lunes, 8 de enero de 2018

LA DISPUTA DE FITUR

Bien, pues pasados los fastos, ya tenemos aquí la primera gran controversia del año: la modalidad presencial de los municipios turísticos canarios en el escaparate promocional de FITUR, una cita obligada para dar a conocer planes, proyectos, novedades, además de negociar y transar en el ámbito privado.

¿Solos, independientes o integrados en las iniciativas conjuntas de Cabildos y Gobierno de Canarias? Esta es la cuestión. Que no es nueva, por cierto. Recordamos cómo, en tiempos de la alcaldía, año 2000, hoteleros portuenses plantearon asistir a la feria madrileña de forma diferenciada. Nuestra propuesta fue debatir el asunto en el Consejo Sectorial de Turismo para luego decidir: gran sorpresa. Los que pedían desmarcarse, en el Consejo se manifestaron en sentido totalmente contrario. Finalmente, se decidió seguir en el estand de Canarias, también en las posteriores ediciones de las ferias de Berlín y Londres, claves en la captación de los mercados alemán y británico. Es verdad que en otras ferias (Düsseldorf, Barcelona, Bilbao, Bruselas, Lisboa, Vigo...) el Puerto de la Cruz, por razones de interés promocional particularizado, sí que acudió en solitario.

Ahora surge la polémica: los alcaldes y concejales de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias (Adeje, Arona, Guía de Isora, Mogán y San Bartolomé de Tirajana) han optado por disponer de un espacio propio, al margen del oficial canario que gestiona la empresa pública Promotur. La razón, según explican, es la necesidad de contar con un recinto específico “suficiente y propio del siglo XXI”. Añaden que el pabellón de la citada empresa no es el idóneo, incluso dicen que es obsoleto: “Obliga a compartir un espacio muy escaso”.

La postura, sobre el papel, rompe la unidad de acción en la utilización de los recursos, aunque los dirigentes de la Asociación lo nieguen: “Seguimos formando parte de Promotur. Ese estand también lo es de los cinco municipios”. Y por si fuera poco, apuntan que habrá en el mismo personal propio y que son los que aportan más fondos a los cabildos para promoción turística.

Cuestión de enfoque, pues. Que para eso hace acto de aparición la política. Desde Coalición Canaria (CC), en efecto, estiman que hay algo de frivolidad y que se debería trabajar en el sector al margen de las siglas. El secretario general de CC, Francisco Linares, después de afirmar que lo que late “es un intento de sacar rédito político”, entiende que, trabajando juntos en la promoción, “las cosas funcionan mejor”.
Abierta la polémica, se han sumado otras formaciones. Ciudadanos (Cs), por ejemplo, considera que es una mala noticia que las instituciones municipales no acudan juntas bajo una misma marca y reprocha al Gobierno de Canarias una cierta incapacidad para superar esta división y aunar voluntades de forma constructiva. “La consejería no ha hecho sus deberes”, dijo al respecto el portavoz de Cs, Mariano Cejas, que hacía un llamamiento para acercar posturas “para no poner en riesgo el destino turístico en su conjunto ni su promoción”.

Una especie de guinda coloca el consejero del Partido Popular (PP) en el Cabildo Insular de Tenerife, Manuel Fernández, quien habla sin reservas de divorcio entre el Gobierno, el propio Cabildo y los ayuntamientos turísticos. Partidario de racionalizar las determinaciones sobre el sector, estima Fernández que de no hacerse así, se asistirá a la división con el consiguiente daño de imagen y el despilfarro de esfuerzos y recursos. Por su parte, el consejero-delegado, Alberto Bernabé (CC), habla de la situación como “experimento con gaseosa” o “un afán de notoriedad” y apela a la unidad como mejor fórmula para obtener rentabilidad.

A la espera de saber, fehacientemente, cuál es y cómo se mide el 'rédito político', en lo que el sector debe esmerarse es en mejorar la oferta y el producto para que los índices de afluencia y ocupación sigan siendo tan altos como los registrados a lo largo de los últimos meses. A partir de hoy, incorporados todos a sus puestos, a ver si se reconduce el debate. La iniciativa privada tendrá algo que decir, por supuesto. En busca de una conclusión equilibrada y lo más satisfactoria, la presencia canaria en FITUR, con su diversidad, con sus productos y sus ofertas, pero también con sus rasgos comunes, en nuestra opinión debe estar caracterizada por el mejor aprovechamiento de afanes y recursos, por un enfoque pragmático que traslade, frente a otros destinos, unas condiciones apreciables de competitividad. Cabe cuestionarse si tiene sentido ser socio o miembro de Turismo de Tenerife si después se desmarcan de las acciones que emprende. Si se admite que la campaña está dirigida a un producto único, estas escapadas merman la efectividad. Una pregunta: ¿perjudica ello al resto de los destinos?

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