sábado, 29 de abril de 2017

DAÑOS POR ABANDONO U OMISIÓN

El Grupo de Ciudades Patrimonio, en en el que se encuentra San Cristóbal de La Laguna, desarrolla una campaña de concienciación y sensibilización orientada a fomentar el respeto y acabar con el vandalismo. Hay unas vallas publicitarias muy llamativas en las que puede leerse el mensaje común: “Cuando dañas el patrimonio,nos dañas todos”. Se trata de poner en valor el conjunto patrimonial y de estimular la necesidad de conservarlo como parte de la historia y de la cultura. Las pintadas o los actos vandálicos en los monumentos, la contaminación por ruidos y, sobre todo, el abandono o la falta de protección son problemas comunes de estas ciudades; pero también de aquellas que no siendo Patrimonio de la Humanidad, se ven afectadas por esos males de nuestro tiempo hasta el punto de deteriorar señas de identidad y elementos esenciales de la personalidad urbanística.

Es el caso del Puerto de la Cruz del que nos hemos ocupado varias veces en este espacio y en otros foros donde se nos ha requerido. En este mismo mandato, el pleno del Ayuntamiento acordó por unanimidad, a iniciativa del Grupo Municipal Socialista, la creación de un consejo municipal para la defensa y promoción del patrimonio histórico. Se trataba de crear un órgano asesor que “coordine y priorice actuaciones y al mismo tiempo articule actividades para el fomento, promoción y difusión del patrimonio histórico del Puerto de la Cruz y su aprovechamiento para ciudadanos y turistas”. No se conoce muy bien la operatividad de ese consejo: ya dijimos en su momento que ojalá no quedase en mera expresión de voluntad pues estas cosas requieren de constancia, de seguimiento y de pragmatismo, aunque sea lento. Porque, sobre todo, hay que extender la sensibilidad y eso, en la sociedad de nuestros días, pese a todos los adelantos, no es nada fácil. Al pueblo portuense siempre le costó involucrarse en tareas como las que aquí se plantean.

Y no faltan escenarios en los que actuar. Pero hay que actuar. Primero, con un plan. Luego, estableciendo prioridades. A continuación, con dotaciones presupuestarias que signifiquen la posibilidad real de conservar, restaurar o mejorar. Y también, fomentando la implicación de la la iniciativa privada. ¿O es que nos resignamos a que las viejas casonas y los antiguos edificios identificativos de una época permanezcan cerrados, se deterioren y se vengan abajo por no existir un mínimo de conciencia colectiva?

De ahí, el acierto del lema de esa campaña extrapolado al municipio portuense: dañar es también abandonar, renunciar, permanecer indolentes. Y ese daño, claro que nos afecta a todos. No puede ocurrir que el silencio y la resignación sean la respuesta. La concienciación es un soporte primordial para fomentar el respeto y acabar con el vandalismo. Ya escribimos que en este contexto hay mucho de civismo, de sensibilidad y hasta de pedagogía. Es cuando menos paradójico que cuando desde algunos sectores se apele ahora a ir juntos en una misma dirección, no se tengan en cuenta causas como ésta, no solo noble sino apta para demostrar que puede haber convergencia de criterios y de objetivos, beneficiosos para todos y ejecutados “en la misma dirección”.

El caso es hacer algo, evitar más daños patrimoniales, especialmente por abandono u omisión.

viernes, 28 de abril de 2017

IMPULSO AL TAORO



De la misma manera que reprobábamos hace una semana la pasividad para desbloquear el proyecto de ampliación del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popular Botánico, hoy habrá que congratularse del firme propósito del Cabildo Insular de sacar a concurso, a lo largo del próximo mayo, el arrendamiento del antiguo hotel Taoro, habilitado años después como casino de juego y cerrado desde que éste fue trasladado a las instalaciones del complejo turístico ‘Costa Martiánez’, donde aún funciona una sala de máquinas.
De los datos ofrecidos por los responsables del Cabildo, se desprende que la edificación, debidamente restaurada y acondicionada, servirá para un hotel de cinco estrellas. Por lo tanto, se restituye el uso turístico de un recinto emblemático donde germinaron buena parte de las raíces del turismo de calidad que habría de caracterizar el devenir del socioeconómico del municipio. Bien. Costó lo suyo, en su momento, convencer a dirigentes y técnicos del Cabildo para esa restitución. Y hasta hubo un debate para determinar los usos. Defendimos la idea de que el Puerto de la Cruz, con vistas al futuro y para cualificar su oferta, precisaba de uno o dos establecimientos de máxima categoría. Y también hemos dejado testimonio de que era viable una operación similar a la emprendida con el hotel Mencey para que el proyecto de recuperación cristalizara. Por lo que se lee ahora, íbamos bien orientados.
El arrendador debe afrontar una inversión mínima de 15,3 millones de euros. Las condiciones, en síntesis, recogen que el contrato de arrendamiento será por cuarenta años, con un canon anual de novecientos cuarenta y un mil euros. El Cabildo, según se ha explicado, ofrece la compensación del ochenta por ciento de la inversión inicial y hasta un máximo de 18,8 millones de euros, a través de eximir al arrendador del pago del canon anual hasta cubrir esos gastos, lo que, temporalmente, significa unos veinte años. El hotel Taoro tiene un valor catastral de 9,5 millones de euros. Se quiere incluir en el objeto del concurso una parcela cedida por el Ayuntamiento de la ciudad.
Habrá que aguardar las respuestas de los interesados. No hubo suerte con las presentadas anteriormente, acaso porque faltaban atractivos o los números del negocio no se correspondían con el volumen de la inversión y los plazos del arrendamiento. Ahora, con nuevas condiciones sobre la mesa, se supone que el impulso para recuperar el Taoro va en serio y debe ser definitivo. Para congratularse, sí.

jueves, 27 de abril de 2017

SOL Y DATOS

Atención al nuevo concepto en el ámbito turístico: sol y datos, que sustituiría al sol y playa, tan enraizado y tan consolidado. Lo han avanzado en Mallorca, en el curso de un congreso mundial sobre islas inteligentes. Este sí que es un auténtico reto, término tan empleado incluso en ofertas políticas programáticas. Sol y datos es la síntesis de un modelo que trataron de innovar y perfeccionar por múltiples vías, siempre pensando en la inagotable bondad o generosidad del clima y de la naturaleza, pero la especulación y los apremios de los negocios, incluidos los urbanísticos e inmobiliarios, impidieron planificaciones y actuaciones adecuadas, algunas de ellas tardías y con ánimo reparador.
Pues bien, hay que empezar a familiarizarse con ese concepto, derivado de otra idea, big data (en español, datos masivos, aunque apenas se utilice en la traducción), que viene a ser como un proceso de recolección de grandes cantidades de datos y su inmediato análisis, especialmente el comparativo, para aflorar información oculta o desconocida, nuevos códigos y otras correlaciones, de modo que permita incursionar en nuevos campos donde los medios convencionales de procesamiento tardan más de la cuenta o incluso no aciertan a desmenuzar sus características.
Quedémonos con estos usos derivados del big data: capturar, recolectar, analizar, almacenar, transferir, compartir enormes cantidades de información... Ello desemboca, claro, en obtener conocimiento en tiempo real y esmerarse en la protección de datos personales.
¿Cómo se aplica en turismo? Muy sencillo: si se acepta el reto, esto es, afrontar la gestión de los recursos de las islas como territorios inteligentes, habrá que disponer de toda esa información, debidamente ordenada y procesada, para impulsar y mejorar la conectividad, administrar con visión futurista y sostenible los recursos que pudieran ser escasos y hasta cualificar con razonables estándares de rentabilidad la diversificación de los productos turísticos.
Pensemos, por ejemplo, en los dos principales archipiélagos españoles: el turismo representa el 45% del Producto Interior Bruto (PIB) de Baleares; y el 32% de Canarias. Los registros más recientes de afluencia de visitantes superan los veinticinco millones de personas en ambos destinos. Los porcentajes y los números absolutos, independientemente de las coyunturas favorecedoras, hablan por sí solos.
Y como tales, predisponen para que España encabece, tal como se habló en esa convocatoria de Calviá, una red mundial de islas inteligentes con el fin de avanzar sin demoras en la aplicación de este concepto, clave en el desarrollo inmediato del sector. Ya no es solo sol y playa, que hay que cuidar, por cierto, pues son el sustento esencial. Más allá, incluso, de las experiencias que pueden servir de soporte a una acción promocional, aparece sol y datos, un concepto que es indispensable madurar para competir al máximo nivel.

miércoles, 26 de abril de 2017

RIESGO DE POBREZA O EXCLUSIÓN SOCIAL

Sin noticias del presidente Rajoy, mentiras piadosas para rechiflante argumentación judicial, mensajes de un ministro de Justicia que nada tienen que ver con la investigación a un ex cargo público relevante, que para eso el juez ordenó instalar un micrófono en su despacho, una querella que sale de prisión destino Pablo Iglesias, un Pujol detenido y práctica estalinista pura y dura con Iñigo Errejón para que no intervenga en un archiconocido programa radiofónico... Muy bien: el país, en medio de su cotidianeidad política, hasta que nuevos datos estadísticos revelan que, pese a la mejora de la economía, aún existe un 22,3% de la población, más o menos uno de cada cinco españoles, se halla en riesgo de pobreza o exclusión social y subsiste con menos de ocho mil doscientos euros al año. Esto también interesa, ¿verdad?
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicitado los registros de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que ponen de relieve las sombras de la desigualdad y las debilidades de muchas familias para afrontar gastos y obligaciones. En la evolución de los ingresos medios por hogar y por persona, se advierte que el 38,1% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; que el 39,5% no puede irse de vacaciones ni una semana al año y que el 8,4% se retrasa en los pagos de su vivienda. Continúan, pues, las estrecheces para un alto porcentaje de ciudadanos.
Según las mismas fuentes, el ingreso medio por persona en España alcanza los diez mil setecientos ocho euros al año. Y por hogar, veintiséis mil setecientos treinta. En la comparativa, los indicadores establecen que mientras los ingresos medios por persona y hogar han aumentado un 2,8% y un 2,4%, respectivamente, en un año, la tasa de pobreza, aunque en menor medida, también lo ha hecho.
Hay que precisar el concepto “riesgo de pobreza”: según el INE, mide desigualdad, no pobreza absoluta, o lo que es igual, cuántas personas tienen menores ingresos que el conjunto de la población. Lo inquietante, en ese sentido, es que la tasa de pobreza de los mayores de 65 años, ya afecta al 13% en tanto que la de los menores de 16 años ronda al 28,9% y supera en 6,6 puntos a la del conjunto de la población. Este indicador tiene en cuenta la baja intensidad de empleo y la carencia material severa como no poder comer carne, pollo o pescado cada dos días, no poder tener coche, calefacción o lavadora no no disponer de seiscientos cincuenta euros para gastos imprevistos.
La tasa de riesgo de pobreza por nivel de formación alcanzado también ofrece registros no muy alentadores. Por tipo de hogar, el 42,2 % de los hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo sufre tal riesgo. La menor tasa de riesgo de pobreza es la de los hogares de dos adultos sin niños dependientes (15,5 %). También el 48,5 % de los parados está en riesgo de pobreza, al igual que el 11 % de los jubilados.
Finalmente, un dato llamativo que afecta a Canarias: el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza es del 18,8 % para los españoles, del 40,3 % para los extranjeros de la UE y del 52,1 % para quienes no pertenecen a la Unión Europea. Por comunidades autónomas las tasas de riesgo de pobreza más elevadas son las de Andalucía (35,4 %), Canarias (35 %) y Castilla - La Mancha (31,7 %), y las más bajas a Navarra y País Vasco (9 %) y La Rioja (11,9 %).

martes, 25 de abril de 2017

EL "TAMAYAZO" ORIGINAL

Nos hemos acordado unos cuantos durante los últimos días convulsos para el partido gubernamental de aquel vergonzante hecho que impidió el gobierno de los progresistas en la Comunidad de Madrid y que pasó a la posteridad como el “tamayazo”, en alusión al apellido de un diputado socialista, Tamayo, que no se presentó, junto a una compañera, Teresa Sáez, a la votación de modo que la investidura de Rafael Simancas no prosperó y hubo que repetir las elecciones. Un episodio de transfuguismo político interesado del que aún se sigue hablando.
Convenimos en que ahí radica el pecado original, en que ese es el origen de todos los males que vienen desnudando desde hace unos años las miserias políticas y humanas de no pocos cargos públicos, estigmatizados -sobre todo después de que la Justicia les condene- por la corrupción. Aquel hecho, insuficientemente esclarecido y del que nadie se hace responsable, era la piedra angular de algo más que una trama: era el núcleo de un modo de hacer política que ha terminado devorándose a sí mismo, porque ese monstruo es insaciable, no conoce treguas ni armisticios y además no le importa dejar cadáveres, mucho menos cuando a medida que se convive con él, apenas hay afecciones negativas. Quienes invirtieron en el “tamayazo” sabían muy bien lo que hacían: eran conscientes de que estaban ante la madre de todos los desmanes en el manejo de recursos públicos que habrían de sucederse. Aquel era el sostén del tinglado: cuestión de persuadir, de crear una cultura -por así decir- hasta sumar y multiplicar, que si se descubre, ya habrá por donde salir. En esas andan...
No se sabe qué dirá el presidente del Gobierno y de su formación política ni siquiera en sede judicial a donde habrá de acudir como testigo; otro ex ministro, Zaplana, está siendo investigado y Esperanza Aguirre, hasta hace poco la plenipotenciaria, ha arrojado la toalla porque ya no había más ranas ni más lágrimas ni más aislados. La crisis, con silencios, sospechas, renuncias y presunción de inocencia, faltaría más, proyecta su alargada sombra en el solar patrio y allende los mares, que no vean cómo estarán poniéndonos por esas latitudes.
Allá, tras los comicios de 2003, arrancó Tamayo. Desde entonces, el sindiós del Partido Popular, ese desbarajuste a durísimas penas controlable y controlado, ensombrece cualquier gestión institucional o política, aunque apenas quede rastro en los congresos recientemente celebrados, donde no parece que la autocrítica haya sido nota sobresaliente. Desde entonces, un rosario de ilícitos, de errores y omisiones, un saqueo que ojalá esté tocando a su fin, de verdad. Por salud política y democrática. El aire está cada vez más viciado y, por tanto, se hace irrespirable, incluso para quienes tienen que defender el corral: es difícil, a estas alturas del desaguisado, encontrar frases y argumentos -por muy teñidos que estén de condena y reprobación- que justifiquen un comportamiento lacerante que está causando un daño irrversible. Nos hacemos cargo de lo mal que tienen que estar pasándolo los cargos, los representantes y los militantes de la formación conservadora. Se acabaron los atajos de los discursos, por muy amplificados que estén mediáticamente. El “tamayazo” devino en una inagotable cadena de indebidos e irregularidades cuyas repercusiones políticas están aún por contrastar. No supieron no quisieron o no pudieron cortarla a tiempo, desde la oposición y desde los propios medios.
Ya es tarde: ya solo queda esperar la noticia del próximo investigado o del nuevo escándalo.

lunes, 24 de abril de 2017

LOS MEDIOS, EN EL PACTO POR LA EDUCACIÓN

Va cobrando forma la sensibilidad de la profesión periodística por la inclusión del estudio de la función de los medios de comunicación en el futuro Pacto por la Educación y, por consiguiente, en planes educativos. Se trata de formar a los escolares -a partir de la etapa de Enseñanza Secundaria-, de modo que éstos enriquezcan sus conocimientos y se conviertan en ciudadanos más críticos, con los mismos medios y con la realidad en la que se han de desenvolver.
El asunto fue tratado en la 76 Asamblea de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), celebrada el pasado fin de semana en Mérida (Badajoz), con una propuesta de resolución de la junta directiva de la organización que preside Elsa González, la cual fue aprobada por unanimidad.
La FAPE ya ha mantenido reuniones con los responsables de diferentes grupos parlamentarios con el fin de impulsar esa petición en unos momentos cruciales para la sociedad española donde todos sus sectores productivos, prácticamente, siguen haciendo esfuerzos para avanzar en la carrera del desarrollo tecnológico digital. Los periodistas españoles quieren que una materia relativa a la función de los medios de comunicación sea impartida durante la Secundaria. Y dicen más: que para su impartición sea contratados como profesores los titulados en las facultades de Periodismo y Comunicación Audiovisual al entender que son los mejores conocedores del impacto de los medios en la denominada sociedad de la información.
En la resolución aprobada, se da por hecho que este área formativa influirá “en un uso más adecuado de otras herramientas digitales y en un comportamiento acorde a personas que integran la sociedad donde deben convivir diferentes sensibilidades”. Los miembros y las asociaciones de la FAPE entienden que es preciso que las nuevas generaciones “comiencen a valorar la importancia de la información, un derecho de los ciudadanos reconocido en la Constitución Esopañola, en la formación de la opinión pública y su papel esencial como testigos veraces de la vida política, económica o cultural”. Se estima adecuado que el Pacto por la Educación recoja estos objetivos con el fin de que el proyecto educativo trascienda de la incorporación de tecnología en las aulas.
Otro paso más en la resolución aprobada unánimente por la FAPE: se considera que la asignatura de Ética debe figurar como materia trocal en las facultades de Periodismo y Comunicación Audiovisual. El contenido de la asignatura debe orientarse hacia la homogeneización en los planes de estudio, tal como recomiendan los departamentos universitarios agrupados en torno a la Asociación de Universidades con Titulaciones de Información y Comunicación (ATIC). Una formación ética sólida es, en la actualidad, más importante que nunca, teniendo en cuenta la avanzada tecnología de la información.
En consecuencia, tal como recoge el acuerdo de la asamblea de la FAPE, hay que poner la tecnología al servicio de la ética. El periodista debe tomar decisiones, por lo general, en tiempo real, se ve sometido a muy variadas presiones, se dirige a consumidores de información de muy diversa consideración y, por tanto, debe apoyarse en criterios rigurosos y profesionales, los argumentos más persuasivos, desde luego, para desempeñar un ejercicio de contrapoder.

viernes, 21 de abril de 2017

BOTÁNICO, SIN NOVEDAD

Es un auténtico misterio. Y si encima, nadie ofrece una explicación convincente ni nadie toma alguna iniciativa para desbloquear, el enigma se acentúa. ¿Qué pasa con la ampliación del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popularmente conocido por Jardín Botánico? Allí está, viendo pasar el tiempo, sin alguien que se ocupe o dedique una mínima atención, la realidad desoladora de unas obras inconclusas. Alguna razón muy poderosa tiene que haber para que, aun contando con dotaciones presupuestarias, la finalización del proyecto se demore sine die. Tan solo la ejecución del adecentamiento exterior de una curva de la carretera del Este, contigua al recinto, ha modificado algo la fisonomía. Es algo, insuficiente, y además nada que ver con la ampliación en sí.
Lo hemos planteado en varias ocasiones: hemos sido testigos en las guaguas de conversaciones de turistas que han repetido visita durante los últimos años y expresan su extrañeza, teñida de contrariedad, al comprobar que la situación es la misma que la última vez que la visionaron. Quienes circulan a diario -hablamos de una de las carreteras más transitadas de la isla- ya se han familiarizado: es una prolongada estampa de desidia, aumentada, si se quiere, por la muralla de piedra exteriores, ya concluida. Dentro, se ven muros y paredes de una distribución del espacio, escombros amontonados, desechos entremezclados, maleza, residuos…
Evidente parálisis, entonces, de la ampliación del Botánico, el segundo en antigüedad de toda España cuyos orígenes hay que situar en el reinado de Carlos III. El Jardín es resultante de las actividades desarrolladas durante la Ilustración o el Siglo de las luces. La realización discontinua del proyecto, mediante consignaciones plurianuales en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma y de otras instituciones públicas, no habla a favor de los operadores implicados. Es hora de un empujón, desde luego. Es el momento de que algún responsable con capacidad de gestión y decisión se ocupe con determinación de este asunto con tal de desbloquear las obras paralizadas. Como todo sigue igual desde la última vez que nos ocupamos de la ampliación, como no hay novedad en el Botánico, recordemos que se está pendiente de la dotación de vegetación a la zona circundante al área de agua y de la habilitación de la conexión de acceso desde el recinto original. Quedan también los equipamientos del centro de visitantes y de los servicios interiores complementarios.

Sencillamente: hay que superar la estampa de parálisis y abandono, derivada de una resignación que llega a asombrar.

jueves, 20 de abril de 2017

TURISMO SOSTENIBLE



La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha declarado 2017 Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. No sabemos, tal como evolucionan las cosas en el tablero internacional de las grandes potencias, cómo será el turismo del futuro; pero si de tal Declaración se desprenden políticas y acciones que sirvan para tomar conciencia de que ese sector productivo debe ser cultivado o mimado, principalmente en todo lo que concierne a respetar el medio ambiente y cuidar con sensibilidad la cultura y el conjunto patrimonial, habrá que aceptarla, como mínimo, para contrastar que no todo son récords y cifras que robustecen el negocio turístico.
La aclaración es inevitable porque ya imaginamos al profesional más o menos experimentado preguntándose ¿para qué sirve eso?
Pues debe servir, teóricamente al menos, para tomar conciencia. Si interpretamos la definición de turismo sostenible que hace el director de esta rama en el seno de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Dirk Glaesser, es para actuar con la máxima seriedad. Dice que es “el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Pero la sostenibilidad en el turismo llega aún más lejos. Dice el mismo Glaesser, ajustándose al concepto de sostenibilidad más asumido, que “el turismo sostenible no debe ser considerado como un componente separado del turismo ni como un conjunto de productos de nicho. Debe ser visto como un proceso a través del cual el sector trabaja para minimizar sus impactos negativos sobre la sociedad y el medio ambiente, manteniendo al mismo tiempo el crecimiento económico”.
Es lo que deben tener en cuenta empresarios, profesionales, trabajadores del sector y, si nos apuran, hasta incluiríamos a los habitantes de los destinos turísticos, cualquiera que fuese su especialidad. En Canarias, ya se sabe, territorio fragmentado y limitado. Si no hay conciencia de ello  -y tal como se deduce de algunas declaraciones públicas en las vísperas y en la tramitación de nuevas leyes que afectan a su desarrollo y ordenación, todo da a entender que se quiere volver al ladrillo y tente tieso- es que no hemos escarmentado con ofertas sobredimensionados y productos cuyos estándares de calidad son muy difíciles de mantener.
Recordemos, aquí aludido,  el caso del verano pasado en Menorca de cuya capacidad de resistencia de la carga de afluencia turística se duda con toda crudeza. Y eso que allí priman los criterios de estacionalidad.
Lo dicho: hay que esmerarse en potenciar la eficiencia de los recursos y la protección del medio ambiente, sin perder de vista la incidencia del cambio climático. El turismo del mañana tiene mucho que ver con la diversidad y el desarrollo armónico de las fuentes que lo sustentan. A primera vista, todos tienen cabida y hay opciones para dedicarse, cada quien en su especialidad. Pero hace falta ser consecuentes con la teoría y con el respeto a los valores que, entre otras cosas, hagan posible que la naturaleza privilegiada lo siga siendo.

miércoles, 19 de abril de 2017

CRIMEN EN LA RED SOCIAL



Primero, fueron los rumores. Siguieron los insultos, las descalificaciones y los dichos disparatados. Continuaron las invenciones y las noticias falsas. Y hemos llegado a los crímenes en directo. Crímenes reales, no peliculeros.
La red ha terminado siendo un escenario apto para matar. Facebook, donde se registró y fue visto el suceso, tiene un servicio de mil ochocientos millones de perfiles activos, de los que más de mil doscientos se conectan a diario. Por si no se habían dado cuenta de la magnitud de ese escenario.
Los hechos, en síntesis: Steve Stephens, tiroteó en plena calle de Cleveland (USA) al ciudadano Robert Godwin Senior, de 74 años, nueve hijos y catorce nietos. Acabó con su vida y transmitió en directo su acción. Stephens tenía cuenta en esa red social, claro, cuyos responsables ejecutivos dieron de baja, transcurridas dos horas de la emisión de las imágenes del crimen. El asesino, según datos policiales,  terminó suicidándose.
Es una sensación terrible. Aquél género, el ‘reality show’, la telerrealidad, la demostración de la realidad, como prefieran, ha empequeñecido o se desvirtúa aún más, con imágenes y transmisiones como la que nos ocupa, una auténtica conmoción, un hecho que, añadidas las circunstancias que concurrieron, ha de significar un antes y un después en los contenidos de las redes y su tráfago diario. Independientemente de las medidas que adopte Facebook, se abre otro capítulo de análisis y reflexión sobre el papel y la evolución de las redes que no nacieron ni llegaron para quedarse, desde luego, con estas situaciones y llevando al extremo todas las posibilidades, sangre de por medio, delitos incluidos, ‘in live’.
En el comunicado de justificación de la citada red social se señala que “mantener segura a nuestra comunidad es parte de nuestra misión”. No se pone en duda, pero ya no bastan las palabras. Hay que pasar a los hechos y establecer todos los controles posibles. Es una cuestión deontológica, de ética, y hay que valorar su dimensión en principios o valores como la propia libertad de expresión.
Lo que no pueden convertirse las redes es un escenario de crímenes y fechorías.

martes, 18 de abril de 2017

A LA ESPERA DE UN NUEVO APAGÓN EN LA TDT

Estamos en puertas de la implantación de un segundo dividendo digital en el universo de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Es cierto que hasta junio del próximo año -mes en que el Gobierno de España debe presentar ante los organismos competentes de Bruselas su hoja de ruta, con un calendario específico- parece quedar aún mucho tiempo, pero no es menos cierto que el silencio que mantiene el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital desconcierta al sector audiovisual que teme zozobrar si no se conocen los planes y se ponen en marcha los preparativos correspondientes. Se habla de un nuevo apagón y hasta de una bomba de relojería en caso de carecer de bases firmes y directrices concretas. Por supuesto, no es solo la reordenación y el salto tecnológico sino los millones que significará y el volumen de negocio que está en juego. Esto interesa a todos, consumidores por supuesto.

¿Qué es el dividendo digital? De acuerdo con tratados técnicos, pues el conjunto de frecuencias que han quedado disponibles en la banda de frecuencias tradicionalmente utilizada para la emisión de la televisión, gracias a la migración de la televisión analógica a la digital. Para que los ciudadanos puedan disfrutar de este dividendo en forma de nuevos servicios de banda ancha inalámbrica, es necesario disponer de un conjunto de frecuencias contiguo. En Europa se determinó que este conjunto de frecuencias sería la banda de 800 MHz (790-862 MHz). En España, las frecuencias del Dividendo Digital, estaban esparcidas, y la banda de frecuencias de 800 MHz estaba ocupada, en parte, por algunos canales de la TDT (canales 61 al 69 de UHF). La liberación del Dividendo Digital fue el proceso de reordenación de frecuencias necesario para que la banda 800 MHz quedara disponible en toda Europa. Tras la liberación, el pasado 31 de marzo, la banda de 800 MHz dejó de utilizarse para la transmisión de la TDT y se ha asignado a los operadores de telefonía móvil para prestar nuevos servicios de banda ancha de cuarta generación (4G).

Este segundo dividendo digital, siguiendo las mismas fuentes técnicas, acarreará una nueva reorganización de canales que pasa por la liberación de la banda de 700 MHz del espectro radioeléctrico a favor de los servicios de telefonía móvil 5G. España, para ejecutarlo, tiene que llevar a cabo un nuevo proceso de antenización similar al del primer dividendo digital, cuando hubo que dejar espacio a los móviles de 4G. Según un primer estudio elaborado por la empresa de satélites SES Astra Ibérica, será necesario actualizar el 87% de los receptores de televisión. Recuerden que el segundo apagón de la TDT producido en nuestro país en los primeros días del presente mes de abril, ya hubo hasta diez mil edificios que se quedaron en negro a la espera de la nueva resintonización.

El problema estriba en que en otros países europeos ya se han puesto a trabajar y los operadores españoles temen ir a remolque. La Comisión Europea (CE) ha cuantificado en ochocientos noventa millones de euros el coste de la adaptación de las redes TDT. Otra cifra mareante: está previsto recaudar de los operadores once mil millones de euros en las obligadas subastas de frecuencia. Las compañías de telecomunicaciones (popularmente conocidas como telecos) serían las grandes beneficiadas en caso de que se dilaten los procesos y los plazos establecidos por Europa, allá para 2020.

Y mientras, el Gobierno guarda silencio, no se sabe muy bien por qué. O quizás sí: temor a una nueva sanción al no cumplir las sentencias que declararon fuera de la ley las ayudas a la TDT -elevadas a doscientos sesenta millones de euros- por no respetar el principio de neutralidad tecnológica. Tiene que ser un negocio...

lunes, 17 de abril de 2017

LA EXCELENCIA PASA POR MENOS AHOGAMIENTOS

Puede creerse que los accidentes de tráfico sean el tipo que mayor número de muertes causa en Canarias. Y sin embargo, las estadísticas indican lo contrario: el pasado año, treinta y ocho personas dejaron la vida en las carreteras insulares; y en las playas canarias, setenta y dos, casi el doble, fallecieron por ahogamiento. Más datos: en lo que llevamos de 2017, han muerto por esta causa veintiséis personas, por lo que estamos, a falta de ocho meses -entre ellos los veraniegos- para concluirlo, ante el número más elevado desde 2000. A estas alturas, en 2016, se habían ahogado en aguas canarias dieciséis personas.

Las cifras no pueden causar indiferencia. Hay que reconocer al periodista grancanario, Sebastián Quintana, la iniciativa de una campaña audiovisual que bajo el título Canarias: 1.500 kilómetros de costa, trata de sensibilizar para, cuando menos, reducir estos registros que, entre otras cosas, pueden terminar convirtiéndose en una contrariedad para la propia promoción de nuestra oferta turística. Las playas canarias no pueden ser sinónimo de inseguridad. Ni para nativos ni para visitantes.

Quintana, que compareció recientemente en el Parlamento regional para explicar los pormenores de su campaña y demandar la implicación de las instituciones, habla de una cultura de la seguridad acuática como base indispensable para prevenir accidentes fatales. Cierto que la desinformación y las imprudencias generan hasta el 90% de estos fallecimientos, en su mayoría turistas que desconocen las características de las zonas de baño -por muy calmadas que aparezcan- y se arriesgan o se confían cuando igual apenas saben nadar. No digamos cuando se acercan a avenidas o diques de protección donde, pese a estar señalizados los días de mar bravo o temporal, suelen acercarse o traspasarlos en busca de una estampa o sensación que puede terminar mal.

“Los turistas desconocen que estamos en medio del Atlántico y que cada punto de la costa tiene su personalidad”, dice el periodista, preocupado porque la carencia de esa cultura acuática pueda agrandar el problema a medida que se incrementen los flujos de visitantes. La prevención, por tanto, es primordial, sobre todo cuando muchos destinos turísticos archipielágicos siguen basando su producto en la fórmula sol y playa. De la misma manera que se insiste en campañas sobre el cuidado de la piel, habría que optar por acciones similares para evitar los ahogamientos. Si Canarias es un destino turístico de primer orden internacional y puede presumir de excelencia en muchos aspectos y prestación de servicios, es consecuente que se esmere en la preservación de la integridad física y emocional de sus habitantes y visitantes.

Ya se ha dicho que la implicación de las instituciones públicas es decisiva para la consecución de este fin. El Gobierno autónomo, en primer lugar, habrá de aprobar un decreto que propicie la creación de un sistema de protección o salvamento para que se cumpla en las quinientas setenta y nueve playas contabilizadas en el litoral canario. Ya se intentó en 2003 pero no hubo respaldo local y el vacío, incomprensiblemente, se ha prolongado, por lo que las playas insulares carecen de normativa reguladora de su vigilancia. Y como ésta es una tierra de paradojas, pese a los 1.500 kilómetros de costa, sí existe tal normativa para piscinas e instalaciones acuáticas que exige a los titulares o propietarios disponer de un socorrista mientras estén abiertas al público.

Demostrado: la seguridad en las playas -no bastan las banderas azules distintivas- requiere de información y de dotaciones. Si el 80% de los ahogamientos en nuestras aguas acaba en muerte, hay que actuar para evitar que merme el atractivo y para que la excelencia siga siéndolo allí donde más se precisa.