Un salto en la pandemia a partir del próximo domingo. Teóricamente, un cambio sustancial cuyos efectos ya conoceremos. La denominada Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España empezará a desarrollarse con la aplicación de la vacuna de Pfizer –en enero próximo llegarán las remesas de Moderna- en aquellos sectores de población, según se ha dispuesto con un orden de prioridad cronológica. En una primera etapa, serán vacunados los residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencia de personas mayores y de atención a grandes dependientes.
En efecto, el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Sanidad, tiene preparado ya el plan para el inicio de la vacunación en Canarias, que, como en el resto de Comunidades Autónoma, funcionará a partir del domingo 27. Para ello, se ha dispuesto un operativo conjuntamente con la consejerías de Derechos Sociales y la de Administraciones Públicas, Presidencia y Seguridad que permitirá que las primeras dosis lleguen a todas las islas de modo que se garantice la accesibilidad a las mismas en todas las áreas de salud y a los grupos de población a los que va dirigida. En total, hasta marzo, llegarán a Canarias las primeras ciento sesenta y nueve mil unidades de la vacuna de Pfizer.
Tres helicópteros del Grupo de Emergencia y Salvamento (GES) del Gobierno de la Comunidad Autónoma, con la colaboración de la Policía Canaria, se encargarán de la distribución de los viales a todas las islas desde primera hora del domingo, una vez llegue el avión militar que las trasladará desde Madrid hasta el aeropuerto de Tenerife Norte. El Gobierno de Canarias ha agradecido a los ministerios de Sanidad, del Interior y al de Defensa la colaboración e implicación en la coordinación del operativo de Canarias que por la singularidad territorial ha tenido que ser diferente al del resto de comunidades autónomas.
Hay que decir que en el dispositivo se consigna un programa de formación específica que se ha desarrollado durante estos días en un equipo de ciento cincuenta enfermeras del Servicio Canario de la Salud (SCS) de todas las islas que será el equipo encargado de vacunar durante la primera fase de la misma en los centros sociosanitarios de Canarias. Paulatinamente, se continuará formando en la administración de esta vacuna a todo el personal de Enfermería que habitualmente ya se dedica a la vacunación en Atención Primaria y Especializada.
Según fuentes gubernamentales, está previsto que el domingo se pueda vacunar a un total de 360 residentes en centros sociosanitarios. Por islas, en Tenerife se iniciará la vacunación con los usuarios del Hospital Nuestra Señora de los Dolores; en Gran Canaria, en el centro sociosanitario El Pino; en Fuerteventura, será en la Residencia de Mayores Casillas de Ángel; en Lanzarote, en la Residencia de Mayores Amavir Haría y Las Cabreras Dr. Domingo Guzmán; en La Palma, en los centros de mayores y de discapacitados Nina Jaubert; en La Gomera, en el Centro de Mayores Inmaculada Concepción y en el Hierro, serán los usuarios del Centro de Mayores de El Pinar. Para ello, se ha priorizado a la población de mayor vulnerabilidad y se continuará hasta completar a todos los usuarios de todos los centros. La primera fase se complementará con personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario y personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
La Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España se ha revisado por sociedades científicas y asociaciones de profesionales y de pacientes con activa participación de Canarias en el grupo de trabajo, al formar parte del mismo el jefe de sección de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, doctor Amós García Rojas, al ser también presidente de la Asociación Española de Vacunología.
Lo dicho, un salto, esperemos que cualitativo, para afrontar una ardua tarea. En la vacuna están depositadas muchas esperanzas y la Administración se ha esforzado en preparar y aplicar los antídotos. Pensemos en que la vacunación se realiza para proteger directamente a cada persona de la enfermedad y también para proteger indirectamente al resto de la población. Al reducir el número de personas que pueden contraer la enfermedad mediante la vacunación, disminuye el número de personas que pueden enfermar. Cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto de las personas, en particular las más vulnerables a padecer enfermedad grave, se expongan al virus o al menos a altas cargas víricas. Por eso, es doblemente importante la vacunación. La vacuna se administra por vía intramuscular en una pauta de dos dosis separadas 21 días y esta vacuna solo está autorizada para su uso a partir de los 16 años de edad.
Veremos resultados.
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