martes, 31 de enero de 2017

CUEVA DE BENCOMO Y MEMORIA HABITADA

Parece que esta vez va definitivamente en serio: la cueva de Bencomo, localizada en el margen derecho del barranco del Pino, en la ladera natural de Tamaide, en la carretera general TF-21 que conduce desde la Cuesta de la Villa a La Orotava, muy cerca del Mirador de Humboldt, lleva camino de convertirse en el primer museo de sitio de Tenerife dotado, además, de un centro de interpretación. El profesor e investigador de la Universidad de La Laguna, Ramón Cebrián, es el autor de un proyecto que quiere dignificar la cultura aborigen. Se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC) acreedor de más atención que la recibida hasta la fecha. El carácter histórico del penúltimo mencey de Taoro está fuera de toda duda, de ahí que la actuación se oriente a la recuperación del lugar como un escenario natural básico en el patrimonio histórico de las islas.
Las cuevas son un sitio mágico. Es una pena que su estado de conservación sea tan grotesco, porque entrar y ver el paisaje de todo el Valle de Taoro, con el Teide encima y un marcador solsticial de La Palma delante para el control de las fechas y los calendarios, es impresionante”, relató Cebrián días pasados a Gabriela Gulesserian en Diario de Avisos. Además, uno comprueba no solo que desde ahí el rey podía tener el control estratégico visual de Taoro sino que él también era visto desde todos los puntos de su dominio”.
Hay que congratularse de la iniciativa que ojalá se culmine con éxito. La identidad canaria debería fortalecerse a partir de un conocimiento más cabal, en todos los sentidos, de sus ancestros, de sus valores etnográficos, de su medio natural y de su conjunto patrimonial. No hemos sido muy cuidadosos en las islas con todas estas cosas.
De ahí que sea plausible el proyecto para recuperar y dignificar la cueva de Bencomo. Confiemos en que la gestión de los recursos -cabe desear que la Administración asuma lo principal: el desarrollo y el mantenimiento-, cuando concluya la actuación, sea fructífera y se haga honor a la declaración de BIC que fue otorgada a este paraje “teóricamente” protegido.
Como digna de toda atención es la exposición fotográfica titulada Memoria habitada, dedicada a la arquitectura tradicional canaria en el medio rural. Se puede contemplar hasta el próximo 26 de febrero en el Espacio Cultural de CajaCanarias en el Puerto de la Cruz, ubicado en la céntrica calle San Juan. Junto a las fotografías, una serie de paneles didácticos “en los que se reciogen imágenes de los distintos tipos de arquitectura tradicional rural, que se define por su funcionalidad, humildad y autenticidad”.
La exposición nos acerca a este tipo de arquitectura vernácula y nos sensibiliza sobre la necesidad de conservar estos bienes patrimoniales que forman una simbiosis con el paisaje, en un entorno biogeográfico que, sobra decirlo, debe preservarse en las mejores condiciones. En las fotos se suceden, ordenadamente, por islas, las casas cueva, las casas pajizas, las viviendas sencillas de una o dos plantas y las haciendas. Son, como se explica en la introducción de la colección, construcciones emplazadas en parajes privilegiados desde el punto de vista paisajístico y medioambiental o en entornos rurales ligados históricamente a las actividades primarias.
En definitiva, la recuperación de la cueva de Bencomo y la exposición Memoria habitada nos permiten robustecer el conocimiento del patrimonio canario y divulgarlo. Siempre será positivo. Hay que seguir dando pasos, en conclusión.

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