miércoles, 16 de agosto de 2017

VINILOS

Finales de los años sesenta del pasado siglo y bien entrada la década siguiente, hasta la muerte de Franco, más o menos: fiebre por la música. El fenómeno 'beat', canción de autor, otros géneros, festivales, algunos pocos conciertos, el seguimiento de programas y de listas de éxitos, las novedades, los primeros pasos en la radio y discos, muchos discos, muchos vinilos. Aquellos 'singles', los Ep de cuatro canciones y los elepés. Y los álbumes. Ahorrábamos para adquirirlos en discotecas y bazares e ir formando la pequeña colección particular. Recordamos al malogrado Manuel García Tejera, quien poseía una de las más voluminosas que era la envidia de los jóvenes portuenses que nos movíamos por la música.
Hasta que llegó el casette y las orientaciones de la vida empezaron a ser otras para irnos alejando de la música, de aquellos estilos revolucionarios, de las míticas bandas, de la experimentación y de las opciones de reproducción que pronto sabrían el impacto de la imagen. La música siguió gustando... pero ya en otra dimensión, en otro ámbito, incluso temporal, en otros descubrimientos como fueron la clásica y la ópera.
Refrescó estos recuerdos un informe de la consultora 'Deloitte', publicado recientemente por el diario británico The Independent y cuya conclusión es reveladora: la venta de vinilos superará en 2017 los mil millones de dólares, algo que no se producía desde la década de los ochenta. Estamos, pues, ante una revitalizacón considerable de este formato al que la industria discográfica llegó a considerar, hace menos de una década, como un negocio en extinción. El informe indica que en 2015 se vendieron 3,2 millones de unidades y calcula que el vinilo signifique engtre un 15 y un 18 % del total de las ventas anuales de música en formato físico. El precio medio actual de un disco de larga duración es de diecinueve euros, un posible inconveniente para los consumidores, según la investigación de 'Deloitte'.
Pero, ¿cuáles son las razones de este renacimiento, de este nuevo auge del vinilo? Algunas iniciativas como el “Record Store Day”, la nostalgia por el sonido auténtico, el formato tangible de la música, las tendencias y las modas, pero, sobre todo, la concepción del vino como una pieza de coleccionista, dispararon las ventas que el pasado mes de diciembre superaron, por primera vez desde comienzos de siglo, el mercado de las descargas digitales.
Claro que la consultora advierte que el vinilo es como una panacea y que “nunca será la fuente la fuente primordial de ingresos de la industria discográfica”. Son conscientes de que el futuro del mercado se enfoca directamente hacia el formato digital. Pero también hay apreciaciones reveladoras, como las de Paul Lee, ejecutivo de investigación del departamento de tecnología, medios y telecomunicaciones de 'Deloitte': “Los consumidores prefieren comprar algo tangible y nostálgico y, si se ponen precios justos, ello supondrá grandes beneficios para las discográficas”, auguró queriendo prolongar la racha.
Y es que se prevé que el vinilo, en 2017, represente un 6 % de los ingresos totales de la industria musical, cifrados en torno a unos quince mil millones de dólares. ¿Quién lo iba a decir? Pero bueno, todo da a entender que, resurgimientos aparte, el futuro, como tantas otras cosas, sigue girando en torno a lo digital.

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