Le recordamos desde la época
en que inició su andadura, allá en los setenta del pasado siglo, en el Grupo
XDC, de Radio Juventud de Canarias. Destacaba, por el timbre de voz y por la
mesura con que desgranaba su relato. Se vislumbraba que iba a llegar lejos, una
vez escogido el camino de las ondas. En efecto, ingresó por oposición en Radio
Cadena Española y cuando se produjo la fusión de ésta con Radio Nacional de
España, consolidaba su condición de periodista radiofónico destacado hasta
acceder a la jefatura de deportes del Centro Emisor del Atlántico.
La suya ha sido una trayectoria profesional contrastada en
los principales acontecimientos deportivos internacionales de las últimas
décadas. Desde Barcelona 92, por ejemplo, ha estado presente en todos los
Juegos Olímpicos. Y ha formado parte de los equipos humanos que Radio Nacional
de España ha dispuesto para campeonatos mundiales de fútbol y baloncesto.
Ahí dejó, sin alharacas, el sello canario, el del talento
que pudimos apreciar también en sus apariciones de las producciones de
Televisión Española en Canarias. Y como los deportes son una buena escuela para
los “todoterreno”, ahí, en campos de la información general, le tuvimos
cubriendo visitas, acontecimientos y actividades cotidianas.
El directo se le da tan bien que durante varios años
presentó la gala de elección de los mejores deportistas de Tenerife. Con
un estilo peculiar que desvelaba la
paradoja humorística y hasta satírica de su personalidad -¡quién diría que tras
aquella seriedad ante el micrófono y en el escenario afloraba una vis sarcástica y desenfadada!- que
arrancaba carcajadas y juicios divertidos.
Hasta que en 2009, ya con algunas distinciones cosechadas,
le designaron director de Radio Nacional de España en Canarias. Parecía destinado
para ello. Duró hasta 2012, cuando desapareció el cargo como consecuencia de
otra fusión, esta vez con Televisión Española. Entonces, en octubre de ese año,
escribimos:
“Domingo Álvarez ha completado ese terceto de directores
tinerfeños [José Antonio Pardellas y María Luisa Arozarena], cada quien
poniendo el listón más alto para producir una radio seria, bien hecha,
ecuánime, pluralista, dinámica y con cobertura estimable. Con Álvarez concluye
otra etapa…”
Y se inicia, casi dos años después, la que le sitúa al
frente del centro de producción en Canarias de la corporación RTVE. Una nueva
responsabilidad que él sabe no está exenta de riesgos. Pero así como ha
superado las anteriores, ahora también
puede afrontarla con ganas, con madurez y con la solvencia de quien
vocacionalmente estaba llamado para el éxito radiofónico.
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