martes, 12 de septiembre de 2017

HISTORIA DEL TURISMO: NOTICIA Y REFLEXIÓN

Una noticia y una reflexión.
En el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), acto conmemorativo del 131º aniversario del nacimiento del turismo en Canarias. (Antes, al mediodía, una ruta guiada gratuita desde el antiguo hotel Martiánez -otro vivo ejemplo de la decadencia y de la falta de iniciativa para evitar estampas ruinosas- hasta la plaza del Charco). El acto consiste en la apertura de una exposicion conmemorativa del que empieza a ser aceptado como hecho con el que arranca el turismo propiamente dicho en Canarias.
Es el consejero de Turismo del Cabildo Insular, Alberto Bernabé, quien alude al significado del antiguo hotel Taoro en la historia turística y anuncia que en un plazo no superior a cuarenta días deberá estar resuelto el concurso público convocado para su restauración y restitución de uso turístico y lo que es mejor, hay muchas empresas que se han interesado para participar y hacer viable el proyecto. Es la noticia.
La reflexión la aporta el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Cristóbal de la Rosa: “Hay que construir un icono sobre el icono que fue el Puerto de la Cruz, en el contexto del desarrollo turístico de Canarias y de Tenerife”. Hubo una época, un antes; y ahora se está viviendo otro tiempo en el que hay que innovar y superarse con tal de reverdecer laureles. Intereses políticos al margen, se está en ese camino.
La exposición, promovida y coordinada por el profesor Nicolás González Lemus, dio pie a este doble planteamiento que fue otro soporte del intento de los historiadores de ir centrando la fecha del comienzo de la industria turística, un proceso que en el Puerto de la Cruz se sitúa en 1886, con la constitución de la Compañía de Hoteles y Sanatorium del Valle de La Orotava, una empresa que arrancó con un capital de veinte mil libras esterlinas, unas quinientas mil pesetas de entonces, hoy, más o menos, tres mil euros. La compañía construye el Orotava Grand Hotel, cuatro años después ya popular Hotel Martiánez, derribado en 1970. Se iniciaba, de acuerdo con la materia investigada por González Lemus, el despegue del turismo como tal. Huéspedes ilustres del establecimiento, entre otros: Bertrand Russell, el gran duque Nicolás de Rusia, Harry Dember, Ernest Hat y Wolfgang Köhler.
En el IEHC quedan fotografías, grabados, periódicos y testimonios de una época determinante del devenir portuense. Su espíritu acogedor y su voluntad cosmopolita consagraron la vocación turística. Los avatares del siglo XX no impidieron una evolución favorable que alcanza su cenit en más de tres décadas, hasta que emergieron otros destinos potentes y con más recursos de suelo.
La noticia y la reflexión sirven para rememorar tiempos de esplendor. Ahora toca impulsar los que, con otras exigencias y en un marco de competitividad muy intrincado, requieren de imaginación, audacia y capacidad de gestión, también de los recursos públicos, en busca de un modelo de productividad económica solvente y sostenible.
Es posible. Hay que seguir intentándolo y esmerándose.

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