jueves, 2 de abril de 2015

LA FOTO QUE HABLA


Si no la han visto aún, búsquenla. Es digna de contemplar y de archivar. Es una fotografía que habla, dice tantas cosas, está cargada de simbolismo, puede con todos los sentimientos… Es una foto digna de ser premiada. Ha circulado como muy pocas en las redes sociales durante los últimos días.
         Es la foto del horror pero también de la inocencia. Del espanto pero también de la esperanza. Del miedo pero también del pacifismo reivindicado. De la mirada elocuente y del gesto espontáneo: rictus natural y brazos arriba.  Por  todo eso decimos que la foto habla: es el otro lenguaje de la guerra de Siria, en realidad el lenguaje de todas las guerras.
         Es como si dijera “Me rindo”, “No me hagan daño”, “Soy inocente”, “No voy armada”, “Por favor, no dispare”… Cualquiera de las expresiones implorantes es válida. Pero Hudea, la niña siria protagonista de la imagen, ya no distingue un arma de un objetivo fotográfico.  En realidad, no sabe lo que es. Pero ha vivido tanto horror, lo ha palpado tan cerca, que se siente amenazada, cree que va a morir, como ella ha visto morir a tantos niños. Aguarda un disparo pero el que se produce se limita a inmortalizar su mirada, su rictus, sus pequeños brazos alzados.
Es la historia de Hudea  pero también la de una fotoperiodista, Nadia Abu Shaban, que colgó la foto en su cuenta de Twitter hasta convertirla en viral, que es como se dice ahora. Y también la del autor, el periodista turco Osman Sagirli, que pasaba por el campo de refugiados de Atmé, en esa Siria infeliz y desangrada, y se encontró con toda la otra cara de la guerra delante. La encarnaba Hudea, tan tierna, tan ingenua, tan concentrada, tan turbada, tan confundida… "Estaba usando un teleobjetivo y ella pensó que era un arma", aseguró Sagirli. "Me di cuenta de que estaba aterrorizada después de tomar la foto porque se mordía los labios y levantaba los brazos. Normalmente los tabaños huyen, esconden sus caras o sonríen cuando ven una cámara", ha relatado el fotoperiodista turco.
"Sabes que hay desplazados en los campos. Tiene más sentido ver si han sufrido no por las reacciones de los adultos sino por las de los niños. Son los niños los que reflejan sus sentimientos con inocencia", ha explicado, en referencia a su trabajo en los campos de refugiados y desplazados sirios.
No la busquen. Ahí la tienen. Impactante. Memorable.


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