jueves, 14 de octubre de 2010

EN LAS ENTRAÑAS CHILENAS

"Lo de Chile fue así". Que nos perdone Pedro Escartín por rescatar de su bibliografía este título con el que glosó aquel Campeonato del mundo de Fútbol de 1962, al que España acudía con un equipo de figuras y no pudo pasar de la primera ronda.
Ese título serviría para exaltar el rescate de los treinta y tres mineros en el desierto de Atacama. Por fin los telediarios y los noticieros con una noticia feliz y positiva. Un rescate transmitido en directo: la salida del primero fue seguida por mil cien millones de espectadores de todo el mundo. Primer gran impacto.
La tecnología al servicio del ser humano, válida para salvar vidas, para sentar los precedentes de una operación singular, horadando las entrañas de la tierra, manteniendo el aire, la fe y la propia vida, estudiando comportamientos, recomendando medidas de supervivencia, previniendo los efectos de la salida. La tecnología y la ciencia en plena armonía para dar frutos apetecidos. Segundo gran impacto.
Y la reflexión inevitable: ¿sucedió todo esto por no prevenir? ¿Quién o quiénes son los responsables de todo lo que hemos vivido a lo largo de los últimos meses? Vidas en peligro, un dispositivo de rescate sin precedentes, un desafío humano extraordinario, técnica y destreza al máximo nivel para salir airosos, un país, muchos países pendientes de una perforadora, de una cápsula, de un hilo... Ahora que todo ha salido bien, las autoridades chilenas habrán de revisar las condiciones de trabajo de las minas donde tanta gente tiene su medio de vida. La revisión pasa por la exigencia estricta de la seguridad.
Ahora vendrán las historias, historias de las entrañas chilenas. Cuentan que decenas de medios ya ofrecían dinero por testimonios de las vivencias allá abajo. Habrá entrevistas, reportajes y libros. Habrá fantasía, exageraciones y avispados. Como habrá realidad y escrúpulos.
"Lo de Chile fue así". Atrayente título.

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