El pleno del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, en una
de esas raras unanimidades que siempre congratulan -sobre todo si terminan
materializándose- aprobó recientemente una iniciativa del Grupo Municipal
Socialista consistente en crear el primer Consejo Municipal para la Defensa y
Promoción del Patrimonio Histórico. Entre sus funciones, conocer e informar
sobre actuaciones o planes urbanísticos que incidan en el conjunto patrimonial
histórico-artístico del municipio y en los bienes públicos catalogados. El
acuerdo prevé la participación de técnicos, expertos y miembros de colectivos y
organizaciones comprometidas con la conservación y el mantenimiento del
patrimonio que es santo y seña de la identidad y la personalidad de la
localidad.
Lástima que
ese acuerdo no llegara antes, cuando el remozamiento del paseo San Telmo, por
ejemplo; pero como aún quedan sectores, núcleos y monumentos que requieren de atención,
habrá que confiar en ese Consejo para evitar más procesos destructivos y
recuperar y mejorar todo lo que es susceptible de hacerse en este ámbito
patrimonialista.
Lomo Nieves, sin ir más lejos, es el último -¿el
último?- baluarte del patrimonio portuense por el que luchar y sensibilizarse.
En las redes sociales circulan fotos y peticiones de adhesión a su defensa y
restauración… antes de que se derrumbe. Además, el presidente de la asociación
Wolfgang Köhler, Melchor Hernández Castilla, siempre atento, ya ha hecho llegar
al área de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife su mensaje:
adoptar medidas antes de que sea demasiado tarde y se pierda este símbolo portuense.
El templete de Lomo
Nieves domina, en efecto, un sector de la parte alta de la ciudad. Su
construcción data del siglo XIX. Su deterioro, como consecuencia del palpable
abandono, es significativo como puede comprobarse desde cualquier ángulo que
sea fotografiado. El problema estriba en que el templete se encuentra en propiedad
privada que, a su vez, se halla dispersa y en contencioso interno. Es probable
que prevalezcan tales circunstancias. La edificación está incluida en el
catálogo del denominado Conjunto Histórico del Puerto de la Cruz.
La erosión ha hecho estragos en los pilares del templete así como en la
plataforma sobre la que está erigido. El paso del tiempo y los agentes
meteorológicos han desgastado al máximo la estructura enladrillada hasta el
punto de haber dañado seriamente el grosor original, de modo que ello entraña
los riesgos de desplome en cualquier momento. La pérdida, por supuesto, sería
difícilmente reparable. El caso es que ya
está dada la voz de alarma. Y ahora que en el consistorio se han puesto de
acuerdo por una vez, ya tienen en lo que ocuparse de forma eficaz.
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