobrellevando los efectos negativos. La otra: hay una capacidad de carga en todo destino turístico. Al superarla, se nota y se padece los problemas derivados. Ahí radica la génesis del rechazo. Y entonces, hay que hacerse cargo de lo que inspira esa actitud y de la necesidad de corregir lo que sea para superarla.
Algunos destinos están viviendo por primera vez lo que se conoce por turismofobia. Eso significa que hay que gestionar un problema que puede alterar el negocio y todo lo que lo envuelve. Teóricamente, a nadie le interesa que los operadores terminen desviando contingentes de visitantes. Algunos ya plantean la necesidad de combatir la saturación turística mediante fórmulas teóricamente encaminadas -entre ellas, la distribución de viajeros a lo largo del añol- al equilibrio que evite situaciones rupturistas. El papel del empresariado en este sentido es fundamental.
El caso es que no se trata de un asunto baladí. Por lo tanto, como puede rebrotar en cualquier momento y en cualquier lugar, hay que abordarlo con mucha racionalidad y con una marcada vocación de no producir más compolicaciones. Hay mucho en juego, claro que sí. Y en algunos sitios ya son conscientes de lo que cuesta recuperarse en el mercado después de padecer alguna crisis. La congestión de turistas, las primeras expresiones de rechazo, requieren de una toma de conciencia: hemos pasado de cuidar el turismo casi hasta el mimo, para ganar cuotas de mercado y fomentar inversiones, empleo y consumo, a contrastar cómo tantos visitantes se convierten en un trastorno y hasta en una alteración del orden y la convivencia.
No es exgareado decir que es un asunto de Estado. Por lo tanto, administraciones, organismos y agentes privados tienen la obligación de estudiar y proponer soluciones. Antes que el éxito, tantos récords, termine liquidado.

martes, 22 de agosto de 2017

PLUSVALÍAS A LA ESPERA

Que sepamos, sigue pendiente de resolverse la cuestión del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, el que comúnmenente conocemos como plusvalías. Ya conocen: el Tribunal Constitucional (TC) suprimió en su día la regulación de ese tributo, considerado como un tributo directo de naturaleza municipal que grava la revalorización de los inmuebles cuando son objeto de una operación de venta pero, en la práctica, es abonado siempre, aunque dichos inmuebles hayan perdido valor. Con este criterio, se fundamentó la decisión del TC: no es legal aplicar un impuesto cuando no se ha producido una ganancia económica. El pago de la plusvalía se calcula en función del valor marcado por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), antiguamente conocido coloquialmente como 'la contribución'. La cuota se cuantifica de modo automático hasta resultar un porcentaje que depende del tiempo que ha transcurrido desde la adquisición.

El problema se extiende a los ayuntamientos, al materializarse, con esa decisión, una pérdida de ingresos. Y los alcaldes, y los concejales de Hacienda, y los interventores, y los depositarios quieren saber cómo se va a resarcir a las instituciones locales cuando las sentencias de los tribunales establezcan que hay que devolver el cobro del impuesto.

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) espera respuestas. Su presidente, Abel Caballero, ha sido tajante: “No puede ser que el coste de un impuesto mal diseñado por el Legislativo lo tengan que soportar las haciendas locales”. En efecto, con la resolución del TC en la mano, de un sistema fallido de la base imponible. Ahora se trata de superar el vacío legal y la inseguridad jurídica.

Es la propia FEMP la que promueve dos alternativas, a la espera de que el Gobierno se pronuncie. Por una parte, se quiere adaptar el Impuesto a la sentencia del Constitucional, fijando su base liquidable con criterios y normas objetivas. Esta propuesta significaría legislar con un mandato claro al Catastro: elaborar un índice anual, de corto plazo, sobre la evolución del valor de los suelos de naturaleza urbana, de modo que tal Índice ya plasme el aumento o la disminución de ese valor para contrastar la evolución del mercado.

Por otra parte, la FEMP también sugiere la sustitución de la actual base objetiva por otra nueva que grave la capacidad económica real del sujeto pasivo. Según el propio Abel Caballero, estaríamos ante “una base imponible que resultara del valor de venta menos el valor de compra. Si el valor es más bajo, el impuesto sería cero”.

Los ayuntamientos quedan a la expectativa. Los municipalistas piden, naturalmente, una cierta urgencia al Gobierno para saber qué hacer y cómo explicar a los contribuyentes las consecuencias prácticas de esta decisión del TC. Hasta que se apruebe la reforma del Impuesto, habrán de formalizar algunas actuaciones. Y estamos hablando de los euros de todos.

lunes, 21 de agosto de 2017

OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Empieza a hablarse de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), situados en los horizontes del año 2030, que parece muy lejano, cierto; pero la naturaleza de la iniciativa y el compromiso interinstitucional y social obligan a planificar y a trabajar con la necesaria antelación para intentar alcanzarlos.

Se considera, en efecto, un reto histórico. Y se reconoce, además de la trascendencia para la convivencia del futuro en todos los órdenes, la enorme dificultad para conquistarlos. Hay que asumir, en primer lugar. Y para ello, ees necesario diseñar, programar, coordinar, invertir, concienciar y ejecutar. Los poderes públicos, en el ámbito internacional, tienen ante sí la oportunidad de hacer un trabajo riguroso, se diría, más que nunca, sensible, con una extensión muy globalizada y que, en teoría, debe contribuir también a la paz o a la superación de las amenazas que se ciernen sobre las democracias occidentales.

Se trata de diecisiete Objetivos. Enumeremos:
1.- Fin de la pobreza.
2.- Hambre cero.
3.- Salud y bienestar.
4.- Educación de calidad.
5.- Igualdad de género.
6.- Agua limpia y saneamiento.
7.- Energía asequible y no contaminante.
8.- Trabajo decente y crecimiento económico.
9.- Industria, innovación e infraestructura.
10.- Reducción de las desigualdades.
11.- Ciudades y comunidades sostenibles.
12.- Producción y consumo responsables.
13.- Acción por el clima.
14.- Vida submarina.
15.- Vida de ecosistemas terrestres.
16.- Paz, justicia e instituciones sólidas.
17.- Alianzas para lograr los objetivos.

Si se repasa, se comprobará que, prácticamente todos, se corresponden con demandas de la sociedad canaria. Algunos de los problemas latentes en nuestra tierra, que han adquirido sensible notoriedad en plena canícula, se integran en esa especie de vademécum que obliga a reflexionar y a programar con tal, siquiera, de acercarnos a las soluciones.

Muy atentos deben estar los gobiernos locales, a los que parece reservado un papel de intérpretes activos o de agentes del cambio que se quiere operar si es que se pretende ujna respuesta ciudadana activa. Efectivamente, hay que hacer a los ciudadanos cómplices para materializar la conquista de los ODS. Y antes que eso, para la adecuada sensibilización, esto es, explicar convenientemente de qué se trata para que ninguna de laa asignaturas les parezca lejana, inabordable o, simplemente, que no va con ellos.

No. Repasando los epígrafes de los diecisiete ODS, aquí hay materia y trabajo para todos. Nos atañe a todos. No es ponerse trascendente si se dice que hay que preservar el planeta para la Humanidad. Estas metas están concebidas para una mejor convivencia y para un mejor aprovechamiento de los recursos, tanto naturales como los gestados por la mano del hombre/mujer.

Algunos de estos asuntos, por cierto, merecen soluciones urgentes, pñor no decir inaplazables. Parece lejos 2030, pero hay que empezar desde ya si se quiere que para entonces las cosas funcionen de otra manera... y el planeta se haya salvado.

sábado, 19 de agosto de 2017

PAISAJE TRAS LA CENSURA ICODENSE

Coalición Canaria (CC) ha perdido la moción de censura en el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, de las primeras en la ya larga historia de la presentación de estas iniciativas en el municipalismo canaria, en la que figura casi siempre como promotora, bien en solitario o en comandita con otras formaciones políticas. Se ha quedado, entonces, sin alcaldía.
Parecía condenada cuando, a principios de mandato, no hubo manera de aplicar el criterio de la cascada, esto es, caen en la misma dirección de entendimiento político que concertaron quienes pactaron el Gobierno de Canarias, entonces CC y Partido Socialista Canario-PSOE (PSC-PSOE) que, allá por diciembre del pasado año, pese a que representantes de las dos partes y del propio espectro mediático decían que era la mejor alianza posible para la Comunidad de nuestras desdichas, estiraron hasta la ruptura las discordias, las desconfianzas y las desavenencias.
Ni siquiera aprovecharon los nacionalistas las pugnas intestinas de los socialistas, lamiéndose viejas heridas. Han durado, precisamente, hasta ahora, cuando dos de sus cinco ediles no comparecieron en la sesión. Tal como están las cosas de resquebrajadas, a saber si van a dar cuenta. Total...
La aprobación de los presupuestos municipales hace pocos meses, con los votos favorables de la oposición -compuesta por ediles de los cuatro grupos que han aproyado la moción de censura-, fue, en cierto modo, el detonante. El episodio es insólito y por un quítame allá esas facturas de las fiestas, la gran paradoja abonaba un terreno insospechado. La oposición aprueba los presupuestos ¿y el gobierno local, en exclusiva CC, es el que gestiona o los administra?
Se cuidó el alcalde censurado, Francisco González (CC), de no someterse a una moción de confianza que hubiera sido una salida democrática y digna y quién sabe si la hubiera salvado de haber estado precedida de un proceso negociador en el que hubiera propiciado, por ejemplo, un gobierno de concentración. Prefirió enrocarse, en vez de acreditar talante, encomendándose a las cartas cuyos palos son decisivos una vez que ya han sido puestas sobre la mesa todas las figuras y las ganadoras. A ver quién llevaba el caballo de lo virado. Hasta vislumbró esperanzas cuando alguien, creyendo que guardaba 'la mala', tensó la cuerda en Madrid tratando de envolver con celofán un asunto que decían de Estado. Era el último cartucho. Más adelante, un suponer, se podrá calibrar las consecuencias. De la pérdida de confianza, dicen. Bueno...
Las censuras destapan, por lo general, algunas contraposiciones, ideológicas o personales. En Icod no fue la excepción: José Ramón León, nuevo alcalde, en representación de Somos Icodenses-Nueva Canarias, fue en su momento dirigente y edil del PSC-PSOE, formación que ahora le presta su apoyo para el acceso a la alcaldía (Al menos, tres de los cinco concejales) Ironías, o lo que sea, de la política.

La operación se cierra con un aviso para CC que ríanse ustedes del clamor taurino: PSOE y PP (también Ciudadanos, partícipe en la misma con su voto) han sido capaces de entenderse para derribar -con el uso legítimo de la censura tan esgrimido por los nacionalistas en muchas otras ocasiones- una plaza que, aún en precario, ocupaba CC. Si la fórmula es aceptada como laboratorio (sic) y funciona, puede que termine siedo un ejemplo o banco de pruebas para futuras alianzaz de perfil similar. Coalición Canaria ya debe estar interpretando, sin necesidad de recurrir a victimismos, que no solo entre amplios sectores ciudadanos sino en otras formaciones políticas hay un cierto propósito de castigo con el propósito claro de hacerla pasar una temporada en la oposición. Es la penitencia que hay que sufrir al cabo de los ciclos prolongados en el poder.
Claro que quienes ahora abordan un escenario experimental, sin mucha experiencia en responsabilidades de gobierno -todo hay que decirlo- ,tendrán que hacer un desempeño pletórico de destreza para que la cosa cuaje y transmita una notable dosis de credibilidad a la ciudadanía, bastante maltrecha, desafecta y recelosa con todos los trajines de la política.
A la sombra del Drago empieza a escribirse una nueva página. Se abre otro paisaje.

viernes, 18 de agosto de 2017

EL CAMAROTE

Ya no es que estén preocupados los norteamericanos ni los republicanos ni los componentes de su gabinete ni los empresarios que le han abandonado por sus recientes débiles respuestas a los sucesos raciales de Charlottevislle, en Virginia. Ya es que todos se temen -nos tememos- lo peor: ¿qué será lo próximo, cuál el siguiente episodio en que el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, tenga que tomar una decisión? ¿En qué manos estamos?

La impresión que da es que hasta sus contados admiradores -esos que dicen que la economía va como un bólido, esos que afirman que es el único que ha puesto a los periodistas y a los medios en su sitio- ya dudan. Hay Trump para entretenerse, vaticinamos cuando la retahíla de dislates recién arrancaba. Quienes auguraron convulsiones de todo tipo, siguen acertando. Nunca antes la política mundial, con núcleo en Washington, se vio salpicada por tantos vaivenes, una suerte de 'todo es posible' porque el señor presidente es imprevisible. De aquella escenografía anacrónica y rimbombante, rubricando resoluciones con escritura de trazo alto y grueso, apto para analizar grafológicamente la personalidad del individuo, se ha pasado a delirantes escenas políticas con guión que se podría contextualizar cuando en España se aprendía democracia participativa en aquellas asociaciones vecinales que sirvieron de respetable escuela.

Haber convertido la Casa Blanca en el camarote de los hermanos Marx, simbolizado en la célebre escena de Una noche en la ópera, es indiscutible mérito de Trump que, a base de bravatas, amagos, desplantes y exabruptos, principalmente en cuenta de Twitter -su arma más poderosa, dicen- ha ido contagiando un estilo controvertido y poco fiable, desde luego impropio de una potencia y de una democracia como Estados Unidos.

Los relevos en su gabinete a principios del presente mes son el reflejo de ese camarote. Las políticas de seguridad y comunicación, supeditadas al capricho personalista, jamás se vieron tan débiles y paradójicas. Y la derrota en el Senado de la derogación parcial de la ley que sustentaba la asistencia pública sanitaria que puso en marcha Barck Obama desnudó que el presidente no inspira confianza ni a su propia formación política. Lo de los relevos, por cierto, concluye en que trabajar con Trump es de lo más inestable del mundo: estás a su merced -como hojas muertas, diría Serrat-, a expensas de un cabreo, de una mirada, de una confidencia, de una conexión tenebrosa, de una sombra de desconfianza. Aquellos insultos de un recién designado director de Comunicación, Anthony Scaramucci, dirigidos al jefe de gabinete, Reince Priebus, posteriormente destituido, pusieron de manifiesto el descontrol y el funcionamiento alocado con golpes de tango de algo tan serio y que entre todos hemos mitificado como es la Casa Blanca, donde las filtraciones, por lo que parece, cotizan muy alto. Tanto que arrastran hacia insólitas determinaciones presidenciales que merman su propio prestigio y la credibilidad del propio presidente al que el osado de su colega venezolano, Nicolás Maduro, le mama gallo, no importa la horrísona apelación que emplea en sus insufribles discursos. También tendría sitio en el camarote, por cierto, donde apuntar con misiles a Corea es tarea de un día más en la oficina.

jueves, 17 de agosto de 2017

SALPICAR EL ESTÍO

Las cianobacterias y los ahogamientos en las costas han salpicado el estío. Hay que convivir con las primeras, resignada conclusión. Entre el cambio climático y las disfunciones de los dispositivos para paliar el comportamiento de los humanos, hay que irse acostumbrando. Lo peor será que, detectados los problemas y agotado el endeble malestar, no se haga nada: ni correcciones ni pedagogía. Lo peor es que todo siga igual... hasta el año que viene.

Y los ahogamientos. De poco está sirviendo el esfuerzo del periodista grancanario, Sebastián Quintana, con tal de sensibilizar, con el fin de reducir los registros que ya el pasado mes de abril, cuando inició su cruzada, ya eran elevados. Habrá que repetirlo: las playas canarias no pueden ser sinónimo de inseguridad. Es raro el día que no hay una noticia sobre pérdida de vidas humanas.

Recordamos a Quintana en el Parlamento de Canarias hablando de una cultura de la seguridad acuática como base indispensable para prevenir accidentes fatales. Habrá que insistir con tal de evitar que la desinformación y las imprudencias sigan causando estragos hasta ser la causa de un noventa por ciento de los fallecimientos.

Tenía razón el periodista cuando afirmaba que muchísimos turistas desconocen que estamos en medio del Atlántico y que cada punto de la costa tiene su personalidad. La prevención, por consiguiente, es primordial. La seguridad en el litoral canario requiere de información y de dotaciones.

Un hecho son los fenómenos naturales y otro el mal funcionamiento de infraestructuras, responsabilidad de administraciones públicas. Acostumbrarse, sí; pero no a permanecer indiferentes ni indolentes con aquello que se puede mejorar. Una cosa es brindar la costa como elemento casi esencial de la oferta vacacional y otra no suministrar los elementos básicos para que esa cultura de la seguridad acuática sea un hecho fehaciente.

Y el verano, sin terminar.


miércoles, 16 de agosto de 2017

VINILOS

Finales de los años sesenta del pasado siglo y bien entrada la década siguiente, hasta la muerte de Franco, más o menos: fiebre por la música. El fenómeno 'beat', canción de autor, otros géneros, festivales, algunos pocos conciertos, el seguimiento de programas y de listas de éxitos, las novedades, los primeros pasos en la radio y discos, muchos discos, muchos vinilos. Aquellos 'singles', los Ep de cuatro canciones y los elepés. Y los álbumes. Ahorrábamos para adquirirlos en discotecas y bazares e ir formando la pequeña colección particular. Recordamos al malogrado Manuel García Tejera, quien poseía una de las más voluminosas que era la envidia de los jóvenes portuenses que nos movíamos por la música.
Hasta que llegó el casette y las orientaciones de la vida empezaron a ser otras para irnos alejando de la música, de aquellos estilos revolucionarios, de las míticas bandas, de la experimentación y de las opciones de reproducción que pronto sabrían el impacto de la imagen. La música siguió gustando... pero ya en otra dimensión, en otro ámbito, incluso temporal, en otros descubrimientos como fueron la clásica y la ópera.
Refrescó estos recuerdos un informe de la consultora 'Deloitte', publicado recientemente por el diario británico The Independent y cuya conclusión es reveladora: la venta de vinilos superará en 2017 los mil millones de dólares, algo que no se producía desde la década de los ochenta. Estamos, pues, ante una revitalizacón considerable de este formato al que la industria discográfica llegó a considerar, hace menos de una década, como un negocio en extinción. El informe indica que en 2015 se vendieron 3,2 millones de unidades y calcula que el vinilo signifique engtre un 15 y un 18 % del total de las ventas anuales de música en formato físico. El precio medio actual de un disco de larga duración es de diecinueve euros, un posible inconveniente para los consumidores, según la investigación de 'Deloitte'.
Pero, ¿cuáles son las razones de este renacimiento, de este nuevo auge del vinilo? Algunas iniciativas como el “Record Store Day”, la nostalgia por el sonido auténtico, el formato tangible de la música, las tendencias y las modas, pero, sobre todo, la concepción del vino como una pieza de coleccionista, dispararon las ventas que el pasado mes de diciembre superaron, por primera vez desde comienzos de siglo, el mercado de las descargas digitales.
Claro que la consultora advierte que el vinilo es como una panacea y que “nunca será la fuente la fuente primordial de ingresos de la industria discográfica”. Son conscientes de que el futuro del mercado se enfoca directamente hacia el formato digital. Pero también hay apreciaciones reveladoras, como las de Paul Lee, ejecutivo de investigación del departamento de tecnología, medios y telecomunicaciones de 'Deloitte': “Los consumidores prefieren comprar algo tangible y nostálgico y, si se ponen precios justos, ello supondrá grandes beneficios para las discográficas”, auguró queriendo prolongar la racha.
Y es que se prevé que el vinilo, en 2017, represente un 6 % de los ingresos totales de la industria musical, cifrados en torno a unos quince mil millones de dólares. ¿Quién lo iba a decir? Pero bueno, todo da a entender que, resurgimientos aparte, el futuro, como tantas otras cosas, sigue girando en torno a lo digital.

martes, 15 de agosto de 2017

ADIÓS AL ÚLTIMO ROMÁNTICO

       Todas las hojas están marrones y el cielo está gris.
           John Phillips y Michelle Phillips, en California dreamin

En abril de 2011, cuando cumplió ochenta años, Roberto Hernández Illada rezumaba la felicidad de la plenitud de un octogenario. Entonces, escribimos que “sus hijos, familiares, amigos y allegados le tributaron una celebración por sorpresa. Cuando llegó al lugar, creyendo que asistía al cumpleaños de uno de sus hijos, y se encontró con la asistencia de más de setenta personas que, puestas en pie, entonaban la versión española del “Happy birthday”, el hombre no pudo reprimir la emoción. Lógico. Después, cuando recuperó la normalidad, se sintió feliz y comprendió el valor de la amistad sincera”.

No era el primer homenaje que le tributaban a Roberto, como este tampoco es el primer texto en que glosamos su trayectoria y su talante, pero aquel reconocimiento posiblemente haya sido el más cercano, el más entrañable, el más espontáneo, el que más se acerca a su personalidad. El supo ganarse en vida el respeto y el afecto de los demás, con un sentido de la rectitud y de la responsabilidad que pocas personas pueden lucir. Y se ha granjeado la admiración, esa que no requiere de expresiones grandilocuentes, de quienes conocen de su mesura, de su tesón y de su amor al deporte. “No se es consciente siempre de tener tan buenos amigos”, acertó a decir a la hora de dar las gracias.

En aquella ocasión, antiguos jugadores de aquellos equipos de fútbol que dieron lustre al deporte portuense le acompañaron como lo hicieron entonces. Memorizamos alineaciones y lamentamos la pérdida de los ausentes. Calculamos edades y comentamos episodios de fichajes y ascensos. El papel de Roberto Hernández Illada fue decisivo para muchos deportistas. El legendario Juvenil Once Piratas y el primer ascenso del Club Deportivo Puerto Cruz son hitos entremezclados con la rehabilitación de El Peñón y algún otro obstáculo federativo. Hernández, como le llamamos de vez en cuando, era todo: cuidador del campo, el que tramitaba las fichas, el que iba para Santa Cruz, el que compraba los equipajes, el que hablaba con los padres del jugador… En una época de penurias, cuando la proyección futbolística era dificilísima, Roberto se empeñaba en que los jugadores jóvenes no fumaran y en que no se fueran de verbena en las vísperas de los partidos. Si alguno era sorprendido infringiendo este sencillo particular código de conducta, ya sabe lo que le esperaba. Hay una foto que ha circulado en colecciones privadas y hasta en libros: izado en los hombros de Tomás Galindo y Gutiliano González Pineo, era el testimonio gratificante del ascenso y del éxito de un hombre modesto, de un todoterreno, de un portuense de pro.

Al cabo de los años retornó a la actividad directiva con el Atlético Puerto Cruz. Pero ya no era igual. Las costumbres y los usos tanto sociales como futbolísticos habían cambiado sustancialmente. Aún así, su labor era respetada. Como también lo fue la que desarrolló a posteriori en el Club Natación Martiánez, especialmente con el equipo de waterpolo, al que ascendió a la División de Honor, la máxima que ha alcanzado -junto al Marlins, de béisbol- una representación deportiva del Puerto de la Cruz. La presencia de José Antonio Marrero, quien le sucedió en la presidencia, y una sentida carta que Jesús Cuartero, el técnico, envió desde París, probaron que en esta disciplina Roberto Hernández Illada también dejó huella. Un álbum de fotografías de época, otro familiar y unos cuantos regalos más -entre los que destaca el reloj del Atlético de Madrid, su equipo del alma, entregado por Manuel Torres- testimoniaron la satisfacción de una jornada obsequiosa. Nos quedamos con las ganas, por cierto, de ver los resultados del trabajo digital de Juan Antonio Acevedo quien preparó un DVD con momentos estelares de la vida deportiva de aquel cumpleañero entonces que ayer nos decía adiós y hoy al mediodía, tan cerca de los recintos deportivos donde dejó su sello, recibirá cristiana sepultura.

Hacemos esfuerzos para no repetir la definición de Roberto Hernández Illada en su faceta de dirigente deportivo, cuando este concepto aún estaba lejos de su materialización más avanzada. En su momento dijimos, y así lo hemos empleado a posteriori, que él era el último romántico del deporte. Otro gran amigo suyo, Francisco Sánchez García, quien fuera futbolista profesional, abogado y alcalde de La Orotava, impulsó los honores cívicos concedidos durante nuestra etapa en la alcaldía portuense. Un soñador que, un día como hoy, cuando lamentamos su pérdida, es despedido entre hojas marrones y cielo ceniciento. Pero los esfuerzos -ya ves, estimado Roberto que estás en los cielos- son baldíos. No hay mejor definición. Así que permite que, de nuevo, lo empleemos y te distingamos con esa cualidad que debe enorgullecerte, como así ocurre con todos los que han sido tus discípulos y siguen siendo tus amigos que lloran tu definitiva ausencia.

lunes, 14 de agosto de 2017

ADIÓS AL PAPEL

Carlos Ramos Aspiroz, periodista de vieja escuela, saludable octogenario fiel a sus principios, editor de prensa después de jubilado, se ha convencido y ha terminando aceptando que los periódicos desaparecen, que habrá unos núcleos de resistencia y tal pero que, al final, el universo periodístico será (casi todo) digital. Y como buen editor, capaz de calcular sobre la marcha los costes del encendido de la rotativa y los primeros desechos, pone este ejemplo:
-Ningún joven menor de veinticinco-treinta años sale de casa o va a trabajar pasando primero por el quiosco a comprar el periódico, como hacíamos nosotros.
Si Ramos asume sobre las bases domésticas de la cotidianeidad, mucho más lo hará cuando acceda al Estudio de uso y actitudes de consumo de contenidos digitales, elaborado por el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (ONTSI), adscrito a Redes.es. Sus conclusiones son reveladoras: el consumo de prensa digital de pago ha aumentado, en cinco años, un 157 %. La curva es ésta: en 2016, el 4,9 % de la población pagó por informarse a través de medios on line, mientras que en 2011 tan solo lo hizo el 1,9 % de los españoles. Durante el año pasado, el 66,2 % de la población comprendida entre 16 y 74 años accedió a informaciones o artículos en Internet, colocando al consumo de este tipo de contenidos como el tercero más frecuente, después del uso de fotografías hy de aplicaciones móviles.
Es decir, ha aumentado considerablemente el porcentaje de personas que paga por acceder a la prensa digital, bien es verdad que, según el estudio, este es el tipo de contenido que menos subió en los últimos cinco años. Por el contrario, el pago por las películas, las series y los videos digitales se disparó del 3,1 % de la población en 2011 al 19,5 % de 2016.
Y una reveladora concreción del estudio que comentamos: “La mayoría de consumidores que accede a noticias digitales lo hace de manera gratuita y, en su mayoría, desde sitios web distintos a los de la propia publicación que ofrece la información. De esta manera, entre la población que lee noticias en periódicos y revistas digitales, tan solo el 2,6 % paga por los contenidos, mientras que el 54,4 % de la población escoge no pagar por acceder a ellos. Esto se explica mediante la evolución de las actitudes hacia el pago de contenidos on line”. Según el informe del ONTSI, la modalidad preferida de consumo entre los lectores de periódicos y revistas on line es el de gratis con publicidad, elegida por el 27,1 % de los ciudadanos.
Aunque ello entrañe una paradoja, hay que tener en cuenta, según el estudio, que la lectura de noticias o artíulos on line es el tipo de contenidos digitales más frecuente pues un 48,4 % de la población lee prensa digital a diario. Y atención a otros datos que ponen de relieve la pujanza de las redes sociales, empleadas día a día por el 40,5 % de la población; seguidas de las aplicaciones móviles, utilizadas de lunes a domingo por el 39,9 % de los españoles.
En cuanto al perfil de consumidores, quedémonos, para dar solidez a las apreciaciones de Ramos Aspiroz, con que la prensa es el último de los contenidos por el que pagaron tanto hombres (7,6 %) como mujeres (3,9 % y que los ciudadanos que menos pagan son aquellos con edades entre 25 y 34 años, aunque son los españoles que leen más informaciones y artículos en la red.
En definitiva, el cambio en los usos y hábitos sociales también está impulsado por el empleo de las nuevas tecnologías. Y todo da a entender que el papel parece condenado.

sábado, 12 de agosto de 2017

CUANDO UN TROFEO VERANIEGO SE CONVIRTIÓ EN UN ACONTECIMIENTO

A ver si hurgando en la memoria somos capaces de escribir una entrada con cosas nuevas que no se sepan o no hayan sido publicadas, ahora que ayer se cumplieron cuarenta y seis años del encuentro inaugural de la primera edición del Trofeo Teide de fútbol, con un campo municipal “Los Cuartos” flamante, estrenando césped; y el próximo martes será el aniversario de la gran final de entonces entre el Deportivo de La Coruña, entonces en Primera división, y Puerto Cruz, militante en la Primera categoría regional, con victoria gallega (2-0).

El Teide es un poco el torneo futbolístico de todos nosotros, de los aficionados del Valle, de los futboleros entusiastas, el que vimos nacer y al que contribuimos a que creciera, justo en unos momentos en que el fútbol territorial parecía estancado y carente de alicientes. Fue concebido para ofrecer espectáculo a los aficionados de la isla que llevaban varios años acumulando decepciones y para incentivar las modestas economías de los clubes regionales promotores: Orotava, Puerto Cruz y Real Unión que, deportivamente, de paso, tendrían la oportunidad de enfrentarse a un equipo grande o de categoría superior.

Aquel verano de 1971 fue particularmente movido en el Valle de la Orotava. Ventura Machado alternaba su consulta y sus visitas médicas con la dedicación a la Unión Deportiva Orotava que presidía en medio de un gran respeto por su reputado prestigio humano y profesional. El doctor Machado, con su inconfundible corbata de pajarita, se empeñó en que “Los Cuartos” debía tener cancha de hierba. Desde finales de abril de aquel año, comenzó la siembra. 'Maestro' Felipe, el jardinero que cuidaba el césped del “Heliodoro Rodríguez López”, tuvo a su cargo el proceso, en el que participaron muchas personas, agricultores incluidos. Brotó y la alfombra lució esplendorosa el 11 de agosto, una inolvidable tarde de estreno.

Pero antes de esa fecha sucedieron otras muchas cosas. Luis Guiance Abreu, militar de profesión, era el presidente del histórico Real Unión de Tenerife. Su estrecha amistad con Mateo Prada Canillas, quien fuera Capitán General de Canarias, y antes de Galicia, facilitó las gestiones que una tarde tras otra hacían con la directiva del Real Club Deportivo de La Coruña, entrenado por Arsenio Iglesias Pardo, el 'bruxo' de Arteixo, protagonista de un ascenso histórico. El hotel 'Marquesa', del Puerto de la Cruz, propiedad de los hermanos Díaz González, se convirtió en el centro de operaciones. Muchas llamadas de teléfono, muchos telegramas, muchos güisquis revelaban un tráfago desconocido en el fútbol regional de entonces. Guiance aparecía acompañado de Ramón Jorge Frías, quien le sucedería en el cargo años después, y de Darwiche, un ex jugador del cuadro unionista en el que había depositado mucha confianza. Pedro González de Chaves y Rojas, teniente de alcalde del Ayuntamiento portuense, alternaba con Alberto Hernández Illada, presidente del C.D. Puerto Cruz y fiel secretario general, Pedro Real González, celoso cumplidor de todos los trámites federativos y secretariales. Por allí tambien era visto Pepe Casiano Verano, que presumía de haber jugado en Maracaná. Desde La Orotava se incorporaban los hermanos Hernández Sánchez, Juan y Graciano, preocupados en la organización de las taquillas, presupuestos, desplazamientos y otros menesteres.

Hasta la celebración del partido inaugural que acabó con victoria del Deportivo sobre Orotava (1-3), se vivió un frenesí desmesurado. Había auténtica ansiedad balompédica. Los dos periódicos de entonces, El Día y La Tarde, rivalizaban en ofrecer la mejor información. Hasta la llegada de la expedición coruñesa al aeropuerto de Los Rodeos fue objeto de cobertura informativa. Al frente del Coruña, su vicepresidente, José Pereira. Se alojaron en el hotel 'Interpalace'. El club gallego no cobró su participación en el torneo. Galindo anotó el primer gol de aquel partido en el nuevo recinto orotavense, dirigido por Manuel Valle. En los prolegómenos, acto de bendición a cargo del arcipreste y párroco de La Concepción, Leandro Medina. Autoridades de entonces presentes: Álvaro Acuña Dorta, delegado de Educación Física y Deportes; Juan Cullen y Lugo , alcalde de la Villa; Miguel Ángel Morales Pestano, presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol.

El paso siguiente era la otra semifinal, que se disputó en 'El Peñón', hasta que anocheció, entre Puerto Cruz y Real Unión. “Increíble y maratoniano partido”, titulaba La Tarde. Todo igualado hasta que se resolvió en los penaltis, después de la prórroga y cuando ya la luz diurna agonizaba. Guiance apenas pudo contener su amargura pues aspiraba a que su equipo fuera el finalista. Lito y Basterra, ya fallecidos, fueron los héroes de aquel trance que aumentó, vaya que sí, las expectativas para la final, disputada en “Los Cuartos” el festivo 15 de agosto.

Aspecto inmejorable el del recinto orotavense. Lleno total. Subieron guaguas repletas desde el Puerto. La cancha, de nuevo, lucía flamante. Un minuto de silencio en memoria de Salvador Ledesma, presidente del C.D. Vera, quien esa misma mañana fallecía trabajando cerca del campo que luego llevaría su nombre. La pregunta que todos se hacían: ¿cuánto resistirá Puerto Cruz? El caso es que jugó muy ordenado, acaso favorecido por la lesión del internacional Manolete. Los aficionados se pusieron del lado del más débil y hasta se ilusionaron pero aguantaron hasta el minuto 70, cuando Beci superó a un Lito sobresaliente todo el partido. El mismo delantero gallego anotaría el segundo gol. Con los portuenses jugaría por última vez un delantero de Los Silos, Cejas, quien al día siguiente, sin avisar, se marcharía a Holanda y dejaría a la directiva del club en la estacada.

Se dijo que la recaudación de los encuentros disputados superó el millón de pesetas, por lo que los clubes promotores se embolsaron más de cuatrocientas mil, todo un pellizco para comenzar la temporada. La experiencia había sido positiva en todos los órdenes e invitaba a preparar una segunda edición con igual o superior nivel.

Se han cumplido cuarenta y seis años de aquella primera andadura de un torneo futbolístico que se ha consolidado hasta el punto de ser uno de los más reconocidos en el calendario veraniego patrio. Toda una historia que pronto cumplirá medio siglo. Pronto. Que empiecen desde ahora a preparar ese aniversario.

viernes, 11 de agosto de 2017

MÁS TRANSPARENTES, PERO...

Las entidades locales han optado de forma mayoritaria por disponer de un sitio o portal específico de transparencia. Esta es una de las conclusiones del estudio llevado a cabo por la Federación Española de Municipios (FEMP) y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) para evaluar lo establecido en la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno en materia de publicidad activa. El estudio muestra, en lo concerniente a la forma de ofrecer la información, que una inmensa mayoría de los ayuntamientos ya presenta su información de manera estructurada, aunque también se detectan casos en los que es necesario insistir para cumplir con los requisitos exigidos en la norma.

Los datos del estudio son alentadores, reflejan que se ha ido avanzando en este concepto que sí debe ser un elemento sustantivo de una nueva política. Se ha ido extendiendo su valoración, como una exigencia, y eso es de agradecer para concienciar a los responsables públicos de lo que significa para ir contrarrestando, siquiera paulatinamente, ese rechazo que inspira en la sociedad de nuestros días la política, su ejercicio, sus vicios y sus prácticas reprobables. Por tanto, no es solo el cumplimiento de la Ley: es una cuestión que resulta consustancial con el modo de hacer política, con la administración de los recursos y con la gestión de la que hay que dar cuenta para poner a prueba, dicho crudamente, la capacitación.

A los ciudadanos hay que conceder facilidades para que manejen las opciones a su disposición a la hora de saber cómo actúan los gobernantes, sus fortalezas y sus debilidades. Ahora que la crisis parece superada, los horizontes financieros son contemplados de forma más despejada o con menor escepticismo y muchos responsables municipales empiezan a presumir de cancelaciones anticipadas de deudas y de reducción de tributos, es el momento de hacer ver a la ciudadanía que tiene cauces para ser más sensible con su administración más cercana y hasta para interactuar a poco que tales responsables hagan un mínimo de pedagogía política y fortalezcan así la materia y el espíritu de la transparencia.

Por los datos del estudio de la FEMP y del CTBG, por los avances que se van apreciando y por las prácticas que se van extendiendo, no se entienden entonces esas informaciones en las que se denuncia el oscurantismo, las negativas o la tardanza y la indisponibilidad de la documentación que se solicita por parte de grupos o ediles de la oposición. En ese sentido, el propio informe alude a existencia en las entidades locales de una unidad específica para resolver las demandas de información. Los resultados muestran que no es frecuente (23,71 %) en ayuntamienos menores de setenta y cinco mil habitantes, que ronda el 50 % para los grandes y que sí existen tales órganos (60 %) en el caso de diputaciones, cabildos y consejos.
En definitiva, para mejorar los índices y la práctica de la transparencia, se trata de cultivar la formación en todos los niveles, político, directivo y técnico. Hay que desarrollar criterios homogéneos para el seguimiento y la evaluación de las leyes específicas, así como asesorar adecuadamente a las entidades locales. Y por supuesto, aunque se nos reproche la reiteración, hay que sensibilizar a la sociedad sobre su derecho a saber y estar informada y sobre sus facultades en materia de transparencia.