sábado, 31 de mayo de 2014

Y ASÍ, MESES Y MESES

-¿No hay quien se apiade de mí?-, se preguntaba una calle céntrica de notable circulación rodada cuyo pavimento está más que deteriorado, pletórico de baches y remiendos.
-Solo reclamo una capa de asfalto-, siguió diciendo mientras crecían sus desperfectos y el tránsito peatonal incrementaba sus riesgos de accidentes.
Y así, meses y meses.
-Por favor, una reparación-, imploraba una acera próxima en la que abundaban desconches y su único enlucido era el de la negrura extendida en manchas cada vez mayores.
-Una limpieza, un baldeo-, continuó compadeciéndose sin muchas esperanzas de que sus lamentos encontraran eco y respuesta pues hasta los canes ya habían renunciado a ese territorio para sus micciones.
Y así, meses y meses.
-Tenemos falta de una poda y de un mantenimiento-, se quejaban especies arbóreas, contrastando la desatención de la jardinería.
-Gracias a las inesperadas lluvias de estos días. Hemos probado el agua de mayo y es reparadora-, transpiraron aliviadas las de otras zonas, en tanto bendecían su suerte contemplando los troncos desnudos y cortados de las palmeras que pasaron a mejor vida.
Y así, meses y meses.
Ciertamente: varios sectores de la geografía urbana, vías, plazas y territorios ajardinados presentan un aspecto deplorable, digno de mejor causa que la desidia. Tanto desgaste y tanto abandono convierten partes de la ciudad en escaparates nada atractivos, descuidados y hasta repulsivos. Como ese imaginario diálogo entre partes “afectadas” podría ampliarse, hay que emprender y acometer soluciones.

-Pero todo es cuestión de sensibilidad-, clamó desesperanzado un viandante.

viernes, 30 de mayo de 2014

MENÉENSE

La canariedad se ha visto sorprendida en la víspera con el anuncio de la declaración de impacto ambiental a favor de Repsol para empezar a ensayar con las prospecciones. ¡Vaya sentido de la oportunidad por parte de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente! Claro que no exageran quienes opinan que se trata de una auténtica provocación. Con dos o tres referencias de calendario más: el anuncio se produce unos pocos días después de las elecciones europeas y unos pocos días antes de que el Tribunal Supremo resuelva sobre un recurso del Cabildo Insular de Fuerteventura que reclamaba, precisamente, más información de tipo medioambiental. ¡Qué casualidad!
La canariedad tiene hoy, por tanto, una vestimenta atípica: la del empecinamiento preñado de inoportunidad. En la festividad, marcada por el penúltimo puente, en la playa, en el monte, en la ausencia o en el descanso, en las redes sociales o en el marco institucional, el anuncio ministerial -siempre con la alargada sombra de José Manuel Soria- tiene tanto de provocación, de imposición irritante que habrá fruncido el ceño hasta de los más proclives, de los que aún defienden sin reservas y a machamartillo el derecho a explorar la explotación de los recursos naturales y de los más identificados políticamente con el motivo.
La canariedad, en su esencia, ya se sabe dividida en dos en medio de la depresión social y política que nos envuelve: los pro y los anti prospecciones. Que no sonrían confiadamente en el ministerio ese ni presuman de envite con caballo de bastos: flaco favor han hecho a las islas en estos momentos. Igual alientan otros sentimientos. Suponiendo que el empecinamiento tuviera razón de ser, lo que no se digieren son las formas caciquiles, esos ‘trágala’ sin miramientos y ya saldrá el sol por Pedro Barba.

Las isas, las folías, las danzas, los aportes culturales, las manifestaciones, los discursos de hoy, la canariedad hoy, han recibido un golpe de menéense. Que lo entienda el ministro. 

martes, 27 de mayo de 2014

DE LOS PEOR VALORADOS

Piden nuestro parecer para una memoria de fin de curso alumnos universitarios sobre telebasura y contenidos televisivos de esos que inspiran más repulsión que otra cosa, y albergamos la esperanza de que su elaboración valga -siquiera en las coordenadas de modestia con que está concebida y hacia donde está destinada- para analizar y desgranar los males de un ejercicio profesional que no suele estar a la altura de las exigencias de la sociedad de nuestros días. En definitiva, para elevar el nivel de autocrítica que permita superar factores como el victimismo y otros clichés que condicionan la realización y las prestaciones de quienes afrontan la tarea de informar, comunicar u opinar.
         Un sitio web de empleo, CareerCast, especializado en publicar cada año las mejores y peores ocupaciones, es implacable con respecto del periodismo durante 2013. Ocupa, sobre doscientos, el lugar 199, por delante solo del oficio de leñador. Cierto que el estudio consigna algunos factores comunes entre periodistas y leñadores, como las variantes de medición del grado de estrés y el desempleo. Pero señala que, lastimosamente, el periodismo es una profesión que ha perdido su brillo de forma notable durante los últimos cinco años. No es de extrañar, por tanto, que en esa clasificación, estemos muy alejados de los mejor valorados que son matemático, profesor universitario y estadístico o informático.
         Tampoco salimos bien parados de las últimas encuestas hechas en nuestro país por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En la pregunta sobre aprecio ciudadano, los periodistas somos penúltimos, solo por delante de los jueces. Hace unos cuatro años, mirando la comparativa, estábamos en los primeros lugares de valoración popular, luego en algo estamos fallando e incumpliendo, hablando de forma generalizada que siempre acarrea alguna injusticia por la que, naturalmente, pedimos disculpas.
         Los resultados hacen que insistamos en que la mejora dependerá de nosotros mismos. Estamos obligados a operar, previas todas las reflexiones que se quiera, previos todos los diagnósticos que seamos capaces de poner en común. En aulas, en seminarios, en cursos, en el seno de las propias organizaciones profesionales y corporativas, y por supuesto, en las redacciones, hay que avanzar con decisión para sintonizar mejor con la ciudadanía, enriqueciendo la formación y escuchando la voz de la sociedad. Para actuar siempre con rigor, que empieza por respetar las reglas elementales. Solo esas pautas harán posible que predominen la ecuanimidad y el pluralismo como sostenes del equilibrio informativo. Solo así, independientemente de otros factores condicionantes que llegan a desnaturalizar, seremos más coherentes y más creíbles, nos acercaremos a la excelencia, aunque con las referencias estadísticas que hemos manejado, mejor sería decir para ir abandonando la cola de las mismas.
         No somos apreciados, esta es la conclusión. A ello han contribuido también -principalmente en determinados géneros- algunos fenómenos mediáticos que para mantenerse tienen que ‘vender’ sin escrúpulos y algunos comportamientos individuales que han extendido una sombra de rechazo y de descrédito hacia el profesional del periodismo.

         Por eso es necesario insistir en la necesidad de autocrítica, en defender sin reservas ciertos valores, en mantener principios de decencia, decoro y coherencia y en cumplir o revisar códigos deontológicos. Hay que dignificar el periodismo y la profesión. Pensar en la comunidad a la que nos debemos y en los intereses generales que abogamos. No hacerlo significará seguir incrementando el desprestigio social y hundidos en esos fondos clasificatorios.

lunes, 26 de mayo de 2014

OTRA CAMPAÑA

Los estados mayores y los laboratorios de ideas y expresión de las organizaciones políticas tendrán que reflexionar a base de bien para recuperar los valores y el sentido básico del que sigue siendo arte de lo posible; pero sobre todo para procesar el desarrollo y los contenidos de la campaña electoral pasada. Las circunstancias que concurren la convirtieron en algo desangelado, desvaído, sin ambiente ni interés. Y eso que Europa estaba en juego.

Tendrán que enfocar nuevos métodos, nuevos reclamos, fórmulas más atractivas de modo que la gente vuelva a sentirse atraída por candidaturas y ofertas. Que hayan desaparecido prácticamente los mítines convencionales obliga a intensificar la adecuada utilización de las redes sociales, por ejemplo. ¿Será posible un ‘cibermitin’? Cierto que en muchas casas aún no hay ordenador y que el contacto directo no se debe perder: en visitas, centros comerciales, sedes de asociaciones, convocatorias sectoriales y aquel célebre ‘puerta a puerta’ con el que compensar las limitaciones de presencia en medios de comunicación y en soportes de campaña.

Algo hay que hacer, desde luego, independientemente de lo que haya ocurrido en la jornada electoral. Los tiempos han cambiado hasta el punto de que casi hay que reinventar la política. Se mueven los cimientos de ésta con tanta desafección, con tanto rechazo. El hecho no puede pasar inadvertido a los teóricos y a los estrategas. Es una hora histórica para las organizaciones políticas que afrontan una situación desconocida que casi quiebra los esquemas tradicionales, al menos en campaña. Hay un cambio, una ola envolvente que obliga a una respuesta más imaginativa, más activa y más dinámica que la conocida al menos en la campaña que antecedió a las elecciones al Parlamento Europeo 2014.

El caso es que la pregunta ‘si sirven para algo las campañas electorales’ continúa latente. Y con difusa respuesta. Recientemente, el doctor por la Universidad de Oxford y profesor de Ciencia Política de la Universidad de Girona, Lluis Orriols, reavivó el debate al señalar que aquéllas “solo cambian a un 8% de los votantes el sentido de su voto”. Pero se cuidaba de advertir que “el principal efecto de las campañas electorales es reforzar las convicciones propias”.
Las dos afirmaciones son válidas para replantearse unas cuantas cosas a la hora de poner en escena -candidaturas y medidas- las ofertas programáticas que hagan los partidos, lastrados por el recelo, por la escasa fiabilidad que inspiran y hasta por el cansancio de los votantes. El aumento del citado porcentaje y el logro del fortalecimiento de la lealtad ideológica parecen depender, entonces, de una renovada presentación pública de recorrido territorial bisemanal que proyecte, por supuesto, en medios y redes de ciudadanía, los valores de la originalidad y sean procesados por la mercadotecnia, sin perjuicio de explotar bazas políticas que coadyuven a las finalidades apuntadas.


Así las cosas, convenimos en que los partidos políticos, principalmente, pero otros actores sociales también, deben ser conscientes de lo que se juegan si es que de verdad quieren invertir ese estado de repulsión y desentendimiento que caracteriza la política de nuestro tiempo. Tienen muchos caminos que explorar.

viernes, 23 de mayo de 2014

ÁNIMO, A VOTAR

Los estados mayores de las organizaciones políticas tendrán que reflexionar a base de bien sobre el desarrollo y los contenidos de la campaña electoral que finaliza esta noche. Las circunstancias que concurren la convirtieron en algo desangelado, desvaído, sin ambiente ni interés. Y eso que Europa está en juego.


Tendrán que enfocar nuevos métodos, nuevos reclamos, fórmulas más atractivas para que la gente vuelva a interesarse por candidaturas y ofertas. Que hayan desaparecido prácticamente los mitines convencionales obliga a intensificar la adecuada utilización de las redes sociales, por ejemplo. ¿Será posible un ‘cibermitin’? Cierto que en muchas cosas aún no hay ordenador y que el contacto directo no se debe perder: en visitas, centros comerciales y aquel célebre ‘puerta a puerta’ con el que compensar las limitaciones de presencia en medios de comunicación y en soportes de campaña.

Algo hay que hacer, desde luego, ocurra lo que ocurra en los comicios del próximo domingo. Los tiempos han cambiado hasta el punto de que casi hay que reinventar la política. Se mueven los cimientos de ésta con tanta desafección, con tanto rechazo. El hecho no puede pasar inadvertido a los teóricos y a los estrategas. Es una hora histórica para las organizaciones políticas que afrontan una situación desconocida que casi quiebra los esquemas tradicionales, al menos en campaña. Hay un cambio, una ola envolvente que obliga a una respuesta más imagina, más activa y más dinámica que la conocida al menos en esta campaña que antecede a las elecciones al Parlamento Europeo 2014.

Porque, en España, por ejemplo, más de la mitad se concentró en Arias Cañete. Se habló poco de Europa y mucho del candidato popular que flaco favor hizo a su partido, por cierto, antes, durante y después del debate. Se ve que el hombre tenía pocas ganas: no quería y tardó en dar el sí. Iba de sobrado al debate y se estalló el solo como un niño chico. Tardó en querer arreglarlo y lo que hizo fue evidenciar el fuera de juego de quienes le defendieron sin argumentos, entre ellos, el propio presidente del Gobierno.

Fue el hecho más noticioso de la campaña. A falta de propuestas y de explicaciones, a la vista del desinterés, ante la avalancha de encuestas que tenían el denominador común de resultados a conveniencia, el dichoso machismo de Arias Cañete acaparó la atención.

Pero bueno: solo queda animar a votar a los indecisos, a los escépticos, a los desencantados. Que piensen en los problemas de presente y del futuro en la Unión Europea. Que no permanezcan indiferentes ni indolentes ante el auge de los populismos y de los fundamentalistas encarnados en ideologías de extrema derecha.

Europa está perdiendo el rostro humano, es verdad. El rostro que representaba, desde hace décadas, un modelo para el mundo: progreso económico, justicia social y convivencia en paz y libertad. Ese rostro se difumina, es verdad. Es necesario revitalizarlo.

Y ello solo es posible participando, acudiendo a las urnas para ejercer el voto. Ánimo, a votar.



jueves, 22 de mayo de 2014

JÓVENES CRÍTICOS PERO TAMBIÉN MOTIVADOS

Es terrible palpar la indiferencia de muchos jóvenes ante la cita electoral del próximo domingo. En algunas conversaciones hemos podido contrastar la indolencia. Y cuando hemos leído informaciones o datos estadísticos que revelan el estado de conocimiento de hechos como la Unión Europea y sus instituciones o de las expectativas que pueden albergar, es casi para deprimirse. Es decir, la población juvenil refleja, lamentablemente, buena parte de esa indiferencia y de esa desafección hacia la política de nuestros días. Nos consta que en nuestro país se han hecho esfuerzos por parte de instituciones públicas y de organizaciones de todo tipo, con programas y dotaciones específicas. Pero se ve que son insuficientes. Hay que comunicar mejor, perseverar y propiciar nuevos atractivos.


Entonces, lo primero es llamar la atención de los jóvenes para que no se sientan indiferentes ante la cita del domingo. En Europa se juega mucho, con los modelos en liza, sobre los asuntos que directamente les conciernen. Piensen en ‘Erasmus’, en la denominada ‘Garantía Juvenil Europea’ y, en general, en todo lo relacionado con el empleo. O si lo prefieren: con el desempleo.

Los comicios del 25-M significan una oportunidad extraordinaria para iniciar un cambio de rumbo hacia políticas de crecimiento, encaminadas expresamente a la creación de empleo. No puede ser que para muchos jóvenes la única oportunidad sea la de encontrar trabajo emigrando. El escalofriante dato, más de 7,5 millones de jóvenes sin trabajo, educación o formación, obliga a medidas concretas, máxime cuando se ha calculado que el coste de esa situación alcanza casi los ciento cincuenta mil millones de euros.

De ahí la importancia de esa Garantía Juvenil Europea que debe constituir un derecho para los jóvenes. Trata de asegurar que ningún joven de hasta 25 años se quede más de cuatro meses sin trabajo, formación o período de prácticas. Pero la implementación de la iniciativa en nuestro país, a partir de diciembre del pasado año, no cumple, según algunas fuentes, con el compromiso de pacto político alcanzado en junio de 2013 con el resto de las representaciones parlamentarias. Las complicaciones más notables estriban en que no se anticipan los recursos y se deja fuera de la cobertura a muchos jóvenes más allá de los 25 años.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que hay que ampliar los fondos disponibles para esta Garantía hasta veinte mil millones de euros para afrontar la magnitud del problema en todo el territorio de la Unión. Actualmente solo suman seis mil millones.

He ahí otro aliciente para motivarse y acudir a las urnas el próximo domingo.



miércoles, 21 de mayo de 2014

UN ESTROPICIO

Ha tardado más de la cuenta pero ha terminado pidiendo disculpas por aquellas inasumibles consideraciones tras el debate relativas a la superioridad intelectual y los riesgos de ser acusado de machismo.


Ha sido, la salida de pata de banco de Miguel Arias Cañete, la gran incidencia de la campaña electoral que entra en su recta final. Suele ocurrir: durante las dos semanas de campaña surge algún hecho que la altera o hace que la atención del personal se concentre y, de hecho, abra un auténtico debate social.

Pero el candidato popular debió causar un estropicio interno, tal es así que tuvieron que alejarle del foco principal, no sea que reiterase el yerro o las disculpas y las justificaciones fueran peor remedio que la enfermedad.

Ha sido una contrición tardía la suya. Pero ha llegado. No estarán contentos ni Rajoy ni los corifeos mediáticos: el presidente, porque le respaldó públicamente, llegando a hacer una de sus afirmaciones maximalistas: “Es el mejor candidato, un candidato extraordinario”. Acabáramos.

Y los corifeos porque gastaron seso, palabras y escritura con tal de salvar el trance… en balde. Buscaron y rebuscaron, arremetieron como es norma pero un poco más contra Valenciano, y alentaron lo suficiente como para concentrar espacio y tiempo con el fin de desviar la atención de las carencias programáticas del PP y las debilidades de la gestión de su gobierno. Porque las fortalezas -si es que las hay- no son muy visibles que digamos.

El perdón de Arias Cañete ha desmontado exclamaciones y argumentarios, alabanzas inoportunas y comentarios o piezas editoriales que circulaban casi desaforadamente para paliar los efectos del estropicio.

Y no se extrañe que Rajoy o cualquiera del derechío mediático diga ahora que la prueba de ‘mejor y extraordinario’ estriba en estas disculpas retardadas.

Ya puestos…

martes, 20 de mayo de 2014

A LAS URNAS

Cuatro días restan a los partidos políticos para intentar convencer a los eurodesencantados, a los euroescépticos, a los eurófobos y, en fin, a quienes se sienten más alejados de la política por las circunstancias que concurren en ella a lo largo de los últimos tiempos. Cuatro días de una campaña que en nada se parece a las anteriores, al menos en lo que a ambientación se refiere, pero que ha ido de menos a más -esa es la impresión- pese a acontecimientos que han favorecido poco, debate televisado entre los números uno de los dos principales partidos incluido. El esfuerzo de los dirigentes de algunas organizaciones está siendo, desde luego, considerable: saben que el bipartidismo que combaten no se quiebra con altos porcentajes de abstencionismo. Y tampoco habrá avances sociales con tal renuncia.
            Por consiguiente, lo importante es hacer ver que Europa no nos queda lejos y que la democracia -la política, por tanto- no se robustece desentendiéndose de las urnas el día que estas se abran. Formamos parte de la Unión y en lo que a Canarias respecta, hay que superar los desequilibrios acentuados con la depresión económica. El déficit de accesibilidad al espacio europeo obliga, en efecto, a una atención especial para enjugarlo. Y eso solo se logra desde posiciones políticas sólidas, derivadas, a su vez, de ofertas programáticas creíbles por bien construidas y legitimadas por los votos de la ciudadanía.
            Los comicios del próximo domingo revisten pues toda la trascendencia que significa impulsar la Unión Europea (UE) con predominio de alternativas y medidas políticas que la liberen de ataduras económicas y de restricciones impuestas para favorecer a unos pocos. El estancamiento de la UE, sinónimo de un fracaso político, económico y social, no puede aceptarse resignadamente, sin más. Ese escenario, donde aparecen los poderosos cada vez más ricos y los trabajadores cada vez más empobrecidos, no es bueno pensando en el futuro. Si las perspectivas de crecimiento no mejoran, las posibilidades de generar empleo serán cada vez más reducidas. En Europa, recordemos, hay actualmente veintiséis millones de personas en paro y una tasa de desempleo del 11%. Otro dato significativo del decorado de fondo de ese escenario: setecientos mil millones de euros para los bancos y seis mil millones para empleo juvenil.

            Se trata, entonces, entre otras cosas, de hallar salidas a la crisis, de recuperar la productividad económica, de crear puestos de trabajo, de regular de alguna manera los mercados financieros, de recomponer el Estado de bienestar, de combatir el fraude fiscal, de fijar una política común y eficaz de inmigración y de recuperar justicia social y derechos. No se puede ni debe mirar a otro lado, o lo que es igual, dejar de participar en una consulta electoral cuando hay tanto en juego y hay que procurar otro escenario. No ir a las urnas, en fin, beneficiará a quienes no gustan de la democracia. Y ya está bien de lo que han conquistado abusando de ella y metiendo el miedo en el cuerpo. 

lunes, 19 de mayo de 2014

ANDRÉS HERNÁNDEZ, VERSÁTIL DEPORTISTA Y PROBO PROFESIONAL

Le hubiera encantado disfrutar de la consecución del título del Atlético de Madrid, el equipo de sus amores, pero unas pocas horas antes, al mediodía del sábado, recibió cristiana sepultura en el portuense barrio de San Antonio, Andrés Hernández García, biólogo marino, agente local sanitario y practicante regular de varias disciplinas deportivas.
            Su corazón había enviado un par de avisos y al final no pudo resistir los embates de una enfermedad que sobrellevó con entereza. Incluso, ya jubilado, mostró su predisposición a continuar ayudando en aquellas cuestiones que requerían de pruebas y análisis bioquímicos o precisaban de gestiones ante otros organismos. La sanidad, en efecto, le apasionaba. Disfrutaba con su trabajo, vivía para él. Su hermana, doctora en ejercicio, le aconsejó en múltiples ocasiones, sobre todo después de los infartos, pero podía más su responsabilidad.
            Andrés Hernández García fue un celoso guardián sanitario, preocupado como el que más por la situación higiénico-sanitaria del municipio. Defensor de valores naturalistas y del cuidado medio ambiental a duras penas soportaba infracciones o descuidos que se prolongaban más de la cuenta y de hecho ocasionaban un riesgo para la sanidad pública. Fue él -y así se lo hizo saber a responsables políticos y técnicos- quien advirtió de los peligros que para los acuíferos del valle y las galerías subterráneas que surtían al Puerto de la Cruz derivaban de la apertura de una gran superficie en el límite con La Orotava.
            Se encargó de la coordinación (obtención de datos, elaboración de tablas, estudios comparados y tramitación) de los requisitos para acceder a distinciones como la Bandera Azul, otorgada a varias playas del litoral portuense; y la Bandera Verde, apta para reconocer la calidad de los servicios de recogida de residuos sólidos y el mantenimiento de los recursos humanos y materiales. En una ocasión, nos acompañó a Madrid, junto a José Expósito, concejal-delegado de Servicios, para recoger el galardón que compartimos con los trabajadores. Su satisfacción como portuense era innegable. Era lo que le preocupaba: que el Puerto sobresaliera por cualidades como esa.
            Atento, servicial y observador. Lo suficientemente prudente como para no emitir un juicio antes de tiempo o antes de haber verificado parámetros y analíticas. Cuando la ciudad dormía, era frecuente verle revisando tareas de abastecimiento, limpieza o extracción de alcantarillados y fosas sépticas. Hasta en el cementerio se preocupaba de enterramientos o exhumaciones y apertura de sepulcros. Sus jefes siempre tuvieron un alto concepto de su responsabilidad profesional.
            Otra faceta en la que destacó: su condición de deportista. A los dieciocho años partió hacia Inglaterra. Quería irse a estudiar y trabajar en un ‘camping’. En las competiciones de amateur que disputaban los fines de semana, un entrenador profesional se fijó en sus habilidades y le quiso incorporar a la primera plantilla. Anecdóticamente, se produjo una primera gran transformación: hubo que teñirle de rubio y ¡hasta cambiar de nombre! Para poder jugar y reconocerle fácilmente, le terminaron llamando Andy Herga. Sus familiares conservan recortes de prensa en los que se señala su militancia en el Chelsea, Bristol Rovers, Brighton y un fugaz paso por el mismísimo Bayern Munich.
            Pero Hernández fue también ciclista y corredor de coches. Hizo natación y también practicó saltos de trampolín. Estaba en posesión del cinturón negro de kárate, disciplina que quiso enseñar gratuitamente cuando regresó del Reino Unido y se asentó definitivamente en su ciudad natal, donde era muy apreciado. En el parque San Francisco, lamentablemente no había suficientes colchonetas para poder seguir con la iniciativa que completó con un libro de técnicas y aprendizaje que nunca vio la luz.
            Y la pesca, su gran afición. Le gustaba la submarina pero la caña terminó siendo su gran compañera. En la niñez, acompañaba a su padre Chencho (quien llegó a tener altas responsabilidades en el cuerpo de la policía local) para traer el sustento del día. En otra información periodística de un diario local, puede leerse la captura, junto a su hermano Jesús, de un mero gigante de más cien kilos en las proximidades del antiguo fondeadero de El Penitente.
            Sus habilidades para la carpintería y la electricidad las suplementaba con la pintura artística a la que, según confesaba, le hubiera gustado dedicar más tiempo. No obstante, en paredes de viviendas y otras superficies quedaron pruebas de su facilidad para dibujar. Prefirió aplicar los conocimientos de biología y oceanografía adquiridos en Cambridge. Obtuvo, a su regreso, la titulación de agente sanitario y de laboratorio (analíticas de agua) y ejerció las actividades derivadas como un oficio que quería inculcar a sus familiares cercanos.

            En el departamento de sanidad municipal, desde luego, le echan de menos. Le recordaremos como un portuense comprometido, deportista versátil y celoso y probo profesional. 

sábado, 17 de mayo de 2014

MUSEOS, ALGO MÁS QUE UNA ASPIRACIÓN (y II)

En efecto, las cinco salas de la exposición permanente nos introducen en una de las manifestaciones más significativas de la cultura prehistórica de Tenerife: la cerámica guanche. Es interesantísima la descripción que se hace por parte de los propios responsables del museo. Se sabe que el pueblo guanche fabricó sus recipientes, sus adornos e incluso algún amuleto en barro cocido, pero ¿cómo y para qué? La respuesta está en el barro y en el fuego para contrastar el proceso de fabricación de la cerámica. Así surgen gánigos y ánforas que son el producto alfarero de funcionalidad doméstica. Hasta llegar al barro y la magia, título de la última sala donde se exponen adornos personales de simbología mística. Finalmente, ambas funciones, doméstica y mágica, se unen formando una única composición en la réplica de una cueva de enterramiento, donde vasijas y adornos comparten el mismo espacio sepulcral, escenificando la creencia guanche en “el más allá”.
El Instituto es el ‘alma mater’ de este Museo, otra aspiración satisfecha. Y así como hay que congratularse de que aquel anticipo de quienes concibieron la idea en los años cincuenta del pasado siglo (Luis Diego Cuscoy siempre en la memoria) haya llegado a buen puerto, se debe  reconocer la predisposición de los donantes y titulares de las colecciones, así como la profesionalidad y la entereza de la conservadora, Juana Covadonga Hernández, y de sus colaboradores. Sería una omisión reprobable, aquí y ahora, no enviar un mensaje de solidaridad y ánimo justo cuando que las circunstancias para subsistir se presentan muy adversas.
Antes de que nos detengamos en la dotación museística más reciente, repasemos otros intentos, otros proyectos y otras realizaciones que ponen de relieve la voluntad, pública y privada, de contar con lugares en donde exponer, bien de forma temática bien de ámbitos más heterogéneos y no tan permanentes.
Permitan, entonces, una cierta licencia para la nostalgia. Porque podemos evocar el modesto pero valiosísimo museo de la bordadora Nievitas González, promovido por su marido. Vivieron en el callejón La Verdad. El museo fue valorado en diez millones de pesetas de los años setenta y donado a la ciudad según las últimas voluntades de ella. Se mencionan cuadros, bordados y una biblioteca de mil quinientos volúmenes. Hay dos retratos del matrimonio en las dependencias del archivo municipal.
Y recordar aquel propósito de mostrar la vocación y la inclinación comercial de la ciudad en el otrora restaurado Torreón Ventoso que, lastimosamente, sigue cerrado.
Y lamentar el cierre del Museo Naval que llevaba el apellido de los oriundos Iriarte, que entraron en la historia de la literatura española por derecho propio. Otra pérdida de muy difícil por no decir imposible reparación. ¿Cómo explicar ahora los vínculos marineros o la relación de esta ciudad con el mar sin ese museo?
Y citar el intento, en los años ochenta, del tándem César Manrique-Fernando Higueras, el genio lanzaroteño y un arquitecto madrileño cuya obra figura en el MOMA de New York, cuando se empeñaron en potenciar un museo de ciencia y tecnología en unos locales de la urbanización La Paz, junto a la carretera del Botánico, en cuyo exterior, encerrada en una urna de metacrilato, instalaron como reclamo una pequeña locomotora.
Algunos soñamos con el Carnaval o con el turismo para dar razón de ser a un museo que albergase la historia de la ciudad. El primer motivo, con una clara inclinación promocional; y el segundo, con un más que evidente reconocimiento al sector productivo que sustentó su desarrollo social y económico a partir de los años cincuenta del siglo pasado y terminó de consolidar una atrayente oferta de encantos y atractivos naturales, a la par que los producidos por la mano del hombre.
Sueños, que no delirios. Menos mal que Nicolás González Lemus y Melecio Hernández nos dejaron un volumen que refleja muy rigurosamente esa indeclinable vocación turística a la que nos hemos referido en varias ocasiones.
No fueron delirios sino realidades que nos permitieron apreciar los valores del arte religioso las que se concentraron en aquella exposición titulada Sacra Memoria que, en junio de 2001, dio un lustre considerable al 350 aniversario de la fundación de la ciudad. Fue posible acercarse a la historia del municipio a través del patrimonio artístico-religioso.
Le correspondió a Pablo Amador Marrero ser el comisario de la exposición que tuvo como marco la Antigua Casa de la Real Aduana. Sus salas albergaron medio centenar de piezas, fundamentalmente  pinturas, esculturas y obras de orfebrería de estilo barroco, pertenecientes a los fondos del obispado y a colecciones particulares. La colaboración de la Diócesis y del Cabildo Insular, junto a la coordinación de Marián Montes de Oca, fue decisiva para el éxito de la convocatoria que contó, además, con un libro muy bien documentado. El presupuesto rondó los cinco millones de pesetas y fue financiado íntegramente por el Ayuntamiento.
Hasta que en febrero del presente año cristalizó una idea con la que se completa el trío de los museos que ahora mismo pueden ser visitados en esta ciudad. Hablamos del Museo de Arte Sacro, localizado en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia. En la mente de un estudiante portuense de último año de carrera de Historia del Arte, Eduardo Zalba González, mientras estaba al frente de la parroquia el agustino Benigno Gómez, bullía el propósito de agrupar piezas valiosísimas y bienes patrimoniales, además del aprovechamiento de dependencias del templo para su adecuada conservación y admiración.
        Digamos que suyo, de Zalba, fue el anteproyecto, asumido por el actual párroco, Ángel Castro, que confió su rigurosa realización a Juan Alejandro Lorenzo, doctor en Historia del Arte, y Manuel Jesús Hernández, licenciado en la misma disciplina. Durante dos largos años, los preparativos y acondicionamientos dieron como muy digno resultado un museo que vale para interpretar el cosmopolitismo de la ciudad desde el hecho religioso. Un resultado que avalan, en preceptiva secuencia,  la Delegación Diocesana de Patrimonio, la  Comisión del Patrimonio del Cabildo Insular y la Comisión Mixta Iglesia-Gobierno de Canarias.
        El museo testimonia la historia, el culto y las devociones que la iglesia matriz atesoró desde su fundación cuyos antecedentes se remontan a principios del siglo XVII. Si algunos de ustedes aún no lo han visitado, solo tenemos que recomendar sin reservas que lo hagan. Historia, cultura, arte, creatividad y coleccionismo se entremezclan en una exhibición permanente desarrollada -si se quiere, con modestia, pero también con sobriedad: alardes, los justos- en dos espacios de la iglesia que entrañan los valores de su intrahistoria y antiguo uso: el camarín de la imagen del Gran Poder de Dios, en el que se guardaban los enseres de la misma y otros bienes del templo; y la sacristía mayor que cuenta, como se explica en el folleto ilustrativo, con antesacristía y escalera procesional de acceso al camarín alto o de la Virgen de la Peña en la parte opuesta. “La recuperación de estas salas -dicen los responsables de la actuación- es una circunstancia altamente positiva y, como podrá comprobarse a lo largo de la visita, persigue el fin de rescatar, en la medida de lo posible, su ornato, apariencia y definición primigenia”.
        Por completar la descripción: el museo dispone de siete secciones o ámbitos diferentes que se articulan en torno a dichas estancias, comunicadas a su vez por un pequeño pasillo interior que lo aísla de la iglesia propiamente dicha. En torno a ellas se distribuyen más de doscientas piezas que guardan relación por su uso o significación litúrgica, aunque ese hecho no se produce siempre bajo las habituales concomitancias temporales y artísticas: otra vez la reflexión de Pamuk: el tiempo, los tiempos, transformados en espacio.
        El doctor Juan Alejandro Lorenzo les haría un enjundioso resumen del recorrido, a partir del doble hándicap con que se acometió la actuación museal: las características del espacio físico disponible, de un lado; y el carácter desigual de las piezas (poca escultura, poca pintura), de otro. Tales condicionantes hacen que prime el discurso, la interpretación didáctica de las piezas. Y eso nos permite descubrir el valor catequético, adoctrinador y el carácter supraparroquial, hasta concluir en que nos encontramos ante la historia misma de la ciudad, o al menos, en una parte muy importante de ella. Todas las piezas y ornamentos, en efecto, nos acercan a la realidad histórica de un templo, de una parroquia.
        El majestuoso templete del Santísimo, conjunción bicontinental de credos y creatividad; los libros litúrgicos del siglo XVIII, llegados posiblemente tras la desamortización; fragmentos del antiguo piso de la iglesia, losas sevillanas y piedras de cantería;  custodias y cálices; el retablo de Montemayor, fabricado con madera de boj en el primer tercio del XVIII y apto para una minuciosa investigación; la Cruz de altar, plata en su color y original de un anónimo toledano, y otros bienes que aparecen en vitrinas y paredes permiten afirmar que la Peña sea la parroquia canaria con el mayor volumen de platería civil asociada al culto religioso.
        De modo que entre aquel Museo Gómez, germen de los concebidos en la primera andadura del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias y el de Arte Sacro, sobre el que hemos desmenuzado algunos rasgos con la intención de que despierten la curiosidad de quienes aún no lo conocen, han transcurrido años, tiempo, para crear un rico y atrayente espacio. Confiemos en que la experiencia muralista de hace unas fechas tenga continuidad y hablemos, con toda propiedad, de un museo de arte urbano que puede vivirse desde la calle.
        “Pero no olvidemos -como dice el crítico de arte y docente bonaerense Juan Orellana- que el museo es una institución donde la sociedad guarda, conserva, expone y muestra los objetos valiosos para la Humanidad. Tanto obras de arte, documentos históricos, del hombre, de la naturaleza, de la técnica y la ciencia. La finalidad última es conservar, guardar, proteger, restaurar todos aquellos objetos que hacen a la vida del hombre”.
        El museo, es cierto, ofrece un servicio a la sociedad; en el caso específico de obras de arte, elige y selecciona aquellas que tienen valor estético y artístico y que representan al hombre en sus distintos períodos históricos. Los dispone y expone para la apreciación y valoración de sucesivas generaciones.
        En su Día Internacional, esta visión ‘reportajeada’ -si nos admiten el término periodístico- ha querido destacar que, al menos en el Puerto de la Cruz, los museos, con sus luces y sombras, con sus dificultades y limitaciones, son o han sido algo más que una aspiración.
Podemos compartir aquella confesión de la actriz británica Audrey Hepburn: “Vivir es como visitar un museo. Solo al final de la visita puedes darte cuenta de la belleza que has contemplado, de lo mucho que has visto y que has sentido, pensar en ello y recordarlo, porque durante la visita no tienes tiempo para hacer todo eso”.

        Tiempo y espacio, el de los museos, donde tanta vida se concentra. El que hizo afirmar al escritor argentino Jorge Luis Borges que “somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”.   

viernes, 16 de mayo de 2014

MUSEOS, ALGO MÁS QUE UNA ASPIRACIÓN (I)

Resulta poco ortodoxo comenzar con una justificación pero es obligada después de una información periodística aparecida hace unas fechas con un titular muy similar al de esta intervención. Pedro Bellido, a quien agradezco esta oportunidad, junto a la Asociación de Amigos del Museo, puede dar fe de que el nuestro, cuando ni siquiera habíamos comenzado a redactar el texto, le fue facilitado semanas antes de que Diario de Avisos publicara que “La ciudad aspira a albergar un museo de arte urbano en la calle”, cita textual del título de la información aludida.


Ocurre que llegó Mueca, ese Festival Internacional de Arte en la Calle que, en el programa de la edición recién clausurada, incluía como una de las novedades Puerto Street Art, un proyecto de mejora del entorno urbano mediante intervenciones artísticas en paredes medianeras, para entendernos: murales de medio y gran tamaño que habrían de propiciar una contemplación distinta y llamativa, una creación -mejor, en plural: unas creaciones- para admirar. Los muralistas, en efecto, tuvieron oportunidad de plasmar sus obras sobre privilegiadas paredes, “sin cuadrícula ni proyección de un boceto”, como se apuntaba textualmente en la mentada información. Y eso ha dado pie a que se interprete que la ciudad aspira a convertirse en un museo de arte urbano.

El objetivo, desde luego, es plausible pero, para evitar suspicacias y sesgos, era obligada una precisión, no fuera que se rebuscaran connotaciones e intencionalidades que no obedecen a la realidad. Estamos aquí para cumplir con un encargo de amantes del arte, para ofrecer una visión de intentos museísticos en la ciudad, proyectos que se desvanecieron por distintos motivos y realidades que han significado un costoso esfuerzo de promotores e instituciones.

De modo que hasta la irrupción de ese museo en espacios que forman parte de la geografía urbana, habíamos pensado inicialmente que, entre aquella iniciativa de los fundadores y primeros dirigentes del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias y la reciente apertura del Museo de Arte Sacro de la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, han transcurrido unos sesenta largos años en cuyo curso se han entrecruzado voluntades y realizaciones, pero también frustraciones y discontinuidades. No sabemos cuáles en mayor cantidad pero sí podemos afirmar que los museos portuenses han sido una referencia de la vanguardia intelectual de la ciudad y de los afanes emprendedores de su gente para proyectarla, para dimensionarla culturalmente y para hacer efectivo aquel pensamiento del escritor y periodista turco, Orhan Pamuk, premio Nobel de Literatura en 2006: “Los museos de verdad son los sitios en los que el tiempo se transforma en espacio”.

Así, se han sucedido etapas de desarrollismo, de modificaciones del modelo productivo, de esplendor, de estancamiento y de decadencia, en las que el hecho cultural siempre pareció condicionado y hubo de buscar su propio espacio. Solo la perseverancia de unos cuantos hizo posible que germinaran algunas semillas de proyectos museísticos. Con ella surgieron recintos -espacios- donde admirar la creatividad artística, la investigación de nuestros orígenes, el coleccionismo y hasta los avances científicos y tecnológicos.

El crítico y docente Ricardo Arcos-Palma, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, estudioso de las relaciones arte-política, publicó en febrero de 2009 un interesante y reflexivo trabajo sobre “El museo en la era de lo global”, en el que después de insistir en la capacidad de procesamiento de las informaciones e interconexión, fuerza de comunidad y ciudadanía entre los usuarios de los museos, interpreta, ciñéndose al arte, la dualidad de Pamuk, al tiempo que da sentido a nuestra apreciación anterior:

“En estos términos -escribe Arcos-Palma- el espacio del museo de arte es un espacio en constante transformación y mutación que se adecua a las oscilaciones y tensiones culturales de nuestra época. Ya no tendría sentido pensarlo como algo que solamente tiene que ver con un pasado, con un ayer. Eso deberíamos dejárselo a los museos de historia que bien desarrollan esta función. El museo de arte, en tanto espacio cambiante, es un espacio reflexivo donde las nuevas tecnologías empiezan a generar una nueva relación con el mundo circundante. Querámoslo o no, nuestras sociedades de la información globalizada están enmarcadas dentro de un inmenso universo comunicacional. El arte y el museo de arte están atravesados por este mundo informatizado. Resta intentar pensar -concluye- un museo acorde a estas nuevas realidades y exigencias de un mundo cada vez más globalizado”.

Lejos se estaba en marzo de 1953, fecha de la inauguración de esta casa, de alcanzar esos niveles de globalización, pero ya se hablaba de fomentar las culturas española e hispanoamericana en la primera Memoria de su junta directiva y de exaltar el contenido apostólico y cultural de la Hispanidad, proyectándolo sobre otros pueblos.

La creación de un museo de pintura moderna animaba a los primeros dirigentes para la realización de aquellas finalidades. En la obra que subtitula Medio siglo de historia cultural, compendio de la trayectoria del Instituto publicado cuando éste cumplió en 2002 cincuenta años, el profesor Manuel Hernández González consigna los que debieron ser, después de las contiendas bélicas, los orígenes de museos portuenses propiamente dichos. Se refiere primero a un museo de pintura moderna; y detalla después, al aludir a la apertura de la sede, a dos museos que llevaban los nombres de Luis Diego Cuscoy y Eduardo Westerdahl, “el primero dedicado al campo de la arqueología insular y el segundo al arte contemporáneo… Dos significativas salas que hablaban a las claras de la vocación y de las ansias de proyección social de esta entidad”.

En su relato, el autor destaca los esfuerzos de la junta directiva, de modo que en 1955 queda abierta una sala museo con el nombre del brillante acuarelista Francisco Bonnín Guerín, en homenaje por su contribución a “ensalzar las bellezas de nuestra isla”.

Pero más reveladores son los pormenores de lo que algunos consideran el núcleo original de la actividad museal en nuestra ciudad: es el célebre Museo Gómez, donado por Juan González San Juan y Leticia Gómez de González. Escribe Manuel Hernández:

“Estaba compuesto por valiosas piezas del pasado aborigen, entre las que destacaba el enigmático Guatiman, encontrado en Güímar, colecciones de mariposas, de armas y de maderas de los montes insulares. Gómez fue un comerciante portuense que se dedicó a la venta de testimonios arqueológicos de los primitivos habitantes de las islas, por lo que constituyó un fondo de primer orden, que nació en principio de su interés por vender “lo exótico” a los turistas que visitaban las islas a principios del siglo XX”.

En la obra del profesor orotavense, se resume en un capítulo ilustrativo “La frustración de un proyecto museístico de primer nivel”, una suerte de querer y no poder con tal de alumbrar el Museo de Arte Contemporáneo en la que no faltaron divergencias e intrigas. Entre los promotores, Eduardo Westerdhal y Alberto Sartoris albergaron una mayúscula decepción. Hay que lamentar la pérdida parcial de los fondos, en los que, al parecer, había obras maestras. Los intentos finales, como la exposición del Grupo de los Doce, en diciembre de 1964, fueron estériles.

Pero por fortuna, quedó semilla sembrada. Y ésta ha dado frutos con algunos hechos gratificantes que están frescos, en la mente de todos. Se van a cumplir, el próximo junio, siete años de la inauguración del museo que lleva el nombre de una figura insigne de la cultura canaria, Eduardo Westerdhal, artista surrealista, creador, escritor y crítico de arte, muy vinculado al Instituto.

Fue el director de la siempre tan mencionada edición internacional de cultura Gaceta de Arte, fundamental para interpretar las vanguardias artísticas española y europeas. Se le recuerda también por haber sido el organizador de la primera exposición surrealista que se celebró en el mundo, en 1935, en el Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña. Su intervención en la organización de la primera Exposición Internacional de Escultura en la calle, también en Santa Cruz de Tenerife, fue determinante. Buena parte de sus obras aún permanecen en vías y ramblas santacruceras.

Los actuales dirigentes del Instituto y los portuenses todos tenemos razones para sentirnos orgullosos de contar en este museo (con denominación abreviada, MACEW) con obras de artistas de gran renombre. La colección está distribuida en cuatro grandes áreas: una dedicada al surrealismo; otra al arte internacional en el período que va desde 1935 a 1964; una tercera al arte español de posguerra y finalmente, la que agrupa a autores canarios.

Después de cuarenta años, aquella aspiración se materializó en la remodelada Antigua Casa de la Real Aduana. La iniciativa propiciaba rendir tributo a la estatura creadora de Westerdhal y de otros sobresalientes autores, a la vez que saldaba, si nos permiten la expresión, una cuenta pendiente. Con el MACEW se ha logrado que el Puerto no pierda uno de los centros de arte que mejor puede proyectar su inquietud cultural e intelectual. Nos constan los propósitos de expansión para engrandecerlo. Solo cabe apoyar a quienes están en el empeño y esperan un resultado positivo de negociaciones con otras instituciones públicas. Solo decimos que ojalá no haya que esperar otras cuatro décadas para que fructifiquen.

En mayo de 1991, justo un día después de unas elecciones autonómicas y locales, abría sus puertas el Museo Arqueológico Municipal, ubicado en una vieja casona del siglo XIX, adquirida por el Ayuntamiento, que da a las calles San Felipe y Lomo. Durante un mandato municipal, nos tocó presidir el patronato que lo estructura. Con sus componentes nos percatamos del celo para investigar en nuestro pasado más remoto y para conferir al “conservacionismo” aplicado al arte el valor que realmente entraña.

Buena parte de sus fondos proceden de donaciones o aportaciones privadas. Celestino González Padrón, Telesforo Bravo Expósito, la familia Gómez y los herederos de Luis Diego Cuscoy son nombres destacados en la breve historia del museo. Hay una llamativa colección de cerámica aborigen, restos momificados guanches, utensilios, mapas, maderas, piedras, punzones y anzuelos de hueso. Esa colección constituye la mejor y más representativa muestra de alfarería guanche de toda la isla.

miércoles, 14 de mayo de 2014

ESPERANZAS Y TENDENCIAS NO CORRESPONDIDAS

En la controversia suscitada tras darse a conocer los resultados de la última Encuesta de Población Activa (EPA), hubo dos opiniones que contrastan los esfuerzos del Gobierno y del partido que lo sustenta (PP) para alimentar la idea, en vísperas de unas elecciones europeas, de que ya se ve la luz del túnel y la situación empieza a ser otra. Gracias a sus políticas, naturalmente.
Una, la del ministro de Hacienda y Administraciones públicas, Cristóbal Montoro: "Los datos de la EPA son esperanzadores". Otra, la del candidato al Parlamento Europeo (PE) por el PP, Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: "Esta EPA es muy positiva. Marca un cambio de tendencia".
Solo la necesidad de lanzar mensajes positivos u optimistas justifica apreciaciones como las que comentamos. El propio Montoro reafirmó la suya al añadir que "no nos tenemos que cansar de decir que sí estamos saliendo de la crisis".
Sin embargo, algunas magnitudes extraídas de la propia entrega de la EPA (referida al primer trimestre del presente año) no parecen corresponderse con esa autocomplacencia atesorada por destacados dirigentes del PP. Por ejemplo: hay trabajando ciento ochenta y cuatro mil seiscientas personas menos que en el trimestre anterior. Si durante ese período, se han contabilizado ciento setenta y seis mil ochocientos puestos de trabajo a tiempo completo y otros siete mil ochocientos a tiempo parcial, se confirma que en España se sigue destruyendo empleo, aunque de ello no hablen los empresarios que aplauden las medidas del Gobierno de Rajoy. La tasa de paro, en efecto, subió dos décimas en el trimestre, hasta situarse en el 25,93%. Muy alta.
Como alto es, siempre según la EPA, el índice de desempleo juvenil, elevado ya hasta el 56%. Y los parados de larga duración, tras el incremento del 0,33%, son ya casi tres millones. Ahí no acaban las cifras preocupantes: hay cincuenta y tres mil hogares más con todos sus miembros en paro, comparado el dato con el anterior trimestre. Son ya dos millones de hogares en esta situación.
De manera que, en un contexto de disminución de población activa (ciento ochenta y siete mil personas en el trimestre; y cuatrocientas veinticuatro mil quinientas en un año), las esperanzas de las que habla Montoro aparecen empequeñecidas y las tendencias invertidas que barrunta Arias Cañete no están bien interpretadas. Un poco más de prudencia y moderación sería aconsejable: quiere el Gobierno transmitir que está "en la buena dirección" y que sigue enderezando el rumbo. Sin embargo, los datos estadísticos siembran dudas sobre una recuperación real, es decir, aquella que puedan contrastar las clases medias y las más apremiadas.

martes, 13 de mayo de 2014

UNA SEÑAL DE OCHENTA AÑOS


Ochenta años cumple Radio Club Tenerife. “Escuchando la vida contigo”, dice el lema de la promoción conmemorativa de la efeméride. Son ocho décadas, en efecto, de compañía, de voces, de música, de información, de transmisiones, de publicidad, de impactos… en fin, de todo aquello que la radio puede contener, asumir y emitir. Radio Club Tenerife, integrada desde hace décadas en la Sociedad Española de Radiodifusión (cadena SER), es, por derecho propio, una de las principales divisas mediáticas de la isla y de Canarias.
            Los estudiosos y varios autores señalan la fecha del 13 de mayo de 1934 cuando comenzó a emitir desde la santacrucera calle Álvarez de Lugo. Uno de aquéllos, José Antonio Pardellas, premio Canarias de Comunicación, señala 1925 como el año en que se iniciaron unas emisiones experimentales de Radio Club Tenerife, a la que, cuatro años después, le fue asignada una licencia en onda corta, banda de cuarenta metros, la frecuencia 7.223,5 kilohercios. “Posteriormente -señala Pardellas- le fue adjudicada la concesión en onda media, con el indicativo EAJ-43, uno de los primeros que pudimos memorizar al convertirse prácticamente en un cita coloquial.
            Desde entonces, la trayectoria de la emisora ha ido enriqueciéndose a base de aportaciones e innovaciones que la situaron siempre en vanguardia de la radiodifusión tinerfeña. Manuel Ramos Vela fue su primer director y cofundador. Juan Artengo Vidal, el primer presidente. Cuando estalló la guerra incivil, Radio Club Tenerife fue una referencia informativa de primer orden, pese a las limitaciones técnicas de la época.
            En los años sesenta del pasado siglo, tales limitaciones se relejaban en una menor potencia. Cuando solo había cuatro emisoras en la isla, todas en onda media, y ya cultivábamos vocación por la información deportiva, la que más costaba escuchar, casi al final del dial. Por ahí seguíamos la “Caravana de la simpatía” y “Carrusel deportivo”, en conexión con Radio Madrid, según se precisaba en la conexión. Los nombres de Avelino Montesinos y Juan Rolo empezaron se hacerse familiares. Con ellos nos relacionamos años después, en el estadio ‘Rodríguez López’ y en otros acontecimientos deportivos. Fue la época esplendorosa de un espacio mítico, “Hora 25”, para el que hicimos alguna colaboración, cuando producía Gonzalo de la Vega y revolucionaba las ondas, con una desconocida información deportiva hasta entonces, José María García.
            Radio Club Tenerife tuvo su sede muchos años en la capitalina calle Suárez Guerra. Hasta allí, hasta sus vetustos estudios, dada la proximidad a la redacción de La Tarde, donde colaborábamos, acudimos en más de una oportunidad. Por allí, muy jovencito, pululaba Juan Carlos González Xuancar, al que apasionaba la información deportiva y con el que mantuvimos -ya nos habíamos consolidado en Radio Popular de Tenerife- una suerte de rivalidad radiofónica que nunca trascendió más allá de los límites que establecían los afanes juveniles.
            Hasta que accedió a la dirección de la emisora Francisco Padrón quien, curiosamente, concluidos sus estudios en Madrid y al vivir muy cerca, en La Laguna, asistió en directo, en Radio Popular, a algunas de nuestras audiciones. Padrón fue un innovador, pese a aquella frase tan repetida: en la radio ya está todo inventado. Demostró que no: arriesgó e imprimió un estilo muy peculiar, principalmente en lo que a inmediatez y cobertura informativa se refería. Claro que aquellos ‘flashes’, envueltos en una música tensa y cortante, terminaron por no gustar pues causaban alarma. Y los oyentes, cuando la escuchaban, se temían lo peor. La apertura de suplementos en frecuencia modulada fueron determinantes para expandirse y ganar audiencia.
            Entonces, Radio Club Tenerife se hizo con el liderazgo. Los estudios, redacción y administración quedaron emplazados en un moderno inmueble de la avenida Anaga. El aire vanguardista era innegable. Mejoraron aspectos técnicos como la potencia de emisión y las conexiones desde unidades móviles. Abrieron otra emisora en el Puerto de la Cruz. Se notó en los programas informativos, de la mano de Gilberto Alemán y Carmelo Rivero. En deportes, el Club Deportivo Tenerife se vio notablemente impulsado por el calor de las transmisiones, especialmente las que se hacían desde la península. También, el Náutico, aunque menos. En ellas descolló Xuancar, hasta el punto de que la SER le incorporó luego a su elenco de relatores. Entre Padrón y el propio Xuancar se inventaron acompasar las victorias del Tenerife con unas ráfagas musicales convertidas en himno.
            Es José Carlos Herreros quien releva a Padrón en la dirección de la emisora durante una breve etapa, hasta el acceso de Xuancar como primer responsable. El peso mediático se mantenía y hasta se elevaba, sobre todo en la estructura de la cadena. Algún programa, como “Tajaraste”, a media mañana y hasta los informativos del mediodía, registraban récords de audiencia (Xuancar nos confió la realización de aquél, por cierto, durante tres veranos consecutivos, ya en los años noventa. Pudimos contrastar la dinámica y la frescura de aquel estilo radiofónico, donde todos hacían de todo, si era necesario. Buen equipo, compenetrado, profesional… Trabajamos con plena libertad, a gusto, integrados. Un hecho memorable de aquellos años en que condujimos el programa: transmitimos el sorteo de las primeras competiciones europeas en que participaba el Tenerife. Y otra colaboración alargada en el tiempo: hicimos de fotógrafo, en “La portada”, de la mano de Jaime Pérez Llombet, un comentario de opinión breve, luego asimilado en varias tribunas radiofónicas). El “Club de la tarde”, en franja horaria vespertina, fue otro espacio muy popular desde el que fue posible seguir múltiples sucesos y acontecimientos.
            Juan Carlos González cambió de ondas radiofónicas. María José Pérez Caldeiro asumió la dirección después de haber verificado con éxito la gestión comercial. Y llegó Lourdes Santana para dirigir los destinos de Radio Club Tenerife, en una época difícil. Han ido sorteando los meandros de la crisis. Una nueva generación de profesionales se abría paso para que siguiéramos escuchando la vida, en ocasiones con promociones musicales y de otra índole, en directo. La radio en la calle, en los escenarios, más allá de los estudios, donde siempre hubo, por cierto, una selección técnica de primerísimo nivel.
            Ocho décadas de radio es toda una vida. Radio Club Tenerife ha estado pegada a los afanes y a las aspiraciones de un pueblo que tiene en ese nombre y en esa señal una referencia distinguida. Una vida que han ido contando en distintas etapas, con distintos estilos y con unos resultados que revelan, ante todo, el ánimo emprendedor y la capacitación profesional de quienes en esa casa se han desempeñado.
            Que la conmemoración sea provechosa.


            

lunes, 12 de mayo de 2014

ROTARIOS

Fue en diciembre de 1979, en el ‘Gran Hotel Tenerife Playa’, con presencia de su propietario, Cándido García Sanjuán, cuando fundaron el Rotary Club del Puerto de la Cruz. Manuel Alfonsín y Fernando del Hoyo Monteverde hoy pueden dar fe de ello. Se iniciaba entonces una andadura que llega hasta nuestros días, con una obra pletórica de contribuciones y realizaciones en causas sociales merecedoras de reconocimiento. Desde aquellas fechas son muchos quienes se han incorporado a la organización rotaria, en la que se han sucedido presidentes y directivos que acreditaron su voluntad y su compromiso de ser útiles a la sociedad de la que forman parte. Numerosos profesionales de distintos sectores han dedicado buena parte de su tiempo libre a los fines de la organización y desarrollan actividades periódicas que sirven para mantener el pulso de su vitalidad.
            Este mes de mayo, los rotarios portuenses tienen a su cargo la organización de la VI Conferencia del Distrito 2.201 en el que están encuadrados. El gobernador, Francisco Arcos Gabriel, habla del “orgullo de ser rotario” en su salutación, en sintonía con el lema escogido para la convocatoria, “Dar de sí antes de pensar en sí”. De eso sabía mucho, por cierto, José Miguel Morales Sánchez, un comerciante hijo del inolvidable José Morales Clavijo, que recorrió varios países americanos hasta que se asentó en la ciudad turística. Pepe Morales tenía tiempo para su vida familiar y empresarial y también para un Rotary Club cuyo nombre, en su relación caballerosa y paciente con los medios locales, contribuyó a proyectar. En buena medida se le debe la instalación del escultural emblema que da la bienvenida a la ciudad en la antesala del Jardín Botánico. Se esmeró y se desveló, emprendió y toleró: encarnó el compromiso de los rotarios, esas ganas de servir con eficacia y sin alardes. Por tal razón, en el programa de la Conferencia han incluido un tributo a su memoria que expresarán en el exterior de su vivienda en la calle La Hoya.
            Los organizadores, además de rendir cuentas e informes sobre actividades y de renovar cargos, hablarán de sus proyectos, de juventud y de aspectos de la sociedad de nuestros días. Y conocerán la realidad más cercana de la ciudad que han escogido para reunirse: uno de los programas del Plan de Modernización Turística que puso en marcha el Consorcio de Rehabilitación Urbanística, Puerto de la Cruz Xperience, podrá ser contrastado en detalle por las autoridades rotarias y los asistentes.
            En definitiva, una convocatoria muy apropiada para valorar los treinta y cuatro años de historia rotaria local que se cumplen el próximo diciembre; y para seguir dedicando a la sociedad egoísta y desigual de nuestros días los empeños que mitiguen sus necesidades y sus diferencias. El lema es toda una invitación. El altruismo y la condición de bienhechores se ganan con dedicación, perseverancia y entrega. Que la cita, pues, sea positiva y memorable.


sábado, 10 de mayo de 2014

SIN ESCUELA DE MÚSICA

Fuimos los primeros en decirlo públicamente hace meses: la Escuela Municipal de Música corre peligro, está en trance de desaparición. Teníamos razón: al cabo del tiempo, todo da a entender que, si no se produce un giro cuasi milagroso, el centro cerrará sus puertas el próximo mes de junio. Y es que los trámites de matriculación, habitualmente realizables en abril, ni siquiera han comenzado, en tanto que  las previsiones presupuestarias para las retribuciones del profesorado se agotan en junio. Un panorama desolador.
            El próximo lunes entregarán en el Ayuntamiento pliegos de firmas (más de cinco mil) en señal de disconformidad con el cierre que es también una manera de decir ‘no’ a tanto abandono, a tanta insensibilidad. La Escuela Municipal de Música, fundada en 1998, ha sido el núcleo de formación de muchos niños y jóvenes que se ven ahora sin opciones para iniciar o continuar sus estudios. En un mandato municipal tan agitado, aunque la placidez gubernamental vaya por fuera, la desaparición será una muesca más, otra anotación en el debe de un gobierno local quebrado y poco lúcido a la hora de encontrar alternativas a problemas como éste.
            El hecho contrastará la indolencia de la población portuense, algunos de cuyos sectores sueñan con actuaciones que requieren un gran esfuerzo inversor y un alto coste interno y luego ven (casi sin inmutarse) cómo se desmoronan dotacionales y prestaciones educativo-culturales.
            El colectivo de afectados ha hecho lo que ha podido. Ver el entusiasmo con que recogían las firmas, en las plazas, en el exterior de ventas y establecimientos comerciales, era merecedor de reconocimiento. Ese entusiasmo es digno de mejor premio. Han luchado hasta donde han podido. Incluso contra la incomprensión y la indiferencia. Las notas y las composiciones de su aprendizaje se tornaron en una afinada reivindicación popular. Que entreguen los pliegos de firmas, claro que sí, y que guarden copia; que quede huella en ese Ayuntamiento de  su afán, de su tenacidad y de su lucha hasta el agotamiento. Aún tienen esperanzas, como se deduce de un escrito, en el que señalan que “el daño ya está hecho pero no es definitivo”.
            Una ciudad que espera por una infraestructura marítimo-portuaria no tiene para mantener abierta una escuela de música. Sonará demagógico pero es la verdad.         Y lo peor es lo que dicen los afectados: “La total falta de información creíble por parte del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz en los últimos meses”. Eso ha promovido que los alumnos que han podido ya hayan formalizado su preinscripción en otras escuelas de los municipios limítrofes.

            Cuánta desidia, tanta insensibilidad. Otra cosa más que los portuenses pierden, si no hay algo cuasi milagroso.

viernes, 9 de mayo de 2014

IGUALDAD, MUCHO QUE RECORRER

Algunos datos conocidos hace pocas fechas ponen de relieve que la reforma laboral también ha impactado negativamente en la igualdad, un empeño en el que habrá que seguir volcando esfuerzos con tal, al menos, de reducir la brecha abierta. La población femenina tiene razones, desde luego, para sentirse defraudada y molesta: salvo honrosas excepciones, las mujeres con responsabilidades públicas en el Partido Popular (PP) se han ido desentendiendo y su activismo prácticamente ha desaparecido. Se ve que el poder condiciona.
El primero de esos registros: un índice de desempleadas cercano al 27%. Muy elevado. El segundo: durante el período de gobierno de Rajoy, se han perdido unos trescientos mil empleos femeninos. Muchos, no; demasiados. Tercer dato: 1,2 millones de mujeres no perciben prestación alguna por desempleo. Tremendo. Más: casi tres millones de mujeres están en paro. No hacen falta comentarios. Y finalmente, las partidas presupuestarias asignadas a políticas específicas de empleo se han reducido en cuatro mil millones de euros. Se explica, con ello, muchas cosas.
Así los datos, es natural que haya crecido el torrente crítico, no solo el que cruza partidos políticos y sindicatos. Por ejemplo, Borja Suárez, doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, señaló recientemente que las mujeres ocupan una peor posición en el sistema de la Seguridad Social al recibir pensiones muy desproporcionadas, un 40% de diferencia entre las masculinas y las femeninas. En su opinión, la situación es particularmente grave en nuestro país, “ya que el peso de las mujeres sigue siendo decisivo en la articulación de políticas sociales y en el sostenimiento del Estado de bienestar”.

La igualdad, por tanto, tiene que seguir siendo algo más que una aspiración, tiene que ser una causa. A pesar de las conquistas, que las ha habido, la crisis económica ha agrandado la brecha de la desigualdad, sobre todo en el ámbito laboral. La sociedad de iguales es posible, claro que sí, sobre todo a medida que ha sido posible lograr la superación de ciertos estereotipos y patrones de conducta. El cambio hacia ese modelo social de igualdad requiere aún de muchos compromisos y de avances que las mujeres seguro que quieren más rápidos y más operativos de lo que vienen conociendo.

jueves, 8 de mayo de 2014

GOCEMOS MUECA

Nada como hacer propia una iniciativa surgida para gozar de espectáculos al aire libre y fomentar hábitos culturales, nada como identificarse con ella. Se termina impulsándola y defendiéndola. Quienes estuvimos en la concepción y en el alumbramiento, al paso de los años, podemos sentirnos satisfechos. Mueca va, de todas maneras va… Como que hay hasta una plataforma cívica, Cómplices Mueca, organizada en una estructura abierta y participativa válida para contribuir al desarrollo de la convocatoria que, de esa forma, tendrá más valor. Es una confluencia ciudadana que debe transmitir algo más que un espíritu de equipo o colectividad: una convocatoria de estas características tendrá carta de continuidad y se consolidará si los actores sociales asumen un papel proactivo, si funcionan de manera coordinada y si encaminan hacia el éxito colectivo todos los esfuerzos que sean capaces de atesorar. Se trata, en fin, de una cooperación decisiva.
         De modo que este Festival Internacional de Arte en la Calle despliega este fin de semana una suculenta y atrayente programación que cuenta con dos llamativas novedades: por un lado, la creación de un espacio de conjunción entre directores de festivales internacionales y compañías de teatro con el fin de estudiar la viabilidad de futuras actuaciones, en La Recova, que era el nombre de aquel grupo teatral que a principios de los años ochenta retomó la sensibilidad teatral de la ciudad y llegó a experimentar con artes escénicas vanguardistas.
         Por otra parte, aparece Puerto Street Art, un proyecto de mejora del entorno urbano mediante intervenciones artísticas en paredes medianeras, para entendernos murales de medio y gran tamaño que propiciarán una contemplación visual distinta y llamativa, una creación -mejor en plural: unas creaciones- para admirar.
         Un despliegue, en fin, sobre doce espacios escénicos, un recorrido callejero, cinco paredes murales, cuatro calles temáticas, más de veinte locales y establecimientos con agenda cultural propia y con unos sesenta grupos artísticos.

         Gocemos Mueca, claro, en la calle, pero adquiriendo conciencia también de que esta iniciativa debe servir para entender que la cultura es un canal a través del cual se reinvente la imagen y la oferta turística del municipio. Si el Puerto de la Cruz ha sido pionero en tantas cosas que, de inmediato, fueron interpretadas para proyectar su nombre como destino turístico, que no se pierda esta posición avanzada para captar mercados. Ese diálogo entre turismo y cultura debe enriquecerse. Que programas y planes del Consorcio de Rehabilitación Turística se involucren o sean materializados por su propia acción tiene que resultar positivo a la fuerza. La marca Puerto de la Cruz es la ganadora.

miércoles, 7 de mayo de 2014

VARAPALO A LA EUFORIA TURÍSTICA

La euforia que vive el sector turístico español recibe un varapalo de consideración: la llegada de turistas extranjeros no se está correspondiendo con los ingresos por turismo internacional, de modo que esa correlación entre dos indicadores fundamentales para monitorizar la evolución y las tendencias de los mercados no se está materializando de forma adecuada, lo cual significa un riesgo evidente para la rentabilidad socioeconómica de destinos turísticos en parámetros de rentabilidad empresarial, creación de empleo, calidad de la oferta y erosión de infraestructuras y servicios.
            La Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (FRONTUR) que elabora el Instituto de Estudios Turísticos (IET) establece una comparación con los resultados de la balanza de pagos y arroja un resultado paradójico: durante los dos primeros meses del año, la llegada de turistas extranjeros a nuestro país aumentó un 12%; pero los ingresos dejados por estos turistas en el mismo período solo crecieron la mitad, es decir, un 6%. La descompensación es evidente.
            Es la Organización Mundial de Turismo (OMT) la que señala la estrecha y fuerte correlación entre los dos indicadores, destacada en 2012, año en que los ingresos del turismo internacional crecieron un 4% en términos reales en todo el mundo, un resultado similar al ascenso de las llegadas de turistas internacionales, según la misma OMT.
            En nuestro país, los dos primeros meses de 2014 arrojan esa llamativa disparidad, condensada en que han venido más turistas -lo que generó un incremento del gasto total- pero que gastaron menos por cabeza. He aquí los datos: durante enero y febrero del presente año entraron en nuestro país 6,17 millones de turistas, un 11,8% más que durante los mismos meses de 2013. Los llegados gastaron unos cinco mil trescientos millones de euros, un 6% más, según, como hemos dicho, la balanza de pagos del Banco de España.
            Veremos cómo evolucionan los registros de aquí a finales de año, sobre todo después de verificar los resultados de la temporada estival, en la que se han depositado muchas expectativas. De hecho, el sector privado se prepara para un verano singular, sobre todo si prevalecen las circunstancias en otros destinos que aconsejan viajar a España.
            Pero tengamos en cuenta esa descompensación entre afluencia turística extranjera e ingresos generados por la misma pues todo el sector se resiente. Si vienen más turistas, con las estadísticas en la mano, pero gastan menos, se reducen los márgenes del negocio. Hay que preguntarse si están llegando contingentes de menor poder adquisitivo o si no hay forma de superar ciertas técnicas de comercialización que favorecen una oferta poco competitiva.

            El desequilibrio es evidente y habrá que encontrar una explicación consecuente para corregir lo que sea necesario.

martes, 6 de mayo de 2014

EUROPA IMPLICA

Es cierto que no se recuerda tanta atonía en vísperas de una campaña electoral pero no hay que resignarse con ese fácil diagnóstico, convertido en un lugar común de la realidad política más cercana en el espacio y en el tiempo. La cita del próximo domingo 25 con las urnas para elegir un nuevo Parlamento Europeo entraña la suficiente importancia para el país, para la Unión Europea y para la propia política como para no inhibirse ni dejar pasar ni mostrar la más mínima indolencia con una actitud abstencionista: es el modelo social europeo lo que se dirime entre los votantes de veintiocho países. A un lado del modelo, el conservadurismo de políticas que se han revelado incapaces, con sus medidas identificadas con el austericidio y el beneficio de los poderes económico-financieros, de encontrar una salida a la crisis. Y al otro lado, la alternativa socialdemócrata del crecimiento de la productividad económica y del empleo para frenar el desmantelamiento del Estado de bienestar y garantizar, por consiguiente, la pervivencia del denominado modelo social europeo, fundamentado en la idea de que el mercado no es suficiente y por tanto debe ser gobernado a favor de los bienes colectivos.




Pero si las señales que anticipan un alto grado de abstención son inquietantes, no lo son menos las contenidas en encuestas de opinión que reflejan avances de partidos extremistas de la derecha y de radicalismos antieuropeos que hacen de la inmigración su principal baza para expresar el rechazo. Han ido creciendo el ‘eurodesencanto’ y la ‘eurofobia’, que hay que combatir con políticas de cooperación práctica que promuevan la solidaridad económica y social. “Necesitamos, en el sentido de la propia responsabilidad y de la responsabilidad común, más democracia, no menos”, llegó a escribir el que fuera canciller de la República Federal de Alemania y Premio Nobel de la Paz, Willy Brandt. Sus afirmaciones, cuando suenan cañones y se derrama sangre, suenan hoy a reivindicación que conviene seguir al pie de la letra.



Acudir a las urnas, pues, tiene muchas motivaciones que arrancan en la necesidad de preservar la identidad y diversidad europeas y prosiguen con la profundización de los valores compartidos por los europeos. Solo desde la Unión Europea parece posible el crecimiento inteligente. Para ello hay que promover el conocimiento, la innovación, la educación y la sociedad digital. Y aunque sea inevitable que estos comicios -al menos en período preelectoral- sean interpretados en claves de política nacional, hay que rehuir las tentaciones de políticas particularizadas o diferenciadas, basadas en excepciones y exenciones, con el fin de robustecer la solidaridad y anticipar la defensa de los intereses comunes, única manera de compartir costes y ventajas.



El proceso de construcción europeo ha sido costoso. Y ahora se trata de consolidarlo. Con el poder del voto. Con la legitimidad derivada para decidir. Menos atonía, más implicación, de verdad.



lunes, 5 de mayo de 2014

INQUIETANTE CONMEMORACIÓN

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró, en el acto conmemorativo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que “solo puede haber buen gobierno cuando los periodistas tienen libertad para examinar, escrutar y criticar”. Es un triple ejercicio, efectivamente, básico para cumplir una función que es determinante en la sociedad de nuestros días y en cualquier sistema democrático.
         La fecha ha servido para seguir defendiendo principios y valores esenciales en una convivencia plural y madura. Valores que se han visto y se ven amenazados o están riesgo como consecuencia de comportamientos poco favorecedores.
         Lo ha recordado la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en su manifiesto del presente año. Se explica recordando que “la libertad de prensa continúa sufriendo un alarmante incremento de las restricciones, como son las ruedas de prensa sin preguntas, los contenidos elaborados por los partidos, los bloques electorales y las iniciativas de distintas instituciones de limitar el derecho de información, además de la presión que resisten cada día periodistas por parte de determinados editores o de medios de carácter público”.
         La FAPE adopta para la ocasión un lema con el que persevera ante las circunstancias que concurren y los problemas de la profesión en nuestro país: Sin periodistas, no hay periodismo; y sin periodismo, no hay democracia. Hay que revalorizar el papel de los periodistas para que su tarea sea adecuadamente ponderada, para atesorar, cada día, en cada entrega, en cada texto, en cada pieza o en cada crónica, la credibilidad que solo se gana a base de informar con rigor y seguridad.
         El periodismo se desnaturalizará desde el momento en que los profesionales trabajen en condiciones precarias o supeditados a intereses espurios. Y ese periodismo, por sus carencias y limitaciones, no será útil a la democracia que, en determinados momentos, por cierto, se ve necesitada de una oferta informativa plural y respetable. Los poderes públicos propenden a los abusos si encuentran un periodismo inclinado o resignado, temeroso de que su praxis se vea amenazada.
         Un informe de la organización Freedom House, una organización que cuenta con ayuda financiera del gobierno de Estados Unidos, y del que se hace eco elconfidencial.com, advierte del retroceso experimentado en nuestro país. “Desde el inicio de la democracia, la libertad de prensa nunca había estado tan comprometida en España como lo está hoy”, se señala en su información que detalla las razones de ese empeoramiento: trabas impuestas por el poder político, condicionantes económicos y limitaciones legales a la libertad de informar.
         Por supuesto, el informe alude a la depresión que ha ido castigando también a la industria periodística, hasta llegar a concluir que “los periodistas se ven obligados a callar, les preocupa perder su puesto de trabajo”, razón que en muchos casos alimenta la autocensura y que ciertas noticias carezcan de adecuada cobertura.
         Por tanto, si se recortan libertades “para examinar, escrutar y criticar”, tanto la apreciación de Ban Ki-moon (pensada para un buen gobierno) como la reivindicación de la FAPE (eje fundamental de la profesión y del sistema democrático) son muy atinadas.
         Habrá que se seguir esmerándose.