sábado, 20 de diciembre de 2008

'PUERTOCRUZ LA NUIT'


Hubo un tiempo en que el Puerto de la Cruz fue el núcleo principal de la actividad nocturna de la isla.
El turismo, las extranjeras, el desarrollismo de los años sesenta, la liberalización de ciertos usos y hábitos sociales, el despertar de los jóvenes, las velocidades de la primera década de los setenta, el lento pero imparable aperturismo de los medios de comunicación, las facilidades y la adaptabilidad… todo, todo estaba al alcance y era muy fácil en aquel Puerto de intensa y vertiginosa vida nocturna en el que confluían parejas santacruceras de prosapia, profesores y estudiantes de La Laguna, empresarios y aprendices de ello enriquecidos en un plisplás y gentes de toda condición social llegadas de pueblos cada vez menos lejanos.
Todos en busca de diversión, de aventuras, de oportunidades, de modernismos… La oferta era amplia y generosa. Ambientes “in” y recintos apropiados. Claroscuros. Multifocos. Pasarelas. Diseños desconocidos y atrevidos. Humo que cegaba y no cegaba los ojos, cuando nadie pensaba que algún día llegaría la prohibición de fumar. Cerveza baratísima, güisqui de todas las marcas, blasier, mucho blasier, suéters de cuello alto, faldas que se iban acortando progresivamente y escotes para atraer miradas… Música “disco”, ritmos vanguardistas, orquestas clásicas, conjuntos que intentaban abrirse paso, guitarristas aficionados, algún cantante solitario que se atrevía, otro que oficiaba de imitador…
Y al día siguiente, o al lunes siguiente, a contar la hazaña. O a prolongar el enamoramiento. A pensar en cómo darle alegría al cuerpo la próxima vez. Las leyendas urbanas circulaban que era un primor a velocidad de bólido. Nadie quería perder posiciones. Y la facilidad para incorporarse a la carrera era asombrosa.
Fue un exponente de la época dorada de la ciudad. “Puerto Cruz la nuit”, acuñamos en su momento. Curioso, porque era una suerte de libertad allí donde no la había, una conquista anticipada. Era la exteriorización del cosmopolitismo y de los avances de la época. La noche giraba de forma mágica, sin parar, prácticamente todos los días de la semana, era la multiplicación de las luces y las músicas. Era la oportunidad para los besos, para los amantes, para los incautos, para los desaforados, para las ansiosas, para lucir galas, para derrochar…
“Puerto Cruz la nuit” conoció de grandes locales, de discotecas y ‘boites’ donde el ocio nocturno brilló sin reservas, donde jóvenes y menos jóvenes coexistían en un admirable ejercicio de tolerancia, donde la población nativa congenió con la extranjera traspasando las barreras idiomáticas con una facilidad pasmosa, donde los gays encontraron también sus refugios exclusivos para huir, precisamente, de la represión, donde… vivir, en fin, era sinónimo de diversión, de cierto lujo, de desenfado.
Bali, Alibabá, Tuset, Rendez vouz, Golden, Candy, Atlantis, Cita 3000, Cintra, Diana, Escandinavia, Blanco y negro, Number one, Why not, Bossanova, Cleopatra, Los Caprichos, Lido, Caballo blanco, Oasis, Poncho, Royal, Rancho grande, Lili Marlene, Santa María, Cocoloco, Sabor-sabor, Joy, Qatar, Bolero…
Nombres -sin necesidad de ser ordenados- para la historia. Seguro que hay más, por lo que si alguien se acuerda, sólo tiene que aportarlos para seguir evocando.
Aquel “Puerto Cruz la nuit” fue todo un símbolo, un movimiento ciudadano, una cultura… Algo que siempre merecerá licencia para la nostalgia.

6 comentarios:

Unknown dijo...

dos para el recuerdo: Maxim y Luces canarias

zoilolobo dijo...

Efectivamente, Salvador. Ese fue el "Puerto la nuit" que yo conocí y del que puedo dar testimonio sin faltar a la verdad para coincidir contigo en todos los aspectos en que ello afectó, no solo a la propia idiosincracia de sus ciudadanos, sino a la invulnerabilidad entonces de los trasnochados corsés éticos impulsados desde la dictadura y recomendados e inmediatamente amparados por los estamentos religiosos del momento.
"Puerto la nuit" devino en un resquico involuntario por donde se colaron todo tipo de libertades vetadas hasta entonces y dificilmente controlables por la autoridad casi siempre "incompetente" del lugar. Libertades alcanzadas por un sector juvenil concreto en medio de la gran noche y cuya culpa de tal conquista pudiera atribuirse, sobre todo, al estrecho contacto mantenido con otras distintas y distantes culturas que desde mucho tiempo antes habían sido ya capaces de haber alcanzado una democracia incuestionable, plena y sostenible. Los jóvenes jugarían en ese proceso un papel primordial y determinante al romper esquemas tradicionalmente heredados de sus mayores a partir, sobre todo, de 1936.
En ese sentido, y si me lo permites, una figura legendaria que bien pudiera ser perfectamente representativa de aquel movimiento que daría lugar a aquella otra especie de revolución furtiva, es la encarnada por el que fuera gran amigo de la mayoría de noctámbulos de la época, LOLO, a quién, en mi Blog, le dedico unas líneas sobre su particular aportación a aquel movimiento hedonista y que culminaría en las primeras eleciones democráticas con el final de la dictadura del general Franco.

Manuel dijo...

MANUEL NEGRIN
Que recuerdos tan agradables en edades inovlidables,que ahora lastimosamente son recuerdos que no pueden recrearse....salvo que Puerto de la Cruz cambie, aunque para eso no hace falta que se modifiquen sus gentes, quizás sí las "ideas comerciales". ¿O quizás también a éstos se les pasó el tiempo? Eran momentos en que, viviendo en Santa Cruz, tenía sana envidia de los que, como tú, tenían la suerte de vivir todo "el día" en el Puerto la Cruz "la nuit".

Suso dijo...

Muchas gracias Salvador, has logrado que vuelva a rememorar los tiempos pasados de estudiante en La Laguna y, como no, las escapadas nocturnas a Puerto de la Cruz, tiempos en que nos acercábamos a la marea, hoy el Lago de Los Martianez, para coger respiro, el aire fresco de la marea y, antes de volver a la ciudad de Los Adelantados , parada obligatoria en el Caballo Blanco, tomarnos un caldito y a estudiar.

Saludos
Jesús Rodríguez

Jesús Hernández dijo...

Soy de los que cree que el Puerto sigue teniendo su encanto y futuro, y recuperarlo tiene mucho que ver con lo que narras en tu artículo. Sólo con un gobierno canario y el cabildo implicados en su recuperación, se puede sacar adelante para que vuelva a ser puerta de entrada y conservar lo añejo con valor. Hasta la fecha no lo han hecho con gobiernos municipales de cualquier signo. Han tenido abandonado al norte de Tenerife.
Un saludo
Jesús

RAFAEL MOLINA dijo...

y la jaula, jeje,me ha gustado mucho.saludos.