viernes, 30 de septiembre de 2016

PAISAJE TRAS LA BATALLA

Lástima que no se conozca al autor porque hoy, en Canarias, con todo lo que está sucediendo en el ámbito de la política, habría que ponderarle y aplaudirle sin reservas. “La confianza se gana, el respeto se da, la lealtad se demuestra. La traición a alguna de las tres provoca perder todas”, es la frase sobre la que debería bascular la reflexión de quienes, de algún modo, están siendo protagonistas de los episodios que han llenado de sombras e incertidumbres la política en las islas, muy dada en otras épocas al surrealismo: es como si prefirieran la inestabilidad, el encono, la diatriba y el revoltillo. O la búsqueda de la gloria efímera de los titulares gruesos o llamativos, esos que en forma de supuestos mensajes animan el campo de las susceptibilidades y los recelos. Claro: no hay problemas que resolver ni demandas que atender ni gestiones que completar ni proyectos serios que desarrollar. Canarias, en política, huye de la lógica y de la coherencias, no escarmienta, prefiere entretenerse en el cuerpo a cuerpo de escenarios donde los actores interpretan papeles ya conocidos de obras ya sabidas. Juegos de poder, que dicen.

Luego, cuando se va despejando el paisaje tras la batalla, por muy fronteriza, por muy diminutiva que sea, se desperdigan los lamentos y los palos a la madriguera del refranero se reparten en un ejercicio infructuoso que solo sirve para acentuar la desafección de la sociedad hacia la política en general. Alguien, juicioso sin duda, se preguntó si tan difícil es cumplir lo que se acuerda, aquello que se rubrica en defensa de los sacrosantos intereses generales de la ciudadanía y que se evapora en un santiamén a poco que se encuentre un pretexto, incluso poco fundamentado, que tiene arreglo pero hace que el descosido se torne en grietas cada vez más difíciles de soldar. Agotado, escéptico y sin creer ya prácticamente en nada ni en nadie comprobará que aquel paisaje le resulta familiar y pensará que los canarios no tenemos solución. Los remedios solo sirven para eso: para aliviar y escapar una temporada hasta que suture de nuevo, hasta restituir la inestabilidad.

Qué poco dura la confianza, ¿verdad? Lo que cuesta ganarla y cuando parece que las partes la tienen, resulta que no la han cultivado lo suficiente. Crean órganos para atenderla y hacer un seguimiento. Y hasta para arreglar alguna discrepancia, que es natural, por otro lado, que exista. Pero no: por intereses, ambiciones o pruritos más o menos insondables, la confianza se va deteriorando y se hace poco, o nada, por restituirla a su estado original. Hasta que desaparece del todo. Sin confianza recíproca, no hay confianza que valga.

Y si no hay respeto, pues poco puede pedirse o exigirse. A las formas y a los contenidos de lo acordado, de lo asumido, para no estar dando vueltas. Cuando se pierde o no se dispensa, no quedan ni arrestos para despedirse como mandan los cánones y ya se verá cuando cicatricen las heridas y otros ocupen nuestros lugares. Fue bonito mientras duró. No nos merecíamos un final así y al día siguiente ya estamos incordiando otra vez.

La lealtad, finalmente, se demuestra con hechos y con palabras, si es que de verdad se piensa en los administrados, en sus afanes y en sus cuitas. Pero también en el daño que se causa a aquellos que, en determinado momento, confiaron en quienes, como versos sueltos, desataron ambiciones personalistas y actúan con una irresponsabilidad mayúscula, sin pensar por supuesto en los daños que causan, pues les da igual la irresponsabilidad mayúscula.


Entonces, todo se va descomponiendo. Y en el paisaje solo se aprecian los restos, aunque se escuchen deseos de revancha y ansias de salvar lo que ya no se sostiene ni con confianza ni con respeto ni con lealtad. La traición pudo con todo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

COLOSAL DESBARAJUSTE

Colosal desbarajuste: solíamos emplear esta expresión cuando ejercíamos responsabilidades públicas municipales. Aquellas crisis, aquellas trifulcas, aquella descoordinación, aquellos autoritarismos, aquellos irrespetos a las formas democráticas y al ordenamiento jurídico mismo… todo, lo definíamos así en el ámbito de una esfera municipal reducida pero capaz de albergar durante unos cuantos años insólitos episodios que se amontonaban para desprestigio institucional y de la propia convivencia local.

Colosal desbarajuste es también lo que se vive en el PSOE, culminado durante el día de ayer, miércoles 28, ya en negro crítico para la centenaria historia de la organización. Una fecha que ojalá fuera el punto final de un período ‘horribilis’ para el socialismo español cuya solidez se ha tambaleado por la conjunción de factores adversos pero también por errores propios.

Se comprende la desilusión de tantos militantes. Y el abatimiento y el desconcierto de simpatizantes y votantes. Con el refocile de los adversarios políticos y del derechío mediático ya se cuenta, pero importa bastante menos que las circunstancias anteriormente apuntadas. Porque un partido político se sostiene, entre otras cosas, con pilares estables que son los que permiten timonear y superar las tribulaciones y las adversidades. Los socialistas, que podían presumir incluso de democracia interna -imperfecta, si se quiere, pero la más avanzada entre las organizaciones políticas del país-, ahora ni siquiera saben dirimir las interpretaciones de su normativa estatutaria. ¡Quién iba a decir que a estas alturas faltaría madurez para salir de las sombras que se cernían!

Lo peor de la crisis: el vacío, los enroques, los enfrentamientos públicos, los recelos, la ausencia de diálogo, la incomprensión, la carencia de rumbo… Muchas vías, muchas heridas. ¿Cuándo restañarán? No es solo cuestión de tiempo. Como si fuera fácil el papel de ave fénix. Como si fueran a perdonar o a tener condescendencia. El socialismo español se resquebraja, el PSOE se fractura, está abierto en canal. Es un colosal desbarajuste, un sindiós. Con una crisis de este calibre, poco se va a valorar una extraordinaria aportación a la historia del país.



 Ya están tardando en la reconstrucción. Algunas personas quedarán con la dosis de sensatez reflexiva suficiente como para dar los pasos adecuados e iniciar una ingente obra colectiva que restituya ilusión. Siquiera.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL DÍA DESPUÉS



Toda mala situación tiende a empeorar. El dicho se cumple la mayoría de las veces. Una crisis puede abrirse hasta con una insignificancia pero cuando se desata y no se ataja, siquiera con una decisión drástica, va subiendo el descontrol y cuando se quiere actuar, ya es tarde. Hasta sumirse en el colosal desbarajuste. El horno de la política no está para bollos críticos, delicados y difíciles de digerir. Al revés, el personal, bastante harto y sin alicientes sólidos para volver a creer en algo, se siente cada vez más confundido y hastiado. Y es inevitable, pues, la sensación de rechazo.
La política se vuelve antipática, no solo porque sus actores directos así lo quieren sino porque quienes jalean desde ciertas tribunas (mediáticas y no mediáticas) aprovechan estas revolturas para hacernos ver el caos indómito.
No se piensa en el día después. Es decir, barruntar los escenarios de las consecuencias de las crisis, hacer todos los esfuerzos para reconducir las situaciones –pensando en los supremos intereses generales de la ciudadanía-, aportar todo el raciocinio y toda la sensatez posibles con tal de restituir la estabilidad, favorecer el ánimo constructivo, medir el alcance e imaginar los escenarios, todos.
Y eso hay que hacerlo con frialdad, con cordura, con buen talante y con unas mínimas dosis de estrategia a corto y medio plazo. Sobre todo, pensando. Valorando lo que mejor proceda, después de los inevitables sofocos de las primeras horas de la crisis desatada. Ahí se ponen a prueba los liderazgos, la generosidad, la visión estratégica y hasta los propios resortes democráticos.
Pero está todo tan encanallado, tan revuelto, tan intrincado, tan paisaje de jungla que hasta lanzar mensajes apelando a estas cualidades puede resultar contraproducente. Pero quienes nos resistimos a dejarse llevar por la corriente, perseveraremos. Aunque reconozcamos que toda mala situación tiende a empeorar. El día después es más importante, entonces, que la propia crisis y la conjunción de factores que la gestan y dinamizan.

martes, 27 de septiembre de 2016

CONSUMIDORES

El 85% de las personas consultadas considera que el sector de la hostelería en nuestro país es uno de los más importantes para la economía productiva. El 83,9% -hasta el 90% en la comunidad de Navarra- cree, además, que es una actividad de vital importancia para atraer turismo.

Se trata de un estudio elaborado por la compañía cervecera ‘Mahou San Miguel’, titulado “Los hábitos de los españoles en la hostelería”, en el que han sido encuestadas dos mil trescientas doce personas de 18 a 55 años (un 50,3% hombres y 49,7% mujeres) de todo el territorio nacional. El objetivo del trabajo consistía en conocer y contrastar las tendencias de los consumidores en los establecimientos hoteleros y su nivel de ‘cultura cervecera’. Y una finalidad añadida: sopesar la percepción que los españoles tienen de bares y restaurantes.

Hay una premisa significativa: España cuenta con más de doscientos setenta y cuatro mil establecimientos de hostelería, número que permite hablar de una oferta muy amplia y distinguir conceptos desglosados en la encuesta. Por ejemplo, la calidad de la comida, y el buen tiempo y las terrazas, aspectos muy bien valorados por los turistas según el 70,3% y el 67,5% de los encuestados, respectivamente.

La variedad de la oferta (58,8%), la celebración de ferias, rutas de tapa y fiestas populares locales o regionales (58,1%), la relación calidad/precio (57,8%) y el servicio gratuito de pinchos o tapas (53,1%) son otros aspectos valorados entre las personas consultadas. En ese sentido, siete de cada diez personas estima que la oferta de bares y restaurantes ha mejorado sensiblemente en los últimos años para adaptarse a los gustos o exigencias de los consumidores.

La valoración de los profesionales de la hostelería es otro apartado de la encuesta. Un 35,3% de los consultados cree que lo más importante de su conducta es que sean amables y simpáticos, mientras que para un 24,9% es la rapidez a la hora de servir y para un 18,8%, la honradez. Estas cualidades deben tener su importancia a la hora de dejar propina pues una mayoría lo decide según el servicio recibido, del que depende también la cantidad. Quienes siempre lo hacen (20,4%) superan a los que no la dejan nunca (17,8%).

Finalmente, el estudio de referencia distingue las principales razones para que los españoles acudan a estos establecimientos: reuniones con los amigos (88,9%); celebraciones (familiares o de otro tipo), un 88,4% y la desconexión o evasión del estrés cotidiano, un 86,6%.

En definitiva, clientes, usuarios o consumidores, somos constantes en nuestro paso por establecimientos hoteleros y diferenciamos singularidades y modalidades para justificar que forman parte de nuestro desenvolvimiento prácticamente diario.

lunes, 26 de septiembre de 2016

APRENDIZAJE E INNOVACIÓN



Seguimos atentos -en la medida de nuestras posibilidades- a la evolución de los medios de comunicación. El escepticismo que envuelve a los diarios impresos es cada vez mayor. Las alternativas tienen mucho que ver con nuevos modelos de negocio: para las empresas que ya han emprendido ese camino, no hay marcha atrás. Pero otras se resisten: hay temores que, en muchos casos,  se entienden. Mientras tanto, los profesionales asisten, dubitativos y recelosos, a su desarrollo cargado de incertidumbres. Se preguntan, sobre todo, qué les aguarda.

         Una respuesta podría ser la de Flor Coelho, responsable del departamento de Gestión y Training en la gerencia de Desarrollo Multimedia del periódico argentino La Nación. Preguntada por el perfil ideal o necesario en una redacción, aclara primero que prefiere hablar de habilidades de una persona en esa redacción y concreta después que “es necesario tener una actitud de aprendizaje e innovación porque te van cambiando las herramientas”.

         Las dos ideas o los dos conceptos, aprendizaje e innovación, en efecto, resultan fundamentales para ejercer el periodismo. Hay que llegar con la mejor voluntad de volcar en la práctica los conocimientos teóricos adquiridos y las tripas de la vocación. Hay que hacerlo con humildad, o si se prefiere, huyendo de tentaciones de divismo: se aprende de un compañero de mesa, de algún jefe o experto en la materia sobre la que se trabaja, de la lectura y consulta de distintas fuentes. Y luego, innovar, a partir de la implementación de nuevas tecnologías, programas o aplicaciones, utilizando provechosamente las herramientas, cultivando habilidades, creando un estilo propio y hasta cambiando hábitos de desenvolvimiento a sabiendas de que en las redes sociales fluyen incesantemente no solo criterios e interpretaciones de todo tipo sino opciones de multiplicar la dimensión del propio trabajo.

         El profesional sabe que las exigencias de hoy en día influyen poderosamente en su desempeño, sobre todo si se ve inmerso directamente en un proceso de cambio de modelo de negocio, es decir, si el medio impreso para el que trabaja se expande en busca de un multimedia o incursiona en el campo de eventos y convocatorias donde se interactúa, donde quienes son o han sido lectores habituales se convierten en sujetos o espectadores que manejan la inmediatez o acceden a los contenidos informativos con otra predisposición y por otros canales.  Otra cosa es cómo procesen el mensaje pero lo importante es que los titulares del día siguiente ahora son prácticamente instantáneos y circulan a velocidad de vértigo.

         El profesional tendrá que estar preparado -aprendizaje e innovación- para dar una respuesta apropiada, consciente de los destinatarios de su trabajo y de la orientación del enfoque editorial que sustancie el modelo de negocio.

sábado, 24 de septiembre de 2016

PURA POESÍA VISUAL

Una nueva entrega de Cuatro lunas, esa iniciativa de la Brigada del Arte, una plataforma cultural del Puerto de la Cruz que pretende acercar el arte al gran público, dinamizarlo desde recintos abiertos al exterior, otorgando a los creadores la posibilidad de explicar su obra en un diálogo abierto y sin formalismos.

La ‘ruta lunática’ tenía esta vez una estación en el Castillo San Felipe donde quedó se inauguraba -ni un solo miembro de la cen orporación municipal presente, por cierto- la exposición “Collige, virgo, rosas”, un tributo artístico a la belleza femenina, en particular a su juventud. Las sensaciones y las sugestiones se multiplican -sin importar el orden de los factores para obtener un admirable producto- para poner de relieve la sin igual naturaleza de la mujer, sus cualidades, su versatilidad, su misterio, su lozanía…

Lorena Martín, comisaria de la exposición, lo plasmó de manera muy elocuente: “Sus creadoras comparten así, en lienzo y carne, el común denominador de haber parido, y casi sin dolor, pura poesía visual”. En la planta superior del recinto, tres ilustradoras, Lucilla Bellini, Ana Martín y Silvia Watercolor, que componen un ‘collage’ pleno de atractivos. Y abajo, Paola Rivero, Émili Bermúdez, Mimí Mitsou y Unbekannten, con sus imágenes de técnicas combinadas entre fotografías e ilustraciones digitales, hablando “de melancolía, de un mundo onírico, del ensueño, de romanticismo y de misterio; pero también de fuerza, ligereza y frescura, de femineidad sin juicios ni tapujos”, según atinada descripción la fotografía de la propia comisaria.

La exposición tiene un complemento sobresaliente en las dos salas de acceso al Castillo donde se puede contemplar las obras de Nati de la Croix y Zebenzui Armas, ganadores de la segunda edición del proyecto Ponle cara, incluido en Cuatro lunas, los artistas mejor puntuados que reciben como premio la exhibición de sus trabajos en esta convocatoria.

Una alusión obligada a Lucilla Bellini, autora del cartel anunciador, tan lleno de matices, una obra más en la amplia colección; y a Naira González, creadora de una original y espinada señalética en algunos cuadros, concebida como arte sobre papel para quebrar tópicos e invitar a completar la visualización.

Collige, virgo, rosas” es el fruto, bajo las raíces de un tópico literario, de siete miradas femeninas sobre un poema visual, al que no falta la simbología de pétalos y espinas de rosas que adornan el suelo del recinto, acaso el esplendor y la caducidad de la belleza femenina, un carpe diem para contrastar que la poesía visual existe.


Esta es la prueba.

viernes, 23 de septiembre de 2016

GALLEGADAS

Muy pocas cosas causan asombro en política a estas alturas. Hasta quienes acuñaron lo de nueva política, protagonizan o viven hechos que abundaron en la de prácticamente toda la vida democrática. Ay, esos vicios tentadores que todo lo pueden. Pero, bueno: cuando surgen episodios singulares, de esos que llaman la atención, hay que fijarse en su razón de ser, dar respuestas a algunos porqués, aunque luego las repercusiones sean de perfil bajo o apenas den para dos o tres subjetividades tertulianas o para esas columnas que leen los fieles.
Un par de gallegadas, advertidas en lontananza de una campaña en la que la noticia más repetida ha sido el triunfo en las encuestas por mayoría absoluta del candidato popular, Núñez Feijóo. Poco se ha reparado en que en la cartelería y otros soportes de campaña no aparezcan los logos del Partido Popular. Cada organización es libre, desde luego, de exhibir a su manera, la que más le convenga, sus señas de identidad. Y si éstas son suprimidas, se puede argumentar y allá las evidencias; total… Cuando no se pone el logo en vallas, carteles o trípticos, alguna razón habrá. Pero a una buena parte del electorado, eso le da igual. Un compañero de antiguas lides televisivas, se refirió al hecho en vísperas de unos comicios municipales, como una forma de que no se identificara a los candidatos socialistas con el partido de ZP, decía él. No sabemos si ahora mantiene el mismo criterio. El candidato del PP a la presidencia de la Xunta zanjó días pasados la cuestión: “Todo el mundo sabe que soy el candidato del Partido Popular”.

La otra gallegada: el socialista Abel Caballero, alcalde de Vigo, ha hecho, en plena campaña, una declaración pública de lo más insolidaria. En referencia al candidato del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha dicho: “No es mi candidato ni mi lista”. Por supuesto, Caballero no participa activamente en la campaña ni aboga públicamente por Fernández, ganador de unas controvertidas primarias, reflejo de las pugnas intestinas del socialismo gallego desde que se empeñaron en liquidar a Juan Carlos Touriño. El alcalde vigués se queja de que no le han pedido opinión ni ayuda. Por todos esos motivos, y porque ha concentrado todos sus afanes en ser reelegido (“solo un objetivo, por encima incluso de mi partido: Vigo”), Abel Caballero, disconforme con resoluciones orgánicas, protagoniza una de las conductas más insolidarias e inapropiadas que se recuerda. Con hechos así, ¿es de extrañar que su partido siga retrocediendo, Núñez Feijóo amase una nueva mayoría y el nacionalismo galego gane respaldos y peso político en aquella comunidad? 

jueves, 22 de septiembre de 2016

LA CARA 'B'

Hasta el mes de agosto pasado, más de cincuenta millones de viajeros extranjeros visitaron España,un 8% más que en 2015, pero las centrales sindicales, Comisiones Obreras (CC.OO) y Unión General de Trabajadores (UGT), mayoritarias en el sector, ya han frenado los triunfalismos advirtiendo que detrás de los sucesivos excelentes registros existen aspectos no tan sobresalientes que conviene tener en cuenta. Son las sombras.

Es decir, el turismo español tiene una cara B. Al dorso de esos indicadores, están, por ejemplo, los de la precariedad laboral. Porque se supone que con el crecimiento de viajeros y de niveles de ocupación ha aumentado el nivel de contrataciones. Pero el empleo creado, según el secretario general de la federación de Servicios de CC.OO.,José María Martínez,“es precario, a tiempo parcial y, en muchos casos, fraudulento”.

Sostiene Martínez que los datos oficiales no se corresponden con el empleo declarado pues se trabajan más horas de las contratadas, lo que, en la práctica, significa un fraude a la Seguridad Social. Fuentes de ambos sindicatos coinciden en señalar que tan favorables indicadores suponen también “un récord en precariedad laboral”.
El empleo turístico, pues, no sale bien parado en esa cara B de la que hablan los sindicalistas. Seguro que se estarán notando los efectos de la reforma laboral, especialmente en lo que concierne a la precariedad,la circunstancia que más quejas inspira. Otro hecho: han proliferado los contratos a través de empresas multiservicios, lo que incide, según interpretan, en la remuneración de los trabajadores, un 30% inferior a la establecida en los convenios sectoriales. Así, para el secretario general de la federación de Servicios de la UGT, José María Cilleros, las estadísticas del turismo “esconden falsos autónomos y contratos formativos, subcontratación y externalización”. Habrá que tenerlo presente para cuando se conozcan los próximos registros del mercado laboral.

El mismo Cilleros concluye que el crecimiento turístico no está teniendo repercusión en los salarios, por lo que “no habrá turismo de calidad con estos niveles de pobreza laboral”.

De modo que se va conociendo mejor la cara B del turismo español. No se trata de amargar y mucho menos de hurgar en heridas que,según se aprecia en la esfera laboral, no han terminado de cicatrizar. Lo que se quiere es que los beneficios, aunque acompasados, se correspondan con mejores condiciones de trabajo para la mano de obra que, pese a las limitaciones, sigue demostrando estar a la altura de las circunstancias y de las exigencias.


miércoles, 21 de septiembre de 2016

MUY EN SERIO



Va muy en serio el asunto del que nos ocupamos el pasado lunes: presencia de despachos de abogados británicos en el exterior de vías y hoteles del sur de Tenerife, predispuestos para captar clientes a los que tramitar posibles reclamaciones por haber enfermado en el establecimiento y compensarles mediante un método muy bien urdido. No quisimos emplear entonces la palabra estafa pero, a medida que se van conociendo detalles, todo da a entender que eso es lo que puede estar fraguándose tras los furgones y mesas anunciadoras.
Ya dijimos que los dirigentes de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife (Ashotel) se había reunido con el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, y el comisario principal de la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, José María Moreno, para exponerles la naturaleza de las prácticas contrastadas este verano y expresarles la preocupación que propicia este incipiente fenómeno -ya con antecedentes en Baleares y Costa del Sol- que, de no ser atajado, puede generar, a la larga, impredecibles consecuencias. Los perjuicios para las empresas hoteleras, si tienen que afrontar indemnizaciones, son evidentes. Se supone que, en el marco de sus competencias, la policía ya estará contrastando elementos para actuar en consecuencia.
Ahora también llegan noticias sobre el particular desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), dispuesta a combatir, con la firma profesional Tourism and Law, los abusos que se vienen advirtiendo en las demandas interpuestas por los bufetes británicos de abogados.
La CEHAT ya dispone de un plan de acción que recoge “actuaciones directas y contundentes a todos los niveles”. Se ha dirigido al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno, García Margallo; al embajador británico en España; a los consulados y al presidente de la Asociación Británico de Agencias de Viajes (ABTA), para solicitar una actuación firme orientada a frenar estas prácticas supuestamente fraudulentas. El plan prevé también poner en conocimiento de los hechos al organismo que vele por la deontología profesional de los letrados del Reino Unido con el fin de que estudie y determine si estamos ante casos de mala praxis contraria a los códigos deontológicos.
La CEHAT complementa su iniciativa con el desarrollo de una amplia campaña de comunicación y de jornadas formativas dirigidas al propio sector a efectos de estar bien posicionados y dar una respuesta eficaz ante el problema que se ha desatado.
En este aspecto, será fundamental la prevención. De momento, la firma Tourism and Law señala que son acciones elementales informar al cliente, en el momento de registrarse, de que el personal del hotel estará disponible en todo momento para cualquier dolencia o circunstancia que requiera de su atención. En el momento de su salida, también le será ofrecida la posibilidad de una comunicación en la que deje constancia expresa de cualquier incidencia o de que todo ha transcurrido adecuadamente. Los hoteles decidirán sobre la utilización entre su clientela de un documento específico.
Lo dicho: el asunto reviste importancia, incluso desde la proyección de las marcas o destinos turísticos. Atentos, pues.

martes, 20 de septiembre de 2016

LA POLÍTICA BUSCA; LOS SUCESOS, NO

Es una gran verdad la que escribe la investigadora de la Universidad de Sevilla, profesora Rosa María Rodríguez Cárcela: “La información política buscaba al periodista, mientras que la información criminal tenía que ser investigada por el periodista”. Hoy en día, la situación es muy coincidente, salvando las circunstancias tecnológicas, líneas editoriales y alguna otra.

Pero es así: la política lo es todo, o casi todo. Las instituciones, los partidos, los núcleos de información política generan considerables volúmenes de datos, enfoques, declaraciones, relatos históricos y previsiones que son trasladados a redactores, más o menos especializados, hasta inundar su mesa de trabajo de modo que solo sea necesario hacer las llamadas indispensables para su verificación o un mínimo contraste. Hechas las excepciones de los grandes acontecimientos (investiduras, tomas de posesión, cumbres, dimisiones, votaciones de alguna ley, relevos…), prácticamente es innecesario acudir al lugar de los hechos. La información política fluye incesantemente y busca al periodista porque es su propio interés.

La profesora Rodríguez Cárcela, en un trabajo publicado por la Revista Internacional de Historia de la Comunicación del que se hizo eco Fernando Pérez Ávila en Diario de Sevilla, diferencia esta dinámica -¿o cabe decir también mecánica?- de lo que ocurre con los sucesos, sección que, junto a los deportes, sobrevive gracias a que exige presencia física para la adecuada y más creíble cobertura y al entusiasmo y desvelos de quienes tienen encomendadas las tareas correspondientes.

La “información criminal”, como llama Rodríguez Cárcela, obliga, de inmediato a una mínima búsqueda. Se trata de desplazarse al lugar de los hechos: un siniestro, un accidente, un caso de violencia de género, una violación, un encierro, un incendio, un secuestro… Hay que ir allí para ser notario de lo que acaece, para preguntar a testigos y a fuentes oficiales. Pero hay que moverse, hay que hacer una investigación de mínimos.

Pero esto no hay que confundirlo con el protagonismo, tendencia que se ha advertido en algunos profesionales, enviados especiales o presentes, sencillamente, en la que -por seguir a la profesora Rodríguez- sería la escena del crimen. Recordemos lo ocurrido con aquellas imágenes de los atentados terroristas de París o Bruselas. Se trata de evitar que peligre la integridad física, por un lado; y que un exceso de audacia o de celo del profesional desvirtúe o desvíe lo esencial de la noticia.

Otra cosa, en ese sentido, es el tratamiento que se le dispense a la información con ulterioridad. Los riesgos de amarillismo son evidentes. Se trata de no incurrir en alarmismos ni exageraciones. “Son los días en que la gente compra por fin el periódico”, nos dijo una vez un gerente que se entusiasmaba, en una suerte de morbo, con tres o cuatro páginas de abundante información gráfica. Puede haber, en efecto, una mayor demanda informativa pero debe primar siempre el equilibrio y el rigor, entre otras cosas, para conferir los adecuados valores de haber estado sobre el terreno y haber iniciado un trabajo -aún con las exigencias de la inmediatez y al apremio- basado en la visualización y la investigación elemental de lo sucedido.

La credibilidad se gana ahí.

lunes, 19 de septiembre de 2016

EL NEGOCIO DE CIERTAS DEMANDAS

Habrá que estar pendiente de los resultados de la reunión que la patronal turística de Tenerife, ASHOTEL, mantuvo días pasados con el Delegado del Gobierno en Canarias para tratar sobre las prácticas, supuestamente fraudulentas, de despachos de abogados británicos interesados en la interposición de demandas a cargo de turistas que hayan sufrido algún tipo de indisposición o quebranto de salud durante su estancia vacacional en determinados establecimientos hoteleros. Las demandas se formalizan contra las empresas utilizando subterfugios legales en torno a su responsabilidad última ante cualquier incidencia que afecte a los clientes.

ASHOTEL ya ha formulado algún tipo de denuncia en el Cuerpo Nacional de Policía, como consecuencia de haber detectado la presencia en las proximidades del establecimiento de furgonetas que, adecuadamente pintadas o formateadas, sirven de reclamo y primer punto de atención a turistas y curiosos que exploran -en mesas complementarias- la posibilidad de obtener algún tipo de beneficio económico en caso de que prospere su demanda. El móvil de la tentación y del negocio: el despacho de abogados solo cobra si gana la demanda, lo cual es bastante probable pues es el turoperador el que abona el importe, restándolo posteriormente al hotel de su facturación. Si el circuito funciona sin alteraciones, la conclusión es evidente: ganan todos, menos el hotelero. Clientes afectados y bufete jurídico obtienen su indemnización y sus honorarios, en tanto que el turoperador, que no se detiene a verificar los términos de la denuncia, se desentiende de reclamaciones y complicaciones varias.

Nos recuerda el caso de los métodos de venta utilizados hace años por las organizaciones de ‘time-sharing’ (algo así como ‘tiempo libre compartido’), con agentes jóvenes de ambos sexos en calles, avenidas y plazas de entornos turísticos que, empleándose con cierta agresividad dialéctica, llegaban a forzar la firma de los clientes que habían captado, en muchos casos por educación, cansancio o aburrimiento. Téngase en cuenta que los vendedores cobraban según el número de precontratos suscritos. Las consecuencias vendrían después. El empresariado local tardó en darse cuenta de la negativa repercusión que aquellos métodos estaba generando. Y las autoridades locales se veían impotentes para atender lo que terminó convirtiéndose en un problema de orden público.

Estas prácticas de ahora parece que tienen antecedentes en otras zonas turísticas del país, como Baleares y la costa levantina cuyas federaciones empresariales turísticas ya han emprendido la vía judicial para tratar de erradicar lo que entienden como fenómeno pernicioso. No será fácil la solución si se tiene en cuenta que la presión de las demandas aumentará cuantitativamente pues en las redes sociales no solo invitan o animan a los usuarios sino que ya circulan informaciones sobre los pasos a seguir para formalizar una reclamación.

El sector debe estar activo, sobre todo si se prueba que, además de prácticas fraudulentas y no autorizadas, generan, a la larga, perjuicios económicos de imposible reparación.

En plena bonanza del sector, si esto se convierte en un fenómeno, el daño de imagen, además, puede ser considerable.