Dice que, después de haber llegado al
medio con calzón corto, no le da la gana de desconectar. Y se entiende. Luis
del Olmo, érase un hombre a un micrófono pegado, se despidió de Punto Radio con un ‘hasta luego’ que entonó
al calor de la experiencia de anteriores adioses. Los que tuvo que decir, en su
momento, en Radio Nacional de España, en RadioCadena Española, en la Cadena de
Ondas Populares Españolas, en Onda Cero… allí donde su palabra quiso siempre
ser rigor, divisa del medio bien hecho, donde la continuidad en antena se
convirtió en el mejor aval de su credibilidad.
No,
no quiere despedirse del todo el periodista leonés, la voz cálida e
inconfundible de Protagonistas, el
programa o el título que ha quedado definitivamente vinculado a su trayectoria.
Está jubilado pero se resiste, quiere más, se siente con ganas y de seguir
siendo útil. Su vida está ahí, ante el micrófono, en las ondas, donde se ha
dejado la piel profesional durante casi cuarenta años.
Hizo
once mil seiscientos Protagonistas, uno
de ellos desde los antiguos estudios de Radio Popular de Tenerife en la calle
La Carrera (Obispo Rey Redondo), cuando aún la dirigía el padre José Siverio.
Su incorporación a la COPE fue determinante para que la cadena se vertebrase
como tal y estuviera en condiciones de competir como tal. Allí estuvimos, en
aquel programa realizado en directo, naturalmente. Ocurrió a principios de los
ochenta, durante los últimos meses de nuestra estancia en aquella casa, a la
que tanto debemos. Luis del Olmo llegó casi en plan revolucionario: trajo todo
su equipo, unas diez personas, incluida la telefonista. Antes del alba, por
aquello de la diferencia horaria, hubo que estar allí. Buenos días, España: la salutación inicial del magacín tuvo un
inevitable tinte canario. Su dominio ante el micrófono, los gestos, las
órdenes, la primera utilización del ordenador, la esmerada selección musical, el
aviso periódico de lo que ofrecían en ese momento otras emisoras… Todo, todo
fue muy estimulante y aleccionador para quienes trabajábamos en una emisora
entrañable donde lidiamos las primeras cuitas profesionales. Al terminar la
emisión, nos reunimos todos, directivos, redactores, operadores y auxiliares en
un almuerzo en torno a su figura, cerca de Los Rodeos.
Experiencia
personal y puntual al margen, es evidente que Protagonistas es una notable
obra radiofónica, es una contribución a la historia contemporánea del país, al
tránsito democrático, a la consolidación del modelo constitucional y a la
propia libertad de expresión. El programa, en todas las emisoras donde pudo ser
sintonizado, ha formado parte de la vida de sus centenares de miles de oyentes
y de la memoria de nuestra sociedad misma. Si algo merece ser denominado
‘clásico’, he aquí un título y un espacio que así debe ser considerado, que abrió
surcos, que hizo de la información y del entretenimiento, del pluralismo y de
la inmediatez, un brillante paradigma.
Por
todo eso, pese a los sinsabores del desencuentro final de la “Operación
Vocento”, merced a la cual la COPE se ha quedado con los postes de ABC Punto Radio, donde Luis del Olmo,
galardonado donde los haya, brindó sus últimos trabajos, se entiende que no
quiera desconectar, que ya prepare alguna producción para seguir pegado al
micrófono de su vida desde donde seguirá saluda, comentando y preguntando.
Palabra
de Luis.
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