jueves, 10 de enero de 2013

LA NOBLEZA DE LORENZO SOSA

Tenía Manolo don de gentes. Atento, respetuoso, servicial, observador… Desde que le conocimos, allá por los años setenta, cuando se acercó al mundo de la comunicación y empezó a invertir en los medios su pasión por el deporte, especialmente durante los fines de semana, pudimos contrastar su predisposición, sus afanes, sus inquietudes.


Desde entonces, proyectó el nombre de su Villa amada. Porque era un enamorado de La Orotava, de su costumbrismo, de sus medianías, de su tipismo y de sus solemnidades. Del Camino Polo y de El Rincón. Ya lo hacía desde su etapa de eficaz y probo dependiente en el período floreciente del comercio tradicional villero. Y luego, cuando se hizo con un espacio en prensa, radio y televisión, trabajando denodadamente, a menudo por amor al arte, con celo y con eficiencia.

Firmaba Lorenzo Sosa. Se llamaba Eleuterio Manuel. Todos le decíamos Manolo. Aquel Manolo de gafas negras, trajeado, que formó parte del inolvidable Grupo XDC que, en Radio Juventud de Canarias, constituyó un sólido trampolín de colaboradores y periodistas que se iniciaron en el medio y en la información deportiva. Manolo fue, junto a Antonio Expósito Mesa, la voz de la Villa, la de los resultados y crónicas dominicales. Puntual, dinámico, observador: del fútbol, baloncesto, lucha canaria, atletismo y otras disciplinas. Hasta que fue entrando en terrenos de información general y empezó a firmar crónicas de la actividad orotavense. Fue un corresponsal destacado. Y en Diario de Avisos tuvo a su cargo secciones de información deportiva.

Lorenzo Sosa, atraído por la política y la democracia, fue también miembro de la corporación municipal durante dos mandatos en representación del centrismo. También fue directivo de la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife.

Después, volcó sus esfuerzos en el Liceo Taoro, del que llegó a ser presidente. Se esmeró en una gestión que se caracterizó por el impulso al quehacer cultural. La organización de la romería de San Isidro fue una de sus principales inquietudes. Participaba como uno más, vestido de mago, entre la seriedad de su fisonomía y la bondad de su carácter, también apreciadas cuando colaboraba con los alfombristas del Corpus y cuando asistía como cofrade a las procesiones y actos religiosos de la Villa.

Pero los medios le seguían atrayendo. Así, no fue ajeno al fenómeno de las televisiones locales y en una de ellas, Tele 21, que emitía desde Tacoronte, dirigió programas y coordinó tertulias. Sus participantes seguro que le recordarán como un hombre tolerante que daba mucho juego y que sabía moderar.

Su última etapa fue en Gente Radio, una emisora afincada en el Puerto de la Cruz. Con José Antonio Reyes, su propietario, mantuvo, pese a los quebrantos de salud, el compromiso de realizar un magacín diario, matutino o vespertino, según las necesidades de la emisora o de su propia disponibilidad. En estos años tomó el pulso a la actualidad y ante sus micrófonos desfilaron representantes de partidos, grupos políticos, organizaciones cívicas y a menudo oyentes, a los que daba paso para conocer sus demandas y sus impresiones.

Después de larga y penosa enfermedad, Lorenzo Sosa, Manolo, ha dejado de existir. A quienes le conocimos, nos va a doler esta ausencia pues sabíamos de su oficio y de su discreción para ejercerlo. Pero, sobre todo, de su nobleza, exaltada por su discreción. La Orotava se queda sin una de sus voces más características. Claro que le recordaremos.





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