martes, 31 de mayo de 2016

VEINTICINCO CUMPLEAÑOS DE RADIO REALEJOS

Está de aniversario Radio Realejos (FM 107.9). Ha cumplido veinticinco años aquella emisora modesta que arrancó en 1991, con Cándido López como primer locutor, un poco a la aventura, a ver qué pasaba, pero con una probada vocación de utilidad pública.  No eran numerosos los ayuntamientos que por entonces se embarcaban en proyectos de comunicación -pese a que ya se barruntaba la revolución tecnológica y la invasión digital en el bosque televisivo era constatable- pero el de Los Realejos, con el entusiasmo propio de los principiantes y las ganas de ofertar una opción más en la comunicación con los vecinos y fortalecer la participación ciudadana, ocupó su espacio en el dial y empezó a crecer, con su escaleta, con su programación, con sus invitados, con sus primeras transmisiones… Era José Vicente González alcalde entonces.
         Pasados unos años, atravesando vicisitudes propias de medio público, Radio Realejos se consolidó, diríase incluso que como algo más que una emisora de estricto ámbito local. Su cobertura trascendía los límites del municipio: llegaba a una amplia franja de la vertiente norte de la isla. La cosa empezó a dejar de ser un entretenimiento voluntarista y sujeto a vaivenes de distinto signo para convertirse en una estructura mediática que se formalizó allá por la primavera de 1997, cuando se constituye por el Ayuntamiento realejero una sociedad mercantil de responsabilidad limitada, siendo su capital social de titularidad municipal. Según consta en la documentación tramitada, la sociedad tendrá por objeto social la prestación de servicio público de emisora municipal de radiodifusión sonora y el servicio de televisión local.
         Y así han transcurrido veinticinco años, un cuarto de siglo que empieza a guardar episodios, historias e hitos interesantes. Se han ido sucediendo los responsables profesionales de la emisora, han ido mejorando y cualificando los contenidos de la programación, hay indudables mejoras técnicas, nuevas voces han enriquecido la oferta mediática, han renovado y modernizado las dotaciones del emplazamiento, más programas, hasta de un libro de estilo llegó a hablarse… En fin, lo que se dice una emisora generalista de muy estimable nivel que, al cabo de cinco lustros, debe seguir madurando para cumplir con el papel de servicio público para el que fue concebida. Recordamos que en cierta ocasión, hace unos años, tras un estudio técnico de audiencia elaborado por una firma privada, pudo presumir de veinticinco mil oyentes. Y lo que es más: un 40% de la población del municipio seguía la programación de forma habitual. Los registros actuales, que desconocemos, deben haber mejorado.
         El seguimiento de la actualidad, la puntual presencia en destacados acontecimientos y sucesos y la cobertura de la actividad sociocultural hacen que los títulos de sus espacios sean cada vez más conocidos y populares -algunos de ellos, de orden temático y participativo- hasta constituir una referencia destacada en el panorama mediático del norte tinerfeño.
         Radio Realejos, veinticinco años de andadura, y pendiente aún de incursionar en otras modalidades de comunicación, dispone, en fin, de un bagaje que es un excelente soporte para seguir avanzando con seriedad y fundamentos en la función de servicio público competente y competitivo que le está asignada.

         Enhorabuena. ¡Y a por más!

lunes, 30 de mayo de 2016

EL PREMIO DE NARANJO

Paco Pomares dijo de él “nuestro Kapuscinski local”, sin exageración alguna, según su propia confesión. Tiempo después, Pepe Naranjo, periodista grancanario, bregado en los paisajes africanos más inhóspitos y en las realidades sociales más abruptas, ha sido distinguido con el premio Canarias de Comunicación, que recibe en ocasión del Día de la Comunidad Autónoma, allí, en su propia isla natal.
         Conocimos a Naranjo mientras anduvimos por la Delegación del Gobierno en Canarias, junto a José Segura, cuando se desató la crisis de migrantes de varios países, también denominada de los cayucos -embarcaciones artesanales sin quilla, utilizadas preferentemente para la pesca- y en el fondo, una auténtica tragedia humana que, a duras penas, y con grandes esfuerzos en todos los ámbitos institucionales, políticos y administrativos, fue mitigada no sin tensiones ni sinsabores.
         Naranjo estuvo allí, en la Delegación y en los escenarios de llegada en el litoral insular. Allí estaba para informar, para pedir datos estadísticos, para nutrirse de los primeros testimonios, para desdeñar las anécdotas… Siempre puntual, siempre comprometido, de inmediato se advertía que Pepe no era un periodista más, mejor dicho, no era un periodista cualquiera: aquel fenómeno de la inmigración irregular le dolía, sus querencias por el costumbrismo africano,  por el desesperante drama social que se vivía allí, a tan pocos kilómetros y que él conocía desde sus entrañas, en el propio territorio de los hechos, de las carencias y de las ilusiones, de las incertidumbres ignotas pero peligrosas y de la solidaridad más elemental, hacían de aquel reportero inquieto y curtido un profesional al que la audacia le resbalaba con tal de transmitir atinadamente lo que despertaban sus agudos sentidos periodísticos.
         Cuando acudimos a la presentación de Los invisibles de Kolda (Ediciones Península, 2009), el libro escrito junto a Magec Montes de Oca, con quien compartimos tareas profesionales en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, comprendimos mejor la sensibilidad de Naranjo con aquel mundo. El libro estaba concebido para mitigar una deuda impagable con las familias de los chicos que han muerto durante su viaje hacia Europa. “Ellos han revivido su dolor para que yo pudiera contarlo”, escribía el autor que confesaba su gran responsabilidad y el deseo de no haberles defraudado, tras aquel naufragio de un cayuco que, en la primavera de 2007, se cobró la vida de ciento sesenta jóvenes procedentes de la región de Kolda, al sur de Senegal.
         Aquel acto, en medio de una atmósfera en la que se mezclaban espontaneidad y emociones, sirvió para conocer de primera mano el testimonio de un periodista  “en las tierras donde no hay un estanque ni un tractor”. Por eso, no se agotó su visión plasmada en relatos sino que la extendió con solidarias aportaciones personales, de trabajo, de ayuda humana, de enseñanza… Las páginas de aquel libro eran el rostro de la tragedia. Contrariamente al título, las lágrimas sí eran visibles.
         Pepe Naranjo prefirió África, sus desafíos, sus dramas sociales -entre ellos, el ébola, del que también puede hablar con propiedad- a los cansinos debates de la sociopolítica canaria. Por eso siguió en aquel mundo, tan distinto y tan cercano a la vez, del que sabemos más gracias a su empeño y a su ejercicio, ahora reconocidos con el premio Canarias de Comunicación que en esta ocasión -sin desmerecer galardones anteriores- sabe a esencia periodística, a frescura reporteril, a compromiso y riesgo, a testigo o notario de odiseas.

         Paco Pomares acierta cuando le define: el Kapuscinski local.   

sábado, 28 de mayo de 2016

EL PAISAJE SUFICIENTE DE BELLIDO

“Es su paisaje y es suficiente”, dijo el profesor Nicolás Rodríguez Munzenmaier en la apertura de la segunda exposición del pintor autodidacta Pedro Bellido en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), una colección de acrílicos sobre lienzo que reflejan los entornos primigenios de agua y tierra, fuego y aire, en los que la forma del paisaje se queda con lo sustancial.
Bellido había debutado en la misma sala hace tres años. “El punto de partida de un nuevo artista”, había definido el crítico Celestino Hernández. De aquel bautismo pictórico, recordamos la sensibilidad paisajística interpretada con sobriedad cromática. La ha revalidado ahora el autor en sus interpretaciones de paisajes andaluces y canarios, en algunos motivos y ángulos hasta ahora no vistos, o en atardeceres impregnados del colorido cuyas pautas guió, allá en su Sevilla natal, el profesor Miguel Pérez Aguilera: “Plasma los colores y seguro que te salen las figuras”. De ahí que Rodríguez advirtiera que el autor está dotado de una innata intuición para el color.
Se propone Pedro Bellido volver al óleo pero antes ha querido dejarnos estos acrílicos, algunas abstracciones y otras composiciones depuradas. Sus visiones oníricas desnudan la atracción por los entornos. El autor, que reveló una biografía casi intimista, no ocultó una cierta osadía, sin duda evocando aquellos acercamientos de adolescencia con ‘titanlux’ y cera. Ahora, el atrevimiento convierte las coladas de lava, el magma incandescente o los atardeceres singulares (Nicolás Rodríguez dixit) en cuadros vitalistas, imaginativos, en los que la forma del paisaje se queda con lo sustancial.

En “El camino”, título de su primera exposición, hablamos de un Bellido que se iniciaba con afán de autoexigencia perfeccionista que, en esta segunda entrega, acredita con una mirada que le permite depurar los elementos de todo tipo con los que se siente identificado. Ha reafirmado la versatilidad de sus impresiones, hasta hacer ‘suficiente’ el paisaje de modo que no sea necesario adjetivarlo. El artista, siempre apoyado por la esposa profesora y familiares que conocen de su vena pictórica, sabe que empieza a madurar, por lo que puede incursionar y proponerse nuevos horizontes que servirán, seguro, para descubrirse del todo.

viernes, 27 de mayo de 2016

LA CRISIS SE QUEDA

Algunas estadísticas revelan que la crisis llegó a Canarias para quedarse. Serán notables los esfuerzos de las administraciones públicas y del sector privado para generar empleo y riqueza pero la realidad indica que relucen problemas que inciden en las condiciones de vida de los habitantes. Algunos de ellos, estructurales, se han enquistado de forma tal que nos hemos acostumbrado a convivir con ello y ya forman parte de nuestras singularidades. Otros, es verdad, han encontrado paliativos pero es difícil remontarlos. La sociedad insular, en fin, por muchos carnavales, por mucho deporte, por muy fácil que resulte el acceso a los bienes de consumo y por muchas grandes superficies o centros comerciales donde parece que nos movemos en el primer mundo o en satélites  confortables, tiene razones para andar preocupada por su presente y su futuro. Carencias, limitaciones y desigualdad son conceptos que la acompañan.
Echemos un repaso, por ejemplo, a los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre Condiciones de Vida de los españoles.  Señalan que al término del pasado año, Canarias tenía un 28,5% de su población en riesgo de pobreza, casi un punto más que en 2014, lo que la sitúa como la cuarta comunidad autónoma con más complicaciones en esta materia, detrás de Andalucía, Murcia y Extremadura. En 2015, los ingresos medios de cada residente en las islas se incrementaron de 8.302 a 8.640 euros a lo largo de todo el ejercicio, la quinta cantidad más baja del país. Son unos 800 euros por debajo de la media. Pese al incremento de los ingresos por persona, la tasa de hogares donde se pasan más dificultades para llegar a fin de mes, casi se ha duplicado y ya se sitúa en el 34,5%, la más alta del país. Otro dato inquietante, interpretando las cifras del INE, es que las familias canarias tienen muchas dificultades para afrontar los gastos periódicos asociados a la vivienda (hipoteca, alquiler, suministros de servicios): un 18,1% está afectado, el doble de la media española (9,4%).
Para qué hablar de las dificultades con las que se afrontan gastos imprevistos, un 67,7%; y de los que no pueden permitirse una semana de vacaciones al año fuera de casa, un 57,9%, diecisiete puntos por encima de la media estatal. Para qué hablar si los porcentajes son, en algunos casos demoledores. Aquí podrá haber récords de afluencia turística y recuperación de sectores productivos pero algo sigue fallando para que estemos lejos de un bienestar más generalizado.

Otro ejemplo: Cáritas, la Organización No Gubernamental de la Iglesia, dio a conocer ayer su balance de prestaciones en 2015 en el que se corrobora que la crisis no ha finalizado. Además de socializar las pérdidas -nadie está de libre de egoísmo, ha dicho el obispo de Las Palmas, Francisco Cases-, advierte de una cronificación de la pobreza. Siguen siendo malos tiempos para la lírica, desde luego.

jueves, 26 de mayo de 2016

EL PATRIMONIO MERECE ATENCIÓN Y SENSIBILIDAD



Había quedado pendiente una reflexión sobre el acuerdo del pleno del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz relativo a la creación de un consejo municipal para la defensa y y promoción del patrimonio histórico. La iniciativa del Grupo Municipal Socialista, respaldada por los otros grupos corporativos, se orienta a la puesta en marcha de un órgano asesor que “coordine y priorice actuaciones y al mismo tiempo articule actividades para el fomento, promoción y difusión del patrimonio histórico del Puerto de la Cruz y su aprovechamiento para ciudadanos y turistas”.
El acuerdo es oportuno y necesario. Por tanto, ojalá no quede en mera expresión de voluntad, una de esas tantas que se produce a lo largo de un mandato pero no luego no se materializa con resultados prácticos y tangibles. Oportuno, en cuanto que es el primer paso de una hipotética solución para frenar el deterioro de una parte del acervo patrimonial portuense y de una sensibilidad indispensable para evitar la pérdida de valores que, en el fondo, son representativos de la identidad urbanística del municipio. Necesario, porque de no atajar, en medio de un clima de progresiva indolencia, se extenderán las huellas de un paisaje urbano revelador de abandono imparable y de una inacción que solo conduce al desastre.
El propio acuerdo consistorial, en su exposición de motivos, lo reconoce: “En los últimos tiempos -se dice- nuestro municipio ha sido escenario de una notable pérdida de identidad y valorando las diferentes vicisitudes por las que ha atravesado y atraviesa nuestro patrimonio histórico, estamos convencidos de que solo a través de la participación y consenso se podrá con seguir que las decisiones técnicamente acertadas también se puedan convertir en socialmente aceptadas”.
Admitamos que no se trata de una cuestión fácil, que se despacha en breve lapso de tiempo o con unas actuaciones mínimamente planificadas y consensuadas. Aquí hay mucho de civismo, en primer lugar. De sensibilización, de pedagogía. Es una tarea prolongada, que requiere empeño y dedicación. Los actores sociales deben encontrar una voluntad nítida de la Administración. Esto es de todos, esto es el bien común. Por tanto, si se quiere una participación activa y sostenible, tiene que haber respuestas eficaces por parte de los poderes públicos. En ese aspecto, es mucho lo que hay que hacer en todos los campos: obras, monumentos, arquitectura, escultura, pintura, etnografía, conjunto artístico… Los planes de ordenación han de prever iniciativas concretas a la hora de delimitar. Por desgracias, la población portuense no ha sido muy sensible con estos temas. Es la hora de producir un cambio de conducta y de cultura.
Lo está impulsando, por cierto, la plataforma Maresía, cuyos componentes se batieron con denuedo para producir mejoras en el reacondicionamiento del paseo San Telmo sin pérdida de valores distintivos. Ahora, ha elaborado un interesante trabajo videográfico en el que se recogen los daños en inmuebles, edificios y zonas públicas que presentan una realidad lastimosa, acaso otro reflejo de la decadencia de la ciudad.
La iniciativa socialista, traducida en acuerdo unánime, pretende crear un consejo municipal para la defensa y promoción del patrimonio histórico. Bien. Se quiere convocar mesas de trabajo en las que participen técnicos, responsables públicos y de colectivos u organizaciones interesadas en el mantenimiento, restauración y conservación del patrimonio. Bien.
El propósito es claro. Ahora hay que pasar de las palabras a los hechos. Estemos atentos.

miércoles, 25 de mayo de 2016

LÁGRIMAS DE GUARDIOLA

La política depara, de vez en cuando, ironías que, en el fondo, revelan paradojas. Recordemos, por ejemplo, el caso de Manuel Fraga Iribarne, feroz opositor al Título VIII de la Constitución de 1978, cuando el texto de ésta era debatido y negociado en un contexto inusitado de expectativas. Años después, don Manuel -que así le reconocía todo el mundo- terminaría siendo elegido presidente de la Xunta de Galicia, cargo que ejerció un largo período. Qué ironía: discrepar de las autonomías y luego presidir una de las más importantes.
Ahora se registra en el fútbol, más concretamente, en una de las celebraciones de un título ganado por el Bayern de Munich, equipo alemán entrenado por Pep Guardiola quien, como saben, hace gala de su independentismo catalanista allá donde quiera que va o, si lo prefieren, niega su españolismo cada vez que puede.
Bueno, pues van a festejarlo, como es menester, y a alguien se le ocurre amenizar soltando por la megafonía el pasodoble ¡Viva España!, tan popular, desde luego, entre los germanos, que para eso ensalzaron nuestros tópicos allá por los años setenta del pasado siglo. Mientras sonaba, el entrenador catalán rompía en lágrimas.
No se sabe si por nostalgia o por frustración, o por emociones incontrolables sobrevenidas, lo cierto es que el llanto del técnico ha quedado registrado para los restos en una de las escenas más irónicas que se recuerda. 
Ya es oportunidad, desde luego.

Nota del autor.- La entrada del pasado sábado de este blog, titulada Notable discurso gráfico-artístico, ha batido el récord de visitas. 1.221, para ser exactos. Gracias a todos.

martes, 24 de mayo de 2016

ILUMINACIÓN PARA EL ENTORNO DE LA ERMITA



Apenas medio centenar de ciudadanos se concentraron días pasados en el recinto de la ermita San Telmo para protestar por el abandono en que se encuentra, especialmente sin alumbrado público desde hace meses. Llevaron velas y linternas. Llamaron la atención de los viandantes, desde luego. Como también el juego de unas ratas que hicieron acto de súbita aparición. Ese mismo día salía publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el anuncio de la licitación de las obras del proyecto de dotación.
Hay que ponderar el esfuerzo de quienes, en este caso, paradójicamente, han mantenido la llama encendida. Convenimos en que de no ser por la iniciativa popular, la oscuridad se hubiera prolongado. Es de lo más constructivo que se ha podido seguir en redes sociales durante los últimos meses. Pero no es menor contrasentido la insensibilidad de muchos portuenses con su patrimonio urbano e histórico. Lo han acreditado en otras ocasiones: el abandono de muchas cosas tiene la indiferencia por respuesta. Es como si lo de todos no fuera con ellos. Que se deteriora, que se cae, que se pierde… a resignarse, poco menos que fastidiarse.
El proyecto de rehabilitación del paseo San Telmo, tan controvertido, del que nos hemos ocupado en varias ocasiones, significó una cierta agitación social, explicitada, además, en días de fin de semana y festivos. Los integrantes de la plataforma Maresía hicieron lo que pudieron, con sus manifiestos, sus convocatorias, su difusión y hasta sus alegaciones en el contencioso entablado en los tribunales. No se salvó el muro pero nadie puede negar sus valores. Basta contrastar la cantidad de fotografías inéditas -alguna incluso de finales del siglo XIX- que circuló por las redes para apreciar y ponderar el carácter histórico y social.
La iluminación de la ermita y alrededores quedó fuera de las obras ejecutadas. Por las razones que sea. Lo importante es que la perseverancia de la citada plataforma, acreditada su sensibilidad por la conservación y recuperación del patrimonio arquitectónico y cultural de todos los portuenses, ha sido determinante para que la administración, aunque con demora, ofrezca ahora una respuesta apta para superar la oscuridad y para acondicionar adecuadamente un rincón siempre tan atrayente y tan entrañable para los nativos y visitantes.
Una vez más se ha demostrado que muchos pocos hacen un mucho. Por eso, aquel acuerdo del pleno del consistorio, promovido por el Grupo Municipal Socialista, relativo a la creación de un Consejo Municipal para la Defensa y Promoción del patrimonio histórico -que comentaremos en otra fecha- debe coadyuvar a esa sensibilidad ciudadana necesaria para preservar, en el mejor estado posible, las señas de identidad.

lunes, 23 de mayo de 2016

SORDIDEZ EN LA JUSTICIA

Todo lo que engloba el caso del juez Alba pone de relieve que hay que tomarse muy en serio los problemas de la justicia antes de que su progresiva pérdida de credibilidad alcance niveles irreversibles. Cuando jueces, fiscales o agentes judiciales se ven envueltos en casos de corrupción, vicios, extralimitaciones o componendas que traspasan claramente los límites de la legalidad, una espina se clava dolorosamente en el cuerpo social que es consciente del valor del poder judicial en una democracia que se precie, o más sencillamente, en el marco de una convivencia social, bastante asaeteada ya con crisis, extremismos, violencias, carencias y derivados como para tener que comprobar -en este caso, con tristeza- que también cuecen habas en el ámbito de la justicia.
         El citado caso trasciende el propio ámbito del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Los hechos que se van conociendo, el modus operandi, las reacciones de las asociaciones de jueces y la dimensión periodística -muy diferente, por cierto, en los medios de las dos provincias- que ha ido adquiriendo son como un disparo a la línea de flotación del propio sistema y su funcionamiento. Tienen que estar impactados en la esfera judicial, siempre tan respetada pero con casos como el de Alba, seriamente dañada. De ahí que se eche en falta una manifestación institucional, tranquilizadora, respetuosa con todos los elementos que concurren pero convincente y explicativa siquiera de mínimos que trasladen a la opinión pública la sensación de que el asunto no se ha ido de las manos procedentes. La estructura del poder judicial, sus órganos de gobierno, no pueden ni deben estar cruzados de brazos cuando se desatan problemas como el que nos ocupa: la ciudadanía quiere confiar en la justicia, es consciente de que se trata de un eslabón primordial no solo para dirimir pleitos y diferencias sino para garantizar por igual el cumplimiento de las normas y la defensa de los derechos.
         Tenemos que empezar a ser conscientes de lo que supone ver a jueces y funcionarios públicos en general envueltos en madejas de irregularidades, transgresiones, vicios y corruptelas. Si la crisis del sistema judicial ha sobrevenido como consecuencia de deficiencias estructurales, organizativas y procesales -sin olvidar las presupuestarias-, no es nada positivo que se agrave con la cuestionada participación -por sus propias y controvertidas decisiones- de quienes tienen que administrar justicia. Porque se pierde credibilidad, se evaporan los principios de ecuanimidad o imparcialidad y, automáticamente, se incrementa la desconfianza de la ciudadanía.

         Esto es lo más grave: contrastar que ni la justicia se libra de tanta sordidez.

sábado, 21 de mayo de 2016

NOTABLE DISCURSO GRÁFICO-ARTÍSTICO

Del conocimiento tecnológico al discurso artístico. Así transitan los alumnos de la Escuela Artística de Fotografía (EMF) de Los Realejos que  exponen ochenta y cuatro obras de otros tantos autores en el Castillo San Felipe del Puerto de la Cruz, espacio idóneo, ciertamente, para abarcar las ideas, los matices y los resultados de los disparos de quienes han ido haciendo de la fotografía una inquietud sensible, una sensibilidad creativa, convertida incluso -a tenor de lo que explican- en una verdadera pasión.
         Realizaciones en color y también en blanco y negro, en su mayoría de 50x50. Revelado digital, impresión ‘fine-art’ que tiene, por cierto, una curiosa traducción popular: ‘chorrotinta’.  La modalidad y la temática son de libre elección para los autores. Alfonso Baute y Narciso Borges, profesores y coordinadores de esta iniciativa, pueden sentirse satisfechos de esta exposición y de la experiencia derivada que ya estuvo en el TEA capitalino allá por enero/febrero.
         La experiencia consiste en la edición de un libro para llevar, de ahí las siglas EMF. Los alumnos de la Escuela presentaban dos trabajos que serían publicados en ese volumen no comercializado pero sí distribuido en bibliotecas públicas después de sustentarse con una parte de los autores y otra mediante ‘crowdfunding’, esa fórmula cada vez más popular de cooperación colectiva que llevan a cabo quienes se empeñan en un proyecto que financian a través de Internet.

         La Escuela Artística de Fotografía de Los Realejos ya ha cumplido diez años. Las exposiciones del TEA y del Castillo San Felipe, a las que se añade la edición del libro, suponen un salto definitivo en la madurez de su papel, orientado al fomento de la cultura, en concreto del arte fotográfico. Los alumnos, que tienen un primer año de iniciación, van enriqueciendo y manejando sus conocimientos a partir de la elección diaria de un autor diferente. Por eso, los excelentes resultados apreciables en esta colección que, de paso, es la consecuencia de una fidelización en la que se han empeñado los responsables del centro. Son los resultados de un notable discurso gráfico-artístico.

viernes, 20 de mayo de 2016

LA ESPERANZA DEL XIX

Se ha lucido -y no es la primera vez- el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de España (CEOE), Juan Rosell, al afirmar, hace pocos días, que “el trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XXI”.  Lo dice el jefe de los empresarios. ¿Cómo querrán  éstos ganarse la confianza de los trabajadores con declaraciones así? ¿Cómo no van a tomárselas como una provocación? ¿Es ese el mensaje más optimista y más procedente para sacar a los trabajadores -y a los desempleados- del pozo del precariado? ¿Cómo pretenden después que los radicales políticos no repliquen con aseveraciones tajantes? ¿Y que las redes sociales no anden con una efervescencia que se nota a la legua? ¿O será que, a empresarios de otras épocas, mensajes en consonancia? Inevitables preguntas.
Seguro que Rosell sabe que el siglo XIX fue el de la explotación laboral infantil. Curioso: un fenómeno que no ha desaparecido en algunos países y que debería avergonzar a responsables públicos y dirigentes empresariales que lo ven pasar ante sus ojos sin que se note mucho su iniciativa para mitigarlo. Entonces, los salarios no debían ser muy altos que digamos. Las jornadas laborales, además, eran muy largas, algunas de dieciséis horas. Y los derechos, ni mucho menos garantizados. Ahora, en los tiempos presentes, las aspiraciones son otras, entre ellas, que haya menos pobreza y desigualdad. Es posible que en el siglo XXI, el presidente de la patronal española aún no se haya enterado de que es necesario un modelo de sociedad donde se consigne el trabajo (a ser posible, fijo y estable) como un derecho. Por el que seguirán luchando, seguro, muchas personas.
Si en el futuro, en palabras de Rosell, “el trabajo hay que ganárselo todos los días” (y no le falta razón), no es menos cierto que resulta indispensable mejorar las condiciones en que se va a realizar, unas mínimas de incentivación para acreditar la valía, para trazar unos horizontes, para promocionar, para enriquecer la propia formación…

Con declaraciones tan desalentadoras, el empresariado solo consigue alimentar los recelos de los trabajadores. Puede que también su temor a perder el empleo. Pero así no avanza la productividad y se toca en las puertas de la explotación. Solo logra que los registros del paro, aunque las cifras mejoren de vez en cuando, cada vez sean menos creíbles. Y además, pensar que una de las aspiraciones más apreciadas es de hace dos siglos, como que no…

jueves, 19 de mayo de 2016

FRACTURA EN EL BRAVO PUEBLO



En la tarde de ayer, imágenes en directo de los disturbios en Caracas.  Feo todo: desespero de la población, violencia, represión policial, hasta el presidente de la Asamblea Legislativa (Parlamento), Henry Ramos Allup,  muy activo en la pretendida organización de los manifestantes y frente a las fuerzas y cuerpos de seguridad…
Venezuela es un volcán y todos lo saben. O deben saberlo. Oficialismo y oposición. Desde hace tiempo viene rumiándose un estallido social. Todo parece pendiente de alguna chispa que prenda y se convierta en incontrolada. Queda la opción del autogolpe, que no hay que descartar, máxime con los precedentes.
Situación crítica. Las imágenes eran preocupantes, interpretables de otras que serán peores. Lo peor es que tal situación se desarrolla con un pueblo al que le duele el estómago entre colas desesperantes y desabastecimientos prolongados. Millones de ciudadanos quieren revocar el mandato del presidente Maduro. Y éste que se enroca, sin límite de advertencias que suenan a amenazas. El régimen se resiste a dejar de serlo: al contrario, es como si quisiera desoír la voluntad popular, expresada en las urnas sin género de dudas. La revolución palidece hasta el fracaso pero la incertidumbre azota los horizontes y el futuro del país, a donde acuden ex gobernantes -entre ellos, el español José Luis Rodríguez Zapatero- en busca de una mediación que evite una catástrofe social.
El bravo pueblo del himno venezolano está fracturado. O conmigo o contra mí: a eso se está reduciendo la realidad, el retrato doliente de un país sacudido, pese a sus riquezas naturales, por muchos desafueros.
Ese bravo pueblo no quiere más yugos. Ese es el tema.

miércoles, 18 de mayo de 2016

RIESGOS DE UN SANEAMIENTO INCOMPLETO



De manera que tanta inversión en infraestructuras, en esas que son necesarias para mejores condiciones de vida y medioambientales -dicho en términos genéricos-, y resulta que han servido de muy poco. Al menos, tal como se informa en el periódico El Día (Raúl Sánchez, mayo 15), si más de la mitad del valle de La Orotava sigue sin estar conectado a la red de saneamiento, vamos a considerar que la red está incompleta o no funciona a plenitud, que falta información de las administraciones públicas y que la concienciación ciudadana sobre la gravedad de este problema es bastante escasa. De hecho, apenas ha trascendido preocupación en el mismo medio, en organizaciones y en redes sociales.
Los datos de la citada información son inquietantes: las redes para canalizar aguas residuales de hogares y empresas llegan al 51% del suelo urbano de Los Realejos, al 45% de los clientes del Puerto de la Cruz y al 35% de los de La Orotava.
Sumadas las poblaciones de los tres municipios, donde teóricamente debía funcionar una estación depuradora ubicada en término municipal portuense, se supera los cien mil habitantes. Tan solo en el Puerto, saber que aún está pendiente la conexión de la mayoría de los establecimientos turísticos (solo treinta y uno de los noventa y cinco hoteleros y extrahoteleros registrados lo están) pone de relieve que el problema es latente.
De La Orotava, los datos aportados por Sánchez no son mucho más alentadores: solo un 7% de los clientes de la Villa vierte sus aguas en la Estadio Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) localizada en Punta Brava. Otro 5% las envía a pequeñas estaciones similares localizadas en distintos puntos del municipio, en tanto que los residuos de un 23% terminan en treinta y cinco fosas sépticas municipales.
Los Realejos tiene, teóricamente, un 51% de suelo urbano con red de saneamiento efectiva; pero se desconoce el porcentaje de usuarios conectados. Algunos núcleos de población importantes como Icod el Alto o Palo Blanco aún no disponen de red.
Sin dramatismos, la sensación de que aún queda mucho por hacer en esta materia y de que las carencias agravan los riesgos de contaminación de acuíferos y de alteraciones medioambientales, va en aumento. Asusta el que tantos millones de tantas obras apenas han servido de algo. Las administraciones públicas implicadas deben ser conscientes de lo que ello supone. Esto sí que merece un seguimiento constante, una atención específica. Responsables políticos y técnicos competentes deberían acreditar posiciones más activas. Y los agentes sociales deberían estar más comprometidos y ser más sensibles o reivindicativos. A fin de cuentas, es su dinero que el financia el funcionamiento de las instalaciones. Y es su propia salud lo que está en juego.