sábado, 8 de octubre de 2016

DIMENSIONES POÉTICAS

Desafiaron -incluida la presentadora, la polifacética Graciliana Montelongo- a los convencionalismos para hablar de lo suyo, de la prosa poética, de las estrofas sin rima, del verso libre y de los sentimientos liberados con la escritura en noches de insomnio, en trances anímicos desfavorables o en efímeras fases euforizantes.

Desgranaron metáforas, elipsis, metonimias, asíndeton y otras figuras poéticas intentando mostrarse tal cuales son, dispuestos a avanzar en su universo literario buscando popularizar la poesía, contagiarla y refinarla. Desmenuzando, si fuera menester, que para eso son las revisiones de los textos y las disputas con el editor.

Antonio Polinario, Víctor Yanes y Daniel Olivera Romero desgranaron Dimensiones poéticas (CURSIVa Editorial), el libro que presentaron días pasados en la biblioteca Tomás de Iriarte del Puerto de la Cruz. No fue, en efecto, una presentación al uso: cara a cara con el público, propiciando una interactuación, revelando los intimismos indispensables para la creatividad poética, sin osadías estridentes ni concesiones dialécticas superfluas, con espontaneidad sobresaliente, hicieron acaso lo que se habían propuesto: la poesía es una fuente, el amor, las emociones, la identificación, los sentimientos y las interpretaciones de la vida o de la realidad se plasman con un peculiar aire que envuelve los enfoques que, en el fondo, son una manera de ser y de caracterizarse.

En definitiva, poetas tal cuales, jóvenes, predispuestos, sensibles, labrándose su propio porvenir desde la base, alternando la escritura y los recitales con sus ocupaciones profesionales. Tantos gerundios indican que el proceso está en marcha. Montelongo estableció ciertas afinidades con tres poetas laguneros: Fernando Garcíarramos, Carlos Pinto Grote y Arturo Maccanti. La selección de unos poemas suyos ‘confrontados’ con los de los autores de Dimensiones poéticas reveló aspectos de su personalidad.

Antonio Polinario (Santa Cruz de Tenerife, 1972), docente, revela su valentía:
“… Sueño el sueño sincero/ de un amanecer sin miedo/ de una espiga rota/ en la arena del ruedo...”.

Víctor Yanes (Santa Cruz de Tenerife, 1974), estudiante de Psicología, profesional del Servicio Canario de Salud, vuelca osadía:
...Celebra que no importe, que no te hagan caso/, que te dejen en paz, no caigas ante/ la seducción de los cantos de sirena/ del goloso surtido de vanidades...”.

Y Antonio Olivera Romero (Santa Cruz de Tenerife, 1971), técnico en Actividades Físicas y Animación Deportiva, maestro de enseñanza Primaria, evoca en Llamadas perdidas, el dolor de un suceso en Madrid de hace unos años:
...El día se hace hueco en la tragedia/ de hierros retorcidos, quejidos/ sirenas que vienen y van…/ y en medio de este caos tan horrible/ algunos nos intentan engañar...”.

En las ciento veinte páginas de Dimensiones poéticas hay la suficiente frescura que nos permite descubrir las interioridades y la sugestiva creatividad de tres autores jóvenes, convencidos de que la poesía es un género apto para cualquier mensaje.



1 comentario:

Graciliana Montelongo Amador dijo...

Gracias por el comentario, gracias por estar junto a estos jóvenes y buenos escritores. Un abrazo y seguimos adelante con mucha ilusión, afrontando los baches juntos y siempre acompañados de la buena gente.