lunes, 8 de mayo de 2023

El background de María Luisa Arozarena

 

Lo primero que se debe decir de María Luis Arozarena Marrero, distinguida la semana pasada por el Gobierno de la Comunidad Autónoma, con la Medalla de Oro de Canarias, es que posee un ‘background’ (conjunto de conocimientos y experiencias que constituyen el bagaje de una persona) descomunal. Que venía a la isla un personaje público destacado, ya hiciera la cobertura ella misma o la encargara con los debidos antecedentes que memorizaba y detallaba con fruición. Que había una convocatoria llamativa que exigía un tratamiento informativo adecuado, la preparaba convenientemente y advertía tanto de la secuencia horaria como de las personas de contacto, por si se producía algún inconveniente. Que se desconocían los enlaces familiares de alguna persona fallecida, ahí estaba ella para precisarlos. Y si quedaba alguna sombra o dudas por desconocimiento, ella, en silencio, verificaba. Y se aseguraba. A su lado, hay que reírse de muchos argumentarios que circulan por esos ámbitos políticos. O en el metaverso.

Desde aquellos tiempos, ya lejanos, en que coincidimos, casi mesa con mesa, en la sede de Santa Rosalía, 85, de Diario de Avisos, se le apreciaban dotes de mando, mejor dicho, de organización y gestión, lo indispensable para tener a su cargo la sección de un periódico. Parecía orientarse hacia el periodismo deportivo pero ella escogió el generalista porque podía, porque tenía facultades y aptitudes para hacerlo. Nada o casi nada del panorama informativo le era ajeno.

Después coincidimos durante una breve etapa en el Centro Emisor del Atlántico de Radio Nacional de España, aún dirigido por José Antonio Pardellas, a quien relevó en el momento de la retirada. Allí descubrimos que esa magia atribuida en plan tópico era inagotable. Y eso que hacíamos un solo programa mientras ella estaba en la coordinación de informativos y en lo que hiciera falta. Por algo la llamaban ‘la jefa’. Cuando accedió a la dirección, pudimos palpar personalmente el respeto que supo granjearse con los subordinados y cómo era tenido en cuenta en eso que todos, en alguna ocasión, hemos llamado Madrid, con cuyos prebostes luchó a brazo partido para las desconexiones y otros menesteres. Mantuvo un exquisito equilibrio político de modo que nadie le reprochara algún tratamiento informativo o alguna ausencia en alguna comparecencia informativa. Y afrontó con éxito una expansión de la señal en todas las islas, el gran impacto de su gestión. Veinticuatro años, que se dice pronto, catorce como directora.

Cuando le llegó la hora de la jubilación siguió cumpliendo con las solicitudes de colaboración de otras emisoras que le llovían, respetando normativas y demás regulaciones de incompatibilidades. Un testimonio demasiado valioso como para desperdiciarlo. Y encima, puntual cumplidora, expresión certera de su compromiso y de su seriedad. Jamás ha concebido asumir una tarea sin que dejara de corresponder. Un día, unos minutos, una fecha, una sesión, un acto… Ella siempre ha estado ahí, donde la invitaban.

Por eso depositamos nuestra confianza para que asumiera la vicepresidencia de la Asociación de Periodistas de Tenerife (APT), cometido en el que siempre está predispuesta. Para lo bueno y para lo malo. Licenciada en Ciencias de la Información (rama Periodismo) por la Universidad Complutense de Madrid, pertenece a la primera promoción universitaria en estudios de Periodismo en España. Siempre fue una defensora a ultranza de la igualdad de oportunidades y mantiene un alto grado de compromiso social.

Arozarena, en definitiva, ha recibido un oro muy merecido. Seguro que muchos compañeros y compañeras que conocen de sus cualidades se han alegrado. Ha demostrado que la constancia es la virtud tras la cual todas las demás proporcionan su fruto.

Nos congratulamos. Siquiera para seguir disfrutando de su ‘background’-

 

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