miércoles, 3 de abril de 2024

¡QUÉ CRUELDAD!

 

En todas las guerras siempre corre sangre inocente, se dirá. Pero hechos como el ocurrido ayer en Gaza, solo merecen la reprobación. Era la sangre de los cooperantes, de quienes están –estaban- allí para ayudar. La crueldad de los israelíes no tiene nombre, como otras muchas acciones, en este y otros muchos otros conflictos. Israel lo negará pero, por lo que se va sabiendo, quedan pocas dudas de un ataque premeditado a las unidades de la World Central Kitchen, la ONG del maestro José Andrés, que estaban allí para socorrer, para ayudar, para impedir que se prolongara la masacre. ¡Qué crueldad! La guerra va de mal en peor: las partes lo saben. Y la incapacidad de los humanos sigue creciente. De qué vale condenar y aclarar el brutal ataque, para qué sirve indignarse si la sinrazón lo puede todo. Que cese el fuego de una vez.

Un poco de comprensión… y de humanismo, por favor.

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