sábado, 8 de marzo de 2014

ACCIDENTE EN LA BIBLIOTECA

Decididamente, no tiene suerte la nueva sede de la biblioteca municipal ‘Tomás de Iriarte’, en el Puerto de la Cruz. A las dificultades amontonadas desde que la obra terminó de ejecutarse y que han incidido en la demora para la apertura, se suma ahora un accidente interior en las conducciones de agua ocurrido hace pocas fechas. La rotura provocó inundaciones. Una primera evaluación de daños transmitida por la concejala-delegada, Verónica Rodríguez, señala que, por fortuna, no han repercutido en la estructura del edificio pero sí se ha visto seriamente afectado parte del mobiliario que ya había sido instalado, junto a anaqueles, suplementos y cajas de libros, en el proceso de puesta a punto.
            Una lástima, de verdad. Todo lucía tan flamante el día que la visitamos que no podemos por menos que entristecer ante las circunstancias sobrevenidas que obligarán a un gasto extra para afrontar las reparaciones correspondientes y a una nueva demora en la apertura. Una fatalidad, ciertamente.
            De ahí que se comprenda la desazón de la concejala, que ha luchado y lucha contra muchas adversidades en este mandato. Lo bueno de Verónica es que se repone. Cuando mostró las dependencias del edificio que hace esquina entre Pérez y Zamora y Puerto Viejo (antiguos juzgados) tenía todo el entusiasmo de quien sabe que va a estrenar algo que ha significado un gran esfuerzo y todo el temple de quien es consciente de que habrá de seguir timoneando para que luego la biblioteca preste los servicios que se espera, entre ellos, por cierto, el de sala de estudios, tan necesaria para alumnos, licenciados e investigadores que han de acudir a otras localidades para llevar a cabo las tareas que les son exigidas o encomendadas.
            La sala aparecía espléndida, luminosa y espaciosa. Como el área reservada a niños en la primera planta. Como las estancias dedicadas a actos y reuniones. El edificio y su interior tienen un aire de austera modernidad. Tiene, en definitiva, todos los elementos para disfrutar de su uso.
            Un reventón de tuberías interiores ha supuesto el enésimo contratiempo. Un inoportuno accidente. Los usuarios tendrán que esperar, ojalá que no mucho. Manos a la reparación y manos para la entrada en funcionamiento. La ciudad necesita esa biblioteca cuanto antes.

            Suerte.

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