jueves, 20 de octubre de 2016

PREVISIONES TURÍSTICAS

El hecho turístico sigue de récords. Si se confirman las previsiones, Canarias culminará el presente año con más de catorce millones de turistas. La potencia del destino, coyunturas incluidas, se fortalece. Cantan las cifras: en septiembre pasado, un millón tres mil dieciocho extranjeros, ciento cuarenta y seis mil seiscientos veintiuno más, esto es, un incremento del 17,12% en el interanual. Eso significa que Canarias, por primera vez, en el ciclo enero-septiembre, los nueve millones y medio de pasajeros, un aumento del 14,12% sobre el mismo período de 2015.

Y los registros son los que hacen vaticinar a la consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo, que el presente ejercicio se cerrará con catorce millones de visitas. El listón se pone muy alto, desde luego.

Favorables augurios al margen, la misma consejera abre nuevamente el debate sobre el modelo y los límites de crecimiento que debe cobrar otra dimensión, en efecto, cuando estén aprobadas todas las normativas turísticas y se hagan las primeras estimaciones sobre el desarrollo cuantitativo y cualitativo de la oferta en islas que, hasta el momento, por las circunstancias que sea, han visto frenadas sus opciones de abrir o ampliar mercados. Se necesita mucho rigor científico en ese debate: tratar este asunto a la ligera, bajo la filosofía del crecer por crecer, con la experiencia adquirida y con muchas cuestiones aún por despejar o resolver, sería un error de proporciones considerables. Así han vivido en Baleares muchos años: solo velaron o se esmeraron en el negocio y aunque las islas mediterráneas son una potencia consolidada, turísticamente hablando, hay aristas que necesitan una revisión. Recordemos, sin ir más lejos, que el pasado verano, al desbordarse la llegada de turistas, se dudó hasta de la capacidad de carga del territorio, por no hablar de los niveles de servicios públicos que se prestan.

De manera que todos encantados con los récords pero consignando que hay asignaturas pendientes. Innovación y cualificación de la oferta, asegurar y enriquecer la conectividad, delimitar muy bien la especialización, mejorar los activos diferenciadores -por los que, según parece, cada vez viene más gente- como la naturaleza, la gastronomía y los acontecimientos culturales y deportivos que sustentan los elementos principales de cualquier plan de márquetin que se precie. Para el año próximo, por cierto, debe haber uno nuevo. Se supone que, ante la incidencia del ‘brexit’ en el mercado británico, habrá de concentrar acciones en otros mercados emisores, sobre todo para tomar la delantera.

Las previsiones son favorables pues. Y como tales, ojalá se vean correspondidas con beneficios empresariales y con la creación de empleo digno y estable. Es la gran oportunidad, desde luego, para que el principal sector productivo de la economía canaria siga ganando credibilidad y confianza. Y reiteramos: no es crecer por crecer -igual un aumento desproporcionado y permisivo de la oferta termina causando una distorsión irreversible- sino de tener unos horizontes bien trazados y sólidos recursos para alcanzarlos.


1 comentario:

Ricardo Soriano dijo...

Paradoja que obliga a reflexionar:
Según la EPA del segundo trimestre el número de parados aumentó en Canarias en 15.600 personas y se destruyeron casi 12.000 empleos.
La tasa de paro en las islas era del 27,3%, y 300.000 personas se encontraban en paro.