martes, 28 de septiembre de 2010

GLORIA AL BRAVO PUEBLO

Los resultados -una vez más, controvertidos. de las elecciones legislativas venezolanas dejan un panorama algo distinto. Entra la oposición en el Parlamento, aparentemente con número suficente de escaños como para bloquear facultades residenciados en el presidente que, hasta el próximo enero, mes en que se produce la renovación, gozaba de poder omnímodo.
El hecho entraña la sufiiente carga política como para pensar que muchas cosas van a cambiar en la República Bolivariana. El propio presidente es el primero en encajar el golpe, cuando utiliza una red social para dirigirse al país y no utiliza la convencional comparecencia en televisión. s el primer síntoma del cambio.
En el fondo, no hay que extrañarse de lo sucedido: todos los regímenes totalitarios tienden a desgastarse y a agotarse. Hay una parte del pueblo venezolano que no está con Chávez. Es la segunda vez que ese pueblo se lo dice de frente, ni más ni menos que en una consulta.
Se dirá que es lo que él quería, o sea, gobernar contra alguien, la mejor manera de perpetuarse en el poder, de profundizar en las raíces de la revolución que empieza a palidecer. Se acumula el descontento, se pierde credibilidad, se cansa la gente de tantos abusos, de discursos incendiarios y anacrónicos, de amenazas, se da cuenta de que los métodos excesivamente autoritarios, aunque sea tarde, tienen también sus límites.
Si estuviéramos ante otro tipo de gobernante, se diría que para Chávez es una cura de humildad. Que una parte del pueblo le ha dicho hasta aquí, comandante. Pueblo que ha perdido miedo y que ahora tiene representación en la cámara legislativa para mejorar el funcionamiento del Estado de derecho pero, sobre todo, para cohesionarse, para transmitir que hay alternativa y que existe otro modelo. Gloria al bravo pueblo, como en la primera estrofa del himno venezolano.
Pero cabe dudar de esos efectos bonancibles. Cualquiera sabe cómo se revolverá el régimen cuarenta y ocho horas después de la consulta. Confiemos en que no haya radicalizaciones que sólo acentuarían las diferencias entre chavistas y quienes no lo son.
Lo cierto es que se abre un período de expectativas. Incluso para la propia revolución. Venezuela parece que empieza a ser otra.

lunes, 27 de septiembre de 2010

GONZÁLEZ TIENTA A ZEROLO

Como eran pocos los hechos que han proyectado una imagen horrorosa del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en el presente mandato, Ignacio González (Centro Canario Nacionalista) ha parido el último engendro: deja las puerta de su partido abiertas a Miguel Zerolo, en caso de que éste no repita candidatura a la alcaldía.
Dice González que Zerolo es un auténtico referente y que no se explica por qué lo quioeren quitar. Puestos a argumentar, añade que es un error estratégico y que la decisión sólo sería explicable si es el propio alcalde el que lo ha solicitado. Bien sabe González que no, que no lo ha pedido.
Si se trata de una conjetura más, pues nada, tenemos la semana por delante para desmentir, ratificar o seguir especulando. Es tiempo de eso. Y en Santa Cruz, más. Ya es significativo que ni siquiera la oposición haya golpeado primero, en eso de anticipar candidaturas, siquiera para ir identificando la alternativa, tan al alcance después de todo lo ocurrido. Pero ya es sabido que sobre los socialistas santacruceros parece pesar una maldición: candidato o candiudata que aparece, a segarle la hierba. Por no hablar de todas las intrigas y de todas las discordias intestinas que han impedido que cuajara un proyecto sólido e ilusionante, adjetivo éste que en política cotiza muy al alza, dado el desprestigio que esta noble y necesaria actividad ha ido cosechando en todas las instancias a lo largo de los últimos años.
Si es un mensaje para los navegantes la explícita referencia de González sobre la valía de Zerolo, ahí se abre una opción que igual no se consignaba en los laboratorios de análisis. Parece improbable ver al alcalde fuera de la casa común de la Coalición Canaria, máxime si, como cabe aventurar, necesitará el aforamiento parlamentario para encarar el proceloso e intrincado pleito de Las Teresitas.
Y, en fin, si es un aviso tranquilizador para Zerolo y un fortalecimiento de las posiciones políticas del propio Ignacio González, la coctelera se agita con un resultado final incierto.
De momento, tanto posibilismo es generador de mayor confusión. Justo lo que no necesita Santa Cruz de Tenerife. Lo reconoce el propio González: "El Ayuntamiento no ha estado a la altura de los ciudadanos".
¿Más claro?

sábado, 25 de septiembre de 2010

VERSOS POPULARES (II)

Las fuentes apuntan que los siguientes versos están escritos por un ciudadano cubano, allá por los años 30, cuando al Puerto de la Cruz llegaban barcos con pasaje, pero no atracaban en el muelle sino en altamar y a los pasajeros los bajaban a tierra en lanchas. Todo da a entender que este pobre hombre estuvo dos días sin poder desembarcar, razón que le impulsó a escribir las siguientes estrofas.


Yo creo en el infinito,
en Dios y en Matusalén
y en el portal de Belén
do dió Cristo el primer grito.
Todo lo creo y lo admito
lo cierto y lo que no es cierto;
que estoy vivo estando muerto,
que hay un puerto en Santa Cruz;
pero, el Puerto de la Cruz
no es puerto, chico, no es puerto.

Tendrá Tenerife un Teide
que hacia el cielo se levanta,
un bello clima que encanta,
un panorama muy rico;
tendrá un puerto Garachico,
y el África su desierto;
en Las Palmas, no es incierto,
está el Puerto de La Luz,
pero, el Puerto de La Cruz
no es puerto, chico, no es puerto.

Si Dios deja de su mano
un bajel en alta mar,
asilo podrá encontrar
en el puerto de Los Cristianos,
en París o en Jovellanos,
en China o en el Mar Muerto;
mas doy como un hecho cierto
que si al de la Cruz arriba
se chiva, chico, se chiva
porque ese, chico, no es puerto.

viernes, 24 de septiembre de 2010

PREFACIO DE UN POTAJITO

Jesús Hernández García presenta esta noche, en la sala Francisco Alvarez de La Perdoma, un nuevo libro titulado Potajito de cuentos. Nos encargó el prefacio. Y salió este texto:

“Los cuentos sueños son”, se lee al final de Juanito, el de Las Manchas, uno de los ocho que integran este Potajito cuyas páginas escritas son, con todas las letras, una exaltación de lo rural.

En ese medio, en el rural, anduvo siempre el autor, a mucha honra, compatibilizando el ejercicio de su profesión y el de sus ribetes periodísticos sin romper con su pasado y sin alejarse de huertas, fincas, plataneras, molleros, barrancos y senderos que se patea con primoroso afán de naturalista.

En excursiones, en actividades escolares al aire libre, en el intento de cultivar y hacer efectiva la relación de alumnos y amigos con el campo y la naturaleza, la vena literaria fue haciendo acopio de experiencias y situaciones hasta impulsar al almacén de la memoria todo aquello que, sin grandes pretensiones, podría contarse algún día, así: sin alharacas y sin demasiados retoques. Como tiene que ser.

Y así va surgiendo el cuento, un relato que encierra un secreto, en la tesis del autor argentino Ricardo Piglia, ganador del Premio Planeta 1997. “No se trata -escribe- de un sentido oculto que dependa de la interpretación: el enigma no es otra cosa que una historia que se cuenta de un modo enigmático”.

Aquí, el secreto se va descubriendo y desgranando desde la primera página porque, en efecto, no hay nada que esconder. Al revés: se visualiza claramente la intención de transmitir los valores que van encontrando acomodo en el relato hasta dejar en manos del lector una interpretación sencilla que, primero, apresurará el tirón; y luego, permitirá contrastar que, en el género del cuento, lo importante es reproducir “la búsqueda siempre renovada de una experiencia única que nos permita ver, bajo la superficie opaca de la vida, una verdad secreta”, en palabras del citado Piglia.

Potajito de cuentos tiene todos los ingredientes del bucolismo más cercano. Estas narraciones breves de sucesos imaginarios, en las que aparece un reducido número de personajes que participan en una sola acción, logran -ya lo comprobarán- la respuesta emocional del lector. El autor demuestra que, en el cuento, lo psicológico es fundamental.

Pero, además, emplea términos y expresiones que, por desuso y por la propia crisis de lo rural, se han ido perdiendo u olvidando. Aquí van a leer, entre otros vocablos y locuciones, sachar, jociquiar, guataca, ajumando, enchumbar, más que sea, escafidiendo, p’a la puerta, esgorrifan, rebencazo, firringallo, malimpriadas, esmagado, trafullo, patiñero… Se agradece la repesca de voces y canarismos que dormían la noche de los tiempos o que no se conocían, de modo que, al favorecer la siempre saludable utilización del diccionario, enriquecen el vocabulario e ilustran tareas o situaciones que se van concatenando con donaire argumental.

Los ocho cuentos son sueños, de acuerdo, pero también la revelación o la plasmación de quien se ha esmerado en el cuidadoso uso del lenguaje, de quien se ‘rebela’ ante las incorrecciones y los desbarajustes que abundan en medios de comunicación con su pernicioso efecto contagiante.

Juan, el agricultor ya cumplió once años desde que ganara el Concurso de cuentos navideños Los Realejos 1999. Entonces, se adivinaba que no iba a estar solo, que no se iba a perder, que iba a tener compañeros de otros oficios con los que hacer un Potajito. La predilección por el género fue creciendo, de modo que la vena fluía sin reserva más allá del aula y de las nuevas tecnologías.

Estas páginas cumplen con creces los requisitos esenciales del cuento: el carácter narrativo, la brevedad del relato, la sencillez de la exposición y del lenguaje y la intensidad emotiva que ha de cautivar al lector. Jesús Hernández García se cuida de no divagar y de no incurrir en preciosismos de estilo.
Escribe sus cuentos sabiendo que hay que soñar pero que también es necesario impregnar dosis de realismo. En la rapidez dialogística y en la descripción de los rasgos de los personajes, en las situaciones imaginadas o vividas, se advierte una singular y atrayente atmósfera que hacen de este particular guiso una interesantísima entrega de creación en un género que tiene que seguir cautivando, pase lo que pase en la realidad literaria insular.



jueves, 23 de septiembre de 2010

HABERES DE FUTBOLISTAS

Los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados se han puesto de acuerdo en torno a la limitación de las retribuciones de los futbolistas profesionales. Ha sido una iniciativa del Bloque Nacionalista Galego (BNG), a la que se sumaron socialistas y populares. Otra consecuencia de la crisis, se dirá. Si el sindicato de futbolistas (AFE) se ha manifestado, en el sentido que sea, no se ha registrado gran repercusión.
Lo cierto es que el acuerdo político trata de fijar límites máximos a los sueldos de los futbolistas que profesionalmente actúan en España. Habrá que estar atentos si son sólo ellos los que habrán de soportar el peso de la medida o, por extensión, otros deportistas profesionales también se verán afectados.
Dicen los promotores de la misma que se trata de introducir racionalidad en los mercados y de que evitar que los clubes dejen de abonar sus deudas con Hacienda, como viene ocurriendo. Esta deuda, según ha trascendido, se elevaba el año pasado a 632 millones de euros, o sea, la mitad de lo que supone la congelación de las pensiones de 2010 que afectará a seis millones de personas.
Entonces, lo que se quiere es impulsar las medidas de control para que los clubes deportivos ganen en solvencia o lo que es igual, para que las deudas de éstos no alcancen niveles irreversibles. En ese aspecto, se dirá que tales determinaciones son el por el bien de los propios profesionales.
Como quiera que fuese, y aunque la gente sigue yendo a los estadios, y las ventas de abonos, en algunos casos, se han disparado, y las firmas publicitarias compiten sin reservas por aparecer en patrocinios, algún freno había que poner en el multimillonario escaparate futbolístico. No es de recibo que mientras la recesión afecte de alguna manera a millones de personas, unos pocos privilegiados sigan acumulando beneficios mientras algunos administran y gastan recursos alegremente.
Con estas limitaciones a los profesionales del balón, no se arreglan los problemas económico-financieros del país, desde luego, pero, siquiera en forma de gesto, nos aproximamos a ese concepto que siempre debe caracterizar a cualquier sociedad moderna: solidaridad. Hay que practicarlo: quienes más tienen, que cedan o compartan algo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

NO TODO ES ORÉGANO

Manuel Fernández, veterano político herreño, actualmente secretario general del Partido Popular de Canarias, ha declarado, muy ufano, (Diario de Avisos, domingo 19 de septiembre) que ni el caso de los gastos del Grupo Municipal ni los sucesos políticos ocurridos en torno a Angel Llanos en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, van a pasar factura a la formación de derechas en las próximas elecciones. Dice Fernández, pluralizando, que "estamos convencidos".
Y claro, por mucha convicción, por mucha interiorización y por mucha confianza que se tenga en la desmemoria del personal o en el apoyo incondicional a las siglas o a la marca, la manifestación de Fernández entraña hasta una cierta insolencia. Porque, ¿qué mensaje ha querido lanzar? ¿Que da igual todo? ¿Que hagan lo que hagan los cargos públicos del PP no pasará nada? ¿Que la población es mucho más condescendiente con las irregularidades, trapisondas, espionajes, tramas de financiación y presuntas corruptelas de personas vinculadas a esa formación política?
Si ese ha sido el mensaje, flaco favor. A la democracia y a su propio electorado.
No se pide flagelos públicos ni actos de contrición ni drásticas decisiones internas ni ejercicios de autocrítica pero tampoco tomar por tonta a la ciudadanía. Se puede defender hasta el límite la presunción de inocencia pero dar a entender que, por muchas evidencias de ilícitos o prácticas viciadas, no va a haber factura en las urnas, es mucho suponer.
Entonces, Fernández da por hecho que el voto de castigo siempre recae en los mismos. Se puede tener fe ciega y prestar apoyo incondicional pero no se puede menospreciar la inteligencia o la capacidad de discernimiento de los ciudadanos. Decir esas cosas es como legitimar comportamientos y conductas que son reprobables en el ejercicio del cargo público. Y hasta ahí sí que no se debe llegar. Por principios. Por convicción. Por prurito democrático.
Bien que se ha encargado el secretario general de los populares canarios, junto a otros compañeros de formación, de denunciar todo aquello que les ha parecido reprochable del adversario socialista. A veces, o en algunos casos, sin reparar en gastos. No sólo pidiendo todo el peso de la justicia sino desgastando al presunto implicado y sugiriendo precisamente eso, retirada de confianza del electorado.
No sólo está legitimado para hacerlo sino que está en su derecho de ejercer la crítica que alguna actuación o posición política le merezcan.
Pero que la supuesta defensa ante una previsible tendencia de los ciudadanos sea la huida hacia adelante contenida en ese ¡a nosotros, plim!, en esa indiferencia o en esa condescendencia ilimitada por muchas facturas que saquen y por mucho que el entreguismo en institucuiones como el ayuntamiento capitalino cobre caracteres inusitados, por mucho que Fernández crea que todo el monte es orégano, no es de recibo.
Menos mal que la franqueza, la sensatez y la dignidad de compañeros suyos como Miguel Cabrera o Alfonso Soriano en casos como los que apuntó Fernández, permiten apreciar que ni orégano ni indolencia ni estulticia.

martes, 21 de septiembre de 2010

VOLVEREMOS A VERNOS EN OTOÑO

Cuando se apagan las voces de los grandes comunicadores, algo se pierde en el alma, en el ánimo de quienes respiramos la vocación. Queda su obra, de acuerdo, aquella que fueron labrando paso a paso, entrevista a entrevista, programa tras programa, canción a canción, poema tras poema. Pero se produce un vacío y los que andamos metidos en esto lo sentimos, palpamos que alguien falta, que ya no está la imagen, que ya no tenemos la voz...
Nos hemos quedado sin Joaquín Soler Serrano y sin José Antonio Labordeta.
El primero, maestro de periodistas, el genio de la entrevista, especialmente la televisiva, que dominó como pocos, con un estilo propio, con un rigor inusual, capaz de llegar al corazón del entrevistado sin atravesar vericuetos. Cuando la televisión era aún en blanco y negro, Soler Serrano daba color a las conversaciones frescas y directas con personajes de relieve: Octavio Paz, Josep Plá, Borges, Atahualpa Yupanqui, Julio Cortázar... que uno recuerde. Hizo del género una auténtica atracción y lo cultivaba con esmero. Fue posible conocer la vida y la obra de las más brillantes personalidades del arte, de las ciencias y de la literatura gracias a su arte para preguntar, para inquirir, para meterse en la piel del entrevistado, unas veces con guión y otra sin él.
Hizo una serie canaria con el título "A fondo". Le vimos alguna vez en la televisión venezolana. Y le escuchamos a menudo en la radio, siempre con la palabra adecuada, con el manejo del ritmo, dejando hablar...
Tras Soler Serrano, ha dicho adiós José Antonio Labordeta, el hombre que cambió las sanciones y la guitarra por el discurso parlamentario. Pero siguió teniendo la mochila y en ella almacenó su bondad, su visión de la vida, su humor y su desenfado, su 'aragonesismo' indómito. Fue el cantautor comprometido y el diputado atípico. Fue el creador respetado, el que siempre estuvo pegado a las aspiraciones y a las inquietudes de su pueblo. Crítico y autocrítico, abierto, sentimental...
Nada mejor que su propia poética para evocarle, junto a Soler Serrano, para hacer más llevadero este trance de su desaparición y en la confianza de que siempre nos quedarán su figura, su voz, su profesionalidad y sus excelencias:
"Volveremos a vernos en otoño
cuando los árboles inviten al sosiego
y en los ojos
de tantos desolados muchachos y muchachas
crezca la longitud del horizonte.
Nos veremos de nuevo
cuando la eternidad sea tan sólo
un paisaje cubierto de claveles
surgiendo de la tierra herida por la mano
suavísima de una adolescente".

lunes, 20 de septiembre de 2010

COMPLACENCIA Y TIBIEZA

Contradicciones, incongruencias, gremialismo, posiciones contrapuestas en el seno de una misma organización, divergencias…, todo eso se acumula - con el tañido de las campanas de xenofobia al fondo- en la crisis abierta en la Unión Europea (UE) con las expulsiones masivas de gitanos procedentes de Rumania decididas por el Gobierno de Francia. El asunto es de calado, sienta unos precedentes muy peligrosos y levanta muchas dudas no sólo para la compleja resolución final sino para el propio funcionamiento de los órganos de la Unión y los planteamientos que, ideológica y políticamente, han de sustentar los debates y los objetivos programáticos que se fijen los actores políticos y los gobiernos.

Estamos, en efecto, quizá de forma inesperada, ante uno de los principales problemas que los veintisiete han de afrontar, conscientes de que las deportaciones masivas constituyen un hecho que colisiona con el derecho comunitario a la vez que resulta contrario a los valores y principios europeos. Al calor de los acontecimientos, ha exclamado no entender nada de nada y es comprensible: aún respetando su capacidad y su autonomía de decisión así como la aplicación misma de las leyes de su país, es difícil justificar la decisión de Nicolas Sarkozy.

La criticó, abiertamente, sin reservas, como tenía que ser, la comisaria europea de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, quien anticipaba la apertura de un expediente de infracción por presunta vulneración de la legislación comunitaria. Y es que las razones de seguridad esgrimidas por el presidente francés son, cuando menos, discutibles. Es como si quisiera hacer ostentación de autoridad sobre una comunidad que, desde hace muchos años, por múltiples razones, se mueve en las coordenadas de la marginalidad, viéndose obligada a un insólito ejercicio de supervivencia. En este caso, resulta evidente que sus derechos han sido atropellados.

Pero el anuncio de la comisaria Reding apenas ha tenido otra utilidad que reforzar la postura del presidente de la Comisión Europea, el portugués Durao Barroso, quien mantuvo un duro enfrentamiento dialéctico con Sarkozy, digno de mejor causa. Dio igual: el mandatario galo se vio respaldado por otros presidentes de la UE que se “solidarizaban” y no queda más remedio que entrecomillar el término- pidiendo respeto para sus determinaciones (¿no lo merecen los rumanos deportados?) cuando, en realidad, escurrían el bulto y sembraban gruesas semillas de incertidumbre sobre el procesamiento a medio y corto plazo de este problema.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco escapa a las críticas de tan complaciente, tibia y desconcertante postura. Ha ganado dos cosas: destapar al malestar de sectores de su partido que seguro esperaban un discurso más expresivo desde su probada condición europeísta y la defensa de derechos civiles; y obtener, como efímero premio, el silencio aprobatorio de la derecha mediática. El presidente, con papeletas delicadas sobre la mesa, habrá optado por el mal menor.

Muy poco e inconsistente bagaje, desde luego -especialmente desde el punto de vista ideológico-, cuando lo que aflora, de modo preocupante, es una sucesión de actos discriminatorios y decisiones excluyentes. Estos asomos de xenofobia contrastan con principios de derecho comunitario y ponen en entredicho las propias reglas que los veintisiete se han dado y que están obligados a encontrar una solución revisando la normativa que les aglutina, si es necesario.

Otro callejón, cierto, para la Unión Europea. El caso es que la salida sólo depende de ella misma. Si es capaz de superar contradicciones e incoherencias. Y si es capaz de imaginar políticas más valientes. Las que proceda, antes que experimentar un retroceso de muy inciertos derroteros.

sábado, 18 de septiembre de 2010

VERSOS POPULARES

En lenguas del Puerto te veas, dice el dicho.
Fue un modo de comunicar, una manera de inmortalizar los pocos acontecimientos que podían registrarse en aquel "mal Círculo de Iriarte donde cuatro ranilleros hablan de ciencias y arte". Recurrían a la sátira, a la fina ironía; y expresaban en verso, en una poesía muy 'sui generis', aquellas ideas, críticas, alusiones más o menos veladas, todos aquellos apodos y rasgos que nos acercaban a los protagonistas y hasta les identificaban. Eran auténticos versos populares que, además, circulaban muy restringidamente y eran enviados, según cuentan, de forma anónima. Luego saltaba la controversia sobre la presunta autoría.
Estos que siguen son unos versos alusivos a la celebración de un almuerzo político entre comensales portuenses, en la primera mitad de la década de los años treinta del pasado siglo, en plena República. Aparecieron publicados en una edición local titulada "Rompe y Raja", que desapareció con el golpe de Estado de 1936. Las generaciones más jóvenes tendrán dificultad en identificar a alguno de los personajes. Para otros, la cosa será más sencilla y, por supuesto, graciosa. Se ha respetado el original.


En el Puerto de la Cruz,
se organizó una comida
y se la fueron a comer
a la Cuesta de la Villa.
Fue una comida política,
según nos lo dijo Aurelio,
pues creo que fue organizada
por la casa de Cornelio.
En jardineras, camiones
y en coches particulares,
de la casa de Cornelio,
salieron los comensales.
Y cuando la comitiva
ya se había retirado,
salió en el último coche
Cornelio y su secretario.
Si quieren saber quién es,
el secretario de Cornelio,
es Perico “el Patafloja”
(un chico bastante serio).
El menú dicen que estuvo
una cosa de primera,
pues el primer plato fue
una lengua a la barbera.
Hubo sable a lo Arturo,
pescado a lo Andrés Hidalgo,
Mamón a lo vividor
y Pollopera a lo Eduardo.
Y apareció de repente

una bandeja de pollos
asados a lo Vicente.
También hubo bacalao
compuesto a lo Andrés Martín,
curieles a lo Perico...
¡Ese fue el plato más ruin!
Perdonen a los señores
que en ésta no se les puso,
pues ahora vamos a tratar
un poco de los discursos.
Se levantó Andrés Hidalgo,
(que fue el primero en hablar):
"Señores yo soy comunista,
pero de los de Marcial".
Se levantó Antonio Castro
y dijo de esta manera,
"Señores yo soy monárquico,
y lo seré hasta que muera".
Antoñito, ten cuidado,
fíjate bien lo que haces,
pues en los tiempos que estamos
no repitas esa frase.
Todos hablaron lo suyo,
unos menos y otros más,
y Cornelio, por no ser menos,
también se levanta a hablar.
Intenta hacerlo y se traba,
se arma tan fuerte bollo,
y los comensales le gritan,
"¡Qué se siente ese frangollo!".
Se despidieron contentos,
gritando ¡Arriba España!
y hasta la próxima, señores:
quedaremos en la Montaña
.
Si la comida en sí misma fue todo un acontecimiento, la repercusión de la curiosa poesía, a decir de las personas que la conocieron y comentaron, tuvo también un considerable impacto, hasta el punto de memorizarla y repetirla en charlas domésticas o echando una perra de vino. Algunas prefirieron hacer copia manuscrita y la conservaron, de modo que, cadacierto tiempo, o cuando moría alguno de los asistentes, la recitaban y rememoraban aquella celebración.
Confiamos en que haya más.

viernes, 17 de septiembre de 2010

EL UNIFORME DE ALCAIDE

Manuel Alcaide, todavía -nunca mejor empleado el adverbio- Diputado del Común en el archipiélago donde tocan el tambor y la gente se mueve, ha producido una de esas ocurrencias cantinflescas que, en sí misma, sin empujarla ni agitarla en la coctelera, genera un debate que ni siquiera viene bien para animar las tribulaciones que afectan a Juan Canario, cada vez más pasota de la política... y de las ocurrencias de algunos políticos.
Va y suelta el hombre que hay que poner uniforme a los funcionarios, con la finalidad evidente de saber si están en la calle o en su puesto de trabajo, si están tomando café o si están aprovechando para llevar la cesta de la compra o así sucesivamente. Si no fuera porque estamos en Canarias, donde estas cosas forman parte del surrealismo con que nos conducimos, es para alucinar.
¿Qué se habrán dicho en la península, en cualquier círculo, en cualquier tertulia cuando han sabido que el defensor del pueblo canario, ni más ni menos, inicia una cruzada para estigmatizar a un colectivo profesional?
Cierto que no habrán faltado opiniones favorables, esas que convergen en torno a la denostada figura del funcionario, esa de un ser privilegiado y que igual se la ha ganado a pulso sostenible. Pero ¡hombre!, que en la sociedad del siglo XXI, estemos pensando en la uniformidad de vestuario para hallar una hipotética solución a los vicios acumulados, es para desternillarse, escrito sea con todos los respetos para el señor Alcaide que, por otro lado, parece gustar de estas salidas de pata de banco: recuérdese cuando habló de invasión para referirse a la tragedia humana que era la inmigración irregular; cuando esgrimió la ineptitud del Parlamento de Canarias para producir su relevo (en efecto, lleva en situación de interinidad casi cuatro años) y cuando habló del régimen cuartelero para cantar las excelencias de la administración franquista. Lo triste es que pasará a la historia por estas 'boutades' de fácil recordación.
Canarias, su política y su Diputado del Común son así. De ahí las reacciones -no esperaría Su Señoría que iba a pasar inadvertida tan singular parida- que se vienen sucediendo desde que presentara su informe en sede parlamentaria. Comentarios de todo tipo fluían como un torrente entre indignación, descalificaciones y estupor. ¡Cómo estaría esa clase "uniformizable"! Y todo eso, para "ilustrar" una de las conclusiones de su entrega anual: "Falta profesionalidad y sobra burocracia". Pues ya pudo quedarse ahí, que los matices a la generalización hubieran brotado sin precisar estado de verdor.
Pero no. El Diputado del Común, que le hace un favor al Gobierno al propiciar un debate (?) que desvía la atención de otros problemas más serios y acuciantes, sacó de la chistera lo del uniforme funcionarial y añadió al pote de la surrealista política canaria otro de esos ingredientes que produce hilaridad o movimientos de cabeza a diestra y siniestra para acabar exclamando:
-¡Qué mal está ésto!

jueves, 16 de septiembre de 2010

XUANCAR

Juan Carlos González, Xuancar, inicia una nueva andadura profesional. Se va a la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE), como director general de Deportes y es probable que, dada su experiencia en el ámbito de la gestión empresarial, con algún cometido complementario.
Conocimos y tratamos a Xuancar allá por los años 70, casi aún con calzón corto, cuando iba al "Rodríguez López" de la mano de su padre, Vigoal, que hacía las crónicas del Tenerife para "Hoja del Lunes". Uno andaba entonces en Radio Popular de Tenerife, metido de lleno en la vocacional información deportiva.
Xuancar traía entonces todo el empuje de la juventud, todas las ansias por hacer esa información con un sello propio, con un sello canario. Cuando se tomó la cosa en serio, para ir haciendo del entretenimiento un medio de vida y para compatibilizar el oficio con sus estudios universitarios de Ciencias Económicas, programó su espacio diario en Radio Club Tenerife a las 14.00, media hora antes de nosotros estuviéramos en antena.
Su sello le hizo ganar espacios en niveles impensables de la información deportiva. Transmitía al Náutico de baloncesto -en cierta ocasión cantó excelencias que nunca había escuchado de un jugador norteamericano, Dwayne Scales- y ello le valió para que la SER le brindara una oportunidad en alguna competición importante que no desaproechó, desde luego. Ponía un calor indómito al relatar los encuentros del Tenerife. Me parece recordar que también se sintió atraído por las hazañas de aquel inolvidable Tres de Mayo de balonmano.
Fue haciendo equipo y abriendo puertas a deportes y competiciones. Se hizo con el mando en la etapa floreciente de Radio Club Tenerife.
Le estamos infinitamente agradecidos por la confianza que depositó a finales de los años noventa. Nos rescató para la radio (habíamos estado en Radio Popular y Radio Nacional), para que hiciera 'Tajaraste' durantes tres veranos consecutivos, para orientar las prácticas de jóvenes tinerfeños que finbalizaban su licenciatura y para contrastar que podíamos compaginar las dos actividades, comunicación y política. Así nos incorporamos a esa emisora y a la SER.
Xuancar: gracias de verdad, por aquella oportunidad, por tu dedicación y por tu quehacer radiofónico de todos estos años. Cierras una página profesional rica y densa. La radio es sangre que corre por las venas y tú la has tenido siempre circulante, emprendedora y dinámica.
Que la suerte te acompañe en la nueva andadura.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

GOBIERNO A LA GREÑA

Pasen, señores, pasen...
Pasen y no se molesten con el dicho circense pero es que la discordia va subiendo de tono y ya se incurre en la incongruencia sin límite. El Gobierno de Canarias afronta el trayecto final de la legislatura con sus costuras muy frágiles, con unas debilidades considerables desde el punto de vista de cohesión y entendimiento y con el listón de los recelos mutuos cada vez más alto.
No sucederá nada. Nada que no tenga arreglo. Si no ahora, en un hipotético escenario de ruptura de la alianza gubernamental, más adelante, cuando haya que volver a repartir los caramelos y muestren los actualmente distantes la mejor predisposición para renovar entendimientos.
Pasen, señores, pasen...
El caso es que el vicepresidente Soria no tiene reparo alguno en decir ahora que la policía canaria no nació en el mejor momento y que el modelo de la radiotelevisión autonómica es susceptible de revisión. Discrepancia seria y, sobre todo, tardía. Más que nada, porque su grupo político contribuyó a poner en marcha el cuerpo de seguridad más insólito que se recuerda (competencias dudosas y otros factores ya comentados, a los que sólo hay que añadir el incremento salarial justificado desde el ejecutivo "por el típico baile de números"), en tanto que él mismo habrá pactado los territorios mediáticos de una entidad para la que ahora apunta como alternativa gestionaria la fórmula del cooperativismo, aquella que proliferó en los años ochenta en la administración local antes de que la gestión indirecta, o sea, las privatizaciones, invadiera la capacidad de los gobiernos locales que creían que así se liberaban de un problema y de una carga.
Es decir, ni policía ni radiotelevisión, Soria dixit.
Desde Coalición Canaria, han saltado con términos gruesos: como si el vicepresidente hubiese entrado en estado de esquizofrenia, señaló su presidenta, Claudina Morales. Soria ha contratacado pidiendo una rectificación.
Y ese es el panorama desde el puente. Hoy se verán las caras en el Parlamento y pelillos a la mar. Probablemente. Unas sonrisas. Un par de comentarios por lo bajini. ¿Qué se van a creer? Ya días pasados los desencuentros fueron notorios, a cuenta de los aumentos tributarios y de la comisión esa creada en el seno del ejecutivo para no se sabe muy bien qué tipo de fiscalización aplicar y seguir manteniendo la contención del gasto público. Creció la discordia, pero es indiferente: a estas alturas, preguntarse qué hace falta para que dos partidos que comparten el poder defiendan postulados y sus propias señas de identidad y sus discursos, siquiera en eras de una mínima coherencia, resulta un ejercicio estéril. Se resume en el poder por el poder, a cualquier precio, a precio de incongruencia.
El panorama de la realidad política canaria es cada vez más oscuro, más inquietante. Sabemos que da igual (los agentes sociales están a lo suyo y cuanto menos se critique al Gobierno, mejor; dejen eso para los foros digitales) pero los problemas que más importan a los ciudadanos siguen sin resolución.
Total, qué más da un Gobierno a la greña en el archipiélago donde tocan el tambor y la gente se mueve.

martes, 14 de septiembre de 2010

EL PARQUE DE TODOS, GESTIONADO DESDE LO PÚBLICO

Colgaron hasta una pancarta en una de las verjas. En ella podía leerse que exigían la gestión pública del recinto. Naturalmente, llamaba la atención. Era un grupo de vecinos de Santa Cruz de Tenerife, usuarios del parque marítimo municipal, que, llegado el día del cierre de las instalaciones, después de todos los vaivenes sufridos desde el verano pasado, expresaron pacíficamente su deseo: la gestión del recinto desde el sector público.
Como no es frecuente el hecho, es decir, ni que los vecinos se manifiesten por algo que les concierne directamente ni que reivindiquen la gestión pública de unas instalaciones construidas con aportaciones de todos los contribuyentes y que es una de las pocas alternativas de ocio y a Las Teresitas en la capital, hay que significar que algo se sigue moviendo en Santa Cruz de Tenerife desde el punto de vista ciudadano. Otra cosa es la disparatada política municipal, especialmente en el curso del presente mandato que aún puede deparar alguna sorpresa gorda.
Hay que congratularse de esa iniciativa ciudadana. Y de la sensibilidad mostrada por quienes demuestran que hay cosas que duelen. Que la gente se identifique con los bienes públicos es una señal positiva. El parque marítimo santacrucero lo es y como que una parte de los usuarios ha dicho que ya está bien, que basta de experimentos con tufo a chanchullos y amiguismos, a negocietes fáciles. Esto es de todos y no es justo que unos pocos dispongan y encima se enriquezcan sin control.
Han sido tantas las situaciones de pelotazo y aprovechamiento en esta tierra labradas en impunidad, que es normal que la población empiece a reaccionar. Que lo haga así, como vimos en televisión, en defensa de lo que es patrimonio común, resulta estimulante. Es de esperar que gobernantes y responsables hayan tomado buena nota de esta actitud que rompe esquemas, porque aquí, como se sabe, estamos acostumbrados al pasotismo y la resignación.
El parque es de todos, luego cabe pedir que sea gestionado, con la fórmula legal que proceda, desde la administración pública, con transparencia, con profesionalidad, con ánimo de mejorar las instalaciones. Y se puede conseguir, claro que sí.
Los vecinos que culminaron su disfrute veraniego con esa llamativa reivindicación han protagonizado un hecho merecedor de reconocimiento. Han demostrado sensibilidad y han expuesto con claridad una idea. Eso, en los tiempos que corren, se agradece.

sábado, 11 de septiembre de 2010

LA CIUDAD DE LOS LOCALES CERRADOS

Es la nuestra pero hay otras muchas en la geografía insular canaria a las que se podría definir de esa manera. La depresión que las fue engullendo. Abocadas al cierre centenares de pequeños, medianos y también grandes establecimientos. Cerraron sus puertas por imposibilidad física de subsistir: para muchos, incluso, adiós a su medio de vida, el que habían determinado en algún momento de su existencia.

Hay más causas, por supuesto: muchas limitaciones a la hora de competir, una actitud en exceso acomodaticia, demasiados comercios con la misma actividad, falta de atractivos ornamentales o similares, escasa propensión a las innovaciones, importe de alquileres muy elevados, visión alicorta del asociacionismo y de la promoción… La menor afluencia de turistas y la aparición de otras fórmulas comerciales, como las grandes superficies que modificaron sustancialmente los hábitos de los consumidores, han sido también factores de peso en esta crisis, en la proliferación de los locales cerrados.

Llaman la atención los cierres de locales en avenidas o calles céntricas. Ni siquiera una ubicación aventajada les libró de esta especie de plaga. Es que ni algunas oficinas bancarias han resistido. Entonces, al palidecer la actividad, al abundar los locales vacíos, la realidad de la crisis se ha hecho mucho más visible.

Y es que, en efecto, muchos miden la pujanza o la dinámica de una ciudad por su movimiento comercial. Cuando éste decrece, casi todo se resiente, la ciudad lo acusa.

Por supuesto que ha habido intentos de revitalización, esas iniciativas o campañas de relanzamiento y esos estudios multidisciplinares hechos por gabinetes y consultoras que, tras un trabajo de campo, diagnostican una realidad oscura y proponen unas alternativas que, por elevados presupuestos, son difícilmente viables. En algunos casos, son auténticas transformaciones urbanas, una auténtica utopía. Los estudios, entonces, duermen el sueño de los imposibles.

Será difícil la recuperación. Si en épocas de consumismo exagerado o de bonanza económica, ya se escuchaban las primeras quejas y ya empezaba a contagiarse un ánimo pesimista y escéptico, ahora, en plenas vacas flacas, es complicado encontrar las soluciones y aún más, en caso de que existan, aplicarlas.

Tendrán que esmerarse los agentes sociales, las administraciones públicas (que no están para asumir más paternalismos pero sí para crear las condiciones apropiadas donde desarrollar cualquier actividad económicas) las organizaciones políticas y empresariales. Algo tendrán que decir y ofertar, después de todas estas experiencias y de tantos estudios técnicos. Tendrán que replantearse las inmobiliarias y los propietarios las cuestiones de arrendamientos y alquileres (en el caso del Puerto de la Cruz, es una cuestión primordial). Las circunstancias han cambiado muchísimo y obligan a reconsiderar ideas de la amortización breve o del enriquecimiento fácil o de las apelaciones sentimentales para comprar.

Es uno de los grandes retos de la próxima década. Reto con todas las consecuencias. Seamos conscientes.


viernes, 10 de septiembre de 2010

ALIVIO PARA LOS AYUNTAMIENTOS

Los ayuntamientos españoles recibirán el año próximo mil doscientos millones de euros más que el presente ejercicio. Buena inyección para alcaldes, concejales delegados de Hacienda y directores de gobierno con responsabilidades en la materia. Ahora que se preparaban para elaborar los siempre complicados presupuestos de un año elecoral y ahora que seguían sufriendo las presiones para atender las cuitas de quienes quieren ver completadas determinadas actuaciones, las medidas anunciadas por la vicepresidenta económica del Gobierno en sede parlamentaria entrañan un alivio en la planificación a corto plazo y en el día a día.
La recuperación económica y la subida de impuestos han operado efectos positivos de modo que, mientras el resto de la administraciones verán cómo disminuyen sus ingresos, los ayuntamientos serán los únicos que los aumenten. Recordemos que, en el presente año, las instituciones locales están recibiendo del Gobierno de la nación una corriente adicional de ingresos, para gastos corrientes, de mil millones de euros a través del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local.
Entre las lecturas que cabe hacer de las medidas gubernamentales hay que interpretar que el alza de impuestos favorece que el Estado haya aumentado sus ingresos -recordemos que el Partido Popular lo negaba pues entendía que iba a retraer el consumo- y que se mantienen no sólo los criterios de rigor presupuestario sino los propósitos de reducción del déficit y la contencón de la deuda, aspectos básicos para la administración más adecuada de los recursos públicos en los tiempos que corren.
En este sentido, procede apuntar que los ayuntamientos, de todo signo político, deben plantearse su futuro conscientes de una nueva realidad, a la que tendrán que adaptarse afrontando medidas de indspensable aplicación. Nuevo modelo productivo, reformas, políicas de personal... los próximos cuatro-ocho años serán decisivos para las administraciones locales españolas. Los partidos políticos, en sus respectivos programas, deben plasmar modelos viables. Puede que con estas medidas que comentemos se está cerrando un ciclo: el Estado no va a volver al rescate de los ayuntamientos en mucho tiempo. Y es que la reducción del déficit no sólo es cosa del Gobierno sino también de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

NOMBRAMIENTO TURÍSTICO

En el acto de presentación, no tuvo reparo en reconocerlo. Alguien le preguntó por la experiencia que poseía en materia turística y ella respondió sin reservas, con voz propiamente tímida:
-Ninguna.
Fue sincera, claro que sí, tanto como la apelación voluntarista que añadió:
-Espero irla ganando con la ayuda de todos.
La protagonista es la nueva directora general de Ordenación y Promoción Turística del Gobierno de Canarias, Dunia Alvaro Soler. Hasta su nombramiento, ejercía como policía local de Pájara (Fuerteventura). Dios la ampare.
La política canaria es así, paisanos y visitantes. Y el Gobierno de la Comunidad Autónoma, más. Ya hemos escrito en más de una ocasión que la capacidad de asombro es inagotable. Y que todo es posible. ¿Para qué extrañarse, pues, de cifras vergonzantes, de bajísima aplicación de leyes, de proyectos bloqueados, de fracaso educativo, de porcentajes ridículos o preocupantemente elevados...? ¿Qué de particular tiene que presidente y vicepresidente discrepen en público en un asunto tan delicado como la subida de impuestos?
Se dirá, a cuenta de la designación de Dunia Alvaro Soler, que ella no es la culpable. O lo es, pero en la medida más baja. Que la responsabilidad principal recae en quienes (en plural, sí) la han nombrado, en quienes no han tenido en cuenta ni la materia ni la importancia de ésta en las islas. ¿O será que se la toman así, como ustedes estarán sospechando, en plan frívolo o negligente?
Y se volverá a citar aquella anécdota protagonizada por un diputado tinerfeño que saludaba muy atenta y ceremoniosamente a los ujieres de las Cortes. Preguntado por el hecho, su respuesta era significativa:
-Es que el día menos pensado nombran a cualquiera de ellos gobernador o representante del Estado en las islas. Y habrá que estar preparado para entonces.
Pero nada favorece el nombramiento. La consejera, pidiendo cien días de gracia, no ha contribuido a tranquilizar al sector que ha reaccionado con más recelo que de costumbre, seguro porque habrá pensado que se ha llegado demasiado lejos. Que esta designación desborda límites de resignación. Es probable que algún empresario se haya sentido abofeteado.
Ni la oportunidad, oigan. Cuando hace unas pocas fechas, algunos hablaban de brotes verdes; y cuando el propio presidente de Canarias ha dicho que es el turismo lo que nos tiene que salvar, lo que ha de dinamizar la productividad económica, conferir la gestión de una dirección general muy específica a una persona que reconoce no poseer experiencia alguna, tiene un encaje imposible.
Pero Canarias y su política son así de insólitas, de inefables. Después se quejan algunos de que la gente no crea en nada y de que los índices de abstención sigan creciendo.
Qué lastimoso todo y qué porvenir.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿MALDICIÓN U OTRAS CAUSAS?

La controversia que suscita la construcción de una infraestructura portuaria en Granadilla se acentuará considerablemente tras los meses veraniegos y a medida que se acerque la convocatoria electoral.

Los detractores no se han rendido; al revés, han perseverado pese a algún cambio de normativa y han logrado que no se apague la llama del descontento popular. El consenso político alcanzado entre los tres grandes partidos para la materialización del proyecto, plasmado en el propio acuerdo para la adjudicación de las obras -en el que hemos participado favorablemente, conste- ha dejado paso, a la espera de la interpretación y de la aplicación definitiva de resoluciones judiciales, a la dilación y la incertidumbre, probablemente la vía menos aconsejable pues se presume larga y de muy imprevisible final. A la defensa y protección del medio ambiente esgrimidas por los opositores, hay que sumar la inviabilidad material que aprecian otros, los vaticinios del hundimiento del puerto de Santa Cruz de Tenerife y hasta esa invisible presión de poderes fácticos de otra isla a los que no interesa -dicen los que alientan ese argumento, empecinados en el pleito interinsular- que el puerto de Granadilla sea un realidad.

Pero, bueno, se trata de condensar un planteamiento sobre las obras públicas en Tenerife que, históricamente, han tenido componentes polémicos y han sido costosas, muy costosas, no ya desde el plano inversor sino desde la misma tramitación. Algunas, desde luego, tuvieron que superar las sombras de dudas, las suspicacias, más o menos interesadas y significaron un considerable esfuerzo de responsables que llegaron a ser varios, por fortuna, todos continuadores de lo que en su día se inició y que arrancó como un hecho beneficioso para la isla y para su desarrollo económico y social.

Nos acordamos, por ejemplo, de la arena de Las Teresitas, traída del Sáhara. La capital necesitaba de una playa para disfrute de sus ciudadanos y para brindar un recurso más al turismo. En esa investigación histórica o periodística pendiente, sugerida por el profesor orotavense Evaristo Fuentes para éste y otros asuntos que siguen, aparecerían intentos de bloqueo, acabados irregulares y chanzas supuestamente propiciadoras del desprestigio en forma de aparición de alacranes.

Y es que los largos tentáculos del pleito dan para mucho. De la refinería se llegó a decir que Gran Canaria quería llevársela para su capital. A saber lo que pugnaron las respectivas oligarquías en una fase decisiva de la recuperación económica española y de la consolidación de los sistemas productivos insulares. También hubo sus más y sus menos con la construcción y posterior ampliación del aeropuerto de Los Rodeos, cuyo tiro de gracia impidió in extremis el político José Segura después de aquel desgraciado accidente de los ‘jumbo’ y cuando el flamante aeropuerto del sur empezaba a inclinar favorablemente la balanza para el avance de aquel polo en todos los órdenes. En la memoria, en fin, aunque más difusa, está también la polémica, alimentada desde posiciones muy divergentes, sobre la idoneidad de la ampliación del puerto santacrucero frente a la sede del Cabildo Insular.

Mal fario, incapacidad, complejos, victimismo, gestiones controvertidas, celos, recelos, desidia, demoras, boicot, leyendas urbanas, rivalidades absurdas, presupuestos insuficientes, afanes espurios... puede que de todo eso, un poco, haya habido en esos episodios comprimidos en este artículo periodístico. Es probable que alguien asegure que una maldición extraña pesa sobre los equipamientos y las dotaciones en una isla que, ahora mismo, afronta, en el conjunto de Canarias, una etapa plagada de incertidumbre en la que ha de decidir, entre otras cosas, sobre un nuevo modelo productivo en el que ya no se dependa de la construcción o del monocultivo histórico correspondiente.

A ver si aprendemos de la historia y cualquier cosa, cualquier iniciativa que se emprenda, cristaliza a base de imaginación, emprendeduría y esfuerzo colectivo. Tenerife, desde luego, tan afectada por la depresión como otros territorios, ha de ser consciente de que su futuro debe construirse muy al margen de los factores anteriormente reseñados.

martes, 7 de septiembre de 2010

¿MONTAJE DE QUÉ?

Visto y no visto. Alguno habrá aplicado lo de la penitencia que lleva en el pecado. Neira, de héroe a... destituido del cargo que le había conferido la inefable presidenta de la Comunidad de Madrid. Había sido detenido por infracciones al Código de la Circulación. Ya ha sido condenado por un delito contra la seguridad vial.

Paradojas. Licencias del destino. El hombre que salió en defensa de una mujer maltratada y estuvo a punto de perder la vida por defenderla. Un debate que dio la vuelta a España. Alberto Neira: su actitud fue reconocida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Esperanza Aguirre fue más lejos y después de contratar la cercanía ideológica y "la otra" valentía, la de ir arremetiendo sin miramientos contra los socialistas, le nombró presidente de un consejo asesor del Observatorio Regional contra la violencia de género de la Comunidad madrileña. Se desconoce la aportación del profesor y el balance del Observatorio.

¡Hombre! mucho entusiasmo no debieron poner los mentores de la cosa porque ha sido dicho y hecho. Dice el Gobierno matritense que el organismo iba a ser suprimido. Esta vez, sí. Nadie pone en duda las reacciones rápidas y ágiles en la toma de decisiones: actuación ejemplar de la policía actuante, juicio rápido, condena sobre la marcha y anuncios sin demora.

Neira: que me destituya Aguirre. Yo no voy a dimitir.

Le han dejado solo. Así como con un diputado, presidente de Nuevas Generaciones, pillado conduciendo con la tasa de alcohlemia por encima de lo permitido, hubo comprensión, ahora, con Neira, no hay dobleces. No está el horno para dar muchas vueltas a los bollos, que las elecciones están ahí mismito.

Neira, aclamado y con cargo, se ha quedado compuesto y sin él tras dar positivo (triplicó la tasa) y ser condenado judicialmente. Lo peor, al margen de los hechos, ha sido la arrogancia: no dimito, advirtió, todo es un montaje.

¿Montaje de qué, profesor? Será él que él mismo contribuyó a fabricar, llevado por un exceso de protagonismo mediático. Quienes le han dejado solo responderán ahora que no han tardado veinticuatro horas en dar ejemplo. Y él pasará a engrosar la historia de los disparates de este país.

Lástima.

lunes, 6 de septiembre de 2010

UN RESPETO

Subir impuestos, sí o no, esa es la cuestión. La tiene planteada el Gobierno de Canarias, más concretamente, difieren el presidente y el vicepresidente: el primero, a favor; el segundo, oponiéndose, claro, siquiera para encontrar un átomo de coherencia en la multiplicidad discursiva relativa a las crisis, a las alternativas, a los modelos y a todos los derivados.

Las diferencias han sido evidentes pero, como tantas otras veces, apenas han merecido un juicio crítico de la oposición en términos de guirigay. En Canarias, la cosa sigue igual. ¿Qué más da que Rivero y Soria expongan en público sus diferencias cuando luego va a haber fotos e imágenes del consejo de gobierno, reflejo de que aquí no pasa nada?

-Tú, a lo tuyo, presidente; sigue coqueteando con los socialistas, garantízales los presupuestos estatales, no te preocupes por esos artículos críticos que no los lee nadie y derrocha ese populismo que la política pseudonacionalista te ha regalado que para eso dispones de la 'tele' a tu antojo, procesiones incluiidas.

-Y tú tranquilo, vice, que de materia impositiva sólo saben unos pocos. Ya has visto: ni los empresarios han rechistado, con lo que les gusta una llantina. Si discrepamos en esto, ya escampará. Y hablando de 'tele', menuda aparición la tuya en el 'Telecanarias, presumiendo de iPad y todo.

Se conducirán así, o menos; se entretendrán con estas diferencias y las zanjarán por cualquier atajo intermedio, dirán que todos los matrimonios tienen sus discordias pero lo cierto es que la cuestión resulta lo suficientemente seria como para no estar con devaneos de este tipo, claramente indicativos de confusión y contradicciones.

Que el presidente diga un día que es inevitable la subida de impuestos si es que se quiere mantener la calidad de los servicios; y que apenas veinticuatro horas después, el vicepresidente responsable económico le contradiga, aunque no aporte alternativas, revela, cuando menos, una divergencia sustantiva, acreedora de una aclaración.

Y es que los contribuyentes se merecen un respeto.

sábado, 4 de septiembre de 2010

DE ACCIONES VANDÁLICAS

Desde hace unos años, algunos sectores del Puerto de la Cruz se ven afectados por las acciones irresponsables y vandálicas de quienes la emprenden con jardines, mobiliario urbano y patrimonio en general, causando daños y destrozos cuya primera visualización causa pena y también impotencia, como si de un irremediable dolor de frustración se tratase.

Lo experimentamos en primera persona, hace unos años, ejerciendo aún la alcaldía. Regresábamos a casa a pie, en la madrugada de un domingo, cuando al pasar por la plaza del Charco un grupo de jóvenes desconocidos hablaba en unas escalinatas, junto a un parterre. Dos de ellos golpeaban con un palo los rosales y los arbustos. Al pasar a su lado, les dije, con toda naturalidad: “¡Hombre, el arbolito no les está haciendo daño!”. La réplica, con voz de contrariedad, de uno de ellos fue contundente:

-¿Y qué? ¿Es tuyo?

Ni nos reconocieron ni añadieron desconsideración alguna. Seguimos nuestro camino, para evitar complicaciones, sin más. Pero era una estampa clara de lo que es gamberrismo, de lo que es una falta de respeto y una actitud incívica.

Conscientes del malestar que estos hechos despiertan en la población y siempre procurando encontrar alguna alternativa, adoptamos algunas medidas: apelaciones públicas al civismo, advertencias de sanciones previas diligencias judiciales, sugerencias de penas consistentes en trabajos a favor de la comunidad e intensificación de medidas de seguridad, aún cuando ésta resultaría siempre insuficiente. Tales medidas tuvieron repercusiones insatisfactorias.

El fenómeno no ha decrecido. Hay grupos de jóvenes cuyo comportamiento deja mucho que desear y se empeñan en “dejar huella”: en su modo de diversión, figuran estos modales de dañar, romper, destrozar. Cuando la ciudad aparece un domingo o un festivo por la mañana, hay zonas que deprimen. Qué pena. Algunos de los afectados, que somos todos, cuando contemplamos los “efectos de la plaga”, movemos la cabeza, no acertamos a saber por qué, nos llena de dolor la situación. No es justo. Otros, para desahogar, para encontrar alguna justificación dicen que “eso no lo hacen los del Puerto”.

Lo cierto es que cada año hay un capítulo del presupuesto municipal específicamente dedicado a la reparación de los desmanes físicos y de las tropelías cometidas al amparo de la soledad nocturna, en un acto de cobardía casi siempre impune. Porque hay que reparar los daños, claro. Porque hay que ser conscientes de la naturaleza de la ciudad en la que convivimos, obligada a ser un escaparate permanente y que, por consiguiente, no puede presentar un aspecto negativo.

Ojalá la moda hubiera sido sólo eso, algo pasajero. Pero que sus efectos duelen, es un hecho. No es justo, no es de recibo que el trabajo y el esmero de tantas personas para que todos disfrutemos el bien común, de los encantos, de los recursos públicos y de los valores patrimoniales, se vea literalmente destrozado por la acción de unos vándalos, aprendices de Atila, que, a su paso por algunas zonas de la ciudad, arrasan.

Que sepan, por lo menos, que nos duele.

viernes, 3 de septiembre de 2010

FREDDY, ESTREMECEDOR RELATO

Estremecedor relato de quien ha sido identificado como Freddy Lala, joven ecuatoriano de 18 años, el único superviviente de la matanza de Tamaulipas, en México, donde sicarios inescrupulosos abatieron con un tiro en la nuca a setenta y dos inmigrantes que intentaban cruzar la frontera.
Estremecedor por la descripción, por la experiencia, por lo sucedido tras el último disparo. Creyeron que estaba muerto, el tiro rozó, sólo rozó su cuello. Vagó durante la noche, sin ayuda, hasta que dio con una representación del ejército que no daría crédito hasta que verificó los resultados de la matanza. Terrible.
Freddy, con el rostro difuminado ante las cámaras, desde el lecho del dolor, lo cuenta aún bajo los efectos del impacto. Ya está en su país, donde se supone que será un testigo protegido. ¡Uf! qué malo debe ser. El Gobierno de Ecuador ha pedido que le respeten, que le dejen en paz, que no haya alardes para recabar su testimonio. Chiquita papeleta también para el ejecutivo de Rafael Correa que habrá de esmerarse para garantizar la seguridad del superviviente.
Freddy Lala vio el mal de cerca, escuchó el disparo (los disparos) de la muerte, sintió el impulso aniquilador del hombre, comprobó lo poco que vale la vida en lugares como los que transitaba... Fingió que también había muerto y escapó. Sus palabras sobrecogían; es probable que su testimonio haya sido visto o seguido por los asesinos de sus setenta y dos compañeros de la tragedia. Y es ahí donde los pelos se ponen como escarpias pensando en sus reacciones, en sus tentáculos, en sus malvadas conexiones.
El joven ecuatoriano vivió para contarlo. Pronto habrá libros y hasta harán una película. Del estremecedor relato nos queda la angustia. Y la incertidumbre de lo que ocurra en ese hermoso país, sacudido por una ola de violencia incontrolada, a la que Freddy Lala sobrevivió milagrosamente.

jueves, 2 de septiembre de 2010

ANÍMENSE A COMENTAR

Entre los cometidos de los pocos días de descanso veraniego, se consigna el de eliminar envíos de correos electrónicos. Los que somos amantes de guardar y de conservar, somos reacios a tirar nada, acaso porque partimos del principio de que eso es lo fácil, que eso lo hace cualquiera: destruir, romper, arrojar a la papelera, tirar a los contenedores. Guardar, dejarlo ahí, igual es útil dentro de algún tiempo, es probable que no haya perdido vigencia, sirve, al menos, para rescatar, memorizar o reciclar.
Ocurre que los depósitos tienen sus límites y entonces llega un momento en que es preciso vaciarlos. Así ocurrió: de las cuentas fueron menguando porcentajes de ocupación a medida que ibamos eliminando, a un clic por lo general, un montón de envíos. Habrá que pedir perdón a los remitentes, especialmente a aquellos que están acostumbrados a alguna respuesta nuestra, breve siquiera. Lo sentimos pero es que no hay tiempo y encima algunos quieren que nos prodiguemos más en las redes sociales.
Estando pues los depósitos algo más desahogados, de modo que no sean rechazados nuevos envíos, otra de las tareas de estas fechas 'agostadas' fue dar salida o publicar comentarios de visitantes de este blog, algunos de ellos remitidos hace muchos meses. Los autores lo pueden comprobar con tan sólo acceder a la lista de comentarios, algunos de ellos, desde luego muy sabrosos.
Aprovechamos para animarles, para que dejen sus opiniones. El blog ganará en dinamismo, en participación, en amenidad y en contenidos. Es más, no se entiende el uso de estas herramientas sin el enfoque, el consejo, la crítica o la consideración de quien tiene acceso a las mismas. Al final de cada entrada, tienen ustedes opción.
Así que les esperamos.
Y entre unas cosas y otras, los niveles de adicción, con el aprovechamiento de los recursos, incluido el tiempo, se van equilibrando.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

LA NORIA DE SEPTIEMBRE

El septiembre que se inicia tiene todo el simbolismo del arranque del curso político que terminará en las elecciones autonómicas y locales de mayo del año próximo. Como si de la antigua reválida se tratase. Asignaturas pendientes se confunden con propósitos exigentes mientras el más delicado proceso al que se enfrenta una organización política, la confección de las candidaturas, ya asoma envidias e insidias y puede que unas pocas renuncias, teñidas de desencanto. La noria de las expectativa seguirá girando a la misma velocidad pero que nadie aguarde milagros: mientras no sea modificada la normativa electoral, esa noria repetirá estaciones y reeditará alianzas. El valor de la aritmética frente al posibilismo inútil.
El septiembre tiene todo el calor del mismo mes de años anteriores, registros de incendios devastadores en Tenerife y en La Gomera. Y brinda fiestas insulares y locales, concentraciones romeras y celebraciones populares para cultivar el costumbrismo. Estimula las labores de la vendimia, devuelve la cruda realidad cotidiana, marca el final de trayectos laborales y la reincorporación de quienes aún tienen la fortuna de seguir trabajando e impulsa la salida vacacional de no poca gente.
Ya está aquí para que todo vuelva ser igual. Unos pocos días, el síndrome ése, la adaptación hasta recobrar el ritmo y todo o casi todo, como antes.
La noria que gira..., la noria de septiembre.