En la quietud de la madrugada se apaga la explosión popular que ha significado el ascenso del Club Deportivo Tenerife. En el Puerto, en toda la isla, en toda Canarias y en muchos puntos del exterior, el sentimiento se ha desbordado: es el cuarto ascenso a Primera en la historia. Quienes han vivido todos estos trances dicen que ninguno como el primero; pero el segundo, decenas de años después, frente al Betis, en una promoción, fue espectacular. El tercero, en dura pugna con el Atlético de Madrid, tuvo también ribetes épicos.
Y ahora éste, en Girona, donde el Tenerife culminó felizmente su trayectoria en el campeonato. Pujó por el ascenso desde que se convirtió en aspirante cualificado, allá por febrero pasado, cuando ganar en la península empezó a resultar asequible. Coronó su meta, meses depués, con solvencia.
El ascenso que apaga la crisis porque el fútbol es así, pasión popular que eclipsa las adversidades sociales. Las penurias van a ser menos por unas horas, por unas fechas.
Hoy, tras la parálisis experimentada en el blog -sencillamente porque hace falta sosiego para escribir y no siempre se tiene-, toca hablar de fútbol. La alegría, el contento, el júbilo... Aquel "venga, venga, venga... vamos, vamos, vamos" deja paso a otros cánticos que incluso ilustran camisetas, anticipando la visita de los grandes, de los 'cracks', de los clásicos... Hay en España una catarsis deportiva que aquí, en la isla, alcanza también su máximo nivel.
Hay sangre portuense en este Tenerife de Miguel Concepción (presidente) y José Luis Oltra (entrenador). Ricardo y Ayoze son la contribución local a esta gesta deportiva. Dos profesionales jóvenes que hacen vibrar con su entrega, con su quehacer tan técnicamente dotado. Ellos son continuadores de Domínguez, Movilla, Real, Alberto, Diego, Toni. Chelo, Oti, Kiko, Cherubino (perdón por alguna omisión) que lucieron la vestimenta albiazul en distintas etapas.
Una felicitación para ellos por aquello del paisanaje.
Cuando en la madrugada de diluyen los sonidos, el ruido heterogéneo de una fiesta balompédica, se percibe que el fútbol haga que un pueblo se congratule. Es un valor efímero si se quiere pero hay que respetarlo, en la confianza, sobre todo, de que no desvíe otras realidades.
1 comentario:
Si Eduardo Galeano decía que en Uruguay se vivía tanto el fútbol que en las fronteras debería haber una portería, en Tenerife no es para menos. Concentrar a 200.000 personas en Tenerife sólo lo puede conseguir el representativo (y el Son Latinos, claro). Qué gozada ver a la isla entera disfrutando y olvidándose, aunque sea por unos días, de la difícil situación social y económica. Por cierto, aunque es corriente en las celebraciones las recepciones oficiales a jugadores, técnicos y directivos, ¿es normal ver al presidente del Cabildo o del Gobierno de Canarias dirigirse a la multitud al celebrar el ascenso desde el balcón? Aunque pueda estar equivocado, no recuerdo a Montilla celebrando desde el balcón de la Generalitat el triplete del Barcá. Aquí siempre pasan cosas raras.
Saludos
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