martes, 10 de febrero de 2015

ACUERDO CONTRADICTORIO

Un asunto del que nos ocupamos en este blog el pasado 12 de enero parece solucionado. Nunca mejor escrito lo de ‘parece’ pues a tenor de la información periodística publicada al respecto (Diario de Avisos, 10 de febrero) se desprenden algunas incongruencias o contradicciones. Si pero no; de acuerdo pero con reparos… Teóricamente resuelto: pero ya se verán las consecuencias.


Hablamos del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) abierto en la empresa concesionaria de los servicios de cafetería y restauración en el complejo turístico ‘Costa Martiánez’. El expediente afecta a treinta y cinco de los cincuenta trabajadores. La medida se aplica desde ayer y tiene vigencia hasta febrero de 2017, “aunque en el período comprendido entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, los afectados volverán a trabajar a jornada completa con motivo de la temporada alta y las vacaciones”, según la citada información. El resto de los meses cada empleado experimentará una reducción de jornada entre un 24% y un 40%.

Y es ahí donde empiezan las complicaciones porque la representación legal de los empleados, Intersindical Canaria, afirma que no acepta ni refrenda el acuerdo alcanzado que, en todo caso, según su versión, es fruto de que la empresa “ha implementado de forma voluntaria una serie de mejoras para la plantilla que no estaban contempladas en la propuesta inicial”. Fuentes de esta central sindical señalaron a Diario de Avisos que “independientemente del porcentaje de reducción de jornada que se aplique a cada persona, ninguna cobrará menos de mil euros al mes, sumando el sueldo por la jornada efectivamente trabajada, la prestación por desempleo y la mejora introducida”. Añaden las fuentes que “tampoco va a experimentar una reducción de ingresos líquidos respecto a su salario neto medio del último año, superior a los 100 euros al mes”.

El acuerdo se ha firmado porque la empresa ha aceptado algunas premisas, entre las cuales figura garantizar la estabilidad y restitución individual en el empleo, esto es, “ningún trabajador va a ser despedido hasta la completa recuperación del derecho a prestación por desempleo”. Pero el acuerdo no debe satisfacer a Intersindical Canaria que no tiene reparo en rechazarlo por considerarlo -siempre según la información periodística- “sesgado, discriminatorio, arbitrario y caprichoso en cuanto a los porcentajes de reducción que constituyen un total sin sentido y arbitrariedad”.

Las contradicciones saltan a la vista pero la coincidencia ha sido firmada. En medio de tantas incertidumbres, se dirá que es el acuerdo menos malo. O que, en estos pleitos, es preferible un mal acuerdo a perderlos. Así está de contento el gobierno local, presumiendo de paz social y todo como premisa para un buen clima de trabajo y unas adecuadas prestaciones.

Atentos al seguimiento, en cualquier caso.

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