sábado, 16 de mayo de 2020

PROTECCIÓN DEL CONJUNTO HISTÓRICO


Es una buena noticia de la que hay que congratularse. Quienes llevamos años preocupados por la planificación urbanística del Puerto de la Cruz, quienes hemos constatado la necesidad de emprender acciones para preservar y conservar elementos de su patrimonio, quienes hemos lamentado desidia e insensibilidad y, sobre todo, falta de iniciativa para afrontar con decisión planes que dinamicen y fortalezcan sus valores patrimoniales, sobre todo, en el área del casco, hemos de sentirnos esperanzados con el acuerdo del gobierno municipal relativo al encargo de redacción del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PEPCH). La encomienda será trasladada a la empresa pública ‘Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan)’, adscrita a la consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el cambio climático y Planificación territorial del Gobierno de Canarias, que tendrá veinticuatro meses de plazo para llevarla a cabo. Los trabajos están presupuestados en 274.558,40 euros, que serán abonados por el Ayuntamiento en tres anualidades. Para 2020, el importe asciende a 165.400,78 euros, con cargo a la aplicación presupuestaria de redacción de proyectos de urbanismo. El consistorio, a través del área de Ciudad Sostenible y Planificación, está tramitando con el Cabildo de Tenerife la solicitud de la subvención prevista en el Plan de Patrimonio Histórico 2016-2020 de la corporación insular para financiar el PEPCH portuense. Tan importante como la financiación y los objetivos del Plan, es el proceso de elaboración de éste, o sea, disponer de un equipo especializado de personas con experiencia en redacción de planeamiento y planes de protección, además de contar con el apoyo técnico de especialistas externos en materia de patrimonio histórico y participación ciudadana.

De verdad, portuenses: es el futuro de la ciudad lo que está en juego. No nos inhibamos ni descansemos responsabilidades en terceros. Si queremos que la localidad del futuro tenga una personalidad urbanística propia, hay que moverse desde ahora. A los actuales gobernantes corresponde activar y articular medidas de participación para que se note el sello ciudadano, para probar que somos dueños de nuestros propios destinos. Este tiene que ser el plan de todos. Solo con una voluntad decidida de acercarse y moverse sin reservas será posible que el Puerto del futuro es el fruto de un trabajo colectivo serio, fundamentado y participativo.

Estamos, pues, ante la elaboración de un documento estratégico, ante la provisión de una herramienta urbanística de suma importancia que, sobre el papel, ha de garantizar la conservación del casco portuense, propiciando mejores y sostenibles condiciones de vida, y el desarrollo del emprendimiento. Ha de ser el propio gobierno local el que actúe con celo y diligencia en este asunto, sin duda (en caso de materializarse) uno de los hitos del mandato y que mejor puede sustanciar su balance de actuación. Era uno de sus objetivos al comenzar aquél, luego dado el paso, tendrá que esmerarse en su confección, aprobación y seguimiento.

Es natural que el alcalde, Marco González Mesa, esté contento, ya pensando en “un modelo de ciudad vivo y moderno, en el que la identidad y la historia desempeñen un papel fundamental. El plan permitirá dar cabida a proyectos estratégicos en el ámbito de la cultura y el patrimonio”. También hace planes el teniente de alcalde, delegado de Ciudad Sostenible y Planificación, David Hernández, sabedor de que “el PEPCH no se limita a la mera protección del patrimonio sino que conecta ésta con otras cuestiones clave como la sostenibilidad, la accesibilidad y el impulso de la actividad económica”. Se atreve incluso con un pronóstico que gustará, teóricamente, a propietarios e inversores: “El Plan, además de establecer, entre otros, los criterios de edificación, usos admitidos, conservación y rehabilitación en el casco histórico, agilizará la tramitación de licencias de obra, ya que con su entrada en vigor dejará de ser necesaria la autorización previa de la unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo”.

El primer paso ya está dado. Que sea una larga caminata, no importa, con tal de llegar a buen puerto. Es el futuro de una parte de la ciudad lo que está en juego. Seamos conscientes de que no hay marcha atrás.

Día 62 de la alarma

Llegamos a viernes. Con un dato inquietante: el índice de contagios del virus en Canarias aumenta con la desescalada y ya está por encima de la media nacional. Según los registtros del Instituto de Salud Carlos III, el número de reproducción básico instantáneo, que mide el número de personas que se contagian a partir de una persona infectada, se coloca por encima del 1 desde el pasado lunes, al que no ocurría desde el pasado 31 de marzo. El Gobierno de Canarias había advertido alguna señal de despreocupación “que es inquietante”. El presidente Ángel Víctor Pérez remarca la importancia de la responsabilidad y el comportamiento social para evitar el riesgo de un rebrote de contagios. Queda dicho. Si no se ha entendido que el virus sigue ahí, con sus propiedades contagiosas, es que estamos expuestos a lo que sea. Lo advierte el doctor Simón: “Ninguna comunidad tiene inmunidad que la proteja de un rebrote”. Y luego hay que leer sucesos como este: unas sesenta personas han sido identificadas en senderos de Anaga incumpliendo las normas de desescalada. Incorregibles.

Dice adiós definitivo el pintor valenciano Juan Genovés, caracterizado por su realismo social y sus cuadros de multitudes. El más célebre, posiblemente, sea “El abrazo” (1976), perteneciente a la colección del Museo Reina Sofia, donde su contemplación emociona. Fue concebida para ser reproducida en un cartel para Amnistía Internacional durante la Transición. Más tarde se convertiría en escultura en la madrileña plaza de Antón Martín como homenaje a los abogados laboralistas asesinados en Atocha. “El abrazo” de Genovés es una obra para la historia de España. Descanse en paz.

Con mascarilla, hay que pasar por la frutería y por la farmacia. Al mediodía debe haber más gente pues hacemos cola en la calle en ambos sitios. Las zanjas de la obras para la recogida de aguas pluviales ya superan la calle Santo Domingo. El desvío del tráfico, vallado y señalizado, se hace por La Marina. Como toda la vida en el Puerto, hay personas observando el desarrollo de los trabajos.

El cono sigue allí, su último emplazamiento, pegado a una de las columnas exteriores del edificio. Hay un señor escuchando un transistor sentado en un banco de la plaza del Charco. Antes era más frecuente esa estampa. La pila de la ñamera permanece vacía. Las cafeterías están animadas, muy concurridas. A alguien le sobra una moneda de cincuenta céntimos y se quiere pesar pues se nota más pesado, con tanto paseo casero hasta la cocina “a picar algo”.

El periodista y consultor político, Enrique Fárez, titular de la firma canaria ‘MMY Analytics’, es promotor de una operativo de escucha en tiempo real de las conversaciones en redes sociales en las islas. En la información que publica canariasahora.com, Fárez, siempre en posición de avanzada tecnológica, explica que es una combinación de alta tecnología y analistas experimentados quienes, a partir de las conversaciones en redes sociales, blogs y digitales, clasifican con la asistencia de la inteligencia artificial los miles de publicaciones que se difunden en las islas cada hora”. Resultado: un informe diario fruto de una lectura y análisis humano que ofrece la fotografía del clima social en tiempo real y, a lo largo del tiempo, las tendencias sociales.

Descienden los fallecidos y repuntan ligeramente los contagios, resumen de la jornada en la que estábamos pendientes de lo que ocurría con las comunidades pendientes de su pase a la fase 1, Madrid, Barcelona y más de la mitad de Castilla y León siguen en fase 0, aunque con menos restricciones. La Gomera, El Hierro y La Graciosa, junto a Formentera, ya están en fase 2.

Por cierto, ¿cómo se habrá quedado el ministro Garzón al saber que Europa sale al rescate del turismo? Y es que el sector aporta un 10 % al Producto Interior Bruto (PIB) comunitario.


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