A vueltas con el empleo turístico, los
datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), divulgados por el Instituto de
Estudios Turísticos (IET), no son tan positivos como los facilitados por
Impactur y que comentamos hace unas fechas.
En efecto, una pérdida del 3,9% en el
segundo trimestre del año, hasta los 2,1 millones de ocupados, hace que la tasa
de paro se coloque en el 16,9% que viene a ser 3,5 puntos más que en el mismo
período del año anterior. El turismo cierra así el último trimestre con casi
cuatrocientos veintiocho mil desempleados, casi noventa mil más que hace un
año.
Lo preocupante, según se desprende de
esta estadística, es que la tasa de paro en turismo subió 3,7 puntos, hasta
casi el 20% en el primer trimestre, unos tres puntos porcentuales por encima de
la registrada en el segundo. Eso significa que el porcentaje de paro en el
sector se sitúa 7,7 puntos porcentuales por debajo de la media de la economía
general, un 24,6%, la más alta desde 1994.
En Canarias, el descenso fue del -2,3%,
dato preocupante si tenemos en cuenta el peso del empleo turístico: un 26% de
los ocupados trabaja en el sector. La media nacional, en el primer trimestre,
es del 12,1%. El caso es que los asalariados se redujeron un 4,9%, mientras que
los autónomos decrecieron en inferior medida, un -0,2%.
De los registros de la EPA que
comentamos se deduce que la tasa de temporalidad, resultante de la proporción
de asalariados con contrato temporal sobre el total de asalariados, se situó en
el 32,9%, medio punto por debajo a la del mismo período del año anterior.
Aparte de otro caso con el que se pone a
prueba la relatividad de los estudios estadísticos, hay que convenir en que
algunos datos no son buenos. El turismo resiste, quiere resistir, pero también
se ve golpeado. De mantenerse las tendencias, las expectativas son
inquietantes. Salvo la que circunstancialmente genere la estacionalidad, en
función de múltiples circunstancias, la creación de empleo estable se antoja
complicadísima.
Veamos cómo termina el verano. Porque de
la reforma laboral no esperemos grandes cosas. Por otro lado, el anuncio
gubernamental de la reducción de los programas del IMSERSO seguro que no ha
hecho gracia. Preocupante panorama.
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