A
ver si hurgando en la memoria somos capaces de escribir una entrada
con cosas nuevas que no se sepan o no hayan sido publicadas, ahora
que ayer se cumplieron cuarenta y seis años del encuentro inaugural
de la primera edición del Trofeo Teide de fútbol, con un campo
municipal “Los Cuartos” flamante, estrenando césped; y el
próximo martes será el aniversario de la gran final de entonces
entre el Deportivo de La Coruña, entonces en Primera división, y
Puerto Cruz, militante en la Primera categoría regional, con
victoria gallega (2-0).
El
Teide es un poco el torneo futbolístico de todos nosotros, de los
aficionados del Valle, de los futboleros entusiastas, el que vimos
nacer y al que contribuimos a que creciera, justo en unos momentos en
que el fútbol territorial parecía estancado y carente de
alicientes. Fue concebido para ofrecer espectáculo a los aficionados
de la isla que llevaban varios años acumulando decepciones y para
incentivar las modestas economías de los clubes regionales
promotores: Orotava, Puerto Cruz y Real Unión que, deportivamente,
de paso, tendrían la oportunidad de enfrentarse a un equipo grande o
de categoría superior.
Aquel
verano de 1971 fue particularmente movido en el Valle de la Orotava.
Ventura Machado alternaba su consulta y sus visitas médicas con la
dedicación a la Unión Deportiva Orotava que presidía en medio de
un gran respeto por su reputado prestigio humano y profesional. El
doctor Machado, con su inconfundible corbata de pajarita, se empeñó
en que “Los Cuartos” debía tener cancha de hierba. Desde finales
de abril de aquel año, comenzó la siembra. 'Maestro' Felipe, el
jardinero que cuidaba el césped del “Heliodoro Rodríguez López”,
tuvo a su cargo el proceso, en el que participaron muchas personas,
agricultores incluidos. Brotó y la alfombra lució esplendorosa el
11 de agosto, una inolvidable tarde de estreno.
Pero
antes de esa fecha sucedieron otras muchas cosas. Luis Guiance Abreu,
militar de profesión, era el presidente del histórico Real Unión
de Tenerife. Su estrecha amistad con Mateo Prada Canillas, quien
fuera Capitán General de Canarias, y antes de Galicia, facilitó las
gestiones que una tarde tras otra hacían con la directiva del Real
Club Deportivo de La Coruña, entrenado por Arsenio Iglesias Pardo,
el 'bruxo' de Arteixo, protagonista de un ascenso histórico. El
hotel 'Marquesa', del Puerto de la Cruz, propiedad de los hermanos
Díaz González, se convirtió en el centro de operaciones. Muchas
llamadas de teléfono, muchos telegramas, muchos güisquis revelaban
un tráfago desconocido en el fútbol regional de entonces. Guiance
aparecía acompañado de Ramón Jorge Frías, quien le sucedería en
el cargo años después, y de Darwiche, un ex jugador del cuadro
unionista en el que había depositado mucha confianza. Pedro González
de Chaves y Rojas, teniente de alcalde del Ayuntamiento portuense,
alternaba con Alberto Hernández Illada, presidente del C.D. Puerto
Cruz y fiel secretario general, Pedro Real González, celoso
cumplidor de todos los trámites federativos y secretariales. Por
allí tambien era visto Pepe Casiano Verano, que presumía de haber
jugado en Maracaná. Desde La Orotava se incorporaban los hermanos
Hernández Sánchez, Juan y Graciano, preocupados en la organización
de las taquillas, presupuestos, desplazamientos y otros menesteres.
Hasta
la celebración del partido inaugural que acabó con victoria del
Deportivo sobre Orotava (1-3), se vivió un frenesí desmesurado.
Había auténtica ansiedad balompédica. Los dos periódicos de
entonces, El Día y La
Tarde, rivalizaban en ofrecer la
mejor información. Hasta la llegada de la expedición coruñesa al
aeropuerto de Los Rodeos fue objeto de cobertura informativa. Al
frente del Coruña, su vicepresidente, José Pereira. Se alojaron en
el hotel 'Interpalace'. El club gallego no cobró su participación
en el torneo. Galindo anotó el primer gol de aquel partido en el
nuevo recinto orotavense, dirigido por Manuel Valle. En los
prolegómenos, acto de bendición a cargo del arcipreste y párroco
de La Concepción, Leandro Medina. Autoridades de entonces presentes:
Álvaro Acuña Dorta, delegado de Educación Física y Deportes; Juan
Cullen y Lugo , alcalde de la Villa; Miguel Ángel Morales Pestano,
presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol.
El
paso siguiente era la otra semifinal, que se disputó en 'El Peñón',
hasta que anocheció, entre Puerto Cruz y Real Unión. “Increíble
y maratoniano partido”, titulaba La Tarde. Todo
igualado hasta que se resolvió en los penaltis, después de la
prórroga y cuando ya la luz diurna agonizaba. Guiance apenas pudo
contener su amargura pues aspiraba a que su equipo fuera el
finalista. Lito y Basterra, ya fallecidos, fueron los héroes de
aquel trance que aumentó, vaya que sí, las expectativas para la
final, disputada en “Los Cuartos” el festivo 15 de agosto.
Aspecto
inmejorable el del recinto orotavense. Lleno total. Subieron guaguas
repletas desde el Puerto. La cancha, de nuevo, lucía flamante. Un
minuto de silencio en memoria de Salvador Ledesma, presidente del
C.D. Vera, quien esa misma mañana fallecía trabajando cerca del
campo que luego llevaría su nombre. La pregunta que todos se hacían:
¿cuánto resistirá Puerto Cruz? El caso es que jugó muy ordenado,
acaso favorecido por la lesión del internacional Manolete. Los
aficionados se pusieron del lado del más débil y hasta se
ilusionaron pero aguantaron hasta el minuto 70, cuando Beci superó a
un Lito sobresaliente todo el partido. El mismo delantero gallego
anotaría el segundo gol. Con los portuenses jugaría por última vez
un delantero de Los Silos, Cejas, quien al día siguiente, sin
avisar, se marcharía a Holanda y dejaría a la directiva del club en
la estacada.
Se
dijo que la recaudación de los encuentros disputados superó el
millón de pesetas, por lo que los clubes promotores se embolsaron
más de cuatrocientas mil, todo un pellizco para comenzar la
temporada. La experiencia había sido positiva en todos los órdenes
e invitaba a preparar una segunda edición con igual o superior
nivel.
Se
han cumplido cuarenta y seis años de aquella primera andadura de un
torneo futbolístico que se ha consolidado hasta el punto de ser uno
de los más reconocidos en el calendario veraniego patrio. Toda una
historia que pronto cumplirá medio siglo. Pronto. Que empiecen desde
ahora a preparar ese aniversario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario