Tiempo de cuentas públicas y de previsiones presupuestarias. Es un tiempo difícil, claro, entre limitaciones, restricciones, recursos insuficientes y propósito de no subir impuestos. Las circunstancias ponen a prueba eso que tanto se ha repetido desde el ángulo político: priorizar. Es la hora de acreditar y afrontar los presupuestos con realismo y con voluntad expresa de gobernar para todos, con unas cuentas justas y equilibradas. Todos parecemos estar de acuerdo en que no hay margen para dispendios ni para audaces derroches. En pleno proceso de recuperación de la economía, con muchas incertidumbres aún golpeando en los flancos, el mejor presupuesto siempre resultará imperfecto pero hay que hacer todo un esfuerzo de entendimiento para salir airosos y para desenvolverse con cierta estabilidad.
Por lo que a Canarias respecta, el anuncio de confeccionar unos presupuestos sin recortes en los servicios públicos por parte del Gobierno es alentador. Quiere el ejecutivo anticiparse la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, sin perjuicio de las modificaciones al alza que se puedan presentar una vez aprobadas las cuentas estatales y de que se desarrollen por primera vez aspectos del nuevo Régimen Económico Fiscal (REF) y del Estatuto de Autonomía. Todo da entender que el Gobierno de la nación prorrogará los plazos para la Reserva a de Inversiones (RIC) y la Zona Especial Canaria (ZEC) más allá del 31 de diciembre del presente año.
También destacan en el ámbito autonómico presupuestario las modificaciones presupuestarias aprobadas recientemente incorporando ciento cinco millones de euros en créditos extraordinarios para Sanidad y Educación con el fin de hacer frente a necesidades sobrevenidas como consecuencia de la emergencia sanitaria. La citada cantidad se añade a los ciento ocho millones de euros incrementados a lo que va de año hasta totalizar doscientos trece. Fuentes gubernamentales revelaron que, al cierre del ejercicio, previsiones se alcanzarán en este capítulo los cuatrocientos millones de euros.
El vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, manifestó que estas generaciones de crédito permiten dar cobertura al incremento del gasto en los servicios públicos esenciales, “muy exigidos ahora mismo por la presión de la crisis del coronavirus”, y mantener las prestaciones que recibe la ciudadanía.
Veamos brevemente el desglose: de los ciento cinco millones de euros apuntados, sesenta son para Sanidad y cuarenta y cinco para Educación. Se consignan también cantidades para que las universidades públicas canarias puedan asumir los nuevos protocolos de funcionamiento. El grueso de los cuarenta y cinco millones se destinará a personal docente (treinta y dos millones) o las tareas de limpieza y acondicionamiento de los centros (cuatro millones). Asimismo habrá un millón de euros para cada una de las universidades públicas canarias.
En cuanto a sanidad, tras una anterior incorporación de ciento millones de euros, las transferencias aprobadas favorecerán mejoras en infraestructuras y, en el caso del Servicio Canario de la Salud, la adquisición de material fungible, como mascarillas, equipos de protección individual, kits de farmacia o vestuario.
Se trata, en fin, de superar los apremios presupuestarios y de reajustar las cuentas para atender, como hemos dicho, las prioridades. El próximo ejercicio de 2021 será también complicado. Seamos conscientes de la importancia de su establecimiento, de las necesidades. En los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma se expresa una voluntad política. Tengamos presente que no es una cuestión exclusiva de los gobernantes y de quienes tienen el deber de su fiscalización: las cuentas públicas son un asuntos que nos concierne a todos. Luego, todos debemos estar atentos a su evolución.
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