Se recupera felizmente de un grave accidente de circulación José Carlos Gracia, pintor afincado en el Puerto de la Cruz que ha hecho del retrato un género atrayente en la vida pública canaria.
Ya goza de cierta movilidad, ya baja al estudio de su coqueto chalé de San Fernando por donde han pasado -y posado- personajes de toda condición social, profesional, empresarial y política. Allí cuelgan cuadros extraordinarios, de todos los tamaños, con motivos muy diversos pero preferentemente retratos, auténticas obras maestras, obras que llenan los ojos y en las que ha volcado con esmero sus innatas dotes pictóricas.
Hay que alegrarse de la reposición de José Carlos Gracia de quien Zoilo López Bonilla ha rescatado para su blog unas fotos de los tiempos del cuplé, que diría alguno. No, más recientes: son los buenos tiempos del Puerto de la Cruz a donde Gracia llegó enamorado de su luz y de la vida nocturna.
Allí, frente al ‘Café de París’, en la avenida de Colón, junto a las antiguas piscinas de Gilbert, el pintor montó su negocio. Hasta allí llegaba en su “Morgan” descapotable para desplegar, prácticamente a diario, el mismo ceremonial: desmontar los cierres, colocar el caballete, ajustar los focos… Y cuando no había trabajo o podía tomarse alguna licencia, José Carlos acreditaba su condición de “gentleman”. Era todo un señor al que los jóvenes de la época seguíamos de cerca en nuestro deambular por aquel ambiente turístico de la ciudad, cuando Martiánez efervescía a todas horas.
José Carlos Gracia me confió la primera presentación que hice de una exposición de cuadros. Sigo buscando ese texto, por cierto, con verdadero ahínco, pero no aparece, el muy perdido. Fue en la oficina principal del Banco de Bilbao (esa era entonces la denominación) en La Orotava, siendo Sosa el director de la misma y alcalde de la villa Francisco Sánchez García.
Desde entonces, cuajó una buena relación amistosa: he vuelto a introducir parte de su producción pictórica en distintas salas y he posado en el ejercicio de los cargos públicos que me han correspondido. Es más: José Carlos empleó a mis dos hijos para ilustrar otras tantas páginas del Gran Libro de los Perros editado hace años con gran éxito.
Suyos son los cuadros de todos los alcaldes del Puerto de la Cruz que cuelgan en el salón noble de la casa consistorial y que le encargó el malogrado Paco Afonso. Gracia, después, pasó temporadas en Madrid y en Marbella. Seguro que muchos de ustedes recordarán aquellas apariciones suyas en un espacio televisivo matinal de Jesús Hermida, donde él pintaba el rostro del personaje entrevistado. Al final, mostraba su obra y el público aplaudía. En los dos principales periódicos tinerfeños, Diario de Avisos primero y El Día después, ha publicado con frecuencia semanal la reproducción de los retratos que ha ido elaborando durante décadas.
El clima y la luz del Puerto le seguían atrayendo, de modo que se volvió para prolongar una admirable trayectoria profesional: jardines, invierno, paisajes canarios, el Teide, el mundo rural, goyescas, desnudos y retratos, sobre todo, retratos… los motivos se han ido sucediendo para deleite de sus clientes y de sus seguidores, ahora muy contentos, sin duda, al saber que José Carlos Gracia se repone y vuelve a pintar.
El arte lo agradece. Y en particular, el retrato.
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Para ver foto de José Carlos Gracia, en sus buenos tiempos, pincha en el siguiente enlace (blog de Zoilo López Bonilla)
http://zoilo-lopez.blogspot.com/2008/12/jose-carlos-pintor-y-retratista.html
sábado, 3 de enero de 2009
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1 comentario:
Hombre que sorpresa, ya somos más en la glob-esfera. Saludos fuertes y contundentes.
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