viernes, 28 de noviembre de 2025

INDICADOR INQUIETANTE

 

Diecisiete de los veinte municipios españoles con una mayor tasa de infracciones por cada mil habitantes son destinos turísticos que acaparan los primeros puestos de pernoctaciones, según ha trascendido de los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al capítulo titulado ‘Indicadores Urbanos’. Todas ciudades del ‘top 20’ son de las comunidades de Catalunya, Valencia, Canarias y Baleares, regiones donde se sabe que el turismo tiene un peso importante en su productividad económica.

De todos modos, se habla de una trampa estadística. Y es que a la hora de buscar los motivos de por qué los municipios turísticos ocupan las primeras posiciones de esta tabla, es inevitable mirar el propio cálculo de la estadísticaque “perjudica” a los pequeños municipios que reciben a millones de turistas en detrimento de las grandes ciudades. En Canarias, prácticamente en todas las islas, hay numerosos ejemplos de ello.

Y es que hay poblaciones como Benidorm (Levante) o San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), donde se cuadruplica su población durante la temporada alta, lo que se traduce en una mayor cantidad de infracciones, pero solo se tiene en cuenta su población residente para hacer el cálculo final de la tasa del INE (infracciones/miles de habitantes). Este mismo fenómeno se produce en mayor o menor medida en el resto de destinos, llevándolos a ocupar las primeras posiciones, superando holgadamente la media nacional, que se sitúa en el 50,97 (Este es un viejo problema a duras penas resuelto en nuestro país y ha dado pie a controversias técnico-políticas que son objeto de duras y casi siempre insatisfactorias negociaciones, cuyos resultados, a su vez, son plasmados en normas que, igualmente, no contentan a todos los políticos, sean del signo que sean, y a los agentes sociales que intervienen en aquéllas). 

De hecho, solo El Prat de Llobregat (1ª posición) y Sant Adrià de Besòs (7ª posición), en la provincia de Barcelona; y Alfafar (20ª posición), en Valencia, se cuelan entre los primeros puestos sin ser destinos eminentemente turísticos, aunque se podría considerar que El Prat sí que tiene una fuerte relación con el sector al acoger el Aeropuerto de Barcelona, principal puerta de entrada de los viajeros a la ciudad. En la publicación del INE, aparece Adeje (Tenerife) en sexta posición con una tasa de 97,66 de infracciones penales por mil habitantes. Le siguen Mogán (Gran Canaria) en undécimo puesto con una tasa del 86,92, seguido de otro municipio grancanario, San Bartolomé de Tirajana, que aparece en decimosexto lugar con una tasa de 82,67.

Por el contrario, destaca la ausencia de algunos municipios con un importante peso turístico como Madrid (que ocupa la 35ª posición con una tasa de 73,32); Pájara, en Fuerteventura (puesto 91, con 58,48); Sevilla (en puesto 25, con 78,43); Arona, en Tenerife (puesto 29 con 76,38); o Torremolinos, en Málaga (puesto 30, con 76,35).

A más turistas, más infracciones, podrá concluirse, respetando las peculiaridades, las afluencias y las dotaciones policiales de cada destino. Pero si convenimos en que la seguridad pública es un bien que hay que proteger y cultivar -acaso sea el mejor activo promocional de cualquier localidad turística cuyos rectores suelen y quieren presumir de ciudad abierta, tolerante o cosmopolita-, habrá que afrontar planes y acciones que robustezcan efectivamente esas apreciaciones. El indicador, sin alarmismos, es inquietante.

  

 

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