La economía española se
debate entre contradicciones. No exentas de pesimismos en forma de nubarrones
que no parecen anunciar bonanzas, precisamente. Que se lo digan a los
pensionistas o los activos próximos a la jubilación. A la espera de la ansiada
gobernabilidad, como si se tratara de la panacea, la evolución de la
productividad económica nacional aporta registros de insostenibilidad, como por
ejemplo, un Producto Interior Bruto (PIB) de 18% inferior al de las cifras
oficiales ; y una deuda pública que
es un 24% mayor que la cantidad aportada por los responsables gubernamentales.
Un grupo de profesores y economistas independientes (Barba,
Laborda, Bermejo y Centeno) ha publicado un minucioso análisis de la economía
española en el que concluyen que no hay voluntad política para reducir el
déficit de España. Un déficit, señalan, que está fuera de control. Y esto es lo
grave pensando a largo plazo, según el criterio de estos expertos, pues no hay
visos de que nuestro país devuelva la deuda. “Solo el soporte ilimitado del BCE
-escriben- y el blindaje de la prima de riesgo, que ha rebajado los tipos de
interés pagados a niveles históricamente bajos, permite mantener
artificialmente esta situación insostenible, pero a costa de inflar cada vez
nuestra gigantesca burbuja de deuda, que será la ruina de las generaciones
futuras”.
O sea, que no bastó la burbuja inmobiliaria. Aún padecemos
aquellos efectos devastadores y ya estamos hablando de otra ‘gigantesca’ que
engloba deuda y más deuda. Es decir, vivimos artificialmente en tanto se
barrunta un verdadero destrozo para quienes nos releven. ¡Qué panorama!
Si se acepta que el déficit está descontrolado -o incontrolado-,
será una tarea mayúscula operar medidas correctoras. Y en todo caso, a qué
precio para los ciudadanos. El Gobierno ha incumplido los objetivos de déficit
durante los últimos cuatro años, “incluidas las ampliaciones acordadas por
Bruselas a cambio de recortes que jamás hizo”, según dicen los expertos
citados. Entonces, haciendo caso a los datos, si en el primer cuatrimestre en
vez de una reducción del 28% se ha incrementado en un 18%, el déficit de este
año se sitúa en un 6,4%, o sea, duplica el objetivo ampliado por Bruselas. No
es exagerado, desde luego, decir que este apartado anda fuera de control.
Y mientras eso sucede, la presión fiscal ya ronda el 47% y
el poder adquisitivo de los salarios sigue en pérdida libre, un 25% desde el
año 2007. Cuando estos economistas y profesores piden, en su informe, que las
cuentas sean auditadas, nos acordamos de Grecia y aquellas sucesivas
falsificaciones que costaron lo que costaron. Esperemos no estar asistiendo a
un engaño masivo: débiles, sí; pero merecedores de otro trato.
1 comentario:
Lamentable pero cierto.....las generaciones futuras de españoles están condenadas...a vivir no mal....muy mal...y veremos cómo nuestro estado de bienestar va cayendo....en calidad y cantidad..hasta desaparecer...y ..los futuros pensionistas entre los que me cuento....seremos clase miserable...poder adquisitivo ínfimo....en fin....gracias..muchísimas gracias .. sin ningún tipo de hipocresía...ni sarcasmo a PP....PSOE....banca...y empresas corruptas...y corruptos en general...son los padres de este engendro.
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